viernes, 18 de abril de 2014

Dios ha muerto. Nietzsche viernes santo



INCIENSO Y NEUROCIENCIA

          La neurociencia, no en su esfuerzo investigador, pero sí en su intento propagandístico y reduccionista, es expresión de la decadente idea racionalista propia de la modernidad. Modernidad y racionalismo es lo mismo. Racionalismo y Dominio es lo mismo. Sólo conozco aquello que domino; aquello que no domino queda fuera de lo racional. No es lo racional lo que guía el conocimiento, sino el dominio, el deseo  devorador  que lo engulle todo y al engullirlo, no lo asimila, sino que lo destruye, y al destruirlo el devorador se convierte en un monstruo. La historia ha conocido a varios monstruos, pero ninguno como Hitler y Stalin; naturalmente, la ciencia, la técnica fueron pilares en sus regímenes. Necesitan hombres uniformados, brillantes, que  obedezcan con inmediatez las órdenes, como si fuese un único cuerpo que reacciona a un estímulo externo,  o a una orden de un cerebro sano, equilibrado y brillante; sin embargo el cerebro brillante, el hombre que  desfila en línea recta, de forma clara y distinta va creando una sombra, una enorme oscuridad que irá ocultando y que Jung llamará sombra. En la misma medida que las ideas claras y distintas se abren paso, en la medida en que el hombre desfila con brillantez, haciendo sonar las botas con estrépito, como señala el profeta Isaías, en esa misma medida,  crecen los campos de concentración, la muerte y las sombras. Sombras de muerte, señala Isaías.

          El incienso llena de niebla las seguridades, el hombre en medio de la niebla va tanteando la vida, no puede dominar,  no hay ideas claras y distintas, los caminos se entreven pero no se ven, no hay caminos rectos, se ignora si estos caminos encierran alguna trampa, seguramente se tropezará, no se puede desfilar, lo brillante queda tamizado. A esto se parece la vida.

          Eugenio Trías, en el prólogo al libro del pensador italiano Giorgio Colli El libro de nuestra crisis, afirma: “…el logos, sin embargo, se pierde con la generación ilustrada y sofística, que olvida esa dimensión destructiva y lúdica del logos con el fin de hacer de éste un instrumento técnico con vistas a la apropiación y conquista de la polis. El logos se convierte así en forma de argumentación, lógica o retórica, destinada a una finalidad (técnica): la apropiación del poder dentro de la ciudad. De este modo, ya en la generación de los sofistas, se lanza al esbozo de lo que llegará a ser la idea occidental de <<razón>>.

Nietzsche nos ha hecho caer en la cuenta del error del pensamiento  occidental.

Desde entonces:
                              Heidegger: “sólo un dios nos podrá salvar” 1966.
                              Ortega: la razón vital.
                              Zambrano: la razón poética
                              Trías: la razón del fronteriza.

                              Y otros que vendrán.

Y buscarán la salida; ésta es la crisis.

Por el camino del dominio, Dios muere, o más bien el alma humana se incapacita para contactar con Dios, o más bien el hombre muere.

Los de las ideas claras y distintas se sorprenden de que el hombre siga buscando a Dios.

Aún se sorprenden más de que el hombre se siga encontrando con Dios.

Aún quieren dominar la polis.

El misterio envuelve, como el incienso, al hombre.
El hombre se sienta, inclina la cabeza, se adentra en sí mismo, como el pensador de Rodin“En mi ser yo me encuentro con otro ser que no es el mío, sino que es el sostén y el fundamento de mi ser que no posee en sí mismo ni sostén ni fundamento…el ser eterno”, Edith Stein, en Ser finito y ser eterno.

          Si del hombre de las ideas claras y distintas nace el deseo devorador, del dominio que engulle todo y a todos. Del hombre de Rodin, del hombre de Stein, del hombre del incienso que vive la vida en la penumbra, rodeado de niebla y misterio surge el deseo de la contemplación del otro, y, del Otro,  naciendo el deseo, no de dominio, sino de la comunión.

          La comunión sólo se produce por el camino del amor. Para amar hay que reconciliarse con la propia sombra; las sombras dejan de ser de muerte, pues dejan de ser  sombras. Ahora hay niebla, pero la del misterio.

Dios ha muerto, en la cruz, dominado por los señores de la polis.

Dios no ha dominado.

         Sin embargo, el Señor ha sido el único señor en su propia casa, “perdónalos….porque…no saben”. No ha entrado en el juego del dominio, ha seguido amando…

         Incienso, velas, manos que se tocan deseándose la paz, hombres arrodillados ante el misterio desvelado en la Cruz, silencios, música,  manos que se extienden, que cogen el pan para entrar en comunión con quien sabemos que nos ama; el oído: la palabra que resuena: la polis: crucifícalo; la palabra rotunda: Padre a tus manos encomiendo mi espíritu. Hombres tumbados sobre el suelo, inclinados, rendidos como el enamorado ante su amada. No somos los hombres inclinados ante los señores de la polis. Paz Moreno, catedrática de antropología social en su libro En el corazón de la zona gris, una lectura etnográfica de los campos de Auschwitz, aborda el ritual al que era sometida toda persona cuando llegaba a los campos de exterminio:
A)Primera iniciación: sin parientes:
1.-Separación (detención; muerte social de la vida anterior; guetos y prisiones.
2.-Marginalidad: (transporte; incertidumbre, último contacto con el grupo)
3.-Reincorporación: (rampa; separación de los parientes).

    B) Segunda iniciación: La deshumanización:
        1.-Separación: (Rampa después de la selección; muerte del ser anterior).

         2.-Marginalidad: (ceremonias de humillación y degradación).

        3.-Reincorporación: (prisionero). (“muerte”)
Cristo, en su detención, pasión y muerte va a realizar este proceso deshumanizador:

        1.-Separación del grupo.

        2.-Separación de Dios: eres un blasfemo y no Hijo de Dios.

        3.-Humillación: se le despoja de sus vestiduras, se le golpea, se le quita la dignidad de todo ser humano.

        4.-Se le obliga a cargar con  el arma de su muerte.

        5.-Es ridiculizado en su proceso de muerte.

          En esta liturgia, en la que los hombres de ideas claras y distintas, conquistadores de la polis: denuncian (son judíos, son gitanos, están locos…), detienen (se lo merecen son un subproducto), humillan, despersonalizan…y matan; no producen coches, producen muertos, aunque los mecanismos son los mismos. Sin embargo, son ellos mismos los que se van autodestruyendo, degradando, y van, lentamente, perdiendo la capacidad para entrar en relación de comunión tanto con los otros como con Dios; para vivir toda la grandeza del ser humano.

          En la liturgia del Jueves, Viernes y Domingo de Resurrección nos introducimos en la liturgia de la Vida:

1.-nos sentamos el jueves Santo para comer como  hombres en comunión.

2.-los hombres dueños de la polis no soportan la comunión: Viernes Santo, Cristo ha muerto.

3.-Dios es imparable: resucita.

4.-Durante todo el año vivimos esta Liturgia de la vida:
        1.-Pedimos Perdón.

        2.-Escuchamos la Palabra de Dios.

        3.-Presentamos las peticiones por todas las necesidades.

        4.-ponemos la mesa, nos damos la paz.

        5.-entramos en comunión entre nosotros y con Dios.

De esta liturgia de la Vida, el hombre renace de sus cenizas, le es devuelta la dignidad, es constituido en comunidad nacida de la comunión y ahora vive cada día de esa relación con el crucificado. Mira al mundo y corre a:

        1.-anunciar esta buena nueva: la muerte, el mal, los dueños de la polis no han podido con la vida.

        2.-se transmite en la catequesis.

        3.-se celebra en los sacramentos.

        4.-se comparte con los demás su vida (Cáritas).

        5.-etc…etc...

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