lunes, 7 de diciembre de 2020

Adviento, navidad, tiempo

TIEMPO DE ADVIENTO


José Antonio Espejo Zamora

       Pensar que éste es el Hijo de Dios y que ésta es su madre sigue siendo inaceptable para muchos y así seguirá siendo. Realmente, este hombre, al que llora su madre está entre las víctimas. Pudo ser una víctima de la guerra, pero no lo fue; pudo caer tras una enfermedad, pero no fue eso lo que lo llevó a sentarse entre las víctimas. Lo que lo colocó entre ellas fue el intento de vivir una vida ordinaria y cotidiana.  Intentó ser hombre. Anduvo por los caminos, habló con sus amigos y se confrontó con sus enemigos; habló con la libertad que desearía hacerlo todo hombre, se sentó para conversar con una samaritana, enemiga de su pueblo, pero no de él; ambos bebieron; se recostó para comer con los suyos; noches de sereno diálogo con Dios, su padre, o atormentadas, como en Getsemaní. Cuando murió Lázaro lloró; cuando vio una multitud que no tenía qué comer, se compadeció, también cuando oyó llorar a una madre la muerte de su hijo, nada extraordinario que no hayan vivido y sentido millones de personas a lo largo de la historia: andar, comer, llorar, sentir, y como en toda persona, también en él palpita con fuerza el misterio que, si se nos desvelase, podríamos llegar a conocer a este hombre; como toda persona que desde el interior de su propio misterio dijese: éste soy yo. Oculto. ¿Acaso nos desvelamos ante cualquiera? A veces nos vemos sorprendidos, pues alguien ha penetrado dentro de nosotros y, desvistiéndonos de las apariencias, se ha introducido en el misterio que somos; el único instrumento para ello es el amor; lo demás sería una violación. El amor nos desarma y nos desvela. También Jesús queda desarmado ante el amor, entonces se desvela y más allá de las apariencias, surge del misterio el Hijo de Dios. Desde que comenzó la modernidad, conocer se ha convertido en sinónimo de dominar; sólo conozco algo cuando lo domino; dominando entiendo: las cosas, la naturaleza; así lo hace la ciencia en sus laboratorios, deshacer para analizar; en la medida en que voy dominando la cosa, la voy conociendo; entre las personas, en cambio, en la medida en que las voy dominando, las voy destruyendo; entre las personas, conocer es posible en tanto en cuanto se aman, entre las personas, dominar, destruir o violar no equivale a entender; entre las personas, sólo hay conocimiento en la medida en que aman. Sólo puedo llegar a conocer a Jesucristo si lo amo. La teología, la ciencia, la filosofía no sirven para conocer a una persona, tampoco a Dios. Los libros son como el prospecto de un medicamento, nos informan pero no nos dan la salud; sólo cuando correctamente me medico recupero la salud; de la misma manera, sólo cuando amo llego a la cúspide de lo que es ser persona. Obviamente, tampoco el perfecto desarrollo biológico de un cuerpo construye a una persona; sólo el desarrollo del alma, en todas sus posibilidades, hace que una máquina  llegue a ser persona: libertad, amor, pensamiento, comunión…


Si el desarrollo económico necesita del tiempo de comprar y vender, del tiempo de las rebajas, del tiempo de vacaciones, el tiempo pensado como instrumento económico, la persona, para serlo, necesita del tiempo litúrgico, requiere que el tiempo sea marcado con el pálpito del desarrollo de su alma; requiere sacralizar su tiempo: tiempo para la esperanza, adviento; tiempo de plena alegría, Navidad; tiempo de lo cotidiano, esto es, tiempo para vivir lo rutinario, lo finito, pues no somos sólo infinito, sólo alma, sólo eternidad; la cuaresma, tiempo para la austeridad, para la purificación, para la reconstrucción del alma que se vuelca hacia la comunión entre los amigos, incluido Dios (Última Cena); destrucción de la comunión, dispersión de los amigos, muerte y silencio de Dios; tragedia tantas veces acontecida en la historia de los hombres (Viernes Santo); el silencio absoluto del Sábado Santo; en la oscuridad de la noche se gesta la luz; la Resurrección de Cristo, que tras bajar al lugar de los muertos despierta a la vida a los que cayeron, la Pascua de Resurrección, cincuenta días como si fuese uno sólo para cantar con Pablo: muerte ¿dónde está tu victoria? El tiempo litúrgico no elimina al tiempo económico, éste último no es mas que una caricatura del primero; del mismo modo la persona sin el tiempo litúrgico se convierte en caricatura de sí misma. El hombre sin su alma no es mas que un instrumento de la economía; y su obra, la del hombre, ya sea en el ámbito científico, político, cultural… se convierte en instrumento económico; haciendo de la sociedad un espacio tragicocómico.


En la celebraciones litúrgicas entran en juego todo lo que es la persona. Los sentidos, el olfato (incienso, el olor de las flores); la vista (los gestos, los colores, el barroco de la pascua de navidad y de resurrección; la austeridad de la cuaresma…); el tacto (el gesto de la paz, tomar la comunión); el gusto (beber el vino, comer el pan); el oído (la escucha de la Palabra y de las palabras, la música, el silencio); el cuerpo en movimiento se convierte en la expresión del alma: de pié ante Dios, mirándolo a la cara, como entre iguales; inclinado y recogido dentro de sí para pedir perdón; arrodillados como los magos de oriente cuando vieron al niño en Belén, o como los que han sido curados o han recobrado la vista, o como la mujer que le lavó los pies a Jesús, o como el mismo Cristo en oración. El silencio y la palabra; los ojos cerrados para ver con el tercer ojo como nos dirá Hugo de San Victor, el ojo del alma.


La filósofa Hannah Arendt distinguirá, como recoge la última encíclica del Papa Francisco, entre Pueblo y populacho, afirmará que el populacho es la caricatura del Pueblo, y que está compuesto por los residuos de todas las clases sociales; esto es el populacho no son los pobres, está integrado por pobres y ricos, por personas cultas e incultas; el Pueblo está compuesto por individuos que no han perdido su alma, esto es, su capacidad para la libertad, para pensar, para amar; el pueblo esta compuesto por las personas que son señoras de sí mismas, y que por lo tanto no le regalan a ningún líder, a ninguna institución, a ningún partido, a ninguna ideología su alma.


La liturgia debe contribuir a construir al Pueblo y no al populacho por ello debe hacerse correctamente, en la liturgia sobran las mil moniciones, las peticiones que no expresen las necesidades de los hombres, los muñequitos, los globos y demás pamplinas que degradan al Pueblo, a la liturgia y que banalizan las experiencias fundamentales del hombre y de la relación de éste con Dios. Un día en Valladolid tomando café con el Premio Cervantes, José Jiménez Lozano, me dijo que cada día se acercaba a la ciudad desde su pueblo para asistir a misa pues el cura de su pueblo cantaba la canción La misa es una fiesta muy alegre, Lozano añadió: ¿esto no era una tragedia?. A veces algunos introducen en las celebraciones litúrgicas “innovaciones” de este estilo, buscan hacer una liturgia más atractiva para la gente, como si fuese un teatrito banal, porque desde luego no llegan a ser Samuel Beckett, otros se centran en la liturgia tridentrina pero sin el fondo teológico del concilio de Trento, que tanto bien hizo a la Iglesia y a la gente sino que al igual que los modernos hacen de la liturgia un teatrito con olor a bolas de alcanfor pero sin conexión con el tiempo que nos toca vivir, estos quisieran ser Calderón de la Barca y no alcanzan ni a Avellaneda. Por otro lado están los encargados de la liturgia en el Vaticano con sus asesores, estudiosos etc… a ellos ni se les ve ni se les conoce. Pongamos dos ejemplos: el color morado para las celebraciones del adviento, la cuaresma y los funerales, qué ocurre que eran daltónicos los liturgistas y no vieron nunca el arco iris y su infinidad de combinaciones o simplemente carecían de la capacidad de empatía para distinguir las experiencias vitales que acontecen en el adviento, en la cuaresma y en un funeral. Qué ocurre, que si soy un indígena puedo celebrar la liturgia con plumas en la cabeza y hacer el baile de mi tribu pero si soy un occidental, esto es, heredero de Grecia, Roma y del pueblo Judío no puedo vestirme de negro en un funeral, como si la muerte no fuese una tragedia; con esperanza pero tragedia. En un funeral los dolientes asisten vestidos de negro, al menos en mi mundo cultural, pues es el modo solemne y elegante de expresar el dolor, pero el sacerdote y el ambón vestidos de morado como si el desarrollo de la liturgia no expresase de otros muchos modos la esperanza y la resurrección. El segundo ejemplo es que durante la liturgia el sacerdote siempre está de cara al pueblo y me pregunto si no hay momentos en la liturgia donde el sacerdote entrando en comunión con el resto del Pueblo de Dios se gire con ellos y juntos con la misma postura pueda recogerse en oración mirando como Jesucristo en las noches de oración miraba a su padre. Esto se ridiculiza diciendo que se trata de dar la espalda al pueblo, sin embargo, pienso que se trata de caminar junto al pueblo, de orar junto al resto de los cristianos; la liturgia no es un teatro donde el sacerdote es el actor principal. No estoy proponiendo que durante toda la misa el sacerdote mire al sagrario, pero cuando se celebra la misa hay momentos en el que el sacerdote nota cómo debería estar haciendo ciertas oraciones y no mirando al pueblo, sino con el pueblo, mirando a Dios. Hay ciertas liturgias que parecen un inmanentismo-tautológico; en palabras llanas: nosotros nos lo guisamos, nosotros nos lo comemos mientras giramos sobre nosotros mismos; al tiempo que giramos nos miramos sin ver ni lo sagrado en el otro ni en uno mismo, puesto que en esa danza falta la mirada a Él.

El mundo del Adviento no es una cuaresma de menor categoría; en él, se moviliza el tiempo en, al menos, dos direcciones: la lineal, que avanza hacia la Noche Buena; y la vertical, que tiene que ver con el tiempo del alma humana; casi en el centro del mismo, la Iglesia mira a María, la sin pecado, nos hace mirar a la plena realización del hombre en una mujer, María Inmaculada. La llena de Gracia comparte con nosotros la dinámica del bien en la historia; a través de la Gracia, vemos la acción de Dios en la obras de la madre Teresa de Calcuta, en la obra de Gandhi en la de Martin Luther King; en esos momentos sagrados  de la historia humana, como cuando Edith Stein toma de la mano a su hermana al salir del Carmelo y le dice: por nuestro pueblo, camino de los campos de concentración donde morirán a manos de uno de los tres grandes ateos del siglo XX; podrían haber muerto en la tierra de Stalin o en la del otro gran ateo, Mussolini.


martes, 1 de diciembre de 2020

Truman Capote: El invitado del día de Acción de Gracias.




El invitado del día de Acción de Gracias 

Truman Capote

María Teresa Golzarri Canales

Aula de Literatura

Parroquia Nuestra Sra. De la Paz

Gójar (Granada)

Noviembre de 202

         


      Esta pequeña historia, de no más de 30 páginas fue publicada en un libro Tres Cuentos de la Editorial Anagrama que incluye, “Un recuerdo navideño” (1956), “Una Navidad” (1983) y esta que nos ocupa, “El invitado del día de Acción de Gracias” (1968). 


          Esta lectura me ha resultado amena, ágil, sentimental, nostálgica, muchas veces moralista por recalcar una serie de valores, a veces olvidados y, en oposición, totalmente vigentes por la actuación de la sabia intervención de un mediador casi pertinaz, - la Señorita Sook Faulk - que intenta resolver conflictos personales y, frecuentemente, irresolubles por la incapacidad humana de no “ponernos en el lugar del otro”. 


         Al estar encuadrado este escrito en la categoría de CUENTO, a muchos lectores hubiera podido parecerles que sería un relato corto de divertimento, llenar el ocio y pasar un rato agradable, pero quien se imaginaba fábulas e historias fantásticas, de gran ilusión, soñadoras, románticas, intrascendentes, banales, -en mi modesta opinión-, se equivocaba y realmente se podría entender que no hubiese llegado al final, cerrando el libro para otro momento. 


          Comento esto porque en un puñado de folios -como dije antes, menos de 30 folios-, Truman Capote fue capaz de introducirnos tanto en temas profundos como el racismo, la Ley Seca (que entró en vigor en 1920 y fue derogada en 1933), la Gran Depresión tras el Crack del 29 y su inevitable pobreza posterior y la acentuación de la diferencia de clases, el Día de Acción de Gracias o su concepto de religiosidad, como en otras cuestiones de rabiosa actualidad, tales como el acoso escolar. Además, adentra en el comportamiento humano y tanto en valores positivos - la caridad, la paciencia, la amistad, la comprensión, el perdón-, como negativos -la venganza, las peleas físicas y verbales, la maldad, la humillación, la denigración atentando con la fama y la buena reputación, las mentiras o el odio. 


         Truman, el pequeño Buddy, es el protagonista y narrador del Cuento El Invitado de Acción de Gracias. Está basado en su percepción de hechos ocurridos en su niñez. Buddy, que en inglés significa compañero, elige como escaparate de su Cuento la ciudad de Alabama donde reside con familiares, tíos y primos que le acogieron cuando sus padres se separaron. Alabama está situada al Sureste de los Estados Unidos y es uno de sus 50 estados. La capital es Montgomery siendo Birmingham la ciudad más poblada. Alabama en aquella época dependía mayoritariamente de la agricultura y del cultivo del algodón en inmensas plantaciones, donde trabajaban principalmente negros que habían sido esclavizados en África y vendidos en América en los siglos XVIII, XIX y XX. En la mayoría de los casos esos enormes latifundios pertenecían a blancos.



Racismo. En la ciudad de Alabama en 1955 se produjo el incidente de la modista Rosa Parks, de raza negra, que al volver de su trabajo iba sentada en el autobús en uno de los asientos situado en la parte central. La Ley prohibía a los ciudadanos negros ocupar las plazas delanteras y centrales de los transportes públicos y, si eran requeridos por ciudadanos de raza blanca, deberían levantarse y dejar vacante esa localidad. Rosa Parks fue increpada por un viajero de raza blanca que le solicitó abandonar el asiento; al negarse, también la abucheó el conductor y fue obligada a abandonar el vehículo. Al día siguiente, el mismo conductor la entregó a la Policía y fue sancionada con la cantidad de 14 dólares; al no poderlos o no quererlos pagar, fue encarcelada y para muchos fue la “chispa” que señala el principio del “Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos”. La fama de Martin Luther King a nivel nacional llegó con su contribución en la movilización del boicot contra el sistema de autobuses de Montgomery en 1955. Fue pastor de una iglesia bautista en Montgomery, Alabama. El 28 de agosto de 1963, en la Marcha sobre Washington del Movimiento por los Derechos Civiles, Martin Luther King pronunciaba su famoso discurso “I have a dream” (Yo tengo un sueño).


      Fragmento: “…Yo tengo el sueño de que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada y toda la carne la verá al unísono. Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir en la montaña de la desesperación una piedra de esperanza. Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres. 


       En este discurso pronunciado por Martin Luther King, he visto el paralelismo con el Evangelio Lc 3,1-6: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos… “…Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:
«Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios.”  Martin Luther King recibió el Premio Novel de la Paz en 1964. Fue asesinado el 4 de abril de 1968 en Memphis, Tennessee, Estados Unidos, a la edad de 39 años. 


        En el Cuento este racismo se ve claramente reflejado en que había iglesias para negros y otras para blancos: “…en una casa de cuatro habitaciones, junto a una iglesia de negros…”, hacían las labores más humildes: “…Teóricamente, venía una mujer negra para ayudar a lavar los platos, hacer las camas, limpiar la casa y lavar la ropa. Era vaga y de poco fiar…” y para matar y aliñar los pavos, la Señorita Sook emplea este argumento para evitar este trabajo a Buddy, “…Se lo diré a Bubber o algún otro chico de color… Por un níquel” “…Mi amiga había concluido su trabajo horas antes; además tenía dos mujeres de color ayudándola…” Tengo entendido que se ha aceptado llamar a las personas de raza negra “de color”, pero muchos estudiosos no están de acuerdo pues, ¿de qué color hablamos? Las Razas fueron definidas en el siglo XVIII por Blumenback en 5 tipos, mongólico o amarillo, americano o rojo (nativo americano) –o raza cobriza-, caucásico o blanco, malayo o pardo (sudeste de Asia) y etiópico o negro. Hoy el término correcto es Afroamericano. 


La Ley Seca. Truman Capote hace referencia en este cuento al problema de la prohibición de la compra-venta de alcohol. El cabeza de familia es definido así: “… Pa Henderson, que era contrabandista de alcohol y estaba casi siempre en la cárcel,…” Las consecuencias de esta prohibición fueron nefastas surgiendo el crimen organizado: Al Capone como mayor exponente de la corrupción imperante, luchas por el poder entre mafias, la compra y uso indiscriminado de armas, la inmoralidad y perversión de las clases policiales y políticas, prostitución, muertes y dominio de las calles, causando pavor a los ciudadanos. 


La Gran Depresión. Este tema ya lo hemos estudiado en la lectura del libro “las Uvas de la Ira” de John Steinbeck, pero Truman Capote hace hincapié en la pobreza que dejó en Alabama el Crack del 29 -también conocido como Martes y Jueves Negros-: “…tal era la dureza con que la Depresión se había cebado en Alabama…” “…los obreros tenían derecho a una comida caliente al día, era parte de su salario…” “durante los años de la Depresión, en el colegio se daban bocadillos y leche gratis a todos los niños cuyas familias eran demasiado pobres como para procurarles un almuerzo. Pero como Odd, hambriento como estaba…” “…Y cuando vemos a nuestro alrededor gente que no puede satisfacer sus necesidades más elementales…” …un raído traje azul marino que su poseedora había llevado a todos los funerales desde remotos tiempos inmemoriales”


El día de Acción de Gracias, o Thanksgiving Day es una fiesta que se celebra fundamentalmente en Estados Unidos de América el cuarto jueves de noviembre, en Canadá el segundo lunes de octubre, en algunos países caribeños, Centroamérica, Liberia, Israel y en otras Comunidades que emigraron a América del Norte, en fechas diferentes pero próximas a la recolección de los productos agrícolas propios de las zonas. Es una fiesta muy familiar donde se reúnen parientes y amigos íntimos en torno a una mesa con muchos manjares, principalmente pavos rellenos, mermelada de arándanos, puré de patatas, maíz, judías verdes, batatas caramelizadas, tartas y postres, bebidas, ponches, etc… Muchas veces los invitados recorren miles de kilómetros para estar cerca y disfrutar de la compañía de su gente. Yo me atrevería a afirmar que para ellos es casi más importante este día que Halloween, el Día de Navidad, Nochevieja y Pascua, tal vez por las connotaciones comerciales y por la diversidad de religiones. 


        Los orígenes de la Festividad del Día de Acción de Gracias no están demasiado claros, pero se cree que en todas las Comunidades se celebraba la recolección con fiestas, rituales, bailes y comida de las cosechas recogidas y se daba gracias a Dios (o a los dioses) por estas bendiciones recibidas. 


        Sin embargo, la teoría más arraigada en Estados Unidos y la que ha llegado hasta nosotros, es la celebración de haber arribado un barco llamado Mayflower (Flor de Mayo) el 11 de noviembre de 1620 a las costas de la Península de Avalon en Terranova (Canadá), y después de hacerse de provisiones, siguieron rumbo a Hudson y finalmente a lo que hoy se conoce como Massachusetts, formando la nueva Colonia de Plymouth en la llamada Nueva Inglaterra.


        Este barco de vela y otro barco llamado Speedwell (Buena Velocidad o Verónica), habían zarpado dos veces desde diferentes puntos de Inglaterra, a varios destinos europeos, pero ante tantas dificultades (técnicas y climatológicas), el Speedwell desistió, por lo que el tercer viaje lo hicieron 102 pasajeros más la tripulación de los dos buques en el Mayflower saliendo desde Southampton (Inglaterra) el 6 de septiembre de 1620. Los pasajeros fueron conocidos como los Padres Peregrinos (Pilgrim Fathers). Aunque hay diferentes lecturas, fueron recibidos de forma pacífica por los Nativos ofreciéndoles alimentos, atenciones y lugares para poder empezar una nueva vida en el Continente Americano. Otra leyenda negra cuenta que esta llegada no fue del todo pacífica ni deseada. Sin embargo, la historia nos relata que hubo intercambio de ayuda y conocimientos pudiéndose al fin establecerse en aquellas tierras. Las fechas no son exactas por el cambio del Calendario Juliano (Julio César) al Calendario Gregoriano (Papa Gregorio XIII); no todos los países adoptaron este cambio al mismo tiempo.


        Pero, ¿quiénes fueron los Pilgrims?, ¿Por qué abandonaron Inglaterra para adentrarse en una aventura desconocida y arriesgada? Son preguntas que requerirían una amplia explicación, pero se podría entender que “eran incómodos en Inglaterra y Holanda por su  puritanismo y radicalismo religioso, y fueron subvencionados por alguien desconocido, tal vez por la Compañía Virginia, prometiéndoles tierras en el Nuevo Mundo. Cito textualmente: “Para referirse a la historia del barco, habría que hablar de las diferencias entre los puritanos y la Iglesia anglicana fundada por Enrique VIII en Inglaterra. Los puritanos, que fueron los que partieron de Plymouth, practicaban una filosofía aún más radical que las leyes de la Iglesia anglicana, incluso con más fervor que los calvinistas. Primero hubo un intento de retirarse hacia Ámsterdam en los Países Bajos, pero no resultó del todo bien la decisión, y decidieron regresar a Southampton. Allí se les prometió tierra (no se sabe quién ni por qué) en Nueva Inglaterra y el 16 de septiembre de 1620 partirían hacia allí. Los peregrinos buscaban crear una nueva Jerusalén y purificar así la religión anglicana de los males que la aquejaban”. (Todos estos temas se ven también en la obra de Nathaniel Hawthorne, The Scarlet Letter, escrita en 1850). 


Acoso Escolar. Es uno de los temas principales de este Cuento. Desde la primera página se describe este fenómeno que muchas personas creen que es un tema nuevo. Quienes así lo piensan, yo creo que se equivocan. Como todos sabemos el acoso no es exclusivo de las aulas; es un hostigamiento habitual, obstinado, contumaz y persistente en muchos ámbitos de nuestra vida cotidiana (laboral, vecinal, patriarcal, sexual, de género, psicológico, etc…) Es la demostración “al otro” de quién es más fuerte siendo, la mayoría de las veces, llevado a cabo con violencia por personas movidas por la envidia o celos, generalmente realizado por individuos con trastornos psicológicos obsesivos y de inestabilidad emocional.  


      Odd, cuyo significado en inglés es extraño, raro, peculiar, es un chico de doce años inadaptado que tiene fracaso escolar y se dedica a molestar e importunar a sus compañeros, en especial a Buddy, varios años menor que él, y a otros alumnos de su clase, de su colegio y de su barrio. Su apellido es Henderson. En los muchos significados de “Hender” se encuentra acuchillar, herir, rajar… y “son” está funcionando como sufijo que significa hijo de. Vive en una casa vieja con sus padres y sus muchos hermanos; hoy se definiría con riesgo de exclusión social. Buddy sufre trastadas e insultos constantes, pero ni él ni ningún otro niño buscaban pelea; Odd sólo se sentía intimidado por una niña que resultó ser “…una matona, bajita, recia, piruja,…”  En el altercado ambos quedaron mal parados, dando como resultado un empate. Esta niña era Ann Finchburg y era conocida como “Jumbo”, cuyo significado es Gigante. 


Invitación a la celebración del Día de Acción de Gracias. La señorita Sook vivía en la casa con sus hermanos donde fue acogido Buddy. Miss Sook era una mujer soltera, de sesenta y tantos años de carácter jovial, alegre y divertido que se hizo muy amiga de Buddy. Sin demasiados estudios debido a una enfermedad, fue su maestra de apoyo escolar, la que le enseñó a leer la Biblia y otros textos; jugaban juntos, iban al bosque y a correr por los campos, a pescar y chapotear en los arroyos. Se ocupaba de la cocina y de la comida para la familia y para los obreros de la granja. Buddy la define así: “…Podía moverse con briosa decidida rapidez, los raídos zapatos de tenis que siempre calzaba rechinando sobre el encerado suelo de la cocina; y su distinguido rostro de rasgos delicadamente desmañados, con unos ojos bellos, juveniles, indicaba una fortaleza que parecía ser más el premio de un resplandor espiritual interior que la superficie visible de simple salud moral…” 


       En otro cuento, “Un Recuerdo Navideño”, Truman la describe así: 

“…Una mujer de pelo corto y canoso está de pie ante la ventana de la cocina. Lleva zapatos de tenis y un informe suéter gris sobre un vestido de algodón veraniego. Es pequeña y vivaracha como una gallinita de Bantam*; pero, debido a una larga enfermedad de la infancia, sus hombros son lastimosamente gibosos. Su rostro es singular…, parecido al de Lincoln, así de áspero, curtido por el sol y el viento; pero también es delicado, de fino trazo, y sus ojos son tímidos, color de cereza…” *gallito enano. 


     Miss Sook se había dado cuenta de que Buddy tenía problemas en la escuela y en la calle con Odd Henderson. Ese es el motivo por el que piensa que Buddy debe invitar a Odd a la tradicional cena. Ella toma el papel de mediadora a riesgo de que Buddy se niegue, pero está convencida de que esta situación debe finalizar por lo que decide visitar a la madre de Odd para cursar la invitación. Cuando regresa de casa de los Henderson, no duda en hacer comentarios positivos por el comportamiento de amor y cariño que tiene hacia su madre y su gran apoyo y ayuda que le brinda. Buddy, por su parte, está convencido que declinará la invitación.


      El día de Acción de Gracias ha llegado y toda la casa está revuelta, maletas que van y vienen, suben y bajan escaleras, los invitados están ya deseando que empiece la gran cena mientras una hija de los parientes empieza a tocar el piano para amenizar la velada. Al llegar Odd, bajo la gran expectación que produce, se acerca a la chica y empieza a cantar. Buddy no acepta esta situación y aprovecha un momento en el que acude a la zona de los servicios y es testigo de que Odd ha robado de un joyero de Miss Sook un camafeo (no demasiado valioso). Buddy ve la oportunidad de vengarse. Nunca había pensado en que podía resarcirse de todo el daño que había recibido, incluso en alguna ocasión lo había insultado gravemente llamándole “…Eres un marica…”. Ante el asombro de todos los invitados Buddy acusó a Odd del robo, éste lo negó todo. Miss Sook calmó a todos los invitados disculpando a su amigo, pero éste insistió en que había visto cómo robaba la alhaja. Para evitar esta situación tan desagradable fue a mirar en su joyero, regresando al comedor diciendo que había habido un error, que el camafeo estaba en su sitio. Buddy palideció cuando Odd sacó de su bolsillo el medallón reconociendo el robo y pidiendo perdón, agradeció la buena intención de Miss Sook abandonando la casa.  


     Buddy lloró durante mucho tiempo, había tenido una lección de su mejor amiga. Solo hay un pecado imperdonable: la crueldad deliberada. Tú planeaste humillarle.


Vocabulario: 

Ordalía. Prueba ritual (la mayoría de las veces mediante la tortura), usada en la Europa medieval y en ciertas sociedades para averiguar la culpabilidad o inocencia de una persona acusada.

Anabaptista. El anabaptismo es una de las corrientes existentes dentro del protestantismo. El nombre anabaptista (del prefijo ana-, 'de nuevo', y el griego 'el que bautiza')​

Garrotillo. Difteria, enfermedad infecciosa

Biedermeier es la denominación de un gusto y estilo literario y artístico, especialmente ornamental, que se desarrolló en el Imperio austríaco y el resto de la Europa Central entre el periodo del Congreso de Viena 1814-15 y 1848, la época de la Restauración

Borona es el nombre con que desde antiguo se llamaba al mijo, posteriormente al maíz y, por extensión, al pan hecho con harina de cualquiera de estos cereales

Calicó. Tela delgada de algodón

Arrendajo.  Ave. Es un córvido de mediano tamaño y hábitos netamente forestales

Bolondrón. Comida típica de Perú

Eón. En Filosofía, Período de tiempo indefinido o incomputable

Tragaldabas. Persona que come mucho. Zampón

Hueso de la suerte. Es comúnmente conocido como hueso de los deseos, principalmente en los países anglosajones donde existe la tradición de que dos personas tiren simultáneamente de los dos extremos de este hueso, de un pollo o pavo, hasta romperlo y se cree que se le cumple un deseo al que se quede con el trozo mayor. (Hueso en forma de Y)

******

Breve biografía de Truman García Capote

Truman Streckfus Persons, adoptó el apellido del segundo marido de su madre García Capote. Nació en Nueva Orleans el 30 de septiembre de 1924 y falleció en Los Ángeles el 25 de agosto de 1985 a los 59 años. 

Fue un escritor estadounidense que cultivó los géneros de novela, teatro y cuento dentro del Movimiento Literario. Trabajó para la revista New Yorker. A los 23  años escribió su primera novela “Otras voces, otros ámbitos), una de las primeras novelas que trata abiertamente el tema de la homosexualidad. Recibió dos premios el Premio Edgar y el Premio O. Henry en 1948. Sus novelas más importantes fueron Desayuno con Diamantes (“Breakfast at Tiffany´s”) en 1958 y  A Sangre Fría “(In cold blood)” en 1966. Algunas de sus novelas y cuentos han sido llevadas al Cine. Escribió más de 15 obras, entre novelas, cuentos, teatro y guiones cinematográficos, como por ejemplo El Gran Gatsby. Fue Miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras. 

Este Cuento que estamos leyendo está dedicado a Lee. Llevada por la curiosidad encontré que Harper Lee era una gran amiga suya que vivía cerca de su casa con sus padres. Harper Lee también era escritora, entre sus obras se encuentra Matar a un Ruiseñor, llevada también a la Gran Pantalla y a día de hoy retirada de las bibliotecas por considerarla racista por usar la autora el término “nigger”. Ella recibió el Premio Pulitzer provocando los celos de su amigo Truman. Él comentaba como cosa curiosa que los niños que asistían a los juicios de la película Matar a un Ruiseñor, eran él y Lee cuando eran pequeños. 


pastedGraphic.png



La foto policial de Rosa Parks en 1955 después de negarse a ceder su asiento en un autobús público a un pasajero blanco.




pastedGraphic_1.png


Archivo: Martin Luther King, Jr. Montgomery arrest 1958.jpg (El arresto de Martin Luther King, Jr, en Montgomery en 1958).  


pastedGraphic_2.png


Los Peregrinos marchando a un servicio religioso. 



pastedGraphic_3.png



Mayflower  Artículo Mayflower: el escabroso legado de los peregrinos que llegaron a EE.UU. hace 400 años . Nick Bryant-. BBC News, New York. 20 septiembre 202