martes, 13 de agosto de 2024

Catedral Granada

CATEDRAL - GRANADA

Todo es mejorable


Catedral de Granada

La función fundamental de la Catedral es la litúrgica como espacio privilegiado donde se manifiesta con toda su potencia y carencias la Iglesia Local en comunión con la Universal. Por ello debería funcionar perfectamente, para lo que no se requiere mucho esfuerzo y, aunque estoy escribiendo un artículo mucho más extenso sobre la Catedral, Liturgia e Iglesia Local, quisiera anticipar algunos aspectos disfuncionales y perturbadores que necesitan ser corregidos en la catedral:


Catedral de Granada



1.-Hace unos días, unas señoras mayores, hermanas de un antiguo canónigo de la Catedral de Granada, me comentaron que el día de la Misa Crismal intentaron entrar en el templo y se lo impidió un guardia de seguridad pues según él, ellas llegaron tarde a la misa.


Catedral de Granada



2.-En esa misma Misa Crismal, aunque no pude concelebrar porque tenía que volver a mi parroquia, estuve presente en la primera parte, junto con otros sacerdotes que tampoco pudieron concelebrar pues tenían que incorporarse a sus trabajos (capellanías); al iniciarse la procesión de entrada, comenzaron a pasar los sacerdotes que están destinados en pueblos o parroquias digamos “poco ilustres”; todos ellos llevaban estola; uno de los compañeros que estaba a mi lado, irónicamente, me comentó: “Espérate; estos son morralla; hay que esperar a los que llevan la casulla”. Efectivamente, junto al obispo, todos los sacerdotes con “cargos” y aquellos que están en parroquias ilustres comenzaron a acercarse e iban revestidos como Dios manda; unos días más tarde me encontré con un compañero que me dijo que él se fue a la Misa Crismal de Sevilla y le sorprendió que él y todos los sacerdotes, muchos más que en Granada, iban revestidos con casulla. Estas distinciones entre sacerdotes son tan cutres, y de tal catetez que los encargados de la catedral, los canónigos, ya la habían puesto en práctica el día que don José María Gil Tamayo tomó posesión como Arzobispo cuadjutor de Granada: se hizo entrar a los que, por su ordenación sacerdotal, merecen llevar casulla por la Puerta del Perdón de la catedral, la puerta para los VIP; los demás por donde Dios les diese a entender. Por cierto cuando se inicie el Jubileo, los católicos no VIP ¿podrán ganarlo pasando por la Puerta del Perdón? ¿Por la puerta VIP? ¿O con los diversos usos que se le ha dado a dicha puerta ha perdido toda su dimensión simbólica? ¿Con estas distinciones entre los sacerdotes no se está haciendo una distinción también entre seglares? ¿No es lo mismo un seglar de tal parroquia ilustre que los de otra perdida en la Alpujarra? ¿Con estas distinciones, tan mundanas, no se está cuestionando al propio Concilio Vaticano II y su concepción de la Iglesia?…


Catedral de Granada



          3.-Puesto que tuve que volverme a mi parroquia, a los pocos días volví por los óleos y el crisma con unos recipientes, comprados expresamente para contener dichos óleos, esto es, botes pequeños; se negaron a llenarlos cuando había más que suficiente; por otra parte, el aceite para tal cuestión se le regala a la catedral de Granada cada año; me fui sin ellos; tuve que volver otro día para recogerlos y ya, después de protestar, me llenaron los botes. Esto es de las pocas cosas que los señores canónigos tienen que hacer medianamente bien y ni eso. Pensé regalarles para el próximo año una cántara de 5 litros de aceite, pero después pensé que no, que eran capaces de repartirse el aceite entre ellos para el desayuno…; dicho y hecho.


Catedral de Granada


          4.-La vallas que impiden el paso de los seglares, una vez que ha comenzado un acto ya sea este litúrgico o cultural, son de hierro; en muchas ocasiones, les he hecho la observación a los responsables que me parecen peligrosas, pues en caso de que se produzca una avalancha pueden ser un problema y pueden causar víctimas; a esto me han contestado que tienen ruedas; estos canónigos han visto vallas en la basílica de San Pedro por televisión y decidieron imitarlo; lo que ellos no saben es que las vallas en el Vaticano se colocan sólo cuando el Papa está en la basílica, que son de madera y que por supuesto no están unidas unas a otras; claro, esto ellos no lo saben, pues dichas vallas se recubren, cada una de ellas, con telas de tal forma que en caso de avalancha la gente pueda volcarlas y salir corriendo; al mismo tiempo, al ser de madera y no de hierro, como en Granada, los daños serían mucho menores. Aún otra diferencia: en el Vaticano las vallas están en el pasillo central; en Granada, están rodeando las puertas de salida y precisamente porque tienen ruedas, la avalancha las empujaría hacia la puerta de salida creando un muro imposible de saltar. La gente es respetuosa y cuando ven que hay un simple cordón rojo que les indica que no pueden pasar, sencillamente no pasan.


Sirva esto, después de años de hacerle estas observaciones en privado a los responsables, si no para que cambien, cosa difícil, sí al menos para que les conste a ellos y a todos. Las cosas son mejorables y el sentido común debe imponerse puesto que si fuésemos geniales, el ingenio brillaría.


Sé que los canónigos y otros se rasgarán las vestiduras pero si escuchasen al resto de miembros de la Iglesia y no sólo a su propia inteligencia no daría lugar a esto…