miércoles, 28 de mayo de 2014

Heráldica, genealogía, nobleza: Zamora, Ugarte, Pagés,Cerveró Jayme, Torres

genealogia zamora, ugarte,pagés, cerveró, jaime, torres

1.-Felipe Zamora Cerveró
 y 
2.-Ramón Zamora Cerveró, 
hermanos.
Hijos de: 
         *Francisco Zamora Bermúdez y García (nat. Alhama Granada, militar).
                  *Raymunda Cerveró Chornet (nat. Valencia).

Abuelos paternos: 
         *Diego Zamora Bermúdez e Isabel Naveros (Alhama Granada).

Bisabuelos paternos:
          *Diego Zamora y Bermúdez y Gerónima Montoza Zamora Bermúdez (Alhama Granada).

Escudo de los Zamora - Bermúdez de Alhama de Granada
1.-Felipe Zamora Cerveró:

*Nace en Cartagena el 28 de febrero de 1801 y muere en Madrid el 7 de marzo de 1857.

*Contrae matrimonio en San Roque, Cádiz, con doña Mª África Torres Escobar, hija de don Juan Torres, regidor perpetuo de Gibraltar, residente en San Roque al estar tomada la ciudad de Gibraltar por los ingleses, y de doña Ana Escobar.

*Profesión Militar.

2.-Ramón Zamora Cerveró:
       *Nace en Antequera, bautizado el 1 de mayo de 1803 y muere en Madrid en 1856.
       *Se casó con doña Lucía Caballero
      *Hijo de Ramón y Lucía:
         EDUARDO ZAMORA Y CABALLERO
Historiador, dramaturgo, periodista, militar, político
Hombre del S. XIX

       Eduardo nació en Valencia, sin embargo, sus raíces están en Alhama de Granada. Su abuelo, Francisco Zamora Bermúdez, militar, como lo será su padre Ramón Zamora Bermúdez y Cerveró, había nacido en Alhama, en el seno de una familia alhameña desde hacía más de 250 años.

¿Quién fue Eduardo Zamora y Caballero?
        Nació en Valencia el 24 de agosto de 1837, y murió en Madrid el 8 de febrero de 1899; su funeral se celebró en la parroquia de San José, calle Alcalá de Madrid, enterrándose en el cementerio de San Lorenzo. 

El original de esta foto se conserva en el Arxiu Nacional de Catalunya, quien tiene los derechos de autor de la misma. 
Rueda de Prensa en la toma de posesión del Colegio de abogados de Barcelona durante la Guerra Civil, 18 de octubre de 1937, del que formaba parte don Luis Jayme Zamora, nieto de Eduardo Zamora y Caballero.


Eduardo Zamora y Caballero contrajo matrimonio con doña Rosa Ugarte Pagés; tuvieron una hija:

          Doña María Rosa Zamora Ugarte (nació el 21 de septiembre de 1885 y murió en Barcelona el 9 de julio de 1974). Rosa contrajo matrimonio en 1909, a los 23 años,  en la parroquia de la Purísima Concepción  y Asunción de Nuestra Señora, en Barcelona, con Luis María Jayme de Torres, que contaba 27 años en el momento del enlace (juez en Figueras, fiscal en Barcelona, expulsado de la carrera judicial por apoyar a la república, murió en Barcelona el 11 de julio de 1962, en su domicilio de la calle Balmes 167); fueron padrinos el ex-ministro de Gracia y Justicia y fiscal del Tribunal Supremo, don Javier de Ugarte, tío de la novia, y la madre del novio, doña Pía de Torres; actuaron como testigos el gobernador de Gerona, don Luis Ugarte, don Juan Pagés y Millán, don Mariano Bretón y Bretón, y don Pablo Peyras y Corominas.

        María Rosa Zamora Ugarte y Luis Jayme de Torres tuvieron, al menos, un hijo llamado Luis Jayme Zamora, que casó con la valenciana Amelia García Salcedo, hija de Manuel García Pla y de Asunción Salcedo Balari (Amelia murió viuda en Huixquilucan, México, en el año 1995). 


El original de esta foto se conserva en el Arxiu Nacional de Catalunya, quien tiene los derechos de autor de la misma. Credencial de Luis Jayme Zamora, delegado del Sindicat de Professions Liberals de la UGT de Barcelona.

      Luis Jayme Zamora terminó el bachiller en Figueras en 1925; licenciado en derecho, fue miembro del Colegio de abogados de Barcelona. El 7 de septiembre de 1936, según consta en un documento conservado en el Arxiu Nacional de Catalunya, fechado en Barcelona, Luis Jayme Zamora era el presidente del sindicato: Sindicat de Professions Liberals, U.G.T. Barcelona.

Eduard Ragasol i Sarrà, sots-secretari del departament de Justícia de la Generalitat de Catalunya (al centre)] i al seu costat, a l'esquerra de la imatge, Joan Moles i Ormellas, degà de l'Il·lustre Col·legi d'Advocats de Barcelona. Possiblement durant l'acte de pressa de possessió de la nova Junta del Col·legi d'Advocats de Barcelona elegida el 18 d'octubre de 1937 i formada pel degà Joan Moles Ormellas; diputats Josep Maria Pintó Badals, Pau Graells Solé, Manel Abos Agea, Joan Albiol Raset, Lluís Jayme Zamora; tresorer, Isidor Saló Pons; comptador, Ferran Boter Mauri; bibliotecari Josep Quero Molares i secretari Camil Companys Jover. Seu del Col·legi d'Advocats de Barcelona Eduard Ragasol amb Joan Moles durant la presa de possessió de la Junta del Col·legi d'Advocats, a Barcelona. Los derechos de autor de esta foto la detenta el Arxiu Nacional de Catalunya.

OBRA LITERARIA de Eduardo Zamora y Caballero:
        Entre las obras destacan: El cura Merino; La última batalla; No matéis al alcalde: juguete cómico; Del enemigo el consejo; La última batalla; La muerte de Cleopatra; El rebuzno de Yara; Pobre inoportuno; La propiedad es un robo; Me conviene esta mujer!; La mejor joya, el honor; El sombrero de mi mujer, zarzuela; Una jugada por tabla; Me gustan todas; Una comedia más; Un tenor, un gallego y un cesante; Un vago de real orden; Enmendar la plana a Dios.

POLÍTICO:
       *Secretario del gobernador de Barcelona.
       *Gobernador de Canarias.
PERIODISTA:
       *Director de La Europa.
       *Redactor de El Tiempo.
       *Corresponsal del Diario de Barcelona.
HISTORIADOR:
      Escribió en 7 volúmenes la obra:
            *Historia general de España y sus posesiones de ultramar desde los tiempos primitivos hasta el advenimiento de la República.

LOS ABUELOS paternos de Eduardo Zamora y Caballero:

Francisco Zamora Bermúdez y García

        Francisco Zamora Bermúdez y García, capitán del regimiento español de caballería, nacido en Alhama de Granada de donde eran sus antepasados al menos desde 1560. Se casará con Raymunda Cerveró Chornet, Bautizada el 5 de septiembre de 1767 en la Iglesia de San Bartolomé, en la ciudad de Valencia; hija de Ignacio Cerveró y Caldes (teniente de infantería) y de Francisca Chornet y Arboreda; abuelos paternos: Ignacio Cerveró Aznar y Vicenta Caldes; abuelos maternos: Vicente Chornet Rumbau y Mariana Arboreda Alamá. Francisco y Raymunda tuvieron por hijos: a Felipe Zamora Cerveró y a Ramón Zamora Cerveró. Raymunda o Ramona Cerveró, una vez viuda de Francisco Zamora, se volverá a casar con Diego María Latorre, capitán de caballería.

LOS PADRES de Eduardo Zamora y Caballero:

-Ramón Zamora Cerveró (Nació en Antequera, bautizado el 1 mayo de 1803, muere 1856 en Madrid, vivió entre otros sitios, en Valencia). Entró como cadete en el Regimiento de Caballería de España, a la edad de 12 años; en su expediente militar lo describe en el momento de su incorporación al ejército: de estatura, 4 pulgadas, pelo castaño, cejas, castañas, ojos pardos, color triguero, nariz abultada, su calidad Noble. Contrajo matrimonio  con doña Lucía  Caballero Dusmetla madre de ella, Luisa Dusmet, camarera de la reina María Luisa de Borbón, el padre el militar Manuel Caballero. 

EL TÍO de Eduardo Zamora y Caballero:

-Felipe Zamora Cerveró (nació en Cartagena el 28 de febrero de 1801-muere en Madrid el 7 de marzo 1857). De profesión militar casado con Mª África Torres Escobar, hija de don Juan de Torres Regidor perpetuo del ayuntamiento de San Roque, Cádiz, (don Juan de Torres fue regidor de Gibraltar, que por la material perdida de su plaza se encuentra ahora en  esta ciudad de San Roque) y de doña Ana Escobar. Felipe, en el momento que decide casarse, es alférez; esto lo obliga a demostrar que tiene suficiente dinero para mantener a su familia; su madre, Ramona Cerveró, el 14 de febrero de 1834, antes de su muerte, acontecida el 27 de agosto del mismo año, le cederá, como adelanto de la legítima materna, siete fincas unidas entre ellas con su balsa para curar el cáñamo, en el partido llamado Amacil o Arquillo, perteneciente al  pueblo valenciano de Cuart de Poblet, valorada en más de 60.000 reales de vellón, exigido por el reglamento militar cuando se tiene un grado menor al de capitán para poder contraer matrimonio. Mª África, además de presentar su expediente de limpieza de sangre, tendrá que aportar bienes que igualen a los del novio, aportando entre otras cosas una casa, en San Roque, en la calle del Sol, compuesta de varias habitaciones altas y bajas, dos patios, cuadras y pozo; a la espalda de la casa está la calle de San Francisco. En 1923 se unirá a las tropas Realistas.


Eduardo Zamora y Caballero

Genealogía Zamora, en otra entrada de este blog se puede ver el desarrollo de la genealogía del apellido Zamora

sábado, 24 de mayo de 2014

Revista de análisis politico


LECTURA RECOMENDADA

Saber donde estamos y hacia donde nos dirigimos, es una necesidad básica. Se trata tanto de la acción del espíritu colectivo como de la obra de los pueblos. Esta revista nos ayuda a interpretar la situación en la que nos encontramos, así como los caminos que la humanidad se dispone a recorrer.





viernes, 23 de mayo de 2014

comentario lecturas domingo 25 mayo 2014

LUZ DEL DOMINGO 

Domingo, 25 de mayo de 2014

SEXTO DOMINGO DE PASCUA

  
Primera lectura: Hechos de los apóstoles 8, 5-8. 14-17
Salmo responsorial: Salmo 65, 1-7. 16-20
Segunda lectura: 1 Pedro 3, 15-18


EVANGELIO: Juan 14, 15-21

 15Si me amáis, cumpliréis los mandamientos míos; 16yo, a mi vez, le rogaré al Padre y os dará otro valedor que esté siempre con vosotros, 17el Espíritu de la verdad, el que el mundo no puede recibir porque no lo percibe ni lo reconoce. Vosotros lo reconocéis, porque vive con vos­otros y además estará con vosotros.
18No os voy a dejar desamparados, volveré con vos­otros. 19Dentro de poco, el mundo dejará de verme; vos­otros, en cambio, me veréis, porque de la vida que yo tengo viviréis también vosotros. 20Aquel día experimenta­réis que yo estoy identificado con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros.
21El que ha hecho suyos mis mandamientos y los cum­ple, ése es el que me ama; y al que me ama mi Padre le demostrará su amor y yo también se lo demostraré mani­festándole mi persona.
  
COMENTARIOS
I
 
¿UNA ÉTICA CRISTIANA?

¿Existe una ética cristiana? ¿Existen unas normas de com­portamiento que se puedan considerar propiamente cristianas?
No. No se trata de ponerlo todo en duda. Hay normas o principios de comportamiento que son aceptados y defendidos por la Iglesia, pero que no le pertenecen en exclusiva, sino que son patrimonio de toda o de gran parte de la humanidad. En­tonces, ¿qué es «lo propio» del comportamiento cristiano?

«SI ME AMÁIS. . . »
Además de los buenos sentimientos que de forma natural pueda tener una persona, en el origen del comportamiento cris­tiano hay un hecho fundamental: la relación del creyente con Jesús de Nazaret. Una relación que es, primero, de adhesión a su persona y a su proyecto de hombre y de humanidad; y en segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, una rela­ción de amor que conduce a la plena identificación entre Jesús y el creyente.
Según esto, el comportamiento del creyente en Jesús no se rige por unas normas impuestas o por unos principios aceptados sin rechistar, ni de una ley que se le impone desde fuera, sino, muy al contrario, su actuación nace del amor, sus normas de comportamiento se las da él mismo, le salen de dentro como consecuencia de su identificación personal con Jesús: «El que ha hecho suyos mis mandamientos y los cumple, ése es el que me ama».

«... CUMPLIRÉIS LOS MANDAMIENTOS MÍOS»
Pero ¿cuáles son esos mandamientos?
En el capítulo anterior de su evangelio, Juan nos deja el testimonio del único mandamiento que Jesús ha dejado a los suyos, un mandamiento nuevo que, por serlo, sustituye a los mandamientos viejos: «Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; igual que yo os he amado, también vos­otros amaos unos a otros. En esto conocerán que sois discí­pulos míos: en que os tenéis amor entre vosotros» (13,34). Jesús, que acababa de aceptar su muerte como culminación de su entrega en favor de los hombres sus hermanos y que de esa manera llevaba su amor hasta el extremo, se pone como ejem­plo y medida del amor entre sus discípulos. Y hace de ese amor el signo mediante el cual se podrá reconocer en adelante a sus seguidores. Poner en práctica en cada caso y en cada cir­cunstancia este único mandamiento, en eso consisten los man­damientos de Jesús.
En realidad, el mandamiento nuevo no es sino el encargo de Jesús a sus seguidores para que continúen su misión. En efecto, antes de hablar del mandamiento nuevo, Jesús, en el evangelio de Juan, había hablado dos veces de la misión que él tenía que desarrollar diciendo que era un mandamiento, un encargo de su Padre. La primera vez se refiere a lo que tenía que hacer: «Por eso el Padre me demuestra su amor, porque yo entrego mi vida y así la recobro. Nadie me la quita, yo la entrego por decisión propia. Está en mi mano entregarla y está en mi mano recobrarla. Este es el mandamiento que recibí de mi Padre» (Jn 10,17-18). Entregar la vida voluntariamente, éste es el mandamiento que Jesús ha recibido de su Padre. La segunda vez se refiere a lo que Jesús tiene que decir, al men­saje que tiene que comunicar: «Porque yo no he propuesto lo que se me ha ocurrido, sino que el Padre que me envió me dejó mandado él mismo lo que tenía que decir y que proponer, y sé que su mandamiento significa vida definitiva» (Jn 12, 49-50). El mandamiento del Padre consiste en que comunique un mensaje que es al mismo tiempo una oferta de vida, que si la aceptamos, nos hace hijos y nos compromete a trabajar para convertir este mundo en un mundo de hermanos.
A la luz de estos mandamientos que cumple Jesús debe­mos entender el mandamiento que él nos deja.

UN COMPORTAMIENTO CRISTIANO
En consecuencia, una moral cristiana no se distingue de otras porque, por ejemplo, condena el divorcio o prácticamen­te todo lo relacionado con el sexo. No. La moral, la ética cris­tiana se distingue porque nace de un amor hasta el extremo y tiene como meta practicar un amor de la misma calidad. En todo tipo de relación interpersonal, ésta es la característica que debe distinguir el comportamiento de los cristianos. (De este modo, el matrimonio cristiano, siguiendo con el ejemplo, no se distingue de un matrimonio no cristiano en su indisolu­bilidad, sino en que marido y mujer se quieren tanto que están dispuestos a dar la vida el uno por el otro y, en ese amor, sien­ten la presencia del amor sin límites del mismo Jesús. Y en que ese amor no se encierra ni siquiera en los límites del ma­trimonio mismo, ni en los de la familia, ni dentro de ningún otro límite, sino que se extiende y se comunica a cuantos pue­da alcanzar. De esa manera, la pareja se convierte en una uni­dad de lucha en favor de un mundo de hermanos en el que sea posible la felicidad de todos los seres humanos. La indisolubi­lidad vendrá por añadidura.)

¿SEREMOS CAPACES?
Si quisiéramos hacer un esfuerzo de síntesis de la ética cristiana podríamos proponer esta fórmula: Todo lo que se opone, estorba o ignora cualquier tipo de amor es moralmente malo. Todo lo que es amor es moralmente bueno; todo lo que es amor hasta el extremo y, por tanto, compromiso de realizar el proyecto de un mundo de hermanos, es específicamente cristiano.
Comportarse de esa manera es, sin duda, un proyecto difí­cil. Pero Jesús no nos deja solos: antes de marcharse promete el envío de alguien que nos sirva de apoyo: «Yo, a mi vez, le rogaré al Padre y os dará otro valedor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad...»; y anuncia su próxima vuelta («No os voy a dejar desamparados, volveré con vosotros») a un mundo que lo ha rechazado, que no lo reconoce, pero en el que ha quedado un grupo de personas que, median­te la práctica del amor, están identificados con él y se han comprometido a hacer posible que en el mundo sea verdade­ramente posible el amor.
¿Seremos capaces?


 
II

 15-17 «Si me amáis, cumpliréis los mandamientos míos; yo, por mi parte, le rogaré al Padre y os dará otro valedor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad, el que el mundo no puede recibir porque no lo percibe ni lo reconoce. Vosotros lo reconocéis, porque vive con vos­otros y además estará con vosotros».
Por primera vez menciona Jesús el amor de sus discípulos a él: la adhesión a su persona y obra se convierte en un impulso de identificación con él. Después de haber expuesto el mandamiento nuevo (13,34), habla Jesús  de “sus mandamientos”: El primero expresaba la actitud del discípulo y creaba la solidaridad del amor. “Los mandamientos suyos”, cuyo contenido nunca se explicita, son las exigencias de actuación que las circunstancias presentan al amor de los discípulos. En “el manda­miento” habla Dios en el interior del discípulo; en “los mandamientos” le habla desde la realidad histórica.
Si Jesús conserva el término “mandamiento”  para designar esta realidad, es sólo para oponer su norma de vida a los mandamientos de la Ley antigua, que quedan superados. 
El amor de identificación con Jesús no absorbe al discípulo, sino que lo abre a los demás. No hay verdadero amor a Jesús que no lleve  al amor de los otros.
Por la identificación con Jesús, los mandamientos pierden todo carácter de imposición; son la exigencia del amor. Cumplirlos significa ser como Jesús, y a esto lleva espontáneamente la fuerza interior del Espíritu. No se trata de la obe­diencia de los discípulos a normas externas, sino de la expansión exte­rior de la sintonía con Jesús.
 Mientras estaba con ellos, Jesús les ha enseñado y los ha protegido. El Espíritu será “otro valedor”, toma el puesto de Jesús. La comunidad lo recibirá gracias a él.
El término “valedor”, que se aplica al Espíritu, significa  el que ayuda a la comunidad en cualquier circunstancia. Es el Espíritu de la verdad, por ser él la verdad y comuni­carla. El término “verdad” significa también “fidelidad / lealtad" (cf. 4,24) y está en conexión con el amor (1,14). El Espíritu de la verdad-amor da libertad al hombre, pues la verdad hace libres (8,31s); él continuará el proceso de liberación.
El mundo, el orden injusto, el sistema de poder, profesa “la mentira”, una ideología que propone como valor lo que es contrario al designio creador, lo que merma la vida del ser humano. El sistema es la mentira institucionalizada, que llega al homicidio, a la supresión de la vida (8,44). No puede percibir el Espíritu de la verdad ni conocerlo, pues la estructura de muerte es incompatible con el principio de vida.
Los discípulos tienen experiencia del Espí­ritu en Jesús; pero esta experiencia será mayor en el futuro, cuando lo reciban ellos mismos y esté en ellos como principio dinámico y vivificante.

18-20 «No os voy a dejar desamparados, volveré con vos­otros. Dentro de poco, el mundo dejará de verme; vos­otros, en cambio, me veréis, porque de la vida que yo tengo viviréis también vosotros. Aquel día experimenta­réis que yo estoy identificado con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros».
Jesús sigue preparando a sus discípulos para el momento de su ausencia; les da todas las seguridades para que no estén intranquilos. No los dejará huérfanos, indefensos.
Su ausencia no será definitiva; promete su vuelta dentro de poco. Después de su muerte, no se manifestará al mundo, pero sí a ellos. Al participar de su misma vida, que es su Espíritu, experimentarán su presencia.
“Aquel día” llegará cuando Jesús se haga presente, ya resucitado, a su comunidad. El efecto de la comunicación de la vida-Espíritu será la experiencia de identificación con Jesús y con el Padre. Comunión de vida entre Dios y los hombres: se constituye así un núcleo de donde irradia el amor.

21 «El que ha hecho suyos mis mandamientos y los cum­ple, ése es el que me ama; y al que me ama mi Padre le demostrará su amor y yo también se lo demostraré mani­festándole mi persona».
De su relación y la del Padre con la comunidad pasa Jesús a la que establecen con cada miembro de ella. Su comunidad no es gregaria, ni su Espíritu uniforma; cada uno es responsable de su modo de obrar.
El discípulo hace suyos los mandamientos de Jesús y los cumple. La actividad en favor del hombre (mis mandamientos) es lo único que da realidad al amor a él (cf. 14,15) y, por tanto, el único criterio para verificar su existencia. El amor a Jesús consiste, por tanto, en vivir sus mismos valores y comportarse como él. El amor verdadero no es solamente interior, sino visible: un dinamismo de transformación y de acción.
La semejanza con Jesús, efecto de ese amor, provoca una respuesta de amor de parte del Padre, que ve realizada en el hombre la imagen de su Hijo. La respuesta de Jesús se traducirá en una manifestación personal suya. El Padre y Jesús, que son uno, responden al unísono. El Padre considera hijo al que ama como Jesús; Jesús lo ve como hermano. Jesús menciona solamente su propia manifestación, porque él seguirá siendo el santuario donde Dios habita (2,21); en él se revela el Padre (14,9). 
 
III

 La 1ª lectura, tomada del libro de los Hechos, nos presenta a Felipe predicando a los samaritanos en su capital. Es una noticia inusitada si tenemos en cuenta la enemistad tradicional entre judíos y samaritanos, tan presente en los evangelios, en pasajes como la parábola del buen samaritano (Lc 10,29-37), o la conversación de Jesús con la samaritana (Jn 4,1-42) o en otros pasajes más breves (Mt 10,5; Lc 9,51-56; 17,16; Jn 8,48). Los judíos consideraban a los samaritanos como herejes y extranjeros (Cfr. 2Re 17,24-41) pues, aunque adoraban al único Dios y vivían de acuerdo con su ley, no querían rendir culto en Jerusalén, ni aceptaban ninguna revelación ni otras normas que las contenidas en el Pentateuco. Los samaritanos pagaban a los judíos con la misma moneda pues éstos los habían hostigado en los períodos de su poderío y habían llegado a destruir su templo en el monte Garizim. Por todo esto nos parece sorprendente encontrar a Felipe predicando entre ellos, en su propia capital, y con tanto éxito como testimonia el pasaje que hemos leído, hasta concluir con un hermoso final: que su ciudad, la de los samaritanos, "se llenó de alegría".
Esta obra evangelizadora que rompe fronteras nacionales, que supera odios y rivalidades ancestrales, provocando en cambio la unidad y la concordia de los creyentes, es obra del Espíritu Santo, como comprueban los apóstoles Pedro y Juan, que con su presencia en Samaria confirman la labor de Felipe. Se trata de una especie de Pentecostés, de venida del Espíritu Santo sobre estos nuevos cristianos procedentes de un grupo tan despreciado por los judíos. Para el Espíritu divino, no hay barreras ni fronteras. Es Espíritu de unidad y de paz.
La 2ª lectura sigue siendo, como en los domingos anteriores, un pasaje de la 1ª carta de Pedro. Escuchamos una exhortación que con frecuencia se nos repite y recuerda: que los cristianos debemos estar dispuestos a dar razón de nuestra esperanza a todo el que nos la pida. ¿Por qué creemos, por qué esperamos, por qué nos empeñamos en confiar en la bondad de Dios en medio de los sufrimientos de la existencia, las injusticias y opresiones de la historia? Porque hemos experimentado el amor del Padre, y porque Jesucristo ha padecido por nosotros y por todos, para darnos la posibilidad de llegar a la plenitud de nuestra existencia en Dios. Por esta misma razón el apóstol nos exhorta a mostrarnos pacientes en los sufrimientos, contemplando al que es modelo perfecto para nosotros, a Jesucristo, el justo, el inocente, que en medio del suplicio oraba por sus verdugos y los perdonaba. La breve lectura termina con la mención del Espíritu Santo por cuyo poder Jesucristo fue resucitado de entre los muertos.
A quince días de que termine la cincuentena pascual, la Iglesia comienza a prepararnos para la gran celebración que la concluirá: la de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles. La manifestación pública de la Iglesia. Podríamos decir que su inauguración. En la lectura del evangelio de san Juan, tomada de los discursos de despedida de Jesús que encontramos en los capítulos 13 a 17 de su evangelio, el Señor promete a sus discípulos el envío de un "Paráclito", un defensor o consolador, que no es otro que el Espíritu mismo de Dios, su fuerza y su energía, Espíritu de verdad porque procede de Dios que es la verdad en plenitud, no un concepto, ni una fórmula, sino el mismo Ser Divino que ha dado la existencia a todo cuanto existe y que conduce la historia humana a su plenitud.
Los grandes personajes de la historia permanecen en el recuerdo agradecido de quienes les sobreviven, tal vez en las consecuencias benéficas de sus obras a favor de la humanidad. Cristo permanece en su Iglesia de una manera personal y efectiva: por medio del Espíritu divino que envía sobre los apóstoles y que no deja de alentar a los cristianos a lo largo de los siglos. Por eso puede decirles que no los dejará solos, que volverá con ellos, que por el Espíritu establecerá una comunión de amor entre el Padre, los fieles y El mismo.
El «mundo» (en el lenguaje de Juan) no puede recibir el Espíritu divino. El mundo de la injusticia, de la opresión contra los pobres, de la idolatría del dinero y del poder, de las vanidades de las que tanto nos enorgullecemos a veces los humanos. En ese mundo no puede tener parte Dios, porque Dios es amor, solidaridad, justicia, paz y fraternidad. El Espíritu alienta en quienes se comprometen con estos valores, esos son los discípulos de Jesús.
Esta presencia del Señor resucitado en su comunidad ha de manifestarse en un compromiso efectivo, en una alianza firme, en el cumplimiento de sus mandatos por parte de los discípulos, única forma de hacer efectivo y real el amor que se dice profesar al Señor. No es un regreso al legalismo judío, ni mucho menos. En el evangelio de San Juan ya sabemos que los mandamientos de Jesús se reducen a uno solo, el del amor: amor a Dios, amor entre los hermanos. Amor que se ha de mostrar creativo, operativo, salvífico.

El evangelio de hoy no es dramatizado en la serie «Un tal Jesús», de los hermanos LÓPEZ VIGIL. En la páginahttp://www.untaljesus.net puede recogerse algún otro que el animador de la comunidad juzgue oportuno. 

Para la revisión de vida
Con frecuencia entendemos el amor que nuestra fe nos pide como una cuestión de sentimientos; pero, de ser así, ¿cómo entender el amor al enemigo, que nos pide Jesús? El amor cristiano no es tanto un sentimiento del corazón como una actitud de vida ante el prójimo, sea amigo o enemigo. ¿Cómo muestro yo mi amor a Dios y al prójimo, con sentimentalismos o, como Él nos dice, cumpliendo su voluntad?; ¿vivo mi fe como un «asunto del corazón» o como un asunto de mi vida entera?; ¿recuerdo y vivo aquello de «obras son amores y no buenas razones»?

Para la reunión de grupo
En el evangelio de hoy Jesús nos promete la compañía del Espíritu en la comunidad. ÉL nos llevará a la verdad completa, y gracias a Él no estaremos solos. Sin embargo, en la historia de la Iglesia –y probablemente, en nuestra propia infancia- nuestra formación cristiana dejó a un lado al Espíritu. Dios, sin más especificación, era Dios Padre, y Cristo era el protagonista del proyecto del Padre. El Espíritu con frecuencia brillaba por su ausencia. ¿A qué se debe este olvido del Espíritu en nuestra historia cristiana? ¿Qué consecuencias ha podido traer?
Por otra parte, es verdad que decir de un grupo que es pentecostal, espiritual, pentecostalista o espiritualista, carismático… son calificaciones con frecuencia entendidas como negativas. ¿Por qué? ¿En qué peligros se basa este temor?
El Espíritu es la fuerza que nos capacita para cumplir la tarea que Dios nos asigna a personas y comunidades; sin Espíritu, la religión se queda en magia; con Espíritu se convierte en vida; ¿cómo celebra nuestra Iglesia los sacramentos: como ritos mágicos, como celebraciones folclóricas? ¿En qué sentido?

Para la oración de los fieles
Por la Iglesia, para que siempre sea consciente de que su vida no está en sus normas e instituciones sino en dejarse llegar por el Espíritu, y no se anuncie a sí misma sino el Reino de Dios. Roguemos al Señor.
Por todos los creyentes, para que sintamos siempre el gozo y la alegría de haber recibido la Buena Noticia y sintamos también el impulso de anunciarla a los demás. Roguemos al Señor.
Por todos los que ya no esperan nada ni de Dios ni de los hombres, para que nuestro testimonio les abra una puerta a la esperanza. Roguemos al Señor.
Por los jóvenes, esperanza del mundo del mañana, para que se preparen a construir un mundo mejor, más solidario, más justo y más fraterno. Roguemos al Señor.
Por todos los pobres del mundo, para que los cristianos, con nuestra fraternidad solidaria, seamos causa real de su esperanza en verse libres de sus limitaciones. Roguemos al Señor.
Por todos nosotros, para que formemos una verdadera comunidad en la que se alimente nuestra fe y nuestra esperanza, de modo que podamos transmitir nuestro amor a los demás. Roguemos al Señor.

Oración comunitaria
 Dios, Padre nuestro, que en Jesús de Nazaret, nuestro hermano, has hecho renacer nuestra esperanza de un cielo nuevo y una tierra nueva; te pedimos que nos hagas apasionados seguidores de su Causa, de modo que sepamos transmitir a nuestros hermanos, con la palabra y con las obras, las razones de la esperanza que sostiene nuestra lucha. Por Jesucristo.

 Los comentarios que se adjuntan se toman de diversos libros, editados por Ediciones El Almendro de Córdoba, a saber:
- Jesús Peláez: La otra lectura de los Evangelios, I y II. Ediciones El Almendro, Córdoba.
- Rafael García Avilés: Llamados a ser libres. No la ley, sino el hombre. Ciclo A,B,C. Ediciones El Almendro, Córdoba.
- Juan Mateos y Fernando Camacho: Marcos. Texto y comentario. Ediciones El Almendro.
        - Juan. Texto y comentario. Ediciones El Almendro. Más información sobre estos libros en www.elalmendro.org
        - El evangelio de Mateo. Lectura comentada. Ediciones Cristiandad, Madrid.
Acompaña siempre otro comentario tomado de la Confederación Internacional Claretiana de Latinoamérica: Diario bíblico


miércoles, 21 de mayo de 2014

la secta del perro

"...en el canto primero de la Iliada Aguiles se enfurece contra Agamenón, que le ha arrebatado su cautiva con despótica desfachatez, le llama... "cara de perro, y tú que tienes mirada de perro"




EL CINISMO


Peter Sloterdijk: "...Y cuando los poderosos comienzan por su lado a pensar cínicamente -cuando saben la verdad sobre sí mismos y, sin embargo, siguen adelante- entonces realizan al completo la moderna definición del cinismo".



          Alianza editorial ha sacado, por tercera vez, la edición del libro del filólogo Carlos García Gual La secta del perro, donde además de traducir una obra griega referente a la escuela filosófica de los Cínicos, encabezada por Diógenes, le acompaña una interesante introducción.


"Entre los insultos que los dioses homéricos se aplican, sólo...uno más fuerte:
MOSCA DE PERRO
A la impudicia del perro la mosca añade otros rasgos: es tozuda, repugnante y molesta"

Desde el principio se sabe que nos introducimos, con la lectura de este libro, no en el pasado, sino en el presente, ya que los clásicos siempre son actuales.

Ya en el prólogo, se puede ver esto:

"...el cinismo moderno, esa "mala conciencia ilustrada", busca también, como el antiguo, la senda de la felicidad, ya que no un "sendero de perfección". Pero, después de tantos libros, de tantas revoluciones... está desencantado de todo, y no mantiene la actitud de desafío a las normas abiertamente. Es un cinismo resignado. P. Sloterdijk cita la frase de G. Benn, "uno de los más destacados portavoces de la moderna estructura cínica, que dice: Ser tonto y tener trabajo, eso es la felicidad, como lúcida y desvergonzada formulación del cinismo de nuestro siglo. Lo contrario: ser inteligente y cumplir una tarea supone una mala conciencia desgraciada en un contexto alienante".

lunes, 12 de mayo de 2014

bienmesabe, cocina, recetario tradicional granadino

De venta en librerías de Granada


BIENMESABE

Recetario tradicional granadino.

Recogido, trascrito y prologado por Juan Miguel Larios Larios.

Contiene el facsímil del original manuscrito, así como la correspondiente trascripción y notas, relativas a la terminología y medidas de un lenguaje ya periclitado.

Aunque se califica de “granadino”, tal recetario abarca un panorama mucho más amplio, incluso internacional. Lo que si alude es al buen hacer de una cocina burguesa en el ámbito de la población granadina de Alhama. Allí se recogieron las recetas y allí se conservó, desde la segunda mitad del siglo XIX, por obra de Doña Amparo Benítez Naveros.

Son un total de ciento treinta y dos recetas, siendo su contenido un tanto heterogéneo, con claro predominio de la repostería. Constituye el medio ideal para recuperar viejos guisos y sabrosos dulces de la cocina más tradicional.


Receta para yemas acarameladas:


Media libra de azúcar terciada (morena) se pone con poco más de un cuartillo de agua y, quedándose en poco menos de un cuartillo, se pone a enfriar batiendo una docena de yemas con un ochavo de almidón molido, un polvo de canela, un poco de ácido de limón. Se bate todo muy bien con el almíbar, a lumbre lenta, cuajándolo a una mano y estando bien dura la masa, se echa en un plato que se enfríe y se va tomando, poniéndolas sobre unos manteles, haciendo las bolitas. Se hace el almíbar acaramelado y ya que va estando en su punto, se le echa un poco de ácido, dejando el cazo con muy poca lumbre, echándolas una a una, y en una losa de mármol se unta con aceite de almendras dulces, se va poniendo y, luego que están frías, se levantan con la punta de un cuchillo. (Receta nº 109, pág. 146)   

domingo, 11 de mayo de 2014

La escuela. Papa Francisco

Discurso del Papa Francisco al ámbito escolar:

"¡Queridos amigos!

Ante todo les agradezco, porque han realizado una cosa ¡verdaderamente hermosa! Sí, este encuentro es muy bueno: un gran encuentro de la escuela italiana, toda la escuela: chicos y grandes; maestros, personal no docente, alumnos y padres de familia; estatales y no estatales… Agradezco al Cardenal Bagnasco, al Ministro Giannini, a todos aquellos que han colaborado; y estos testimonios, verdaderamente bellos, importantes. Se ve que esta manifestación no es en “contra”, ¡es “por”! No es un lamentarse, ¡es una fiesta! Una fiesta por la escuela. Sabemos bien que hay problemas y cosas que no funcionan, lo sabemos. Pero ustedes están aquí, nosotros estamos aquí porque amamos la escuela. Digo “nosotros” porque yo amo la escuela, la he amado como alumno, como estudiante y como maestro. Y luego como Obispo. En la Diócesis de Buenos Aires encontraba a menudo al mundo de la escuela, y hoy les agradezco por haber preparado este encuentro, que no es de Roma sino de toda Italia. Les agradezco mucho por esto.

¿Por qué amo la escuela? Probaré a decírselos.
Amo la escuela porque es sinónimo de apertura a la realidad. ¡Al menos así debería ser! No lo es siempre, y entonces quiere decir que es necesario cambiar un poco. Ir a la escuela significa abrir la mente y el corazón a la realidad, a la riqueza de sus aspectos, de sus dimensiones. ¡Esto es bellísimo! En los primeros años se aprende a 360 grados, luego poco a poco se profundiza hacia una dirección y finalmente se especializa. Pero si uno ha aprendido a aprender, esto le queda para siempre, permanece una persona ¡abierta a la realidad! Esto lo enseñaba también un gran educador italiano, que era un sacerdote: Don Lorenzo Milani.

Los maestros son los primeros que deben permanecer abiertos a la realidad, ¡con la mente siempre abierta a aprender! Sí, porque si un maestro no está abierto a aprender, no es un buen maestro, y ni siquiera es interesante; los muchachos lo perciben, tienen “olfato”, y son atraídos por profesores que tienen un pensamiento abierto, “inconcluso”, que buscan “algo más”, y así contagian esta actitud a los estudiantes. Este es el primer motivo por el que amo la escuela.

Otro motivo es que la escuela es un lugar de encuentro. Se encuentra a los compañeros; se encuentra a los maestros; se encuentra al personal asistente. Los padres de familia encuentran a los profesores; el director encuentra a las familias, etcétera. Es un lugar de encuentro. Y esto es fundamental en la edad del crecimiento, como complemento a la familia. La familia es el primer núcleo de relaciones: la relación con el padre y la madre y los hermanos es la base, y nos acompaña siempre en la vida. Pero en la escuela nosotros “socializamos”: encontramos personas diferentes a nosotros, diferentes por edad, por cultura, por proveniencia… La escuela es la primera sociedad que integra a la familia. La familia y la escuela ¡jamás van contrapuestas! Son complementarias, y por lo tanto es importante que colaboren, en el respeto recíproco. Y las familias de los chicos de una clase pueden hacer mucho colaborando juntas entre ellas y con los maestros. Esto hace pensar en un proverbio africano que dice: “Para educar a un hijo se necesita a todo un pueblo”.

Y también amo la escuela porque nos educa a lo verdadero, al bien y a lo bello. La educación no puede ser neutra. O es positiva o es negativa; o nos enriquece o nos empobrece; o hace crecer a la persona o la deprime, incluso puede corromperla. La misión de la escuela es desarrollar el sentido de lo verdadero, del bien y de lo bello. Y esto ocurre a través de un camino rico, hecho por tantos “ingredientes”. ¡Es por esto el por qué existen tantas disciplinas! Porque el desarrollo es fruto de diversos elementos que actúan juntos y estimulan a la inteligencia, a la consciencia, a la afectividad, al cuerpo, etcétera. Por ejemplo, si estudio esta Plaza, Plaza de San Pedro, aprendo cosas de arquitectura, de historia, de religión, de astronomía – el obelisco recuerda al sol, pero pocos saben que esta plaza es también una gran meridiano.

De esta manera cultivamos en nosotros lo verdadero, el bien y lo bello; y aprendemos que estas tres dimensiones no están jamás separadas, sino siempre entrelazadas. Si una cosa es verdadera, es buena y es bella; si es bella, es buena y es verdadera; y si es buena, es verdadera y es bella. Y estos elementos juntos nos hacen crecer y nos ayudan a amar la vida, también cuando estamos mal, también en medio a los problemas. ¡La verdadera educación nos hace amar la vida y nos abre a la plenitud de la vida!

Gracias una vez más a los organizadores de esta jornada y a todos ustedes que han venido. Y ¡no nos dejemos robar el amor por la escuela!" 

miércoles, 7 de mayo de 2014

10 técnicas utilizadas por los medios de comunicación para manipular.


LAS 10 ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN MEDIÁTICA
NOAM CHOMSKY

1. La estrategia de la distracción.

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción, que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales.

2. Crear problemas, después ofrecer soluciones.

Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad.

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que  condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir.

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado.  Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad.

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad” .

6. Utilizar el aspecto emocional más que la reflexión.

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores” .

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto, malhablado, admirador de gentes sin talento alguno, a despreciar lo intelectual, exagerar el valor del culto al cuerpo y el desprecio por el espíritu…

9. Reforzar la autoculpabilidad.

Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y, sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.


En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la  mayor parte los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.