martes, 16 de noviembre de 2021

Federico García Lorca

 Cómo canta una ciudad de noviembre a noviembre

Federico García Lorca

Granada






 Obra: Cómo canta una ciudad de noviembre a noviembre.

Autor: Federico García Lorca.

Lugar: Parroquia Ntra. Sra. de la Paz - Gójar -

Fecha: sábado 20 de noviembre 2021.

Hora: 20:30.

sábado, 13 de noviembre de 2021

acuarela pintura de la pintora de Almería Rosa Rodríguez López estación de ferrocarril de Huétor Tájar Granada

La Estación - Huétor Tájar


José Antonio Espejo Zamora,
en agradecimiento a la pintora 
almeriense, Rosa Rodríguez López.




Estación de ferrocarril de Huétor Tájar pintado por Rosa Rodríguez López

Llegar y partir podría ser el todo de una estación de tren; sin embargo, toda partida requiere una espera, un estar. Estar en la inminencia de la partida. Ahí la estación se revela como lugar de encuentro. El llegar y el partir,  que es movimiento, se detiene haciendo coincidir espacio y tiempo; así, adentrándonos en la estación, ésta se transforma en sala de espera y este espacio, en lugar de encuentro entre los viajeros; todos dispuestos a marchar; durante la espera, los pasajeros conversaban entre ellos, cada uno contaba su vida, el motivo de su viaje; allí se encontraban las gentes del pueblo con los forasteros, con las gentes de los cortijos que bajaban de los montes o atravesaban la vega hasta reposar en la sala de espera con la vista puesta en el destino.


Estación del tren de Huétor Tájar Granada
Cuadro pintado por Rosa Rodríguez López


Huétor Tájar ha tenido la suerte del XIX; ver cómo la tecnología en forma de tren llegaba hasta él haciendo posible el desarrollo económico durante todo el siglo XX; así, cantidades inmensas de remolachas podían salir camino de las fábricas de azúcar, o de tabaco, o de lino; como se había hecho desde la antigüedad sobre las aguas del Genil, cuando éste estaba rodeado de villas romanas, hoy sepultadas. Huétor se encuentra encerrado  por los caminos de su libertad, el río y la vía del tren; ambos han sido también los caminos de la liberación; liberación de las miradas corvas, de los prejuicios, de las cabezas hueras que cantara Antonio Machado, del control político de todos los regímenes, de todos, desde el XIX hasta el XXI, de la pobreza. La vía del tren fue el objetivo de los nacionales y de los republicanos; todos la vigilaron para salvarla de las bombas de los enemigos y reservarla para los amigos; unos y otros la utilizaron para huir; el tren se convirtió en los años 30, otra vez, en el camino de la marcha y de la llegada; ahora como salvación para unos, de condenación para otros. Testigo será también la estación de la emigración a Barcelona, porque desde Madrid se decidió potenciar la economía de Cataluña frente al resto del país, obligando a los andaluces a ponerse en movimiento, camino de otras tierras; me pregunto si en estos tiempos, también desde Madrid, se está pensando en la misma estrategia del pasado régimen. 



A esta estación, el 3 de enero de 1885, llegó desde Granada Luis Seco de Lucena, fundador y director del periódico El Defensor de Granada, camino de Santa Cruz y Alhama de Granada para levantar acta de los terremotos de Andalucía; en la estación lo esperaba el maestro de Huétor y corresponsal del periódico, don José Guerrero Jiménez; cuenta de ello dará en la publicación del dicho periódico el 6 del mismo mes y año. Al igual que don Luis, a la misma estación, tiempo atrás, había llegado, desde su tierra, el maestro José Guerrero, quien durante algunos años, dará cuenta de los acontecimientos locales en la prensa granadina. De esos trenes se fueron bajando los maestros, los médicos, los sacerdotes que iban llegando a servir al pueblo, otros lo tomaban camino de sus nuevos destinos, como siempre, el tren en marcha para ir y venir. Algunos tan solo miraron por la ventana; así, el 25 de marzo de 1911, el tren donde viajaba la reina Victoria, camino de Madrid, hará un alto para que el Gobernador de Granada pudiese bajarse. 



     Otro 25, esta vez de octubre de 1892, Cánovas del Castillo se bajará en la estación de Huétor para ser recibido por el pueblo; así lo relata la prensa:

“El viaje de Cánovas. 

Al pasar el tren que conducía al Sr. Cánovas del Castillo a Antequera, por la de Huétor Tájar, se detuvo algunos minutos con objeto de recibir a la comisión que había salido a saludarle; dicha comisión se componía del alcalde, D. Enrique Lopera Calle, con los individuos que componen la corporación municipal, D. Manuel Galindo, el juez municipal don José López; el médico D. José Ortega, el farmacéutico D. Rafael Ortega, el profesor de instrucción pública D. José Guerrero y multitud de personas de todas las clases sociales.


Acuarela de Rosa Rodríguez López (Estación de Huétor Tájar Granada)


Se dispararon cohetes y palmas reales, se dieron vivas a S.M. la Reina, al Rey y al señor Cánovas, y el alcalde ofreció a la señora del Presidente del Consejo de Ministros dos preciosos ramos de flores artísticamente confeccionados por el joven de dicha localidad don Juan M. Núñez. 

La estación estaba vistosamente engalanada y era difícil poder transitar por el andén.”


Pintora Rosa Rodríguez López, Almería; acuarela de la estación de Huétor Tájar Granada