lunes, 18 de noviembre de 2013

Cáritas

 
 
ENCUENTRO ARCIPRESTAL  CARITAS PARROQUIALES DE SIERRA NEVADA.
PARROQUIA  DE LA ENCARNACION DE HUETOR VEGA. 
CONVOCATORIA  ARCIPRESTAL
   Se convoca a los miembros de la Cáritas  Parroquial del Arciprestazgo de Sierra Nevada, al Encuentro Arciprestal que se celebrará el día 23 de Noviembre del 2013, en los Salones parroquiales de La  Encarnación  en Huétor Vega.
 
   ORDEN  DEL  DIA
 
   9.30.- ACOGIDA
       10.00.-   ORACION, CC.PP LA ZUBIA.
10.15.-SESION FORMAR UN EQUIPO, SEGUNDA PARTE. IGNACIO SALAS. CC.PP DE MONACHIL.
11.15.- DESCANSO, DESAYUNO COMPARTIDO.
CONTINUACION DE SESION.
12.30 PRESENTACION DEL MARCO PARA EL FUNCIONAMIENTO DE LAS CC.PP. JESUS MIGUEL HURTADO, SACERDOTE DE GUEJAR SIERRA.
13.30 DESPEDIDA.
NOTA INFORMATIVA: SE RUEGA A LOS PARTICIPANTES LLEVEN EL MATERIAL ENTREGADO EN EL ANTERIOR ENCUENTRO Y CAFÉ, PASTAS, ETC PARA COMPARTIR EN EL DESAYUNO.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

MUJER - IGLESIA

 
Cartel película sobre la filósofa Hannah Arendt

JUAN PABLO II
CARTA A LAS MUJERES
"A vosotras, mujeres del mundo entero, os doy mi más cordial saludo:
1. A cada una de vosotras dirijo esta carta con objeto de compartir y manifestar gratitud, en la proximidad de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tendrá lugar en Pekín el próximo mes de septiembre.
         Ante todo deseo expresar mi vivo reconocimiento a la Organización de las Naciones Unidas, que ha promovido tan importante iniciativa. La Iglesia quiere ofrecer también su contribución en defensa de la dignidad, papel y derechos de las mujeres, no sólo a través de la aportación especifica de la Delegación oficial de la Santa Sede a los trabajos de Pekín, sino también hablando directamente al corazón y a la mente de todas las mujeres. Recientemente, con ocasión de la visita que la señora Gertrudis Mongella, Secretaría General de la Conferencia, me ha hecho precisamente con vistas a este importante encuentro, le he entregado un Mensaje en el que se recogen algunos puntos fundamentales de la enseñanza de la Iglesia al respecto. Es un mensaje que, más allá de la circunstancia específica que lo ha inspirado se abre a la perspectiva más general de la realidad y de los problemas de las mujeres en su conjunto, poniéndose al servicio de su causa en la Iglesia y en el mundo contemporáneo. Por lo cual he dispuesto que se enviara a todas las Conferencias Episcopales, para asegurar su máxima difusión
          Refiriéndome a lo expuesto en dicho documento, quiero ahora dirigirme directamente a cada mujer, para reflexionar con ella sobre sus problemas y las perspectivas de la condición femenina en nuestro tiempo, deteniéndome en particular sobre el tema esencial de la dignidad y de los derechos de las mujeres, considerados a la luz de la Palabra de Dios. 


María Zambrano, FILÓSOFA
          El punto de partida de este diálogo ideal no es otro que dar gracias. "La Iglesia -escribía en la Carta apostólica Mulieris dignitatem- desea dar gracias a la Santisima Trinidad por el misterio de la mujer y por cada mujer, por lo que constituye la medida eterna de su dignidad femenina, por las maravillas de Dios, que en la historia de la Humanidad se han realizado en ella y por ella" (n. 31). 
2. Dar gracias al Señor por su designio sobre la vocación y la misión de la mujer en el mundo se convierte en un agradecimiento concreto y directo a las mujeres, a cada mujer, por lo que representan en la vida de la Humanidad. 
          Te doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida. 
          Te doy gracias, mujer-esposa, que unes irrevocablemente tu destino al de un hombre, mediante una relación de recíproca entrega, al servicio de la comunión y de la vida. 
          Te doy gracias, mujer-hija y mujer-hermana, que aportas al núcleo familiar y también al conjunto de la vida social las riquezas de tu sensibilidad, intuición, generosidad y constancia. 
          Te doy gracias, mujer-trabajadora, que participas en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política, mediante la indispensable aportación que das a la elaboración de una cultura capaz de conciliar razón y sentimiento, a una concepción de la vida siempre abierta al sentido del "misterio", a la edificación de estructuras económicas y políticas más ricas de Humanidad. 
          Te doy gracias, mujer-consagrada, que a ejemplo de la más grande de las mujeres, la Madre de Cristo, Verbo encarnado, te abres con docilidad y fidelidad al amor de Dios, ayudando a la Iglesia y a toda la Humanidad a vivir para Dios una respuesta "esponsal", que expresa maravillosamente la comunión que El quiere establecer con su criatura. 
          Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas. 
3. Pero dar gracias no basta, lo sé. Por desgracia somos herederos de una historia de enormes condicionamientos que, en todos los tiempos y en cada lugar han hecho difícil el camino de la mujer, despreciada en su dignidad, olvidada en sus prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a esclavitud. Esto le ha impedido ser profundamente ella misma y ha empobrecido la Humanidad entera de auténticas riquezas espirituales. No seria ciertamente fácil señalar responsabilidades precisas, considerando la fuerza de las sedimentaciones culturales que, a lo largo de los siglos, han plasmado mentalidades e instituciones. Pero si en esto no han faltado, especialmente en determinados contextos históricos, responsabilidades objetivas incluso en no pocos hijos de la Iglesia, lo siento sinceramente. Que este sentimiento se convierta para toda la Iglesia en un compromiso de renovada fidelidad a la inspiración evangélica, que precisamente sobre el tema de la liberación de la mujer de toda forma de abuso y de dominio tiene un mensaje de perenne actualidad, el cual brota de la actitud misma de Cristo. Él, superando las normas vigentes en la cultura de su tiempo, tuvo en relación con las mujeres una actitud de apertura de respeto, de acogida y de ternura. De este modo honraba en la mujer la dignidad que tiene desde siempre, en el proyecto y en el amor de Dios. Mirando hacia Él, al final de este segundo milenio, resulta espontáneo preguntarse: ¿qué parte de su mensaje ha sido comprendido y llevado a término? 


Adela Cortina, catedrática de ética
          Ciertamente, es la hora de mirar con la valentía de la memoria, y reconociendo sinceramente las responsabilidades, la larga historia de la Humanidad, a la que las mujeres han contribuido no menos que los hombres, y la mayor parte de las veces en condiciones bastante más adversas. Pienso, en particular, en las mujeres que han amado la cultura y el arte, y se han dedicado a ello partiendo con desventaja, excluidas a menudo de una educación igual, expuestas a la infravaloración, al desconocimiento e incluso al despojo de su aportación intelectual. Por desgracia, de la múltiple actividad de las mujeres en la historia ha quedado muy poco que se pueda recuperar con los instrumentos de la historiografía científica. Por suerte, aunque el tiempo haya enterrado sus huellas documentales, sin embargo se percibe su influjo benéfico en la linfa vital que conforma el ser de las generaciones que se han sucedido hasta nosotros. Respecto a esta grande e inmensa "tradición" femenina, la Humanidad tiene una deuda incalculable. ¡Cuántas mujeres han sido y son todavía más tenidas en cuenta por su aspecto físico que por su competencia, profesionalidad, capacidad intelectual, riqueza de su sensibilidad y en definitiva por la dignidad misma de su ser!.


Más que una escritora, Marguerite Yourcenar

4. ¿Y qué decir también de los obstáculos que, en tantas partes del mundo, impiden aún a las mujeres su plena inserción en la vida social, política y económica? Baste pensar en cómo a menudo es penalizado, más que gratificado, el don de la maternidad, al que la Humanidad debe también su misma supervivencia. Ciertamente, aún queda mucho por hacer para que el ser mujer y madre no comporte una discriminación. Es urgente alcanzar en todas partes la efectiva igualdad de los derechos de la persona y por tanto igualdad de salario respecto a igualdad de trabajo, tutela de la trabajadora-madre, justas promociones en la carrera, igualdad de los esposos en el derecho de familia, reconocimiento de todo lo que va unido a los derechos y deberes del ciudadano en un régimen democrático. 





Edith Stein, Mucho más que una filósofa


          Se trata de un acto de justicia, pero también de una necesidad. Los graves problemas sobre la mesa, en la política del futuro, verán a la mujer comprometida cada vez más: tiempo libre, calidad de la vida, migraciones, servicios sociales, eutanasia, droga, sanidad y asistencia, ecología, etc. Para todos estos campos será preciosa una mayor presencia social de la mujer, porque contribuirá a manifestar las contradicciones de una sociedad organizada sobre puros criterios de eficiencia y productividad, y obligará a replantear los sistemas en favor de los procesos de humanización que configuran la "civilización del amor". 
5. Mirando también uno de los aspectos más delicados de la situación femenina en el mundo, ¿cómo no recordar la larga y humillante historia -a menudo "subterránea"-de abusos cometidos contra las mujeres en el campo de la sexualidad? A las puertas del tercer milenio no podemos permanecer impasibles y resignados ante este fenómeno. Es hora de condenar con determinación, empleando los medios legislativos apropiados de defensa, las formas de violencia sexual que con frecuencia tienen por objeto a las mujeres. En nombre del respeto de la persona no podemos, además, no denunciar la difundida cultura hedonística y comercial que promueve la explotación sistemática de la sexualidad, induciendo a chicas, incluso de muy joven edad, a caer en los ambientes de la corrupción y hacer un uso mercenario de su cuerpo. 
          Ante estas perversiones, cuánto reconocimiento merecen en cambio las mujeres que, con amor heroico por su criatura, llevan a término un embarazo derivado de la injusticia de relaciones sexuales impuestas con la fuerza; y esto no sólo en el conjunto de las atrocidades que por desgracia tienen lugar en contextos de guerra todavía tan frecuentes en el mundo, sino también en situaciones de bienestar y de paz, viciadas a menudo por una cultura de permisivismo hedonístico, en que prosperan también más fácilmente tendencias de machismo agresivo. En semejantes condiciones, la opción del aborto, que es siempre un pecado grave, antes de ser una responsabilidad de las mujeres, es un crimen imputable al hombre y a la complicidad del ambiente que lo rodea
6. Mi "gratitud" a las mujeres se convierte pues en una llamada apremiante, a fin de que por parte de todos, y en particular por parte de los Estados y de las instituciones internacionales, se haga lo necesario para devolver a las mujeres el pleno respeto de su dignidad y de su papel. A este propósito expreso mi admiración hacia las mujeres de buena voluntad que se han dedicado a defender la dignidad de su condición femenina mediante la conquista de fundamentales derechos sociales económicos y politicos, y han tomado esta valiente iniciativa en tiempos en que este compromiso suyo era considerado un acto de transgresión, un signo de falta de femineidad, una manifestación de exhibicionismo, y tal vez un pecado. 
          Como expuse en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de este año mirando este gran proceso de liberación de la mujer, se puede decir que ha sido un camino difícil y complicado y, alguna vez, no exento de errores, aunque sustancialmente positivo, incluso estando todavía incompleto por tantos obstáculos que, en varias partes del mundo se interponen a que la mujer sea reconocida, respetada y valorada en su peculiar dignidad" (n. 4). 
          ¡Es necesario continuar en este camino! Sin embargo, estoy convencido de que el secreto para recorrer libremente el camino del pleno respeto de la identidad femenina no está solamente en la denuncia, aunque necesaria, de las discriminaciones y de las injusticias, sino también y sobre todo en un eficaz e ilustrado proyecto de promoción, que con temple todos los ámbitos de la vida femenina, a partir de una renovada y universal toma de conciencia de la dignidad de la mujer. A su reconocimiento, no obstante los múltiples condicionamientos históricos, nos lleva la razón misma, que siente la Ley de Dios inscrita en el corazón de cada hombre. Pero es sobre todo la Palabra de Dios la que nos permite descubrir con claridad el radical fundamento antropológico de la dignidad de la mujer, indicándonoslo en el designio de Dios sobre la Humanidad.
7. Permitidme pues, queridas hermanas, que medite de nuevo con vosotras sobre la maravillosa página bíblica que presenta la creación del ser humano, y que dice tanto sobre vuestra dignidad y misión en el mundo. 
         El Libro del Génesis habla de la creación de modo sintético y con lenguaje poético y simbó1ico, pero profundamente verdadero: "Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó: varón y mujer los creó" (Gn 1, 27). La acción creadora de Dios se desarrolla según un proyecto preciso. Ante todo, se dice que el ser humano es creado "a imagen y semejanza de Dios" (cf. Gn 1, 26), expresión que aclara en seguida el carácter peculiar del ser humano en el conjunto de la obra de la creación. 
         Se dice además que el ser humano, desde el principio, es creado como "varón y mujer" (Gn 1, 27). La Escritura misma da la interpretación de este dato: el hombre, aun encontrándose rodeado de las innumerables criaturas del mundo visible, ve que está solo (cf. Gn 2, 20). Dios interviene para hacerlo salir de tal situación de soledad: No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada" (Gn 2, 18). En la creación de la mujer está inscrito, pues, desde el inicio el principio de la ayuda: ayuda-mírese bien-no unilateral, sino recíproca. La mujer es el complemento del hombre, como el hombre es el complemento de la mujer: mujer y hombre son entre sí complementarios. La femineidad realiza lo "humano" tanto como la masculinidad, pero con una modulación diversa y complementaria
        Cuando el Génesis habla de "ayuda" no se refiere solamente al ámbito del obrar, sino también al del ser. Femineidad y masculinidad son entre sí complementarias no sólo desde el punto de vista físico y psíquico, sino ontológico. Sólo gracias a la dualidad de lo "masculino" y de lo "femenino" lo "humano" se realiza plenamente. 
8. Después de crear al ser humano varón y mujer, Dios dice a ambos: "Llenad la tierra y sometedla" (Gn 1, 28). No les da sólo el poder de procrear para perpetuar en el tiempo el género humano, sino que les entrega también la tierra como tarea, comprometiéndolos a administrar sus recursos con responsabilidad. El ser humano, ser racional y libre, está llamado a transformar la faz de la tierra. En este encargo, que esencialmente es obra de cultura, tanto el hombre como la mujer tienen desde el principio igual responsabilidad. En su reciprocidad esponsal y fecunda, en su común tarea de dominar y someter la tierra, la mujer y el hombre no reflejan una igualdad estática y uniforme, y ni siquiera una diferencia abismal e inexorablemente conflictiva: su relación más natural, de acuerdo con el designio de Dios, es la "unidad de los dos", o sea una "unidualidad" relacional, que permite a cada uno sentir la relación interpersonal y recíproca como un don enriquecedor y responsabilizante. 
        A esta "unidad de los dos" confía Dios no sólo la obra de la procreación y la vida de la familia, sino la construcción misma de la historia. Si durante el Año internacional de la Familia, celebrado en 1994, se puso la atención sobre la mujer como madre, la Conferencia de Pekín es la ocasión propicia para una nueva toma de conciencia de la múltiple aportación que la mujer ofrece a la vida de todas las sociedades y naciones. Es una aportación, ante todo, de naturaleza espiritual y cultural, pero también sociopolítíca y económica. ¡Es mucho verdaderamente lo que deben a la aportación de la mujer los diversos sectores de la sociedad, los Estados, las culturas nacionales y, en definitiva, el progreso de todo el género humano!. 
9. Normalmente el progreso se valora según categorías científicas y técnicas, y también desde este punto de vista no falta la aportación de la mujer. Sin embargo, no es ésta la única dimensión del progreso, es más, ni siquiera es la principal. Más importante es la dimensión ética y social, que afecta a las relaciones humanas y a los valores del espíritu: en esta dimensión, desarrollada a menudo sin clamor, a partir de las relaciones cotidianas entre las personas, especialmente dentro de la familia, la sociedad es en gran parte deudora precisamente al "genio de la mujer". 
         A este respecto, quiero manifestar una particular gratitud a las mujeres comprometidas en los más diversos sectores de la actividad educativa, fuera de la familia: asilos, escuelas, universidades, instituciones asistenciales, parroquias, asociaciones y movimientos. Donde se da la exigencia de un trabajo formativo se puede constatar la inmensa disponibilidad de las mujeres a dedicarse a las relaciones humanas, especialmente en favor de los más débiles e indefensos. En este cometido manifiestan una forma de maternidad afectiva, cultural y espiritual, de un valor verdaderamente inestimable, por la influencia que tiene en el desarrollo de la persona y en el futuro de la sociedad. ¿Cómo no recordar aquí el testimonio de tantas mujeres cató1icas y de tantas Congregaciones religiosas femeninas que, en los diversos continentes. han hecho de la educación, especialmente de los niños y de las niñas, su principal servicio? ¿Cómo no mirar con gratitud a todas las mujeres que han trabajado y siguen trabajando en el campo de la salud, no sólo en el ámbito de las instituciones sanitarias mejor organizadas, sino a menudo en circunstancias muy precarias, en los Países más pobres del mundo, dando un testimonio de disponibilidad que a veces roza el martirio?. 
10. Deseo pues, queridas hermanas, que se reflexione con mucha atención sobre el tema del "genio de la mujer", no sólo para reconocer los caracteres que en el mismo hay de un preciso proyecto de Dios que ha de ser acogido y respetado, sino también para darle un mayor espacio en el conjunto de la vida social así como en la eclesial. Precisamente sobre este tema, ya tratado con ocasión del Año Mariano, tuve oportunidad de ocuparme ampliamente en la citada Carta apostó1ica Mulieris dignitatem, publicada en 1988. Este año, además, con ocasión del Jueves Santo, a la tradicional Carta que envío a los sacerdotes he querido agregar idealmente la Mulieris dignitatem invitándoles a reflexionar sobre el significativo papel que la mujer tiene en sus vidas como madre como hermana y como colaboradora en las obras apostolicas. Es ésta otra dimensión-diversa de la conyugal, pero asimismo importante-de aquella "ayuda" que la mujer, según el Génesis, está llamada a ofrecer al hombre. 
          La Iglesia ve en María la máxima expresión del "genio femenino" y encuentra en Ella una fuente de continua inspiración. María se ha autodefinido "esclava del Señor" (Lc 1, 38). Por su obediencia a la Palabra de Dios Ella ha acogido su vocación privilegiada, nada fácil, de esposa y de madre en la familia de Nazaret. Poniéndose al servicio de Dios, ha estado también al servicio de los hombres: un servicio de amor. Precisamente este servicio le ha permitido realizar en su vida la experiencia de un misterioso, pero auténtico "reinar". No es por casualidad que se la invoca como "Reina del cielo y de la tierra". Con este título la invoca toda la comunidad de los creyentes, la invocan como "Reina" muchos pueblos y naciones. ¡Su "reinar" es servir! ¡Su servir es "reinar"!. 
          De este modo debería entenderse la autoridad, tanto en la familia como en la sociedad y en la Iglesia. El "reinar" es la revelación de la vocación fundamental del ser humano, creado a "imagen" de Aquel que es el Señor del cielo y de la tierra, llamado a ser en Cristo su hijo adoptivo. El hombre es la única criatura sobre la tierra que Dios ha amado por si misma", como enseña el Concilio Vaticano II, el cual añade significativamente que el hombre "no puede encontrarse plenamente a sí mismo sino en la entrega sincera de sí mismo" (Gaudium et spes, 24). 


         En esto consiste el "reinar" materno de María. Siendo, con todo su ser, un don para el Hijo, es un don también para los hijos e hijas de todo el género humano, suscitando profunda confianza en quien se dirige a Ella para ser guiado por los difíciles caminos de la vida al propio y definitivo destino trascendente. A esta meta final llega cada uno a través de las etapas de la propia vocación, una meta que orienta el compromiso en el tiempo tanto del hombre como de la mujer. 

María Zambrano
11. En este horizonte de "servicio" -que, si se realiza con libertad, reciprocidad y amor, expresa la verdadera "realeza" del ser humano-es posible acoger también, sin desventajas para la mujer, una cierta diversidad de papeles, en la medida en que tal diversidad no es fruto de imposición arbitraria sino que mana del carácter peculiar del ser masculino y femenino. Es un tema que tiene su aplicación específica incluso dentro de la Iglesia. Si Cristo-con una elección libre y soberana, atestiguada por el Evangelio y la constante tradición eclesial -ha confiado solamente a los varones la tarea de ser "icono" de su rostro de "pastor" y de "esposo" de la Iglesia a través del ejercicio del "sacerdocio ministerial", esto no quita nada al papel de la mujer, así como al de los demás miembros de la Iglesia que no han recibido el orden sagrado siendo por lo demás todos igualmente dotados de la dignidad propia del "sacerdocio común", fundamentado en el Bautismo. En efecto, estas distinción es de papel no deben interpretarse a la luz de los cánones de funcionamiento propios de las sociedades humanas, sino con los criterios específicos de la economía sacramental, o sea, la economía de "signos" elegidos libremente por Dios para hacerse presente en medio de los hombres. 
         Por otra parte, precisamente en la línea de esta economía de signos, incluso fuera del ámbito sacramental, hay que tener en cuenta la "femineidad" vivida según el modelo sublime de María. En efecto, en la "femineidad" de la mujer creyente, y particularmente en el de la "consagrada", se da una especie de "profecia" inmanente (cf. Mulieris dignitatem, 29), un simbolismo muy evocador, podría decirse un fecundo carácter de "icono", que se realiza plenamente en María y expresa muy bien el ser mismo de la Iglesia como comunidad consagrada totalmente con corazón "virgen", para ser "esposa" de Cristo y "madre" de los creyentes. En esta perspectiva de complementariedad "icónica" de los papeles masculino y femenino se ponen mejor de relieve las dos dimensiones imprescindibles de la Iglesia: el principio "mariano" y el "apostó1ico-petrino" (cf. ibid., 27). 





Libro que habría que leer


           Por otra parte-lo recordaba a los sacerdotes en la citada Carta del Jueves Santo de este año -el sacerdocio ministerial, en el plan de Cristo "no es expresión de dominio, sino de servicio" (n. 7). Es deber urgente de la Iglesia en su renovación diaria a la luz de la Palabra de Dios, evidenciar esto cada vez más, tanto en el desarrollo del espíritu de comunión y en la atenta promoción de todos los medios típicamente eclesiales de participación, como a través del respeto y valoración de los innumerables carismas personales y comunitarios que el Espíritu de Dios suscita para la edificación de la comunidad cristiana y el servicio a los hombres. 
        En este amplio ámbito de servicio la historia de la Iglesia en estos dos milenios, a pesar de tantos condicionamientos, ha conocido verdaderamente el "genio de la mujer", habiendo visto surgir en su seno mujeres de gran talla que han dejado amplia y beneficiosa huella de sí mismas en el tiempo. Pienso en la larga serie de mártires, de santas, de místicas insignes. Pienso de modo especial en Santa Catalina de Siena y en Santa Teresa de Jesús, a las que el Papa Pablo VI concedió el titulo de Doctoras de la Iglesia. Y ¿cómo no recordar además a tantas-mujeres que, movidas por la fe, han emprendido iniciativas de extraordinaria importancia social especialmente al servicio de los más pobres? En el futuro de la Iglesia en el tercer milenio no dejarán de darse ciertamente nuevas y admirables manifestaciones del "genio femenino". 





Obras Completas, Edith Stein


12. Vosotras veis, pues, queridas hermanas, cuántos motivos tiene la Iglesia para desear que, en la próxima Conferencia, promovida por las Naciones Unidas en Pekín, se clarifique la plena verdad sobre la mujer. Que se dé verdaderamente su debido relieve al "genio de la mujer", teniendo en cuenta no sólo a las mujeres importantes y famosas del pasado o las contemporáneas, sino también a las sencillas, que expresan su talento femenino en el servicio de los demás en lo ordinario de cada día. En efecto, es dándose a los otros en la vida diaria como la mujer descubre la vocación profunda de su vida; ella que quizá más aún que el hombre ve al hombre, porque lo ve con el corazón. Lo ve independientemente de los diversos sistemas ideológicos y políticos. Lo ve en su grandeza y en sus limites, y trata de acercarse a él y serle de ayuda. De este modo, se realiza en la historia de la Humanidad el plan fundamental del Creador e incesantemente viene a la luz, en la variedad de vocaciones, la belleza-no solamente física, sino sobre todo espiritual- con que Dios ha dotado desde el principio a la criatura humana y especialmente a la mujer. 
Mientras confío al Señor en la oración el buen resultado de la importante reunión de Pekín, invito a las comunidades eclesiales a hacer del presente año una ocasión para una sentida acción de gracias al Creador y al Redentor del mundo precisamente por el don de un bien tan grande como es el de la femineidad: ésta, en sus múltiples expresiones, pertenece al patrimonio constitutivo de la humanidad y de la misma Iglesia. 
         Que María, Reina del amor, vele sobre las mujeres y sobre su misión al servicio de la Humanidad, de la paz y de la extensión del Reino de Dios.
Con mi bendición. 
Vaticano, 29 de junio, solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, del año 1995."
SIMONE WEIL.
Mucho más que una filósofa

jueves, 7 de noviembre de 2013

Albert Camus

 
CARNETS 2/ CUADERNO VI
 
Escribía Camus citando a Faulkner:
 
        "Faulkner. A la pregunta: <<¿Qué piensa usted de la nueva generación de escritores?>>, contesta: <<No dejará nada válido. Ya no tiene nada que decir. Para escribir es imprescindible que hayan arraigado en la conciencia las grandes verdades fundamentales, y que la obra se oriente hacia una o hacia todas. Los que no saben hablar del orgullo, del honor, del dolor, son escritores sin trascendencia y su obra morirá con ellos o ante que ellos. Goethe y Shakespeare han resistido a todo porque creían en el corazón humano. Balzac y Flaubert también. Son eternos>>
 
Comenta Camus: ¿Cuál es la razón de ese nihilismo que ha invadido la literatura?
        *El miedo. El día en que los hombres dejen de tener miedo, volverán a escribir obras maestras, es decir, obras perdurables."
(Tomado del tomo 4 de las obras completas de Albert Camus, editadas por Alianza tres, en su edición con motivo del centenario)
 


DISCURSO AL RECIBIR EL PREMIO NOBEL

        "Al recibir la distinción con que vuestra libre academia ha querido honrarme, mi gratitud es tanto más profunda cuanto que mido hasta qué punto esa recompensa excede mis méritos personales.  
        Todo hombre, y con mayor razón todo artista, desea que se reconozca lo que él es o quiere ser. Yo también lo deseo. Pero al conocer vuestra decisión me fue imposible no comparar su resonancia con lo que realmente soy. ¿Cómo un hombre casi joven todavía rico sólo de dudas, con una obra apenas en desarrollo, habituado a vivir en la soledad del trabajo o en el retiro de la amistad, podría recibir, sin cierta especie de pánico, un galardón que le coloca de pronto, y solo, en plena luz? ¿Con qué estado de ánimo podría recibir ese honor al tiempo que, en tantas partes, otros escritores, algunos entre los más grandes, están reducidos al silencio y cuando, al mismo tiempo, su tierra natral conoce incesantes desdichas? 
 
        Sinceramente he sentido esa inquietud y ese malestar. Para recobrar mi inquietud y este malestar. Para recobrar mi paz interior me ha sido necesario ponerme a tono con un destino muy generoso. Y como me era imposible igualarme a él con el sólo apoyo de mis méritos, no ha llegado nada mejor, para ayudarme, que lo que me ha sostenido a lo largo de mi vida y en las circunstancias más opuestas: la idea que me he forjado de mi arte y de la misión del escritor. Permitidme que, aunque sólo sea en prueba de reconocimiemto y amistad, os diga, con la sencillez que me sea posible, cuál es esa idea.
 
        Personalmente, no puedo vivir sin mi arte. Pero jamás he puesto ese arte por encima de toda otra cosa. Por el contrario, si él me es necesario, es porque no me separa de nadie y que me permite vivir, tal como soy, al nivel de todos. A mi ver, el arte no es una diversión solitaria. Es un medio de emocionar al mayor número de hombres ofreciéndoles una imagen privilegiada de dolores y alegrías comunes. Obliga, pues al artista a no aislarse; muchas veces he elegido su destino más universal. Y aquellos que muchas veces han elegido su destino de artistas porque se sentían distintos, aprenden pronto que no podrán nutrir su arte ni su diferencia sino confesando su semejanza con todos.

          El artista se forja en ese perpetuo ir y venir de sí mismo a los demás; equidistantes entre la belleza, sin la cual no puede vivir, y la comunidad, de la cual no puede desprenderse. Por eso los verdaderos artistas no desdeñan nada; se obligan a comprender en vez de juzgar, y sin han de tomar un partido en este mundo, este sólo puede ser el de una sociedad en la que según la gran frase de Nietzsche, no ha de reinar el juez sino el creador, sea trabajador o intelectual.

        Por lo mismo, el papel del escritor es inseparable de difíciles deberes. Por definición, no puede ponerse al servicio de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la sufren. Si no lo hiciera, quedaría solo, privado hasta de su arte. Todos los ejércitos de la tiranía, con sus millones de hombres, no le arrancarán de la soledad, aunque consienta en acomodarse a su paso y, sobre todo, si lo consintiera. Pero el silencio de un prisionero desconocido, basta para sacar al escritor de su soledad, cada vez, al menos, que logra, en medio de los privilegios de su libertad, no olvidar ese silencio, y trata de recogerlo y reemplazarlo para hacerlo valer mediante todos los recursos del arte. 


        Ninguno de nosotros es lo bastante grande para semejante vocación. Pero en todas las circunstancias de su vida, obscuro o provisionalmente célebre, aherrojado por la tiranía o libre de poder expresarse, el escritor puede encontrar el sentimiento de una comunidad viva, que le justificara a condición de que acepte, en la medida de lo posible, las dos tareas que constituyen la grandeza de su oficio: el servicio de la verdad y el servicio de la libertad. Y pues su vocación es agrupar el mayor número posible de hombres, no puede acomodarse a la mentira y a la servidumbre que, donde reinan, hacen proliferar las soledades. Cualesquiera que sean nuestras flaquezas personales, la nobleza de nuestro oficio arraigará siempre en dos imperativos difíciles de mantener: la negativa a mentir respecto de lo que se sabe y la resistencia a la opresión. 

         Durante más de veinte años de una historia demencial, perdido sin recurso, como todos los hombres de mi edad, en las convulsiones del tiempo, sólo me ha sostenido el sentimiento hondo de que escribir es hoy un honor, porque ese acto obliga, y obliga a algo más que a escribir. Me obligaba, esencialmente, tal como yo era y con arreglo a mis fuerzas, a compartir, con todos los que vivían mi misma historia, la desventura y la esperanza. Esos hombres -nacidos al comienzo de la primera guerra mundial, que tenían veinte años a tiempo de instaurarse, a la vez, el poder hitleriano y los primeros procesos revolucionarios, y que para poder completar su educación se vieron enfrentados luego a la guerra de España, la segunda guerra mundial, el universo de los campos de concentración, la Europa de la tortura y las prisiones -se ven obligados a orientar sus hijos y sus obras en un mundo amenazado de destrucción nuclear. Supongo que nadie pretenderá pedirles que sean optimistas. Hasta que llego a pensar que debemos ser comprensivos, sin dejar de luchar contra ellos, con el error de los que, por un exceso de desesperación, han reivindicado el derecho y el deshonor y se han lanzado a los nihilismos de la época. Pero sucede que la mayoría de nosotros, en mi país y en el mundo entero, han rechazado el nihilismo y se consagran a la conquista de una legitimidad. Les ha sido preciso forjarse un arte de vivir para tiempos catastróficos, a fin de nacer una segunda vez y luchar luego, a cara descubierta, contra el instinto de muerte que se agita en nuestra historia. 
 
  
        Indudablemente, cada generación se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no podrías hacerlo, pero su tarea es quizá mayor. Consiste en impedir que el mundo se deshaga. Heredera de una historia corrompida en la que se mezclan revoluciones fracasadas, las técnicas enloquecidas, los dioses muertos y las ideologías extenuadas; en la que poderes mediocres, que pueden destruirlo todo, no saben convencer; en que la inteligencia se humilla hasta ponerse al servicio del odio y de la opresión, esa generación ha debido, en sí misma y a su alrededor, restaurar, partiendo de sus amargas inquietudes, un poco de lo que constituye la dignidad de vivir y de morir. Ante un mundo amenazado de desintegración, en el que nuestros grandes inquisidores arriesgan establecer para siempre el imperio de la muerte, sabe que debería, en una especie de carrera loca contra el tiempo, restaurar entre las naciones una paz que no sea la de la servidumbre, reconciliar de nuevo el trabajo y la cultura y reconstruir con todos los hombres una nueva Arca de la alianza. No es seguro que esta generación pueda al fin cumplir esa labor inmensa, pero lo cierto es que, por doquier en el mundo, tiene ya hecha, y la mantiene, su doble apuesta en favor de la verdad y de la libertad y que, llegado al momento, sabe morir sin odio por ella.

         Es esta generación la que debe ser saludada y alentada donde quiera que se halla y, sobre todo, donde se sacrifica. En ella, seguro de vuestra segura aprobación, quisiera yo declinar hoy el honor que acabáis de hacerme.

        Al mismo tiempo, después de expresar la nobleza del oficio de escribir, querría yo situar al escritor en su verdadero lugar, sin otros títulos que los que comparte con sus compañeros de lucha, vulnerable pero tenaz, injusto pero apasionado de justicia, realizando su obra sin vergüenza ni orgullo, a la vista de todos; atento siempre al dolor y la belleza; consagrado, en fin, a sacar de su ser complejo las creaciones que intenta levantar, obstinadamente, entre el movimiento destructor de la historia. 

         ¿Quién, después de esos, podrá esperar que el presente soluciones ya hechas y bellas lecciones de moral? La verdad es misteriosa, huidiza, y siempre hay que tratar de conquistarla. La libertad es peligrosa, tan dura de vivir como exaltante. Debemos avanzar hacia esos dos fines, penosa pero resueltamente, descontando por anticipado nuestros desfallecimientos a lo largo de tan dilatado camino. ¿Qué escritor osaría, en conciencia, proclamarse predicador de virtud? En cuanto a mí, necesito decir una vez más que no soy nada de eso. Jamás he podido renunciar a la luz, a la dicha de ser, a la vida libre en que he crecido. Pero aunque esa nostalgia explique muchos de mis errores y de mis faltas, indudablemente me ha ayudado a comprender mejor mi oficio y también a mantenerme, decididamente, al lado de todos esos hombres silenciosos, que no soportan en el mundo la vida que les toca vivir más que por el recuerdo de breves y libres momentos de felicidad y esperanza de volverlos a vivir. 

       Reducido así a lo que realmente soy, a mis verdaderos límites, a mis deudas y también a mi fe difícil, me siento más libre para destacar, al concluir, la magnitud y generosidad de la distinción que acabáis de hacerme. Más libre también para deciros que quisiera recibirla como homenaje rendido a todos los que, participando en el mismo combate, no han recibido privilegio alguno y, en cambio, han conocido desgracias y persecuciones. Sólo me resta daros las gracias, desde el fondo de mi corazón, y haceros públicamente, en prenda de personal gratitud, la misma y vieja promesa de felicidad que cada verdadero artista se hace a sí mismo, silenciosamente, todos los días."

 

martes, 5 de noviembre de 2013

Pleito Hidalguia Castilla la Mancha



Vara de Rey
PLEITO DE HIDALGUÍA
CASTILLA LA MANCHA
(1516 - 1563)
 
Apellido Zamora
Pleito Hidalguía: por una parte Diego de Zamora, vecino de Vara de Rey en Cuenca, de otra parte, el Concejo de dicha Villa. El pleito comienza por denuncia de Don Diego de Zamora contra dicho Concejo en el año 1516, concluye en 1536-1541. Así mismo, el documento se alarga con el pleito mantenido por Francisco de Zamora hijo del anterior en el año 1563 en la villa de San Clemente también en Cuenca.


          La transcripción de este documento, es parcial, por cuanto se han ignorado algunas  partes por carecer de importancia, y por la reiteración de argumentos, los cuales quedan claros a lo largo del documento transcrito. Estas partes ignoradas quedan señaladas con el doble paréntesis y los tres puntos (…).

          El documento se encuentra, entre otros sitios, conservado en el Archivo de la Real Chancillería de Granada (Caja 4766, pieza 11).

“Esto es traslado bien y fielmente sacado de una carta Exª real escritura en pergamino y sellada con un sello real de plomo pendiente en hilo de seda de colores que su tenor dice así:__________________________________



DON CARLOS por la divina clemencia, Emperador siempre Augusto de Alemania, doña Juana su madre y el mismo don Carlos por la Gracia de Dios rey de Castilla, de Aragón de las dos Çicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca , de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Corcega, de Murcia, de Jaén, del Algarbe, de Algeciras, de Gibraltar, de las islas de Canarias, de las Indias y tierra firme, de mar y océano, conde de Barcelona, señor de Vizcaya y de Molina, duque de (…) etc.



Ayuntamiento Vara de Rey Cuenca


A nuestra justicia mayor y a los de nuestro concejo, a los presidentes de las nuestras audiencias, alcaldes, alguaciles, de la nuestra casa , cortes y chancillerías y a los concejos asistentes, gobernadores, corregidores, jueces, alcaldes, alguaciles merinos, e otras justicias e oficiales, cuales quiera lugar de Vara de Rey, jurisdicción en la villa de San Clemente, como de todas las ciudades, villas y lugares de los nuestros reinos y señoríos que son y que serán de aquí en adelante, a los que cogen y recaudan y empadronan, cuando hicieren de recoger e de recaudar e de empadronar en renta de cualquier otra manera, ahora y de aquí en adelante, las nuestras monedas, pedidos y servicios e los otros pechos e tributos cuales quieran pedidos y servicios e los otros pechos e tributos cuales quieran pedidos, e servicios e los otros pechos e tributos, ya sean reales o concejales que los hombres buenos pecheros de dicho lugar de Vara de Rey y de cualquier otra ciudad, villas y lugares de los dichos nuestros reinos y señoríos. Repartieren y derramaren en cualquier manera, así para nuestro servicio como para sus gastos e a cualquier e cuales quiera de vos a quien esta nuestra carta ejecutoria fuere mostrada. Asignado de escribano público sacado con autoridad de juez e de alcalde. Salud. 



Vara de Rey Castilla la Mancha


         Pasó en nuestra Corte y Chancillería que está y reside en la ciudad de Granada, ante los nuestros alcaldes de los hijosdalgo e notarios del reino de Toledo e en grado de la declaración ante nuestros presidentes de la dicha audiencia entre Diego de Zamora, vecino del dicho lugar de Vara de Rey e su procurador en su nombre y el licenciado Lope de Castellanos y el doctor Sancho de Lebrija, procuradores, fiscales que fueron en la dicha nuestra corte y Chancillería.
         En nombre de nuestro patrimonio real y el concejo, justicia, oficiales y hombres buenos del dicho lugar de Vara de Rey en su ausencia, sobre razón de que por parte del dicho Diego de Zamora que presentada ante los dichos nuestros alcaldes e notario una petición de demanda en 19 días del mes de noviembre de 1516 años por la cual dijo que demandaba ante ellos al dicho concejo, justicia e regidores y hombres buenos del dicho lugar de Vara de Rey y el dicho licenciado Lope de Castellanos nuestro fiscal: que siendo hijodalgo notorio de padre y de abuelo y devengar 500 sueldos según fuero y habiendo estado los dichos su padre y abuelo en esta posesión de hijodalgo en los lugares donde habían vivido e morado de uno; cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta años, en cualquier tiempo y en cualquier lugar de no pagar ni contribuir en los pechos, ni derramas reales y concejales. Que pechan y contribuyen los hombres buenos pecheros de los dichos lugares y habiéndose ajuntado en los ayuntamientos de los hombres hijodalgo y habiendo ido a las guerras e llamamientos que se han hecho y mandado hacer a los hombres hijodalgo de estos nuestros reinos, el dicho concejo e hombres buenos de poco tiempo a aquella parte han quebrantado la dicha hidalguía que por su parte tenía, e le habían empadronado en los hombres buenos pecheros , le han mandado dar carne con sisa y esta parte habían requerido a la parte contraria que le guardasen la dicha hidalguía y no lo habían querido, ni querían hacer sin contienda de juicio por lo que pidió a los dichos nuestros alcaldes e notarios que habida su relación y que le declarasen en sentencia hijodalgo de padre y abuelo y condenasen a la parte contraria allí presente le guardasen su hidalguía y que le tornase e restituyesen la prebendas que reclama.
DECLARACIÓN DE LOS TESTIGOS:



Vara de Rey


Testigo 1º.

Gonzalo Martínez Toledano, vecino de la villa de San clemente, hombre bueno pechero. Era de edad de 60 años, más o menos.

*Que conoce a Diego de Zamora, vecino de Vara de Rey casi desde que nació, pues el testigo vivió en Vara de Rey, en vida de Rodrigo de Zamora padre del dicho Diego de Zamora, y que hace diez años se marchó (el testigo) a vivir a San Clemente de donde era natural.

*Que Digo de Zamora era de 25 años poco más o menos (otros testigos dirán que tiene 35) que hace 4 ó 5 años que se casó (otros testigos más precisos dirán que se ha casado en segundas nupcias).

*Que siempre le conoció viviendo en Vara de Rey.

*Hace 30 años que comenzó a conocer, al padre de Diego de Zamora, esto es, a Rodrigo de Zamora que era natural de Hontecillas de donde había venido a vivir a Vara de Rey, que la madre de este Rodrigo se quedó viuda y vino a vivir a Vara de Rey donde se casó con Fernando Alonso, que era hijodalgo de este lugar.

*Rodrigo de Zamora se casó con una hija de Miguel Sánchez de Jávega, que le conoció en estos años y que hará 10 años que murió.

*Que no conoció al padre de Rodrigo de Zamora, Diego Sánchez de Zamora, pero que conoció a su viuda, que ella y otras muchas personas le dijeron que Diego Sánchez de Zamora fue vecino de Hontecillas, que la mujer de Diego Sánchez Zamora fue Leonor Sánchez que es la que vino a Vara de Rey a vivir.

*Que era público y notorio que el padre de Rodrigo de Zamora fue Diego Sánchez de Zamora y que era público y notorio que nunca pecharon ni contribuyeron con ninguno de los pechos e porque en vida del dicho Rodrigo de Zamora después que fue casado, este testigo, fue regidor en dicho lugar dos años e otros dos jurado, estos años se juntaban con los oficiales del concejo y se hacían los repartimientos y nunca se le repartieron, ni derramas, ni cosa alguna a Rodrigo de Zamora, ni le ponían en los padrones de los pecheros. Se le dejaba libre y exento por estar en posesión de hidalguía y que ninguno pechó ni padre ni hijo.

*Que aunque luego se fue a vivir a San Clemente conoce muy bien a los vecinos de Vara de Rey por ser lugar pequeño y porque en él viven casados dos de sus hijos.

*Que siempre ha oído decir que Diego de Zamora es hijo de Rodrigo de Zamora y de su mujer, hijo legítimo de legítimo matrimonio.

*Que Rodrigo de Zamora se casó con Elvira de Barzana y que lo sabía porque este testigo estuvo en su desposorio y velaciones y que estando así casados vio este testigo criarse a Diego de Zamora como a su hijo legítimo junto con otros sus hermanos menores; e por tal los tuvieron y vi que los dichos se padre y su madre los tenían y los criaban llamándolos hijos y ellos padres.

*Que el Diego de Zamora era hijodalgo de padre y de abuelo y que lo sabía y todos los vecinos los tenían por tales.

*Que el padre de Rodrigo de Zamora, Diego Sánchez de Zamora, era hijodalgo y que había vivido en Hontecillas, y que no he oído decir cosa contraria nunca.

*Que nieto, padre y abuelo habían sido hijodalgo, cada uno en su tiempo y allí donde habían vivido.

*Que no pecharon no por vivir con ningún caballero, ni por el favor de estos, ni por ser allegados a la Iglesia, ni monasterio, ni por tener privilegio de caballería, ni por ser pobre y no tener de que pagar, ni por ninguna otra razón que por ser hijodalgo y estar en posesión, y así conoció este testigo al padre y al hijo ser hijodalgo y vivir de su hacienda labrando y criando y que sabía que los dichos Diego de Zamora y Rodrigo de Zamora que se ajuntaban y siempre se ajuntaban que en dicho lugar de Vara de Rey habían hecho y siempre hacían los hombres hijodalgo. Lo sabía este testigo porque allí tenía y tienen los hijodalgo la costumbre de juntarse los hijodalgo que allí vivían para elegir al regidor y ver los repartimientos y otras cosas del concejo y que allí se ajuntaban Diego y Rodrigo de Zamora por estar en posesión de hidalguía.

2º TESTIGO:

Diego de Montoya vecino del lugar de Vara de Rey y hombre hijodalgo que dijo ser de edad de 50 años poco más o menos, y que conocía a Diego de Zamora por cuya parte era presentado. Que lo conocía desde que nació que desde hace 5 ó 6 años está casado que siempre lo ha visto vivir y morar en Vara de Rey. Que conoció también a Rodrigo de Zamora su padre, que fue al dicho lugar donde vivió y moró, ya difunto. Y que hará 35 años que lo comenzó a conocer, que hará 15 años que falleció.

*Que se había casado con hija de Miguel Jávega.

*Que el padre de Rodrigo de Zamora se llamaba Diego Sánchez de Zamora.

*Que Diego Sánchez de Zamora estuvo casado con Leonor Sánchez, que como esta quedó viuda se vino a Vara de Rey y se casó con Fernando Alonso, que la conoció 10 años poco más o menos. Y que había oído decir que la dicha Leonor Sánchez estuvo casada con el padre de Rodrigo de Zamora, Diego Sánchez de Zamora, y que tuvo a Rodrigo de Zamora como hijo legítimo.

*Que Rodrigo de Zamora se había casado con Elvira Jávega y que había visto a Diego de Zamora como hijo de Rodrigo y Elvira.

*Que Diego de Zamora era hijodalgo de padre y de abuelo.

*Que los vecinos de Vara de Rey habían tenido y tratado como hijodalgo a Rodrigo y a Diego de Zamora.



Parroquia Vara de Rey


*Que nunca se les repartieron pechos y que cuando Elvira de Barzana quedó viuda tampoco se le repartieron como viuda de hijodalgo.

3º TESTIGO

Antonio López vecino de Vara de Rey, hombre bueno pechero, que era de 57 años.

*Que conocía a Diego de Zamora desde que nació, que Diego de Zamora tenía 35 años, poco más o menos.

*Que Diego de Zamora siempre había vivido en Vara de Rey pero que hará 5 ó 6 años que se vivía en el Cañavate a dos leguas de Vara de Rey y que de 6 a 7 años a esta parte que lo conocía casado en Vara de Rey se casó, pero que de un año a esta parte se había quedado viudo de la mujer con la que se casó en Vara de Rey que después se ha vuelto a casar en El Cañavate.

*Que conoció a Rodrigo de Zamora padre de Diego de Zamora, que vivió y moró en Vara de Rey.

*Que el padre de este y abuelo de Diego de Zamora se llamó Diego Sánchez de Zamora, que no le conoció pero que ha oído decir a más de cuatro que había sido de un lugar que se llama Hontecillas y que está a cinco leguas de Vara de Rey y que de allí eran naturales. Pero que conocía la abuela de Diego de Zamora, que no se acuerda de su nombre a la cual conoció estando casada con Fernando Alonso vecino que fue de dicho lugar de Vara de Rey que era escudero e hijodalgo.

*Que era público y notorio que antes estuvo casada con el padre de Rodrigo de Zamora, que este fue tratado por ella como hijo legítimo y que Rodrigo de Zamora se caso con Elvira de Jáveba y que estos son los padres de Diego de Zamora, que vio a estos tratarlo a él y a sus hermanos y hermanas como hijos legítimos.

*Que no conocía al abuelo de Diego de Zamora, pero que había oído decir a varias personas que se llamó Diego Sánchez de Zamora.

*Que hace más de 30 años a esta parte que conoció a Rodrigo de Zamora, pero que Diego Sánchez de Zamora había vivido en Hontecillas.

*Que todos ellos donde habían vivido e morado habían sido tenidos, cada uno en su tiempo por hijodalgo y que nunca habían pechado. 

*Que tenían hacienda razonable para vivir de ella.

4º TESTIGO

Alonso de Sepúlveda, vecino de dicho lugar de Vara de Rey hombre hijodalgo, dijo que era de edad de 45 años.



Ermita Vara de Rey


*Que conocía a Diego de Zamora. Que lo conocía desde hacía 25 años, que lo conoció siendo muchacho pequeño criado en la casa de su padre en el lugar de Vara de Rey.

*Que de 4 a 5 años a esta parte se había casado y que tenia cas en Vara de Rey pero que falleció su mujer y se volvió a casar en El Cañavate; pero que en Vara de Rey tenía su casa, asiento y hacienda.

*Que conoció a Rodrigo de Zamora, padre de Diego de Zamora, era vecino de Vara de Rey. Que hará 25 años que comenzó a conocer al dicho Rodrigo de Zamora y que lo conoció casado y viviendo siempre en Vara de Rey.

*Que no conoció al abuelo de Diego de Zamora y padre de Rodrigo de Zamora, pero que había oído decir que vivió en Albaladejo y en Hontecillas, siempre oyó decir que era hijodalgo.

*Que Diego de Zamora se crió con sus otros hermanos con su padre Rodrigo de Zamora y su madre cuyo nombre no recuerdo pero su sobrenombre era Jabega.

*que Diego de Zamora, su padre y su abuelo fueron hijodalgo allí donde vivieron e moraron y cada uno en su tiempo, que esto era conocido y público.

*Que sabía que el padre de Diego de Zamora, Rodrigo de Zamora, tuvo dos contrarios que ahora eran oficiales del concejo y que son los que mantienen semejante cosa con el litigante Diego de Zamora; y que lo sabe pues es este testigo de Vara de Rey y el lugar es pequeño, y por ser pequeño se conoce por todos quienes son hijodalgo y quienes pecheros.

*Que Diego de Zamora y Rodrigo de Zamora siempre fueron hijodalgo que nunca pecharon y que vivieron de su razonable hacienda.



Cuenca Vara de Rey


5º TESTIGO

Pedro de Villanueva
, hijodalgo y vecino de Vara de Rey. Que era de 66 años poco más o menos. (en distintos momentos dirá este testigo que conocía todos los pueblos que cita por haber trabajado para los Alarcón y casi el final de su testimonio dirá que su padre y Diego Sánchez de Zamora se habían criado junto a Lope Ruiz de Alarcón, esto debe ser cierto pues en otro documento, el codicilo testamentario de Lope Ruiz de Alarcón firma como testigo Fernando de Zamora vecino de Hontecillas)



Castillo Alarcón


*Que conocía a Diego de Zamora, desde que nació y que sería de 32 ó 33 años poco más o menos.

 *Que era vecino de Vara de Rey, donde siempre vivió, que hará 7 años se casó y hace año y medio enviudó y se casó en El Cañavate que dista dos leguas de Vara de Rey.

*Que conoció a Rodrigo de Zamora, padre de Diego de Zamora, y que lo conoció durante 40 años, soltero y casado y que hará más de 10 años que falleció.

*Que no conoció a Diego Sánchez de Zamora, padre de Rodrigo de Zamora y abuelo del que litigaba, pero que había oído hablar mucho de él tanto en Vara de Rey como en Valverde donde había vivido este testigo algún tiempo, y que dista cinco leguas de Vara de Rey.


Fernando Zamora vecino de Hontecillas Cuenca, Codicilo testamentario Lope Ruiz de Alarcón 1472

*Que este testigo conoció a la mujer de Diego Sánchez de Zamora viviendo en Hontecillas hace 45 años, viuda y que luego fue a vivir a Vara de Rey cuando se casó con Fernando Alonso.

*Que conoció a Rodrigo de Zamora como hijo de Diego Sánchez Zamora y que luego lo vio con su madre en Vara de Rey, que Rodrigo de Zamora se casó con Elvira de Jabega que vio a estos dos criar y tratar porhijo legítimo a Diego de Zamora y a otro hijo que se llamaba Aguilar.

*Que no conoció a Diego Sánchez de Zamora pero que hace más de 45 años, que conocía a la mujer de este, y que sabía que era hijodalgo, así lo tenían en Hontecillas.

*Que Rodrigo de Zamora tenía otro hermano que se llamó Diego de Zamora.

*Que Diego de Zamora, su padre Rodrigo de Zamora y Diego Sánchez de Zamora, cada uno de ellos, allí donde habían vivido e morado e cada uno en su tiempo fueron hijodalgo.

*Que los viejos sabían que Diego Sánchez de Zamora había vivido en Hontecillas, que este testigo había oído decir muchas veces a su padre que se llamó Fernando de Villanueva, ya difunto, y que haría 36 años que era fallecido y que al tiempo de su fallecimiento tendría 60 años y decía que él y Diego Sánchez de Zamora se habían criado juntos con Lope de Alarcón, suyo era el lugar de Valverde y de Hontecillas y que siempre le habían tenido por hidalgo.



Castillo de Alarcón


*Que los veces que fue a Hontecillas vio y trató a la viuda de Diego Sánchez de Zamora que no pechaba por ser mujer de hijodalgo, que conoció en Valadejo a una hermana de esta viuda, que era labradora y que pechaba por no ser viuda de hijodalgo.

*Que conoció a Diego de Zamora, hermano de Rodrigo de Zamora, vivir e morar en Vara de Rey e que nunca pechó.

*Que tenían hacienda razonable.

Terminan los testigos referentes a Diego de Zamora.

En pleito entre Diego de Zamora, vecino del lugar de Vara de Rey y su procurador en nombre de una parte y el doctor Sancho de Lebrija procurador fiscal de su majestad y el concejo, justicia, regidores, oficiales y hombres buenos pecheros del dicho lugar de Vara de Rey:



Concejo Vara de Rey


Alcaldes:

FALLAMOS que el dicho Diego de Zamora y su procurador en su nombre cumplidamente su intención y demanda conviene a saber que su padre y abuelo y cada uno de ellos en su tiempo e en los lugares donde vivieron e moraron fueron hijodalgo e de no pechar ni pagar pedidos alguno, ni servicios, ni otros pechos, ni tributos alguno, reales o concejales (…) que los hijodalgo no pagan, ni pechan, ni fueren, ni son tenidos, ni obligados de pechar, ni pagar, damos y pronunciamos en cuanto esta sentencia es por bien y cumplidamente (…) que la dicha hidalguía sea guardada al dicho Diego de Zamora, así en el dicho lugar de Vara de Rey como en todas las ciudades, villas, lugares de estos reinos y señoríos de su majestad, donde viviere y morase por que debemos condenar y condenamos al dicho concejo, regidores, fiscales y a los hombres buenos de dicho lugar de Vara de Rey y a todos los otros concejos de todas las otras ciudades villas y lugares de estos reinos y señoríos de su majestad de donde el dicho Diego de Zamora viviera e morare e tuviere hacienda y heredad de que guardándole la dicha posesión ahora y de aquí en adelante (…)

Reservamos su derecho a salvo a la propiedad de la hidalguía de dicho Diego de Zamora para que cada uno de ellos los pueda pedir e demandar cuano e ante quien vieren que le cumple.

(…) haciendo audiencia 19 días del mes de marzo de 1535 estando presente el dicho doctor Sancho nuestro fiscal y en presencia del procurador del dicho Diego de Zamora y del concejo del dicho lugar de Vara de Rey. (…)

Dada en la ciudad de Granada a 24 días del mes de octubre del año del nacimiento de nuestro Salvador de 1541 (…)

CASO DE FRANCISCO DE ZAMORA

Ayuntamiento de San Clemente cuenca

        Se presentó el Señor Francisco de Zamora hijo de Diego de Zamora, ya difunto, vecino que fue de El Cañavate, dijo que está casado en esta villa de San Clemente con la hija de Anton García Moreno, vecino de esta villa y vivo en ella con mujer y casa poblada y yo soy hombre hijodalgo notorio como consta por esta ejecutoria real de que hago demostración como hijo legítimo que soy de Diego de Zamora de cuyo pedimento se dio sin que sea necesario información de cómo soy hijo legítimo de legítimo matrimonio del dicho Diego de Zamora contenido en la dicha ejecutoria, pido y suplico a vuestra merced me mantengan por tal hijodalgo notorio y manden se me guarden las “mismas condiciones” que los demás hijodalgo de esta villa, se le guarda conforme a la dicha ejecutoria por tal, me manden asentar en los libros del concejo en lo cual hará justicia.

*Ayuntamiento ordinario sábado a 16 de octubre de 1563 años la presentó Francisco de Zamora vecino de esta villa.

*Que de información de la filiación y que se proveerá justicia.

*El magnífico señor Francisco de Zamora, vecino de esta villa de San Clemente comparezco ante vuestras mercedes y digo que el sábado pasado hice demostración en una ejecutoria de hidalguía que soy y tengo por donde claramente consta mi padre, abuelo y bisabuelo y los demás mis antepasados haber sido hijodalgo de solar conocido, devengar 500 sueldos según fuero de España y como tal le ha gozado de todas premunencias e exenciones que los demás hijodalgo suelen gozar.

Mi padre sacó en contradictorio juicio que trató con la villa de Vara de Rey en donde a la sazón vivía, la ejecutoria de la que tengo hecha demostración ante vuestras mercedes y siendo como es justo y a derecho conforme que como hijo legítimo que soy de Diego de Zamora procreado e siendo de legítimo matrimonio gocé de las premunencias y exenciones que han gozado mis antepasados para la verificación, para vuestras mercedes, que por hacer merced mandaron que diese información de mi filiación par a cuyo cumplimiento he presentado ciertos testigos ante Diego de Oviedo como escribano qu es de este ayuntamiento de la cual dicha probanza hago presentación de la cual claramente constará mi filiación derechamente y si más información fuere necesaria me obligo a darla más cumplidamente puesto todo lo dicho consta ser verdad pido y suplico a vuestras mercedes me manden. (…)

En ayuntamiento ordinario, sábado 6 días de noviembre de 1563 años presentó Francisco de Zamora autos del cabildo que se guarde la ejecutoria.

Que se le guarde la posesión conforme al auto sin prejuicio de derecho de la propiedad que se notifique que a los tenderos e carniceros, que se le reciban que se ponga en los libros de los hijodalgo y que se le ponga cuatro reales de alcabala.

La villa de San Clemente a 20 días de octubre de 1563 años ante el magnífico Señor Francisco de Barrionuevo, alcalde ordinario de la dicha villa compareció presente Sebastián Moreno, vecino de esta villa, en nombre de Francisco de Zamora en el interrogatorio del tenor siguiente:

Para las preguntas siguientes: (…)

1ª.- primeramente si conoce al dicho Francisco de Zamora, si conocieron a Diego de Zamora e a María Martínez, padres del dicho Francisco de Zamora, los cuales habitaron e moraron en la villa de El Cañavate.

2ª.-Item si saben si el dicho Diego de Zamora padre del dicho Francisco de Zamora, del contenido en la ejecutoria que de presente mostrada los cuales testigos lo saben porque lo vieron traer pleito al dicho Diego de Zamora con el concejo de la villa de Vara de Rey sobre razón de su hidalguía e condenaron al dicho concejo en Granada por las sentencias.

3ª.-Item si saben etc que el dicho Diego de Zamora fue casado según orden de la Santa Madre Iglesia con María Martínez su legítima mujer y como tal marido e mujer los vieron hacr vida maridable e uno llamando marido e mujer.

4ª.-Item si saben etc que durante el tiempo de su matrimonio tuvieron y procrearon por su hijo legítimo a Francisco de Zamora de que al presente se trata por tal su hijo legítimo fue habido y tenido e comúnmente reputado llamándolo el dicho Francisco Zamora al dicho Diego de Zamora e a María Martínez padre e madre e ellos a él hijo, dándole de comer y todos los demás alimentos para su persona necesarios en casa de Diego de Zamora su padre.

Este dicho día ante el dicho escribano, el dicho Francisco de Zamora presentó por testigos a Juan García Manzanares y a Mateo de Sancedo que fue recibido juramento en forma que los prometieron de decir verdad ante el testigo Antonio García Moreno.

TESTIGO 1º.

Cristóbal de Herrero
vecino de la villa de San Clemente, testigo presentado por Francisco de Zamora.

1ª.-a la primera pregunta dijo que conoce a Francisco de Zamora y a sus padres Diego de Zamora y a María Martínez los cuales fueron vecinos de la villa de El Cañavate donde este testigo los conoció vivir más de 20 años en su casa poblada.

Preguntado por las preguntas generales dijo: que es de 53 ó 54 años de edad, que no es pariente de ninguna de las partes.



Cuenca


2ª.-pregunta dixo: mostrada la ejecutoria en pergamino y cordón de seda con el sello de plomo dijo el testigo que ese Diego de Zamora que aparece en la ejecutoria es el padre de Francisco de Zamora vecino de San Clemente y contenido en la ejecutoria de su majestad porque este testigo le vio traer el pleito de su hidalguía por el tiempo contenido en la dicha ejecutoria e que condenaba al concejo con quien lo traía por donde sacola dicha ejecutoria y esto es público y notorio que es verdad.

3ª.-de la tercera pregunta dijo que durante el dicho tiempo de los dichos 20 años que conoció al dicho Diego de Zamora padre del dicho Francisco de Zamora este testigo le vio vivir en la Atalaya aldea de El Cañavate al dicho Diego de Zamora e a María Martínez su mujer con su casa poblada y haciendo vida maridable como marido y mujer por tales fueron habidos y tenidos e comúnmente reputados e por tal los tuvo e este testigo, resto es público y notorio.

4ª.- a la cuarta pregunta dijo: que este testigo sabe que durante el tiempo de matrimonio entre los dichos Diego de Zamora e María Martínez su mujer viese procrearon por su hijo legítimo al dicho Francisco de Zamora de quien preguntar se trata e por tal su hijo legítimo le tuvieron e llamándole hijo e él a ellos padre e madre e dándole lo que es menester como tal su hijo e por tal fue habido e tenido e comúnmente reputado esto es público y notorio que es verdad.

5.-a la quinta pregunta dijo que este testigo dice la verdad so cargo que dicho juramento e firmólo Cristóbal de Herrero.

2 TESTIGO:

El dicho Pedro González de Córdoba, vecino de la villa de San clemente, testigo presentado por el dicho Francisco de Zamora vecino de esta villa.

Habiendo jurado dijo:

1ª.- a la primera pregunta dijo que este testigo conoce al dicho Francisco de Zamora vecino de esta villa de San Clemente y conoció a los dichos Diego de Zamora e María Martínez su mujer, padre e madre del dicho Francisco de Zamora de 30 años a esta parte los cuales conoció vecinos de la villa de El Cañavate morando en la Atalaya aldea de la dicha villa de El Cañavate durante el dicho tiempo.

Preguntado por las preguntas generales dijo que es de edad de 55 años poco más o menos tiempo; que no le tocan ninguna de las preguntas que le fueron hechas.

2ª a la segunda pregunta dijo: que este testigo sabe que el dicho Diego de Zamora, padre del dicho Francisco de Zamora, es el contenido en la carta ejecutoria, que le fue mostrada, de su majestad sellada con su sello de plomo pendiente en filos de seda a colores porque este testigo le vido traer pleito al dicho Diego de Zamora sobre la dicha hidalguía y después de de haberla sacado un día se la mostró a este testigo la dicha María Martínez madre del dicho Francisco de Zamora mujer del dicho Diego de Zamora mostrando mucho contento porque el dicho su marido la había sacado, por esto y por haberla visto hace mucho tiempo de la dicha su hidalguía por razón de la dicha ejecutoria e que esto es público e notorio que truxo del dicho pelito con el dicho concejo de la villa de Vara de Rey que entonces era aldea de San Clemente e que condenaron al dicho concejo por dos sentencias en Granada como consta de la dicha ejecutoria a la que dijo que se refiere.

3ª.- a la tercera pregunta dijo: que sabe que de los dichos 30 años conoció casados a los dichos Diego de Zamora e María Martínez su mujer en la aldea de la Atalaya jurisdicción de la villa de El Cañavate los cuales como es dicho estaban casados según la orden de la Santa Madre Iglesia e como tal marido e mujer hacían vida maridable e teniendo su casa poblada e llamándose el uno al otro mujer y el otro marido lo cual fue público e notorio.

4ª.-a la cuarta pregunta dijo: que sabe que durante el dicho tiempo del matrimonio de esta los dichos Diego de Zamora e María Martínez mujer tuvieron e procrearon por su hijo legítimo al dicho Francisco de Zamora del cual al presente se trata e por tal su hijo legítimo lo tuvieron llamándole el padre y la madre hijo y él a ellos padres. Y como tal su hijo heredó sus bienes y esto es público y notorio.

5ª.- a la quinta pregunta dijo que lo que tiene dicho es verdad público e notorio so cargo de dicho juramento y firmólo Pedro González de Córdoba.

3.- TESTIGO

El dicho Juan García de Manzanares, vecino de esta villa de San Clemente testigo presentado por pate del dicho Francisco de Zamora habiendo jurado en toda forma de derecho e siendo preguntado del interrogatorio dijo lo siguiente.

1ª.- a la primera pregunta dijo que este testigo conoce al dicho Francisco de Zamora, vecino de esta villa desde que era niño el dicho Francisco de Zamora e conoció al dicho Diego de Zamora e a María Martínez su mujer padre e madre del dicho Francisco de Zamora a los que los conoció más tiempo de 10 años, los cuales fueron vecinos de la villa de El Cañavate e moradores en la Atalaya aldea de la dicha villa de El Cañavate tener casa poblada.

Preguntado por las preguntas generales dijo que es de edad de 35 años poco más o menos e que no le toca ninguna de las demás preguntas generales e que le fueron hechas.

2ª pregunta dijo que este testigo vido que siempre en este tiempo en que este testigo conoció al dicho Diego de Zamora, padre del dicho Francisco de Zamora fue habido e tenido por hijodalgo por virtud de la su ejecutoria que le fue mostrada por el escribano e como tal hijodalgo e de la dicha ejecutoria qu le fue mostrada por el escribano e como tal hijodalgo e de la dicha ejecutoria que le ah sido mostrada el dicho Diego de Zamora padre del dicho Francisco de Zamora que el dicho Diego de Zamora es contenido en ella porque la sacó por pleito en granada que esto es público e notorio.

3ª a la tercer pregunta dijo que este testigo vido casado e velado según orden de la Santa Madre Iglesia a los dichos Diego de Zamora e a María Martínez su mujer e como tal marido e mujer hacer vida maridable en su casa llamándose ela a él marido e él a ella mujer por diez años lo cual es público e notorio a este testigo e a todos los que de ello tienen noticia.

4ª a la cuarta pregunta dixo que sabe que durante el dicho matrimonio entre los dichos Diego de Zamora e María Martínez su mujer procrearon por su hijo legítimo de legítimo matrimonio al dicho Francisco de Zamora que de presente ha presentado la dicha ejecutoria e por tal su hijo vido este testigo a los dichos Diego de Zamora e María Martínez su mujer han alimentado hicieron lo que es menester como tal su hijo legítimo e llamándole hijo y él a ellos padre y madre como tal su hijo y sabe que heredó parte de sus bienes con otros hijos del dicho Diego de Zamora e esto es público y notorio en la villa de El Cañavate y en toda parte que de ello tienen noticia e en verdad.


Vara de Rey


5ª a a quinta pregunta dijo que lo que he dicho es verdad y público y notorio.

4.-TESTIGO

Mateo Sancedo
vecino de la villa de San Clemente testigo presentado por parte del dicho Francisco de Zamora vecino de esta villa. Habiendo jurado en toda forma de derecho e siendo presentado por tenor del dicho interrogatorio dixo:

1ª.- a la pregunta primera que conoce a los dichos Diego de Zamora e a María Martínez su mujer mucho tiempo porque este testigo posó en su casa de los dichos Diego de Zamora e María Martínez su mujer los cuales eran vecinos de la villa de El Cañavate e moradores en el lugar de la Atalaya aldea de la villa de El Cañavate.


Cuenca


Preguntado por las preguntas generales declara ser de 45 años más o menos tiempo, e que no le toca a ninguna de las de más peguntas que le fueron hechas.

2ª a la segunda pregunta dijo que sabe que dicho Diego de Zamora padre del dicho Francisco de Zamora esta contenido en la dicha ejecutoria que le fue mostrada por el dicho escribano e que se refiere a ella.

3ª a la tercera pregunta dijo que este testigo vido casado y velados según manda la Santa Madre Iglesia e como tal marido y mujer les he visto hacer vida maridable en una casa en el dicho lugar de Atalaya y esto fue cosa pública y notoria.

4ª a la cuarta pregunta dijo que este testigo vido que durante dicho matrimonio de este los dichos Diego Zamora e María Martínez tuvieron e procrearon por su hijo legítimo lo tuvieron e nombraron e llamaron e alimentaron e dejaron sus bienes e hacienda llamándolo hijo y él a ellos padre e madre esto es público y notorio, es cosa pública e notoria, es cosa sin duda verdad.

5ª.- a la quinta pregunta dijo que lo que tiene dicho es verdad socargo del dicho juramento, e fimó con su nombre Mateo de Sancedo, pasó ante mí e vio.”



San Clemente Cuenca