La neurociencia, no en su esfuerzo
investigador, pero sí en su intento propagandístico y reduccionista, es
expresión de la decadente idea racionalista propia de la modernidad. Modernidad
y racionalismo es lo mismo. Racionalismo y Dominio es lo mismo. Sólo conozco
aquello que domino; aquello que no domino queda fuera de lo racional. No es lo
racional lo que guía el conocimiento, sino el dominio, el deseo devorador
que lo engulle todo y al engullirlo, no lo asimila, sino que lo
destruye, y al destruirlo el devorador se convierte en un monstruo. La historia
ha conocido a varios monstruos, pero ninguno como Hitler y Stalin; naturalmente,
la ciencia, la técnica fueron pilares en sus regímenes. Necesitan hombres
uniformados, brillantes, que obedezcan
con inmediatez las órdenes, como si fuese un único cuerpo que reacciona a un
estímulo externo, o a una orden de un
cerebro sano, equilibrado y brillante; sin embargo el cerebro brillante, el
hombre que desfila en línea recta, de
forma clara y distinta va creando una sombra, una enorme oscuridad que irá
ocultando y que Jung llamará sombra. En la misma medida que las ideas claras y
distintas se abren paso, en la medida en que el hombre desfila con brillantez,
haciendo sonar las botas con estrépito, como señala el profeta Isaías, en esa
misma medida, crecen los campos de
concentración, la muerte y las sombras. Sombras de muerte, señala Isaías.
El incienso llena de niebla las
seguridades, el hombre en medio de la niebla va tanteando la vida, no puede
dominar, no hay ideas claras y distintas,
los caminos se entreven pero no se ven, no hay caminos rectos, se ignora si estos caminos
encierran alguna trampa, seguramente se tropezará, no se puede desfilar, lo
brillante queda tamizado. A esto se parece la vida.
Eugenio Trías, en el prólogo al libro
del pensador italiano Giorgio Colli El
libro de nuestra crisis, afirma: “…el logos, sin embargo, se pierde con la
generación ilustrada y sofística, que olvida esa dimensión destructiva y lúdica
del logos con el fin de hacer de éste un instrumento técnico con vistas a la
apropiación y conquista de la polis. El logos se convierte así en forma de
argumentación, lógica o retórica, destinada a una finalidad (técnica): la
apropiación del poder dentro de la ciudad. De este modo, ya en la generación de
los sofistas, se lanza al esbozo de lo que llegará a ser la idea occidental de
<<razón>>.
Nietzsche nos ha hecho caer en la
cuenta del error del pensamiento
occidental.
Desde entonces:
Heidegger: “sólo
un dios nos podrá salvar” 1966.
Ortega: la razón
vital.
Zambrano: la
razón poética
Trías: la razón
del fronteriza.
Y otros que
vendrán.
Y buscarán la salida; ésta es la
crisis.
Por el camino del dominio, Dios
muere, o más bien el alma humana se incapacita para contactar con Dios, o más
bien el hombre muere.
Los de las ideas claras y distintas
se sorprenden de que el hombre siga buscando a Dios.
Aún se sorprenden más de que el
hombre se siga encontrando con Dios.
Aún quieren dominar la polis.
El misterio envuelve, como el
incienso, al hombre.
El hombre se sienta, inclina la
cabeza, se adentra en sí mismo, como el pensador de Rodin. “En mi ser yo me encuentro con otro
ser que no es el mío, sino que es el sostén y el fundamento de mi ser que no
posee en sí mismo ni sostén ni fundamento…el ser eterno”, Edith Stein, en Ser finito y ser eterno.
Si del hombre de las ideas claras y
distintas nace el deseo devorador, del dominio que engulle todo y a todos. Del
hombre de Rodin, del hombre de Stein, del hombre del incienso que vive la vida
en la penumbra, rodeado de niebla y misterio surge el deseo de la contemplación
del otro, y, del Otro, naciendo el deseo,
no de dominio, sino de la comunión.
La comunión sólo se produce por el
camino del amor. Para amar hay que reconciliarse con la propia sombra; las
sombras dejan de ser de muerte, pues dejan de ser sombras. Ahora hay niebla, pero la del
misterio.
Dios ha muerto, en la cruz, dominado
por los señores de la polis.
Dios no ha dominado.
Sin embargo, el Señor ha sido el
único señor en su propia casa, “perdónalos….porque…no saben”. No ha entrado en
el juego del dominio, ha seguido amando…
Incienso, velas, manos que se tocan
deseándose la paz, hombres arrodillados ante el misterio desvelado en la Cruz,
silencios, música, manos que se
extienden, que cogen el pan para entrar en comunión con quien sabemos que nos
ama; el oído: la palabra que resuena: la polis: crucifícalo; la palabra rotunda: Padre a tus manos encomiendo mi espíritu. Hombres tumbados sobre el
suelo, inclinados, rendidos como el enamorado ante su amada. No somos los
hombres inclinados ante los señores de la polis. Paz Moreno, catedrática de
antropología social en su libro En el
corazón de la zona gris, una lectura etnográfica de los campos de Auschwitz,
aborda el ritual al que era sometida toda persona cuando llegaba a los campos
de exterminio:
A)Primera iniciación: sin parientes:
1.-Separación (detención; muerte social
de la vida anterior; guetos y prisiones.
2.-Marginalidad: (transporte;
incertidumbre, último contacto con el grupo)
3.-Reincorporación: (rampa;
separación de los parientes).
B) Segunda iniciación: La deshumanización:
1.-Separación:
(Rampa después de la selección; muerte del ser anterior).
2.-Marginalidad: (ceremonias de
humillación y degradación).
3.-Reincorporación:
(prisionero). (“muerte”)
Cristo, en su detención, pasión y
muerte va a realizar este proceso deshumanizador:
1.-Separación
del grupo.
2.-Separación
de Dios: eres un blasfemo y no Hijo de Dios.
3.-Humillación:
se le despoja de sus vestiduras, se le golpea, se le quita la dignidad de todo
ser humano.
4.-Se
le obliga a cargar con el arma de su
muerte.
5.-Es
ridiculizado en su proceso de muerte.
En esta liturgia, en la que los
hombres de ideas claras y distintas, conquistadores de la polis: denuncian (son
judíos, son gitanos, están locos…), detienen (se lo merecen son un subproducto),
humillan, despersonalizan…y matan; no producen coches, producen muertos, aunque
los mecanismos son los mismos. Sin embargo, son ellos mismos los que se van
autodestruyendo, degradando, y van, lentamente, perdiendo la capacidad para
entrar en relación de comunión tanto con los otros como con Dios; para vivir
toda la grandeza del ser humano.
En la liturgia del Jueves, Viernes y
Domingo de Resurrección nos introducimos en la liturgia de la Vida:
1.-nos sentamos el jueves Santo para
comer como hombres en comunión.
2.-los hombres dueños de la polis no
soportan la comunión: Viernes Santo, Cristo ha muerto.
3.-Dios es imparable: resucita.
4.-Durante todo el año vivimos esta
Liturgia de la vida:
1.-Pedimos
Perdón.
2.-Escuchamos
la Palabra de Dios.
3.-Presentamos
las peticiones por todas las necesidades.
4.-ponemos
la mesa, nos damos la paz.
5.-entramos
en comunión entre nosotros y con Dios.
De esta liturgia de la Vida, el
hombre renace de sus cenizas, le es devuelta la dignidad, es constituido en
comunidad nacida de la comunión y ahora vive cada día de esa relación con el
crucificado. Mira al mundo y corre a:
1.-anunciar
esta buena nueva: la muerte, el mal, los dueños de la polis no han podido con
la vida.
2.-se
transmite en la catequesis.
3.-se
celebra en los sacramentos.
4.-se
comparte con los demás su vida (Cáritas).
5.-etc…etc...
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