Veintitrés
de julio de 2016
SEMBLANZA
A LA VIRGEN MARÍA, NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES, PATRONA DE DÍLAR
Y SIERRA NEVADA.
Parte
I
«Oyó
voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio
aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de
mármol»,
el
dos de enero del año 40 Nuestra Señora la Virgen María, que aún
vivía en carne
mortal
en Caesar
Augusta,
se
apareció ante el Discípulo de Jesús, Santiago el Mayor, y sus
siete apóstoles. Requirió "Nuestra Sin Pecado" que se
construyese un Altar en torno al "Pilar" donde estaba de
pie en el camino de sirga del río Ebro y prometió que
«
permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la
virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con
aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio
»
La
Visión de Nuestra Señora, la Madre de Dios, en la provincia romana
de Hispania es el preludio de la tradición milagrosa y Devoción
Plena de Nuestra Reyna en Europa. Hecho que constituye una auténtica
doctrina teológica que atestigua la Fe y el aprecio incesante de la
Iglesia con la Virgen María y su misión histórica de la Salvación,
siendo reverencial en España.
La
Virgen María ha sido venerada, honrada, y amada como Madre de Dios y
nuestra Madre, desde la génesis del Cristianismo:
«Los
profetas te anunciaron y los apóstoles te celebraron con las
más altas alabanzas»
El
primigenio al culto Mariano que se encuentra recogido como pleno
testimonio en los restos pictóricos hallados en las Catacumbas de
Santa Priscila o de San Pedro y San Marceliano en Roma en los que se
asevera la veneración a la Virgen María por los primeros Cristianos
relacionado con la Adoración a Nuestro Señor Jesucristo en el que
se acude a su intercesión,
«bajo
tú amparo nos acogemos ¡sea
Honrada María! !sea Adorado el Señor!».
Los Padres de la
Iglesia alaban a la,
«Madre de todas las vírgenes» donde «María es templo de Dios y
no es el Dios del templo».
Los
vestigios realizados en nombre de la Virgen María, desde el Pilar en
Zaragoza; los realizados sobre los cimientos del Templo de Vesta en
Roma bajo la Advocación de Santa María de la Antigua; la Iglesia de
la Natividad en Palestina; Santa Sofía en Constantinopla; o la
Basílica de Santa Maria
della Neve, Protectora de
Roma y Auxiliadora del Pueblo Romano son muestra material de la
vinculación de María y el Misterio de Salvación, sobre cuyos
fundamentos se erige la Iglesia.
Los
templos, basílicas, ermitas construidas por los primitivos
cristianos, culminan con los Dogmas de Fe adoptados desde
Constantino: el Concilio de Constantinopla en el año 381, el
Concilio de Éfeso en el 431 donde se reitera el principio dogmático
sobre la Maternidad Divina
y Virginal de María; y
que continúa hasta nuestro tiempo, implicando la bases esencial de
la teología cristiana,
«María
es Madre de Cristo porque
ha sido engendrado en su seno virginal». (Tertuliano
222 dc)
«¿Y
después de la muerte del Salvador? María
es la Reina de los Apóstoles; se encuentra en el Cenáculo y les
acompaña en la recepción de Aquél que Cristo había prometido, del
Paráclito; les anima en sus dudas, les ayuda a vencer los obstáculos
que la flaqueza humana pone en su camino: es guía, luz y aliento de
aquellos primeros cristianos».
En
la Virgen María se reconoce la plena semejanza entre la Realeza
divina de Cristo y su Madre,
«Madre
Divina, Madre de Rey, Reyna de los Hombres, Protectora de los
Hombres, Símbolo de la Paz, Amor, Justicia y Vida
»
Símbolos
que se proyectan hasta
nuestros días, hasta la Europa de nuestro tiempo y que no ha de
cesar quam luz
que guía nuestra sociedad.
La
Luz de María; la Palabra y el Emblema de Cristo al igual que el
logos de
la Grecia clásica o el Derecho Romano, son la base innegable de
Europa, de toda Europa. Evidencia aseverada por San Juan Pablo II en
Palabras a los jóvenes en la España
Mariana,
«Queridos
jóvenes, os invito a formar parte de la “Escuela de la Virgen
María”. Ella es modelo insuperable de contemplación y ejemplo
admirable de interioridad fecunda, gozosa y enriquecedora. Ella os
enseñará a no
separar nunca la acción de la contemplación,
así contribuiréis mejor a hacer realidad un gran sueño: el
nacimiento de la nueva Europa del espíritu. Una
Europa fiel a sus raíces cristianas,
no encerrada en sí misma sino abierta al diálogo y a la
colaboración con los demás pueblos de la tierra; una Europa
consciente de estar llamada a ser faro
de civilización y estímulo
de progreso
para el mundo, decidida a aunar sus esfuerzos y su creatividad al
servicio de la paz y de la solidaridad entre los pueblos»
Sin
embargo, Europa en general y el Proceso de Integración Europeo, hoy
día apercibido y en claro riesgo social, económico, político, sin
identidad, acosado por procesos de secesión, amenazado y golpeado
por la sinrazón y
la barbarie, no debe abandonar sus valores,
«fundamentados
en el respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad,
Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los
derechos de las personas pertenecientes a minorías. Valores que son
comunes a los Estados miembros en una sociedad caracterizada por el
pluralismo, la no discriminación, la tolerancia, la justicia, la
solidaridad y la igualdad entre mujeres y hombres. Y cuyo fin es
promover la paz, sus valores y el bienestar de sus pueblos»
El Papa Francisco I en
la entrega de los Premios Carlomagno 2016, manifestó su creencia en
que los líderes de toda Europa, puedan
«inspirarse
en el pasado con el fin de afrontar con valentía el complejo marco
multipolar de nuestros días. Se han de ocupar con determinación del
reto de actualizar la idea de Europa y dar a luz un nuevo humanismo.
Sueño con una Europa que joven, todavía capaz de ser madre: una
madre que tiene la vida, porque respeta la vida y ofrece la esperanza
de vida. ¿Qué te ha
sucedido Europa humanista, defensora de los derechos humanos, de la
democracia y de la libertad? ¿Qué te ha pasado Europa, tierra de
poetas, filósofos, artistas, músicos, escritores? ¿Qué te ha
ocurrido Europa, madre de pueblos y naciones, madre de grandes
hombres y mujeres que fueron capaces de defender y dar la vida por la
dignidad de sus hermanos?. Sueño con una Europa que promueva y
proteja los derechos de todos, sin descuidar sus deberes para todos,
esperanza de una Europa de la que no se diga que su compromiso con
los derechos humanos fue su última UTOPÍA.»
El Papa se lamenta con
razón de que los grandes ideales que inspiraron Europa han perdido
su atractivo, pues efectivamente
«Europa
está cansada, envejecida ya no es fértil y vital»,
pero reclama que
«las
raíces de Europa se fueron consolidando en el transcurso de su
historia, aprendiendo a integrar en síntesis siempre nuevas las
culturas más diversas y sin relación aparente entre ellas. La
identidad europea es, y siempre ha sido, una identidad dinámica y
multicultural»,
Precisamente
dicha identidad ha sido arraigada sobre una misma base cultural,
tradicional, historiográfica desde la Europa y en la Europa que se
levantó desde sus cenizas
como afirmó Robert Schuman en la Declaración
del nueve de mayo de 1951,
«Europa
no se hará de una vez, ni en una obra de conjunto: se hará gracias
a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad
de hecho».
Esa es la Europa
forjada, que debe apuntalarse en los valores y principios que
representa el Dogma Mariano y en el que Benedicto XVI vinculó a
María a la vida de los Cristianos,
«Aprendamos
de María a reconocer nosotros también la presencia del Espíritu
Santo en nuestra vida, a escuchar sus inspiraciones y a seguirlas
dócilmente. Él nos permite crecer de manera conforme a la plenitud
de Cristo, con esos frutos buenos que el apóstol Pablo enumera en
su Carta a los Gálatas: «Amor, alegría, paz, paciencia,
afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí» Hago
votos por que os veáis colmados de estos dones y caminéis siempre
con María según el Espíritu, y, al tiempo que alabo vuestra
participación en esta celebración vespertina, imparto de todo
corazón a vosotros y a vuestros seres queridos la bendición
apostólica»,
Reivindico
en esta semblanza la comunión, el vínculo de Nuestra Madre María,
con Europa, con España y como es lógico con nuestros Pueblos pues
son garantes de nuestras tradiciones, de nuestras costumbres y que
sin perder de vista el futuro incierto, no olvidan la esencia en esta
"aldea global",
transmitida de padres a hijos en Amor a Nuestra Madre, la Virgen
María en su advocación a la Virgen de las Nieves.
Parte II
Ese
Pueblo que ama a MARÍA, es mi Dílar, sin fisura le mostramos
fervor, veneración, devoción a NUESTRA VIRGEN DE LAS NIEVES y SU
NIÑO JESÚS. Todos imploramos día a día, todos le rezamos, todos
le agradecemos, el mero hecho de amanecer.
La
VIRGEN DE LAS NIEVES es el auténtico nexo de unión de Dílar, es la
atalaya, la guardiana, la luz de su belleza que
desde la Ermita con su manto nos da calor y refugio, como madre a su
hijo.
Tengo
la creencia: que todos
nos sentimos reflejados en el Niño Jesús; acogido por su Madre que
con un jugueteo intenta con la mirada de la inocencia avenirse a
nosotros, pero con la irreflexión de un niño se dirige con sus
brazos y nos muestra la Verdad de su Protectora de Nuestra Madre. Él
la presenta; Él la entroniza; Él quiere que sepamos que Ella es
nuestro vínculo con Dios, el enlace con el Salvador.
Fervor
a Nuestra Madre que se transmite de padres a hijos, de abuelos a
nietos más allá de la tradición y la costumbre, marca la Identidad
de Dílar, que se clava
en el Alma en el Corazón.
Ella, desde mi más sincera, inocente e ilógica razón, ocupa mi
pensamiento; habita mí espíritu; corona el dintel de las puertas de
mi vida,
“Soy
de Dílar, y Ella es la VIRGEN DE LAS NIEVES, la Virgen de Mi Pueblo.
Qué guapa es, tiene algo”
proclaman cuando muestro con orgullo la estampa con su Imagen única
y excelsa.
Tengo
también la creencia: que
Dílar y SU MADRE son indisolubles, constituyen un vínculo perpetuo
desde que en el año de Nuestro Señor de 1717, se mostró en el
Collado del Veleta
a D. Martín de Mérida y Martín de Soto, como en el año 40 a
Santiago Apóstol en Zaragoza o el mismo cinco de agosto del 354 en
el monte “Esquilino” de Roma; apareció
«Ella,
al ver por delante de
sí a la más bendita de las mujeres, a la Madre amorosa de los
hombres, Milagroso socorro protector, la VIRGEN DE LAS NIEVES, en
cuyos brazos de pureza tenía a Su Santísimo Hijo y rodeada por una
aureola de luz divina, y en medio de los Ángeles que la custodiaban.
En señal de gratitud, en aquel mismo sitio de la Sierra en que tuvo
lugar la aparición de Nuestra Señora de las Nieves se construyó
una pequeña Ermita con tan venerada Imagen milagrosa»,
Y
tengo mi creencia: como
niño, cuando aún no ha
amanecido el día quince de agosto, las campanas suenan, repican,
voltean con insistencia; los nervios se apoderan de mí y con pasión
camino acelerado hasta nuestra Ermita, para “sacar” a la más
GUAPA y a su HIJO.
Como
niño, aún tengo frio en
esa mañana en la que los primeros rayos de sol se asoman desde
Sierra Nevada; amanecer de Fe a las puertas de la Ermita, nuestra
Casa, cientos de devotos la esperamos; y como Hermanos los costaleros
de blanco, erizada la piel y lágrimas en los ojos la esperamos y la
sentimos;
andas de fervor al
Cielo con Ella
Como
niño voy tras su Trono,
tras de ELLA, para no perderla de vista, pues me guía hasta la
Iglesia de mí Dílar, su otra casa, pienso como
niño.
Como
niño desde niño, veo a
mi Madre, siento su Devoción tras ELLA; y al costal de sus andas,
siempre mi Abuelita con Pasión y; mi Tía María que como
niño aún la veo cogida
a los brazales para no separarse de ELLA, también detrás ellas,
como me mostraron, para no extraviar SU LUZ, SU VERDAD, SU
RESPLANDOR, SU PROTECCIÓN, SU VIGÍA, SU CAMINO llevando en sus
brazos a NUESTRO NIÑO JESÚS.
Como niño aún
tengo mi creencia y es ELLA nuestra VIRGEN de las NIEVES su HIJO,
nuestro PADRE. Como un niño, mis hijos AMARÁN a la más GUAPA, la
Reyna de DÍLAR.
Esta
semblanza, desde mi sincera y perpetua gratitud a NUESTRA HERMANDAD,
a NUESTRA PARROQUIA, a MI DÍLAR, por haber sido elegido para
realizar tan MAJESTUOSO
ACTO de PRESENTACIÓN,
que jamás olvidaré. Ha de ser únicamente la obertura a los
SOLEMNES actos de DEVOCIÓN MARIANA que mi Pueblo con fervor,
devoción, piedad, recogimiento, ardor, entusiasmo, pasión, exhibirá
con orgullo en el año de Nuestro Señor de 2017, en el que se
CONMEMORA el TERCER CENTENARIO de la APARICIÓN de NUESTRA MADRE LA
VIRGEN DE LAS NIEVES.
Gratitud
he de mostrar de forma infinita, pues este preludio acontece en el
año en el que se conmemora el V Centenario del fallecimiento de
Fernando El Católico y IV Centenario del fallecimiento de Cervantes:
De la Virgen sin par
santa y bendita,
digo de sus loores,
justamente
haces el rico sin
igual presente
a la sin par
cristiana Margarita.
Dándole, quedas
rico; y queda escrita
tu fama en hojas de
metal luciente,
que, a despecho y
pesar del diligente
tiempo, será en sus
fines infinita.
Felice en el sujeto
que escogiste,
dichoso en la
ocasión que te dio el cielo
de dar a virgen el
virgíneo canto.
Venturoso también
porque heciste
que den las musas
del hispano suelo
admiración al tusco
espanto
(Grandezas y
excelencias de la Virgen Señora Nuestra (1587), Miguel de Cervantes
Saavedra)
GRACIAS de CORAZÓN
¡VIVA LA VIRGEN DE LAS
NIEVES!
¡VIVA NUESTRA MADRE!
¡VIVA LA REYNA DE
CIELO Y TIERRA!
¡VIVA
DÍLAR!
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