Virgen de las Nieves Dílar, esta mañana 5 de agosto de 2013 en su Ermita
DÍLAR 5 DE AGOSTO
Salvemos la VEGA - Y- la Sierra
Si no se salva la Sierra no se salva la Vega
*A las 6:30 Salida rezando el rosario desde la Iglesia parroquial hasta la Ermita.
La gente se dirige a la Ermita rezando el rosario, 5 de agosto 2013
*Celebración de la Eucaristía en la Ermita a las 7 de la mañana.
La gente esperando a la llegada del rosario en la puerta de la Ermita para celebrar la Eucaristía, 6:45 de la mañana del 5 de agosto del 2013
*A las 9:30 salida desde la puerta de la Ermita hasta el Toril donde a las 11:30 celebraremos la Eucaristía.
EL CARDENAL DE BARCELONA:
"El verano y las vacaciones nos
permiten tener un mayor contacto con la naturaleza. De ahí que el tema de la
ecología recobre una mayor actualidad. El respeto al ambiente natural que nos
rodea, al cosmos, a la creación, es un asunto de una trascendencia innegable.
A menudo se reitera la advertencia
que la situación es seria y preocupante, porque la depauperación de nuestro
patrimonio natural continúa avanzando en todas partes. La crisis ecológica
es un problema moral, relacionado con el desarrollo técnico y científico
actual, que tiene una dimensión que a largo plazo compromete seriamente la
misma existencia humana.
Juan Pablo II, en una de sus
encíclicas sociales, hizo esta observación: es conveniente “adquirir una mayor
conciencia de que no se pueden utilizar impunemente las diversas categorías de
seres, vivos o inanimados –animales, plantas, elementos naturales- de la manera
que cada cual desee, según las propias exigencias económicas”. Una correcta
conciencia ecológica ha de tener en cuenta la dimensión ética que ha de
caracterizar siempre el desarrollo de los pueblos”.
En otro documento titulado Evangelium
vitae –es decir, el Evangelio de la vida- escribió que “el hombre, llamado a
cultivar y custodiar el jardín del mundo, tiene una responsabilidad específica
sobre el ambiente de la vida, o sea, sobre la creación que Dios ha puesto al
servicio de su dignidad personal, de su vida; y esto no sólo en lo que se
refiere al presente, sino también en lo que respecta a las generaciones
futuras.
Cultivar y custodiar. Son dos verbos muy expresivos. Cultivar es cuidarse de una cosa con respeto y amor. Custodiar incluye, además, el sentido de una especial protección, del ejercicio de una responsabilidad. El papa Francisco, que lleva el nombre del santo de Asís, patrono de los ecologistas, en la homilía de la misa del inicio de su pontificado –era la fiesta de San José, custodio de Jesús y de María- extendió a toda la creación esta actitud de custodiar. Lo dijo con estas palabras: “Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan lugares de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: sed custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del prójimo, del medio ambiente, no permitamos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro”.
Cultivar y custodiar. Son dos verbos muy expresivos. Cultivar es cuidarse de una cosa con respeto y amor. Custodiar incluye, además, el sentido de una especial protección, del ejercicio de una responsabilidad. El papa Francisco, que lleva el nombre del santo de Asís, patrono de los ecologistas, en la homilía de la misa del inicio de su pontificado –era la fiesta de San José, custodio de Jesús y de María- extendió a toda la creación esta actitud de custodiar. Lo dijo con estas palabras: “Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan lugares de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: sed custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del prójimo, del medio ambiente, no permitamos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro”.
No todos pueden hacer vacaciones,
especialmente en las actuales circunstancias. El papa Francisco ha decidido
permanecer en Roma durante su breve período de descanso. Ya lo hacía así cuando
era arzobispo de Buenos Aires. Pero ya sea en la residencia habitual o fuera de
ella, es preciso hacer de las vacaciones un tiempo de reflexión, de
oración, de cultivo de la espiritualidad, un tiempo para la lectura, para la convivencia
con la familia y los amigos, y sobre todo un tiempo de alabanza a Dios por
haber dado a los hombres el jardín del mundo, un jardín que hemos de cultivar y
no dañar de cualquier manera.
† Lluís Martínez Sistach
Cardenal arzobispo de Barcelona
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