domingo, 6 de noviembre de 2016

NETZAHUAL-CÓYOTL, o NEZAHUAL-CÓYOTL Texcoco o Texcuco, en el Valle de México.



¿Cómo ha de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir, a brotar sobre la tierra?
(Netzahualcóyotl)
Tenochtitlán, Texcoco, 1402-1472


         NETZAHUAL-CÓYOTL, o NEZAHUAL-CÓYOTL nació en 1402 y murió en 1472 en Texcoco o Texcuco, en el Valle de México. Su apelativo procede del Náhuatl y significa coyote o lobo que ayuna o está hambriento, - en el sentido de sacrificio y de avidez de conocimiento -. El nombre que le dieron al nacer, Acolmiztli (felino fuerte) fue modificado por unas circunstancias personales en su juventud: un accidente, guerras y unas luchas con animales feroces que influyeron, además, en su carácter que se volvió taciturno, triste, soñador y melancólico. Fue hijo del sexto señor de los Chichimecas, Ixtli-xóchitl (flor oscura) y de Matlal-ci-hua-tzin. (matlatl, red, más tzin, nobleza). Netzahualcóyotl fue un gran pensador, hombre recto y amante de la Naturaleza, un Tlatoani o Emperador en la región de Texcuco, ciudad-estado en el valle de los Mexicas, siendo aliado militar político del Tlatoani Azteca Moctezuma Primero Ilhuicamina.

         
       En el siglo XV, el mayor centro de poder se encontraba en Azcapotzalco, capital de los Tepanecas, gobernado tiránicamente por el señor Tezozómoc, quien mató al padre de Netzahualcóyotl. Éste, Netzahualcóyotl, fue arquitecto, filósofo, poeta, erudito, visionario de un Dios único en un México precolombino politeísta donde cada dios, al igual que en los pueblos clásicos y en el mundo antiguo, tenía una advocación que se relacionaba con las Artes, las Ciencias, la Naturaleza, el Hombre… Por citar algunos de ellos, Tláloc dios de la lluvia y del agua, Tonatiuh dios del sol, Huitzilopochtli, dios de la guerra, Quetzalcóatl el dios creador -alto, rubio, blanco, barbado y de profunda cultura -, Coatlícue, diosa de la fertilidad… Estos dioses ya existían cuando hacia 1325 los nómadas o trashumantes Nahuas, procedentes de Aztlán, llegaron y poblaron el valle del Anáhuac en el centro de México y fundaron allí la ciudad de Tenochtitlán, donde según la leyenda “tenían que construir su ciudad donde vieran un águila sobre un nopal (cactus, chumbera) devorando una serpiente”. Este fenómeno ocurrió sobre el lago de Texcoco.


         Teotihuacán, la ciudad de los dioses ya había sido erigida por pobladores anteriores desconocidos quienes levantaron las Pirámides del Sol y de la Luna, otras pirámides menores y la calzada de los muertos. Se cree que fueron cimentadas por dioses y fuerzas superiores sobrenaturales y algunas de estas pirámides tienen 260 escalones – número mágico -, como el del calendario de 13 meses x 20 días, cuyo resultado es 260, y otras constan de 365 escalones (como por ejemplo la pirámide Kukulcán en el Mayab, que tiene 4 escalinatas de 91 escalones cada una, más uno superior, haciendo un total también de 365, exactamente como se cuentan los días en nuestro calendario en los últimos siglos). Además, las pirámides están construidas mirando al Norte como las de Egipto, aunque las de México son pirámides truncadas para realizar ritos religiosos, ofrendas y sacrificios humanos.

        Por poner algún ejemplo y circunscribiéndome únicamente a la parte central de México, lo que hoy se podría considerar como Ciudad de México y su Estado, estaba habitado por tribus dominadas en su mayoría por los Emperadores Nahuas-Aztecas y otros Señoríos con los que puntualmente formaban triunviratos. Otros pueblos de alrededor estaban sometidos a ellos a través de controles y de pagos de impuestos, bien en especie, (cacao, piedras preciosas, aves), bien en territorios, o bien esclavizando a sus pobladores.

         
        Las civilizaciones más importantes en lo que hoy es la República Mexicana, son: los Nahuatlacas o Aztecas, los Totonacas, los Tlaxcaltecas, los Chalcas, los Chichimecas, los Toltecas, los Tepanecas, los Tlaltelolcos, los Texcucanos, los Olmecas, los Tarahumaras, los Otomíes, los Zapotecas, los Xochicalcas, los Mayas, los Huastecas, los Tarascos, los Huicholes, que son los últimos guardianes del Peyote…

        Como pinceladas aisladas y no pudiendo entrar en un tratado de historia por su complejidad, y estar fuera del contexto de la poesía precolombina, quisiera destacar que:

        Netzahualcóyotl fue el séptimo Tlatoani o Emperador de Texcoco de 1429 hasta su muerte en 1472. Su sucesor fue su hijo Nezahualpilli.

        Recibió en el calmécaci una sólida formación intelectual y guerrera que le dotó de grandes conocimientos y sabiduría. El Telpochcalli (en Náhuatl ‘casa de los mancebos’), eran escuelas para los jóvenes a los que preparaban para la guerra y para servicios a la comunidad. Esta educación se recibía a partir de los 15 años y existía una escuela en cada barrio.

        Nuestro poeta presenció el asesinato de su padre cuando contaba con 16 años.
        Fue hecho prisionero, metido y exhibido en una jaula de la que consiguió huir, siendo ayudado en varias ocasiones por sus seguidores disfrazándose de campesino.

       Se formó en las artes militares y fue un poderoso gobernante. Consiguió atraerse a pueblos descontentos con los poderes establecidos. Fue un hábil diplomático quien trabajó para el desarrollo de los pueblos limítrofes.

       El título y el imperio no lo heredaba el primogénito, sino aquél que hubiera demostrado mayor capacidad, valentía y conocimiento.
Reunió bajo su gobierno y su corte a “hombres sabios” llamados “tlamatini”. Éstos eran: sacerdotes-teólogos, filósofos, escribas, matemáticos, astrónomos, pensadores, legisladores, historiadores, diplomáticos, artistas, artesanos, pintores, escultores, músicos, agricultores, estudiosos de plantas medicinales, arquitectos y poetas, que han engrandecido el acervo cultural del México de hoy. Bajo su mandato, se llevó a cabo un modelo de gobierno de buena administración, equidad y pacifismo.

       Como arquitecto, entre sus obras principales se encuentran: la construcción de viviendas para el pueblo y para los nobles. Embelleció México-Tenochtitlán con jardines y palacios. Fue el constructor de grandes diques para separar el agua dulce del agua salada para diferentes usos, como por ejemplo el riego de campos y jardines. A la llegada de los españoles unos años más tarde, hacia 1519-1521, denominaron este dique como el gran “albardón”ii que sirvió, además como defensa contra las inundaciones. Mandó edificar baños para su uso personal y para toda la población. Construyó un Jardín Botánico para estudio de las plantas y un Zoológico al que se hicieron traer animales y aves de todas las regiones. Planificó y levantó un gran acueducto en el Bosque de Chapul-tepec (cuyo significado es cerro del chapulín) para abastecer de agua dulce a todos los habitantes. Entre sus grandiosas obras se encuentra el Templo Mayor de Texcoco dedicado a los dioses Huitzilopochtli y Tláloc. Se cuenta que en el México precolombino durante su mandato no había gente pobre. El gobierno se preocupaba de la alimentación y de la sanidad; los ancianos eran venerados como hombres sabios, trasmisores del conocimiento y la experiencia.

       Para resumir, fue un gran poeta del siglo XV, precolombino, filósofo, visionario de un único Dios al que él llamó Tloque Nahuaque, estudioso de la Naturaleza y de la trascendencia del ser humano.
        “Netzahualcóyotl y sus poemas son una fuente histórica invaluable de la mentalidad de la altura Mexica; todos sus cuestionamientos epistemológicos y ontológicos nos sirven como la prueba de que sí existía pensamiento que consideramos filosófico entre los precolombinos. Además, fue un personaje clave para la historia política de ésta región, y fue uno de los causantes del apogeo del imperio Náhuatl; aunque él mismo se perfila como un pacifista  adelantado a su tiempo e inverosímil en una cultura guerrera”.iii

        Y, ya por último, como Poeta, no se sabe a ciencia cierta cuántos poemas escribió, pero se han conservado aproximadamente unos 34. Fueron traducidos del Náhuatl al Castellano-Español, pero se desconoce la fecha y la autoría de estas traducciones, aunque algunos críticos las atribuyen a D. Ángel María Garibay (1892-1967 filósofo, historiador, experto en las culturas prehispánicas y sacerdote católico mexicano) y a D. Miguel León Portilla. (1926 historiador y filósofo mexicano estudioso del pensamiento y de la literatura Náhuatl).

Como muestra, transcribo a continuación alguna Poesía y/o alguno de sus fragmentosiv:


No en Parte Alguna...

No en parte alguna puede estar la
casa del inventor de sí mismo.
Dios, el señor nuestro, por
todas partes es invocado,
Por todas partes es también venerado.
Se busca su gloria, su
fama en la tierra.
Él es quien inventa las cosas,
Él es quien se inventa a sí mismo: Dios.
Por todas partes es invocado,
Por todas partes es también venerado.
Se busca su gloria, su
fama en la tierra. {…}

Con Flores Escribes...

Con flores escribes,
Dador de la vida,
Con cantos das color,
Con cantos sombreas
a los que han de vivir en la tierra.
Después destruirás a águilas y tigres,
Sólo en tu libro de pinturas vivimos,
Aquí sobre la tierra. {…}

En el Interior del Cielo

Sólo allá en el interior del cielo
Tú inventas tu palabra,
¡Dador de la vida!
¿Qué determinarás?
¿Tendrás fastidio aquí?
¿Ocultarás tu fama y tu gloria en la tierra?
¿Qué determinarás?
Nadie puede ser amigo
Del Dador de la vida...
Amigos, águilas, tigres,
¿a dónde en verdad iremos? {…}

¿Eres Tú Verdadero...?

¿Eres tú verdadero (tienes raíz)?
Sólo quien todas las cosas domina,
El Dador de la vida.
¿Es esto verdad?
¿Acaso no lo es, como dicen?
¡Que nuestros corazones
no teman tormento! {…}

Solamente Él

Solamente él,
El Dador de la Vida.
Vana sabiduría tenía yo,
¿Acaso alguien no lo sabía?
¿Acaso alguien?
No tenía yo contento al lado de la gente.
Realidades preciosas hacer llover,
De ti proviene tu felicidad,
¡Dador de la vida!
Olorosas flores, flores preciosas,
Con ansia yo las deseaba,
Vana sabiduría tenía yo...

¿A dónde iremos?

¿A dónde iremos
donde la muerte no existe?
Mas, ¿por esto viviré llorando?
Que tu corazón se enderece:
Aquí nadie vivirá por siempre.
Aun los príncipes a morir vinieron,
Los bultos funerarios se queman.
Que tu corazón se enderece:
Aquí nadie vivirá para siempre.

Recuerdo que Dejo

¿Con qué he de irme?
¿Nada dejaré en pos de mí sobre la tierra?
¿Cómo ha de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir,
a brotar sobre la tierra?
Dejemos al menos flores
Dejemos al menos cantos.

i Centro educativo de élite de los antiguos nahuas en el que recibían formación los hijos de los sacerdotes o los nobles. (Wikipedia)
ii Loma o pequeña elevación situada en terrenos bajos y anegadizos: se han formado albardones en aquella zona inundada.


Fuentes: Wikipedia.org
Biografía de Nezahualcóyotl.com
María Teresa Golzarri Canales
Aula de Literatura
Gójar (Granada) Octubre de 2016


1 comentario: