miércoles, 13 de enero de 2021

Herta Müller: Siempre la misma nieve y siempre el mismo tío

 



GRUPO DE LITERATURA
Parroquia de Gójar - Granada

Reunión del grupo de literatura:

Fecha: domingo, 31 de enero 2021.

Lugar: salón parroquial.

Obra: Siempre la misma nieve y siempre el mismo tío.

Autora: Herta Müller.

Editorial: Siruela.


martes, 5 de enero de 2021

6 de enero Reyes Magos epifanía


José Antonio Espejo Zamora

Epifanía:

Los Reyes Magos


El camino para los Magos de Oriente es una incógnita para ellos, como lo es la vida para todo hombre; como todos, buscan lo mejor para sí mismos; por ello, siguen en su horizonte a la estrella más singular y brillante. 

No están los Reyes dispuestos a quedarse inmóviles en su tierra viendo pasar la estrella; tras ella, se ponen en camino, salen de su tierra y de su mundo. 


En la búsqueda, no sólo se dejan guiar por la estrella, sino que también utilizan como instrumento el pensamiento lógico.


Por lógica, el lugar del conocimiento se sitúa en el palacio de Herodes, espacio donde poder político, económico e intelectual se concentran; cúspide a la que debería aspirar toda persona inteligente y decidida. Allí, la luz de la que habla el profeta Isaías (60,1-6: ¡Levántate y resplandece Jerusalén, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!) se ha apagado; los Magos dejan de ver los signos en el cielo que anuncian el nacimiento del Salvador; estos han sido sustituidos por los signos del triunfo finito del obrar humano. El propio lenguaje cambia; éste se recubre de penumbra: Entonces Herodes llamó en secreto a los magos… y les dijo: averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme…; el texto nos describe perfectamente los modos humanos que nacen del miedo a perder el poder; Herodes ignora que Dios pasa de su poder y que lo que lo arrancará del Palacio será la muerte y que la única garantía de librarse de ella es Dios; de esta manera, el mundo luminoso del Palacio de Herodes no es más que una sombra abocada, por el tiempo, a la muerte. Si penetrásemos en todos los Palacios, veríamos cómo se parecen unos a otros.


Los Reyes de Oriente salen del Palacio, esto es, de los modos propios de las personas poderosas, de su lenguaje, de sus intelectuales oficiales y, renovando la búsqueda, vuelven a ver la estrella que los guía a las afueras de Jerusalén, a las afueras de Belén, al refugio de los animales y de los hombres; allí se encuentran con el Salvador; ante Él caen de rodillas reconociendo en un niño a Dios; nadie pronuncia una palabra, no son necesarias; todo es evidente.


Tras el encuentro con el niño Jesús, los Magos vuelven a su casa, recuperan lo que ellos son; ahora, por otro camino, deben vivir  una vida cotidiana y ordinaria; sin embargo, ellos han pasado del conocimiento a la sabiduría. Han visto las miserias de los palacios, la ruindad de los intelectuales oficiales.


Esta experiencia de los Reyes de Oriente la llamarán algunos claros del bosque; cuando en medio de las sombras un rayo de sol penetra entre la foresta e ilumina a algunas personas, algunos, al contemplar la vida de los hombres sin Dios, dirán que la vida es un absurdo y que así hay que asumirla, haciendo de su pobre experiencia vital el paradigma de toda vida humana; otros, los que nunca salen de su cómodo mundo, no llegan siquiera a percibir lo absurdo de la vida y, dormidos, piensan que su vida burguesa es el paraíso; otros, los que sobreviven en las luchas de Palacio, piensan que ellos son la vida, pues de su voluntad depende la de otras personas y, sin embargo, la filósofa Simone Weil dirá que si en un pueblo sólo una persona con síndrome down sabe que Dios existe, ésta será la persona más inteligente.


José Antonio Espejo Zamora