martes, 7 de marzo de 2017

El poder de lo real; Leyendo a Zubiri Diego Gracia


Xavier Zubiri

El poder de lo real; Leyendo a Zubiri
Diego Gracia
José Antonio Espejo Zamora

Cada día somos bombardeados con miles de estímulos.
Desde que somos niños, a través del sistema educativo y de los medios de comunicación, somos requeridos a tener un pensamiento común o mejor, único; al mismo tiempo, desde el sistema educativo, se nos insiste en que tenemos que ser críticos; pero, curiosamente, esta actitud crítica debe conducir a pensar como piensa el “Estado”; quien dice Estado dice Lobby/s; en paralelo, los medios de comunicación reivindican la libertad de expresión como un derecho fundamental, sobre todo si se termina pensando y compartiendo la opinión que los dueños de los Medios lanzan con su poder y su dinero. Esto es así hasta tal punto, que si se cuestionan los mensajes lanzados desde sus plataformas, inmediatamente lanzan otro mensaje: la libertad de expresión está siendo atacada. ¿Cómo puede ser atacada la libertad de expresión en el ejercicio de la misma libertad de expresión cuando ciudadanos, sin poder y sin dinero no se creen, no asimilan la opinión dominante y dominadora lanzada por los dueños de los medios?
Libro sobre el pensamiento de Zubiri.

¡Cuidado con pensar de forma distinta a la “mayoría”! Incluso la disidencia está diseñada, contando también ellos, los más “progres”, con sus medios de comunicación.
Zubiri, Julian Marías, María Zambrano etc… tuvieron que ejercer su trabajo “al margen” del “Estado”, de los medios de comunicación. Es cierto que la dictadura de Franco los marginó, les prohibió el ejercicio de su profesión en lo que habría sido su ámbito: la Universidad.
Puesto que estamos en “democracia”, cabría pensar que hoy, si estos viviesen, ejercerían su labor en el ámbito universitario. Sin embargo, están muertos. Pero sus ideas, su pensamiento filosófico no está muerto.
Cabe afirmar que cuando el Estado los expulsó del ámbito universitario los lanzó al que realmente era su espacio: LA VIDA precaria, contingente, difícil, expatriada…; hoy podríamos pensar que sus ideas, en la democracia superadora de la dictadura franquista, habrían ocupado el puesto que merecían; se les hizo algunos homenajes, incluso alguna película, (película realmente de baja calidad), ¿pero sus pensamientos han sido puestos en el candelero? Pienso que no.
Cada día tenemos que soportar opiniones, poco formadas, mal formuladas por los políticos, que además se erigen en valedores de la ética. Política y deportes. Si flaquean en la argumentación, entonces es convocado algún intelectual, de estos que han triunfado en la vida universitaria y editorial; qué curioso, también han recibido muchos premios; qué curioso, a veces algunos de ellos han ejercido la política.
En mi opinión hay que buscar las voces de aquellos que en la marginalidad del sistema elaboraron un pensamiento propio, bien elaborado, complejo por su profundidad. El motivo de que me interese ese pensamiento no es su marginalidad, es más, ninguno de ellos buscaba ni estar ni dejar de estar integrado en el sistema, no buscaron la marginalidad; su valor intelectual los colocó en el centro del pensamiento pero no de la sociedad; me atrae el que no buscasen el enchufe, tan de moda siempre, el que prefirieran la fidelidad en la búsqueda de lo verdadero antes que los premios con los que son agasajados y reconocidos los que son fieles al sistema. Ellos no se detienen en la politiquilla, cutre, rastrera, no sólo de los políticos, sino de todos aquellos que en aquella época, de la dictadura buscaban colocarse o en ésta de la “Democracia” buscan el enchufe y los premios que reciben aquéllos que son “fieles”.  
Que nadie se asuste ni con miedo mire para otro lado, vaya a ser que el que manda te vea leyendo a Zubiri, o a Julián Marías o a Zambrano; ellos no entran en los bajos fondos del poder; ellos entran a fondo en la vida, en el pensamiento, hablan de otras cosas, por ejemplo, de Dios. Pues curiosamente, estos tres que he nombrado, piensan que Dios existe. Podría haber nombrado a más.
Diego Gracia, en este libro sobre Zubiri: El poder de lo real. Leyendo a Zubiri, afirma en el capítulo 11 (El problema del fundamento) folio 405:
 “Este es el punto esencial en el pensamiento de Zubiri. El fundamento es realidad trascendental, y en tanto que trascendental, realidad personal. Y eso es lo que llamamos Dios. De donde resulta que la experiencia del fundamento es experiencia de la realidad personal, de Dios, no experiencia de lo sagrado, que sería sólo el sentido consecutivo a la realidad de Dios…”

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