lunes, 12 de noviembre de 2012

Sostiene Pereira Tabucchi

 

BIOGRAFÍA DE ANTONIO TABUCCHI  


 

Antonio Tabucchi

Antonio Tabucchi nació en Pisa, Italia, el 24 de septiembre de 1943, pero pasó su infancia en el pueblo de sus abuelos, Vecchiano, de la provincia de Pisa. Allí se trasladó a vivir a los pocos días de su nacimiento y realizó sus estudios primarios y secundarios. Después volvería a Pisa para completar sus estudios.

A mediados de los años 60, estudiando en la Sorbona, conoció la obra de Fernando Pessoa y quedó fascinado por ella, principalmente por el poemario “Tabacaria”. Cuando volvió a Italia decide estudiar, no sólo la obra de este escritor, sino también su cultura, su país y su idioma, para poder leer las obras de Pessoa en el idioma en que fueron escritas. Queda prendado de este país hasta el punto de irse a vivir allí. Ha traducido casi todas las obras de Fernando Pessoa al italiano. También ha escrito un libro de ensayos y una comedia teatral sobre él.


Puerto Lisboa
 

Tabucchi escribe lo mismo cuento que novela, sin tener la frontera entre los dos estilos demasiado marcada. Ha trabajado también el género epistolar y el de ensayo. Sus escritos son de gran originalidad y a pesar de lo extenso de su obra nunca se repite y cada libro nuevo es diferente.

Dentro de su bibliografía destacan “La dama de Porto Pim”, un cuento de relatos inspirados en su viajes por las Azores, “Nocturno hindú” por la que obtuvo el premio Médicis Étranger, “Pequeños equívocos sin importancia”, “Un baúl lleno de gente”, “Réquiem”, “Sostiene Pereira”, que consiguió los premios Campiello, Scanno y Jean Monnet, “La cabeza perdida de Damasteno Monteiro” con la que consiguió que se revisara el caso que aparecía en su obra, resolviendo el asesinato de un ciudadano portugués,“Se está haciendo muy tarde” y “La gastritis de Platón”. También consiguió el premio español de periodismo Francisco Cerecedo y tiene un doctorado honoris causa por la Universidad de Liège. Fue finalista al premio Principe de Asturias en el año 2009. Antonio Tabucchi publicó su última novela titulada “Racconti con Figure” en 2011.


Mercado Coimbra

Sus libros han sido traducidos en dieciocho países y algunos de ellos han sido llevados al cine, entre los que destaca Sostiene Pereira, donde Marcello Mastroianni destaca en una de sus últimas interpretaciones. Esta es quizá su obra más conocida una novela con la que alcanzó el éxito y que trata sobre el valor y la lealtad, que transcurre en Portugal, un país que nos presenta y da a conocer al mundo entero a través de casi todas sus obras.

Antonio Tabucchi muere en Lisboa el 25 de marzo de 2012.                                         

 
Rua, Lisboa
 

SOSTIENE PEREIRA

 

 

COMENTARIO DE LA OBRA 

 

Argumento 

En una Europa recorrida por el virulento fantasma de los totalitarismos, Pereira, un periodista dedicado durante toda su vida a la sección de sucesos y profundamente preocupado por el tema de la muerte, recibe el encargo de dirigir la página cultural de un mediocre periódico, el Lisboa. Pereira tiene un sentido un tanto fúnebre de la cultura: prefiere la literatura del pasado, dedicarse a la elegía de los escritores desaparecidos, preparar necrológicas anticipadas. Necesitado de un colaborador, contacta con un joven, Monteiro Rossi, quien a pesar de haber escrito su tesis acerca de la muerte está inequívocamente comprometido con la vida. La intensa relación que se establece entre Pereira, Monteiro  Rossi y su novia Marta, llevará a Pereira a esconder a Rossi en su propia casa, aún sabiendo que le busca la policía. El asesinato  de Rossi en la casa de Pereira culminará en una crisis personal, una maduración interior y una dolorosa toma de conciencia que transformará profundamente la vida de Pereira, haciéndole salir de su letargo y haciéndole tomar conciencia de su existencia y de la realidad de la vida que le rodea. 
 

 
Ciudad Universitaria portuguesa, Coimbra
 
 

Estudio de la Obra

 

La historia esta situada en Portugal, país del que Tabucchi estaba profundamente enamorado.
 

 “Estaban en los alrededores de Vila Franca, se veía ya la larga serpiente del Tajo. Qué hermoso, aquel pequeño Portugal, besado por el mar y por el clima, pero que difícil era todo, pensó Pereira.”

El tiempo en el que transcurren los hechos es de aproximadamente un mes, durante el verano. 

“Sostiene Pereira que le conoció un día de verano. Una magnifica jornada veraniega, soleada y aireada, y Lisboa resplandecía” 
 
 
Estación Oporto
 

Los acontecimientos se suceden cronológicamente, aunque hay algunas vueltas al pasado.  

Pereira aparece fuertemente anclado en un pasado que en la obra aparece representado por la foto de su esposa muerta a la que le cuenta sus pensamientos y sus decisiones. Esta foto le acompaña siempre en sus viajes. 

“Se dirigió al vestíbulo, se detuvo ante el retrato de su esposa y le dijo: Anoche vi a Marta, la novia de Monteiro Rossi, me da la impresión de que esos chicos se están metiendo en problemas serios, mejor dicho, se han metido ya, de todas formas no es asunto mío, a mí lo que me hace falta es una semana de talasoterapia, me la ha preescrito el doctor Costa, y además en Lisboa uno se sofoca y yo he traducido Honorine de Balzac, me marcho esta mañana, voy a coger el tren al Casi de Sodré, te llevo conmigo, si me lo permites”
 

Los Personajes:

 

PEREIRA.- Es el protagonista de la obra. Vive solo desde que murió su mujer. Trabaja en un periódico de tarde: “El Lisboa”, y se dedica a escribir necrológicas en la página cultural de dicho periódico. 

 “Soy sólo el oscuro director de la pagina cultural de un modesto periódico de la tarde, escribo efemérides de escritores ilustres y traduzco cuentos franceses del siglo pasado, no se puede hacer más”  

 “Desde que había muerto su mujer, él vivía como si estuviera muerto. O, más bien, no hacía nada más que pensar en la muerte, en la resurrección de la carne, en la que no creía, en la que no creí, y en tonterías de esa clase, la suya era sólo una supervivencia, una ficción de vida. ” 
Oporto, Portugal


“Y Pereira era católico, o al menos en aquel momento se sentía católico, un buen católico, pero en una cosa no conseguía creer, en la resurrección de la carne. En el alma, sí, claro, porque estaba seguro de poseer un alma, pero toda su carne, aquella chica que circundaba su alma, pues vine, eso no, eso no volvería a renacer, y además ¿para qué? Se preguntaba Pereira.”

En la vida de Pereira aparece, por casualidad, un personaje que le va a cambiar definitivamente: Monteiro Rossi.
 
Cafetería Lisboa
 

MONTEIRO ROSSI.- Pereira se interesa por Rossi tras conocer la tesis que este último publica sobre la muerte, pero Rossi no siente ningún interés por este tema; el es un amante de la vida comprometido en la lucha política de su país junto con su novia Marta. Estos dos personajes representan la fuerza y el vigor de la juventud, pero también el fanatismo político del que siempre había huido Pereira.
 

 “..sostiene haber dicho Pereira, porque nosotros hacemos un periódico libre e independiente y no queremos meternos en política” “Monteiro Rossi esbozó una ancha sonrisa, y eso le incomodó, sostiene Pereira. Pero ¿qué dice, señor Pereira?, exclamó Monteiro Rossi en voz alta, a mí me interesa la vida. Y después continuó en voz más baja: Mire señor Pereira, de la muerte estoy bastante harto, hace dos años murió mi madre, que era portuguesa y trabajaba de profesora; murió de un día para otro por una neurisma en el cerebro, una palabra complicada para decir que estalla una vena, en fin, de repente, el año pasado murió mi padre, que era italiano y trabajaba como ingeniero naval en las dársenas del puerto de Lisboa, me dejó algo, pero ese algo se ha terminado ya, me queda una abuela que vive en Italia, de la muerte estoy harto, señor Pereira, perdóneme si soy sincero con usted, pero además, ¿a qué viene esa pregunta? ” 

La muerte a manos de la policía de este personaje será la que hará que Pereira salga del letargo en el que cayó al morir su esposa y sea capaz de escribir el artículo más comprometido de su vida de periodista, aún a riesgo de perder su propia vida.

 
Lisboa
 

EL PADRE ANTONIO.- Es el sacerdote a quien recurre Pereira para contarle  sus problemas. 

“Escúchame bien, Pereira, dijo el padre Antonio, yo soy un franciscano, soy una persona sencilla, pero me parece que te estás volviendo un hereje, el alma humana es única e indivisible, nos la ha dado Dios. Si, replico Pereira, pero si en lugar del alma, como dicen los filósofos franceses, ponemos la palabra personalidad, entonces ya no hay herejía, estoy convencido de que no tenemos una única personalidad, tenemos muchas personalidades que conviven bajo la dirección de un yo hegemónico. Me parece una teoría capciosa y peligrosa, objeto el padre Antonio, la personalidad depende del alma, y el alma es única e indivisible"
 
 
 
Oporto
 
 

EL DOCTOR CARDOSO.- Es el médico de Pereira, que trabaja en una clínica. Entre ellos se da una amistad, le habla sobre la confederación de las almas, que quiere decir que la personalidad es la suma de varias almas. Le ayuda mucho y le da  ideas para que Pereira cambie de forma de vida.
 

 “Cuando llegó al vestíbulo, vio a un señor con una bata blanca que contemplaba el mar desde las ventanas. Pereira se le acercó. Era un hombre entre treinta y cinco y cuarenta años, con perilla rubia y ojos azules. Buenas tardes, dijo el médico con una tímida sonrisa, soy el doctor Cardoso, usted es el señor Pereira, supongo, estaba esperándole.”  

“Cardoso, estudio en Francia, me ha explicado una teoría suya sobre el alma humana, mejor dicho, es una teoría filosófica francesa, por lo visto en nuestro interior hay una confederación de almas y cada cierto tiempo hay un yo hegemónico que toma las riendas de la confederación, el doctor Cardoso sostiene que estoy cambiando mi yo hegemónico, de la misma forma que las serpientes cambian del piel, y que este yo hegemónico cambiará mi vida, no se hasta qué punto es cierto todo esto, y, a decir verdad, no estoy muy convencido, en fin, qué le vamos a hacer, ya veremos”   

Al final de la obra se convertirá en un personaje muy valioso para Pereira, ya que será el que le ayudará a publicar su artículo  sobre la muerte de Monteiro Rossi sin que lo censuren. 
 
 
Mercado Coimbra
 

OTROS PERSONAJES:
 

·      LA PORTERA: conocedora de todos los chismes del edificio.

 

·      EL CAMARERO DEL CAFÉ ORQUIDEA: es el que informa a Pereira sobre los acontecimientos de otros países.

 

·      EL JEFE DE PEREIRA Y SU SECRETARIA: personajes con los que Pereira tiene una relación muy superflua y fieles representantes del régimen político.

 

·      LA SEÑORA DELGADO: A la que confiesa indirectamente su falta de libertad de expresión.

 

“Haré lo que pueda, señora Delgado, pero no es fácil hacer lo que se puede en un país como esté para una persona como yo, sabe, yo no soy Thomas Mann, soy sólo el oscuro director de la pagina cultural de un modesto periódico de la tarde, escribo efemérides de escritores ilustres y traduzco cuentos franceses del siglo pasado, no se puede hacer más”

 

Temas que Aparecen en la Obra

 

El tema principal de la obra es la realidad  política que se vive en este país. Un país gobernado por un régimen totalitario en el que la falta de libertades es evidente. 

Este tema aparece  desde dos puntos de vista bien diferenciados: el  conformismo de Pereira  que ve esta realidad como algo que a él no le afecta y el de de Rossi y su novia Marta  quienes luchan por cambiar esa realidad hasta perder la vida. 

“Bueno, dijo Pereira, mi juventud hace ya bastante que se esfumó, en lo que se refiere a la política, aparte de que no me interesa mucho, no me gustan las personas fanáticas, me parece que el mundo está lleno de fanáticos. Hay que distinguir entre fanatismo y fe, respondió Marta, porque uno puede tener ideales, por ejemplo que los hombres sean libres e iguales, e incluso hermanos; perdóneme, en el fondo me estoy limitando a recordar la revolución francesa, ¿cree usted en la revolución francesa? Teóricamente sí, respondió Pereira; y se arrepintió de ese teóricamente, porque hubiera querido decir; en la practica, sí, pero en el fondo había dicho lo que pensaba” 

El volver los ojos hacia la cultura francesa es una forma de respirar un poco de aire fresco.  

La admiración por la cultura europea, en especial por la francesa y sobre todo por la literatura como fuente de conocimiento, sería otro tema a destacar en esta obra. 

 “He notado que estaba leyendo un libro de Thomas Mann, dijo Pereira, es un escritor que aprecio mucho. A él tampoco le hace feliz lo que está sucediendo en Alemania, dijo la señora Delgado, yo no diría que esté contento, no. Quizá yo tampoco esté contento con lo que está sucediendo en Portugal, admitió Pereira. La señora Delgado bebió un sorbo de agua mineral y dijo: Pues entonces, haga algo. ¿Algo como qué?, contestó Pereira. Bueno, dijo la señora Delgado, usted es un intelectual, diga lo que está pasando en Europa, exprese su libre pensamiento, en suma, haga usted algo. Sostiene Pereira que hubiera querido decir muchas cosas. Hubiera querido responder que por encima de él estaba su director, el cual era un personaje del régimen, y que además estaba el régimen con su policía y su censura, y que en Portugal estaban todos amordazados, en resumidas cuentas, que no se podían expresar libremente las propias opiniones”. 
 

Otro tema que tiene una gran fuerza en esta obra de Tabucchi es la muerte como punto de reflexión sobre la vida y como despertar de la conciencia. Junto a este tema aparecen, estrechamente ligados, otros dos: el catolicismo y la resurrección del alma. Este  era uno de los pocos temas importantes para Pereira en su aletargado existir.

“El Lisboa es un periódico de aquí, de Lisboa, sale desde hace unos meses, no sé si usted lo conoce, somos apolíticos e independientes, pero creemos en el alma, quiero decir que somos de tendencia católica, y quisiera hablar con el señor Monteiro Rossi. Pereira sostiene que al otro lado de la línea hubo un momento de silencio y después la voz dijo que Monteiro Rossi era él y que en realidad no es que pensara demasiado en el alma. Pereira permaneció a su vez algunos segundos en silencio, porque le parecía extraño, sostiene, que una persona que había escrito reflexiones tan profundas sobre la muerte no pensara en el alma”

 

Opinión Personal

 

 “La relación que caracteriza de una manera más profunda y general el sentido de nuestro ser es la que une la vida con la muerte, porque la limitación de nuestra existencia por la muerte es decisiva para la comprensión y la valoración de la vida”  

Tabucchi nos presenta en su libro, “Sostiene Pereira”,  un personaje con una vida aparentemente tranquila y monótona, para nada sujeto a modas ni comprometido con grandes ideales. El único tema que preocupa a Pereira es la muerte. Vive solo en su casa con la única compañía de la foto de su esposa que murió joven tras una larga enfermedad. Pereira acepta esta muerte como consecuencia de una enfermedad y como algo normal en el ciclo de la vida, aunque desde ese momento su vida cambia sustancialmente, se despreocupa del mundo que le rodea, de su salud, incluso de su aspecto físico y se centra  en el tema de la muerte  y en la resurrección del alma. 

La muerte de su esposa le hace entrar en un aletargamiento del que sólo sale con otra muerte; la de Rossi.

Es la muerte de Rossi la que hace reaccionar a Pereira, no sólo porque le recuerde al hijo que no tuvo, sino porque esta muerte simboliza el asesinato de todos los valores en los que Pereira había creído hasta este momento. Su periódico era mediocre, pero según él era libre e independiente; su vida era mediocre, pero era honesta; creía en la justicia y en la verdad sin importarle nada la política ni los fanatismos, pero en este momento todas esas creencias son brutalmente asesinadas en su casa, en su presencia, ante sus ojos.
 
Es la muerte de todos estos valores la que le hace reaccionar con toda la fuerza y valentía que estaba dormida en el interior. Pereira toma conciencia, desde la muerte, de su propia vida y de su propia existencia, haciendo justicia con su arma más poderosa: la palabra. Y es una palabra la que lleva el hilo conductor de esta obra de Tabucchi: “sostiene”

Esta cita es para mí la clave a la hora de entender el sentido profundo de la obra de Antonio Tabucchi, pero también lo es para entender el sentido de nuestra propia vida. 

La vida es el regalo más preciado que posee el ser humano, pero no tiene manual de instrucciones. De nosotros depende vivirla como protagonistas o como espectadores de nuestra propia existencia.
 

Si decidimos ser meros espectadores, nos pasaremos nuestra existencia quejándonos y compadeciéndonos de nosotros mismos  por todo lo que podíamos haber hecho y no hicimos. 

Si decidimos ser protagonistas corremos el riesgo de pasar nuestra vida persiguiendo grandes metas que, en el caso de alcanzarlas, sólo nos proporcionaran una felicidad momentánea.  

Si pensáramos con más frecuencia en lo efímera que es nuestra estancia en este mundo y el poco equipaje que  podemos llevar en nuestro viaje final, quizá pasaríamos menos tiempo persiguiendo cosas materiales y  librando grandes batallas que igual sólo nos aportan éxitos pasajeros  y  aprenderíamos a valorar más las cosas que  son realmente trascendentes y que muchas veces no vemos aunque las tengamos ante nuestros ojos. 

Tomemos la posición que tomemos, hay circunstancias que aparecen en nuestra vida y que nos hacen detenernos y reflexionar sobre el sentido que tiene  nuestra estancia en este mundo. 

Una de las circunstancias más decisivas es ver de cerca la muerte de un ser querido o la aniquilación de los valores  que una persona siempre ha tenido como pilares de su existencia. En estas circunstancias es cuando la mayoría de los seres humanos aprendemos a valorar lo que realmente nos es imprescindible para llevar en nuestro equipaje final y aprendemos a luchar por ello sacando fuerzas y valor de donde ni siquiera nosotros sabíamos que lo teníamos. 

En nuestro último viaje sólo podremos llevar nuestra verdad, nuestra fé y nuestras buenas o malas acciones, todo lo demás se queda aquí. Una vez más nos toca ser los protagonistas de nuestra historia.  

Si creemos en la Resurrección, la muerte sólo será una puerta hacia una vida mejor. Si no creemos, la cosa será más dramática, porque nos tocará pensar que toda nuestra existencia aquí y nuestras grandes conquistas terminarán en un ataúd  lleno de carne putrefacta. 
Tranvía Lisboa
                                                                     Virtudes Rivero.
 

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