INTRODUCCIÓN
CINCO DE AGOSTO DE 2014.
BUENAS
TARDES.
Estamos
congregados en la Ermita
de NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN
DE LAS NIEVES, al
objeto de iniciar la festividad anual de
la celebración de la Ascensión
de Nuestra Sra. La Virgen María en su advocación
de LAS NIEVES.
Nos reunimos hoy en este acto litúrgico de NUESTRA HERMANDAD, para
la presentación del CARTEL y ACTIVIDADES
a desarrollar durante la referida conmemoración
anual en HONOR a NUESTRA REYNA Y MADRE, LA VIRGEN
DE LAS NIEVES.
ACTO con el que se
inaugura con plena solemnidad la FESTIVIDAD local en la
que todos los vecinos y feligreses tanto de
Dílar como de otros municipios
venidos de toda España. Siendo una celebración
excelsa donde todos nos unimos en la función latente y manifiesta en HONOR a
NUESTRA SEÑORA Excelsa y Majestuosa.
Dar
la bienvenida a todas las vecinas y vecinos de nuestro PUEBLO, especialmente
agradecer la asistencia a este ceremonioso acto:
A
SR. CONSILIARIO de Nuestra Hermandad y
Sacerdote de la Parroquia
de Nuestra Señora de la
Inmaculada de DÍLAR, D. JOSE ANTONIO ESPEJO ZAMORA, reconociendo
su esencial labor de promover la
vida espiritual y apostólica de todos los Hermanos y Feligreses de nuestra
Parroquia.
Gracias
por su asistencia a las Autoridades Civiles miembros del EXCMO. AYUNTAMIENTO DE
DÍLAR, encabezado por el SR. ALCALDE
PRESIDENTE, D. JOSÉ RAMÓN JIMÉNEZ
DOMÍNGUEZ y CONCEJAL DELEGADA DE CULTURA Y FESTEJOS, Dª SOFÍA GONZALEZ ROA, y
resto de miembros de la
Corporación Local , por su constante
trabajo en pro del interés público y en
el desarrollo de las Fiestas Patronales.
Agradecer
su presencia a los miembros de la HERMANDAD de NUESTRA SEÑORA LA
VIRGEN DE LAS NIEVES, miembros del Cabildo General así como
miembros de la Junta
de Gobierno, constituido por el HERMANO MAYOR, VICE HERMANA MAYOR y VOCALÍAS
asistentes todos al solemne acto de presentación.
Y
reiterar la asistencia devota de todos los vecinos y vecinas de Dílar, AGRADECIMIENTO
a todo el PUEBLO DE DÍLAR, que con su
presencia no hacen más que reivindicar su AMOR sincero y leal a LA
VIRGEN DE LAS NIEVES, NUESTRA PATRONA y PATRONA de SIERRA NEVADA.
Agradecimiento
especial al PUEBLO de DÍLAR por su acompañamiento musical y artístico hacia
nuestra Señora, al hondear las plegarias cantadas heredadas de padres a
hijos dedicadas a la
REYNA DE CIELO Y TIERRA.
En
este acto se presenta el CARTEL de la FESTIVIDAD en Honor a Nuestra Señora, la cual preside de forma privilegiada con su HIJO, Nuestro Señor Jesús Niño entronado
a su paso por la
Casería de San Pedro a la altura de las Garitas, en la
comitiva procesional de madrugada en
camino a la Parroquia
de nuestro Municipio. Comitiva que
anualmente hace florecer la pasión, emoción, amor hacia la MADRE
y SU HIJO. Adoración y afecto que con
auténtico delirio apasionado todos sentimos en su caminar hacia Pueblo.
La
fotografía fue realizada por D. ESTEBÁN
LÓPEZ GIL, en el año 2010. Imagen que muestra con dulzura la majestuosa belleza
de Nuestra MADRE y Nuestro Señor Niño, cuyo sentimiento es simplemente
inexplicable y personal, pero que en cualquier supuesto trasmite sentir de cariño, amor y predilección por Nuestra
Señora.
Acto
en el que se procede a la PRESENTACIÓN OFICIAL
de los actos litúrgicos a desarrollarse en Festividad en Honor a
Nuestra Señora la VIRGEN DE
LAS NIEVES.
Procediéndose
a la lectura de “PREGÓN” o “SEMBLANZA” en culto a MARÍA en su ADVOCACIÓN
a la VIRGEN DE
LAS NIEVES, por parte del SR. HERMANO MAYOR DE LA COFRADÍA LA VIRGEN DE LAS
NIEVES.
HERMANO
MAYOR, D. MANUEL GIL PÉREZ, cuyas funciones y atribuciones viene desarrollando como tal desde la constitución o refundición de nuestra
Hermandad desde el 13 de MAYO de 2010, conjuntamente con el Cabildo y Junta de
Gobierno, en una labor de amor y fervor
hacia Nuestra Madre. Siendo
reelegido en el cargo en mayo de 2014, pendiente de ratificación por el órgano competente de la Curia de la Archidiócesis de
Granada.
Que
decir de D. MANUEL GIL PÉREZ, conocida es su trayectoria personal, familiar
y profesional. Él entre otros vecinos de
nuestro municipio decidió reconstituir y
establecer de forma organizada y efectiva el Fervor que sentimos hacia la Virgen de las Nieves y su
Hijo. Son ya cinco años donde se despliega plenamente la actividad devocional y
de culto y que concluye en su cúspide anual, con las actividades festivas y procesionales
en honor a Nuestra Madre.
La
ceremonia, la solemnidad de Misas, Procesiones, Actos de Caridad, y todos los
actos que desarrolla nuestra congregación, son resultado del esfuerzo diario de la Hermandad y su Junta de
Gobierno en las competencias que tienen encomendadas. Y estos actos son
simplemente la cima de un árbol cuyas raíces están en lo más profundo
de nuestra devoción, piedad y fe en Nuestro Señor y en Nuestra Madre. Siendo la Hermandad un útil para
proyectar la Pasión
de Dílar a tan excelsa Madre.
Reitero
como he dicho anteriormente se va a proceder a la muestra del CARTEL 2014, así
como a la lectura del Pregón o Semblanza de PRESENTACIÓN de la FESTIVIDAD LITÚRGICA
en HONOR a NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DE
LAS NIEVES el SR. HERMANO MAYOR, D.
MANUEL GIL PÉREZ.
Acto
amenizado por el PUEBLO DE DÍLAR en tradicional y devota manifestación musical,
tal y como nos han transmitido abuelos y padres.
Tomándome
como libertad, procedo a la lectura de una plegaria realizada por SU SANTIDAD el PAPA
PÍO XII, tan criticado e incomprendido históricamente, en el que implora la clemencia y compasión de la
MADRE DE DIOS nuestra REYNA, para la consecución de los denostados
objetivos de PAZ y JUSTICIA.
Ruego,
que hoy
por desgracia aún está vigente y es necesario su rezo para augurar dichos
actos de paz y hermanamiento entre todos los Pueblos, Naciones y Religiones.
¡ oh Madre de misericordia!
Intercede ante Dios y obtennos la gracia de la reconciliación
cristiana de los Pueblos.
Obtennos las gracias que en un instante puedan convertir
los corazones humanos, aquellas gracias que puedan preparar y asegurar la
anhelada paz.
Reina de la Paz ,
Ruega por nosotros y logra para el Mundo la paz en la Verdad , en la Justicia , en la Caridad de Cristo.
SEMBLANZA A NUESTRA SEÑORA DE
LAS NIEVES PATRONA DE DÍLAR Y SIERRA NEVADA.
No me desampare tu amparo,
no me falte tu piedad,
no me olvide tu memoria.
Si tú, Señora, me dejas, ¿quién
me sostendrá?
si tú me olvidas, ¿quién se
acordará de mí?
si tú, que eres Estrella de la
mar
y guía de los errados, no me
alumbras, ¿dónde iré a parar?
No me dejes tentar del enemigo,
y si me tentare, no me dejes
caer,
y si cayere, ayúdame a
levantar-
¿Quién te llamó, Señora, que no
le oyeses?
¿Quién te pidió, que no le
otorgases? (Fray Luis de Granada)
Son
las cinco de la madrugada, repican, resuenan, nos llaman las campanas desde la
Torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la Inmaculada. Ese sonido enloquece de júbilo a nuestro Pueblo, nos recuerda que tenemos
que ir prestos hasta la Ermita donde se encuentra la más BELLA, GUAPA, REYNA, MADRE, NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN
DE LAS NIEVES.
Ese
ritual de veneración, año tras año,
como repiquetean los campanilleros, nos
hace sentir el amanecer, la alegría, ilusión, en Dílar. Siempre me evoca el olor del amanecer en la
puerta de Tú casa, que reviste los sentidos de rocío, relente, brisa, cansancio y esperanza.
Muestro júbilo por saber que voy a “bajar” contigo, a Tú lado, al regazo de Tú Trono, al
movimiento pausado de Tú aire.
Sé, año tras año, que te acompaño hasta Tú hogar
de verano, allá en el Pueblo, para con
tú manto abrigarnos a los que estamos y a
los que acudimos como Tú, en el estío veraniego a nuestra Villa por
estar en holgada distancia, pero cerca
en Tú alma.
Arropados
todos en la esperanza de caminar contigo desde la Ermita hasta la Iglesia;
todas son Tú casa y todos contigo, estemos o lleguemos desde remotos sitios
para, y no es poco, estar a Tú cobijo,
año tras año.
Como el sentir de un adolescente cuando repican
las Campanas y con premura sube a esperar a Nuestra Señora la Virgen de las
Nieves, para acompañarla hasta su casa
estival. Esta inocencia, me hace meditar desde cuando en Dílar y desde cuando en la Humanidad la Advocación
de la Madre la Virgen de las Nieves.
El
tránsito histórico desde que obrara el milagro en el monte “Esquilino”, el
cinco de agosto del 354 después de Cristo, ante la plegaria y acto firma
de Fe a Nuestra Reyna, de un matrimonio en el anhelo de tener hijos,
ésta les indicó donde debían
construir un Templo para el uso y culto Cristiano. Amaneciendo nevado el monte
un cinco de agosto. Coincidiendo con dicha aparición el Papa Liberio tuvo el
mismo sueño, conformando a Santa Maria
della Neve, en Protectora de Roma y
Auxiliadora del Pueblo Romano. Mandándose erigir una Basílica que constituye
una de las Cuatro Basílicas Mayores de Roma.
Dicha
Advocación reforzó el paralelismo de Realeza entre Cristo y la Virgen María,
instituyéndose como doctrina teológica en Madre Divina, Corredentora de la
Humanidad y en Madre de Rey y en Reyna de Paz, Amor, Justicia y Vida.
Ese
discurrir emparentado no solo a Roma sino especialmente a la Hispania Mariana, dando un salto y
sin hacer más paradas; y ya en nuestro Dílar, todos recapitulamos lo que la tradición, la costumbre, la memoria
de padres a hijos, nos ha enseñado….
….también
un cinco de agosto como en Roma, pero del Año de Nuestro Señor de 1717…………
………vislumbrado
un cielo puro y transparente, sin una
pequeña nube que lo empañara, cuando desde el
pueblo de Válor, situado en la Alpujarra, salía montado en un manso
jumento y, acompañado de su fiel criado Martín de Soto, el que en aquella sazón era Beneficiado de la
Parroquia, D. Martín de Mérida, el cual se dirigía a la capital de Granada,
echando por la Sierra con el fin de abreviar camino; aunque éste fuese
comprometido y escabroso en todos los tiempos.
No bien había llegado a la cumbre de Sierra
Nevada a dar vista a la capital de Granada, cuando de pronto apareció en el
cielo una nube de aspecto negro y sombrío; anuncio de horrible tormenta.
Cuando
los dos caminantes llegaron al sitio conocido por “Collado del Veleta”, la
tormenta comenzaba a descargar sobre la Sierra, una perturbación atmosférica,
acompañada de aparato eléctrico, viento fuerte, lluvia y nieve. ¡Oh Dios mío!, cuanto debieron sufrir
aquellos viajeros al encontrarse en medio de Sierra Nevada ante aquella
tribulación, sin una choza donde guarecerse y sin auxilio alguno, más el de
implorar al Cielo con sus oraciones.
La
tormenta no cesaba y en tan crítica situación, los caminantes tuvieron que
pasar las amargas horas de la noche casi enterrados en nieve y, sin más luz que
el resplandor de los relámpagos, viviendo momentos de angustia y desesperación.
Se
encontraban, que, hincados de rodillas y el corazón en Dios pensando, se
encomendaron a la Virgen de las Nieves, a cuya celestial Señora imploraban
fervoroso su divino auxilio y su santa protección.
Milagroso
socorro protector, al ver por delante de sí a la más bendita de las mujeres, a
la Madre amorosa de los hombres, La Virgen de las Nieves, en cuyos brazos de
pureza tenía a su Santísimo Hijo y rodeada por una aureola de luz divina, y en
medio de los Ángeles que la custodiaban. La presencia de tan celestial Señora
sofocó por completo la horrenda tormenta, sembrando de quietud y esperanza a
tan dignos y valiosos caminantes.
Convencido
D. Martín de Mérida de que aquello no había sido sueño ni cosa ficticia, y que
sus ojos habían visto la divina cara de María, Madre de la Divina Gracia y
Madre Nuestra, dirigió sus plegarias dando gracias a Dios por sacarlo ileso del
furor de la tormenta, y de la soledad de Sierra Nevada. Prosiguiendo su caminar
y en oración a la capital, donde anunciaron por todas partes la milagrosa
aparición y, prometiendo hacer a Nuestra Señora la Virgen de las Nieves en
aquel mismo lugar, un pequeño Santuario a donde fueran los devotos a ofrecer
sus oraciones y acciones de gracia.
En
señal de gratitud, en aquel mismo sitio de la Sierra en que tuvo lugar la
aparición de Nuestra Señora de las Nieves se construyó una pequeña Ermita con
tan venerada Imagen milagrosa, como se mandó levantar Santa Maria Maggiore; pero
que encontrase este lugar sagrado a mucha distancia de Dílar y casi en todos
los tiempos cubierto de nieve, se hacía muy difícil ir a dicho sitio a dar el
culto merecido
Por
dicha causa se abandonó aquel lugar donde aún quedan vestigios, y en el año
1724 construyeron otra en el sitio denominado “Prados del Borreguil”; pero como
tanto ésta como la primera reunían las mismas desfavorables circunstancias,
determinaron edificar otra Ermita en el paraje denominado “Picón del Savial”, conocido en la actualidad por “Ermita Vieja”.
Hasta
que en el año 1796, bien por devoción fervorosa de los habitantes de Dílar,
bien por la distancia o las inclemencias del tiempo; lo cierto es que, construyeron la que hay en la actualidad,
precioso Santuario en cuyo interior se halla tan Divina Imagen, venerada por
millares de creyentes fervorosos que acuden a implorar la acción protectora de
nuestra Madre.
Y
a la vista la devoción profunda a la Santísima Virgen de las Nieves, y conocida
universalmente su aparición en la cumbre de Sierra Nevada, así como sus
verdaderos milagros, el Santo Padre Clemente XIII, Pastor de la Iglesia,
expidió a todos los fieles del mundo una Bula Pontificia, con fecha de Dios de
16 de junio de 1761, concediendo indulgencias
plenarias a todos los que visitasen la Ermita o pequeños Santuarios de Nuestra
Señora de las Nieves, en el día de su festividad.
Archivada
esta Bula en nuestra Parroquia y fue expedida en Gandulfo, Diócesis de Alba,
Italia, de la que hay una copia en la Ermita de la Nuestra Señora la Virgen de
las Nieves, su Casa.
Nuestra
Señora de las Nieves, blancura y frescor evoca la nieve que desprende Tú
amor, pureza, paz, justicia, por igual.
Alma recién estrenada, intacto tu Espíritu sin
gravedad, cubre el manto azul a todos por igual ¡Quán hermosamente tenemos representada aquí la pureza sin mancha de
María, pues no hay imagen mas certera
de Divinidad y Realeza de la Madre y Su
Hijo, de María y Jesús Niño, el cual
parece jugar en los brazos de su mamá, sabiendo a quién mirar, pues sabe
que el Salvador será!
“…..Era grandísima la hermosura de nuestra Señora, aunque no me pareció
ninguna imagen determinada, sino con toda la belleza acumulada en el rostro,
vestida de blanco con mucho resplandor, no deslumbrante, sino suave...
Nuestra Señora me pareció muy joven. Estuvieron conmigo un poco y yo, con
grandísima gloria y felicidad, como nunca había gozado tanta. Y nunca quisiera
perder tanto gozo. Me pareció que los veía subir al cielo con gran multitud de
ángeles…” (Santa
Teresa de Jesús)
Ese es
el recuerdo y vivencia, subir hasta Tú Ermita, en la fresca mañana, con templanza e ingenuidad, la de un niño, cuando
año tras año, repican las campanas, repiquetean los campanilleros, que suben
hasta Tú casa para seguirte hasta Tú estival morada.
Y desde
Tú casa ya esperando el amanecer de la
frescura te veo y en elogio de locura te
lloro, te imploro, te rezo pues sé que tu amparo recibo, solo te digo con
pasión y amor, lo que tú pueblo te admira y año tras año y día tras día te recuerda….
¡VIVA LA VIRGEN DE LAS
NIEVES!
¡VIVA NUESTRA MADRE!
¡VIVA LA MADRE DE DIOS!
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