Historia de dos lojeños
Francisco Espejo Lobato, descendiente de Bartolomé y de Pedro Antonio Espejo |
LINAJE RUIZ DE ESPEJO
LOJA GRANADA MADRID VICÁLVARO ARCHIDONA
LOJA GRANADA MADRID VICÁLVARO ARCHIDONA
*Bartolomé de Espejo, Jurado del Ayuntamiento de Loja.
PEDRO ANTONIO DE ESPEJO
Natural de Loja, hijo de Francisco Ruiz de Espejo y de Catalina Calvillo y Zayas.
Militar, como su hermano el guardia de Corps Francisco José Espejo.
Se encargó de la educación del Infante Francisco de Paula Borbón, hermano pequeño de Fernando VII, durante 9 años.
Por orden de Carlos IV, protegió y acompañó a Godoy tras el Motín de Aranjuez.
Murió en el palacio de Abrantes en 1834, celebrandose su funeral en la parroquia de Santa María la Real de la Almudena.
Palacio de Abrantes, calle Mayor Madrid; hoy Instituto Italiano de Cultura |
Acta de defunción Pedro Ruiz deEspejo, parroquia de la Almudena |
Nuestra Señora de la Almudena Madrid, Parroquia de la Almudena -Cripta- |
Documentos transcritos que publicamos:
1.-Carta de Pedro Antonio Espejo a Fernando VII, solicitando su jubilación.
2.-Extracto de las Memorias de Manuel Godoy.
3.- Relato de la salida del Infante Francisco de Paula Borbón para Bayona
4.- Acta de los bienes que Pedro Antonio de Espejo dejó en Ocaña cuando partió para Bayona.
5.- Nombramiento de Jurado del Ayuntamiento de Loja, otorgado a Bartolomé de Espejo por Carlos III.
Palacio
3 de Enero de 1818
Señor:
Don
Pedro Antonio Espejo, teniente General de los Reales Ejércitos,
segundo comandante del Brigada de Carabineros R.A.L.R.P., de V.M.,
con el mayor respeto expone : tiene el honor de servir en la gloriosa
carrera de las armas 49 años, un mes y días, habiendo comenzado en
la clase de Cadete del Regimiento de Caballería de Alcántara y
seguido en la de Alférez del de Santiago; Porta Estandarte y Alférez
de la Real Brigada de Carabineros; Teniente con grado de Capitán,
por particular mérito: Ayudante mayor; Capitán, Coronel vivo de
Caballería; Sargento Mayor y segundo Comandante de la Real Brigada
citada. Promovido a Brigadier y Mariscal de Campo en el mismo Real
Cuerpo, por acciones y méritos distinguidos en las campañas;
finalmente hecho Teniente General, tanto en las épocas de paz como
en las de guerra ha conseguido ver el resultado más brillante a su
celo y deseos de sacrificarse en el lleno de sus funciones al Real
servicio.
En
la duración de las expresadas épocas, ha vivido empleado sin usar:
en la de guerra constante en los campos de combate y líneas,
sufriendo no pocas veces, enfermo y aun de peligro; herido otras, se
sostuvo al frente de los estandartes al destrozo de los enemigos y
mayores riesgos hasta la conclusión de las funciones de armas.
Francisco Espejo Lobato, descendiente de Bartolomé Espejo y Pedro Antonio Espejo |
Se
halló, como consta, en las campañas de Francia de 93 y 94, desde su
principio hasta su total conclusión y en ellas en la función y
batalla de Seret, mandando el destacamento de caballería que siguió
a los enemigos y aun al paso del río: Toma de Baulen; batalla de
Masden; ataque y retirada a las alturas de Perpiñán: en los de
mañana y tarde 17 de julio de Canoes y Solet, donde le mataron el
caballo que montaba. En el desalojar a los enemigos de las cercanías
de Millas y otros lugares a las órdenes del Mariscal de Campo Don
Rafael Adorno; en los de 29 de agosto en los campos y baterías de
Cornellás y Pesillás, deteniendo y rechazando con un destacamento
de su Cuerpo en la toma de Ubeta y sus campamentos; en los del 3,
dados en los mismos campos, mandando el destacamento de Caballería y
Dragones de 2º del Brigadier Don Santiago Magdonel, pasó a la
cabeza del río forzando el fuego de artillería y fusil de los
enemigos; no obstante de haber sido herido gravemente en aquel
instante, les atacó, maniobrando hasta la conclusión del todo, que
teniendo orden para la retirada, sostuvo la total tomando sobre sí
la reunión de las tropas que dispersaron, formándolas y
disponiéndolas en paraje más ventajoso a poder seguir y evitar los
mayores riesgos, logrando los instantes, y a ser observado por el
general don Rafael Vasco, que mandaba el todo, anotándole las
acciones que recomendó a su M. en el número de las más
distinguidas y dignas de premiar.
En la retirada de Prades, a las
ordenes del conde de la Unión y en la de San Felui, y cercanías de
Perpiñán. En ésta sostuvo, con 40 caballos que mandaba, los
respectivos trabajos hasta su conclusión. En el voladura y
destrucción del puente del río principal, rechazando a los
Migueletes y Usares enemigos. En la batalla de Trullas, el 22 de
septiembre; en la función del 29 de junio, a las cercanías de Tuy;
en todas las del campo y baterías del Baulon. En el 17 de octubre;
en los campos y baterías de Villalonga; en el 18, a la reconquista
de Argeles; En el 19 y batalla por los enemigos en las baterías de
Villalonga de la que salió herido gravemente; en la batalla y
función de 7 de junio de 94, en Pons de Molin, en la que, por orden
de su comandante en jefe, salió con 50 carabineros a atacar un
flanco las columnas de caballería enemigas, logrando ejecutarlo por
el frente de su Infantería bajo de su fuego de fusil e
intercalándose entre ésta y aquéllos consiguió puntualizada la
comisión, extendiéndola a la retaguardia enemiga para cortarles con
el destrozo que les verificó; salió contuso de un golpe de sable en
la cabeza, cuyo todo fue notorio; en la salida del 13 de agosto, a
los enemigos; en las del 6 y 26 de mayo de 95; en la batalla del
campo de Pontos, el 14 de junio; y en otras generales con sus
respectivos Cuerpos, sacando dos veces sus caballos heridos de golpe
de bayoneta. Se halló así mismo, en la campaña de Portugal en
1801, mandando a la cabeza los escuadrones de la brigada desde su
entrada en dicho reino hasta su salida o total conclusión. Aun
cuando le tocó partir de los campos franceses a mandar en España
cantones de descanso, logró evadirse anteponiendo el quedar en medio
del riesgo al descanso que le proporcionaba la suerte. Ejecutó por
orden de su comandante en jefe la retirada de Labisbal con la
enfermería u hospital de la citada Real Brigada, salvando todos los
heridos y enfermos que en ella había sin abandonar ni aun los más
imposibilitados y de peligro; como así mismo la remonta de caballos
que acababa de llegar, y el vestuario completo (…), hecho que se
admiró como imposible, habiendo sido ejecutado dos días después de
la entrega de Figueras y creyéndose los caminos cortados por los
enemigos, como se lo dijo el Teniente General Izquierdo y otros a su
paso por dicho pueblo.
Palacio Real Madrid |
Se
halló, igualmente, al socorro y acogimiento de alimentos y ropas,
costeadas a su expensas de los desvalidos náufragos, heridos y
moribundos por la batalla de Trafalgar, arribados al puerto de Santa
María. Así mismo, se encontró en la fuerte epidemia pestilencia de
Andalucía, en Jerez de la Frontera a la cabeza de la Brigada,
mandándola por ausencia de los dos comandantes, sin omitir medio en
las urgentísimas necesidades y acudiendo al todo personalmente, no
obstante de verse en su penosa convalecencia.
En
la paz, sin duda, estuvo empleado siempre en los asuntos más propios
(instrucción militar y plana mayor) de su carrera sin haberse
ausentado de los Estandartes ni usando de Real licencia temporal, ni
aún para el arreglo más preciso de sus intereses. El celo y
desempeño de sus deberes le atrojo sin duda el ser elegido y llevado
por representaciones generales de la primera reputación de unos
Cuerpos a otros, sin omitir el Real Colegio de Cadetes de Caballería
que se estableció en Ocaña; quedé Cadete de Alcantara, concluido
totalmente el curso de matemáticas en la Real academia militar de
Barcelona, del que salió sobresaliente en todas sus materias y
dibujo, como consta de certificación, fue ya elegido para la
instrucción de aquéllos, y después de su primer pase a la brigada
de Carabineros Reales, sacando por Real orden de S. M., hallándose
de Alférez para sargento mayor del referido colegio y director de
matemáticas, táctica de caballería e infantería y otros ramos de
enseñanza militar.
En
la época que rrd. De R. resoluciones existió fuera de España
empleando al Real lado del Serenísimo Señor Infante don Francisco
de Paula Antonio, cuya duración ha sido toda la dicha época de muy
cerca de nueve años las obras practicadas, a pesar del más conocido
riesgo en favor de la hospitalidad y auxilios de manutención,
embarques para volver a España dignísimos oficiales, sargentos y
soldados españoles, escapados de los depósitos franceses y vistos
después los unos en cárceles y los otros ocultos en parajes no
pensados por él y que haciendo alarde visitaba y socorría de
diversos modos, son testigos públicos de su conducta particular no
equivocada. Pudieran citarse varios de ellos que apoyarían lo
expuesto. Igualmente que del sacrificio de no haberse hallado a
verter repetidamente la sangre en defensa de su gran Nación y a
rendirla su haber o pagar de 2º comandante de la Real Brigada para
ayuda de sus gastos contra el enemigo común durante su cruel lucha;
dejando para su manutención y legítimas urgencias del suplicante la
de Mariscal de Campo; mas el todo fue muy de continuo recomendando a
los oficiales y demás individuos arriba expuestos y aun algunos
comandantes de buques españoles para presentarlo a los gobernadores,
juntas Reales y generales verdaderos de los puertos a donde la suerte
de su arribo a España les llevase.
La
notoriedad testigo y fiel apoyo del todo y de la serie de hechos
reunidos como digno Español. No menos deja acreditada esta verdad
infalible la fidelidad, celo, exactitud, y desinterés con que se ha
comportado con los méritos y servicios contraídos en la tan grave
como honorífica Real comisión y empleo que S.S.M.M. Reyes Padres
tuvieron a bien fiar a su cuidado y conducta desde Fontainebleau,
nombrándole y constituyéndole, como consta y es patente, para el
Real lado y responsabilidad de S.R.A. Desempeñada sin intermisión
ni alternativa de persona con la mayor constancia y amor hasta el
instante en que el referido Señor A. R. partió de Lyon. El todo de
sus verdades innegables consta a S.S.M.M. Reyes Padres. La
resignación en los adyacentes de considerables perdidas de sus
equipajes, caballerías, y otras. La ruina de su casa por la aversión
francesa, como tan a costa suya experimenta durante su existencia
fuera del Reino son tan indudables como probadas al momento.
Señor:
El
estado, achaques fuertes e irreparables de una salud perdida, edad
quebrantada en razón de su larga y laboriosa carrera, tesón propio,
modo con que la ha seguido y es notorio, presentando ya una
obligación tan sagrada como precisa aunque son violencia la más
fuerte en el suplicante a ceder el seguimiento activo de Cuerpos en
la carrera de las armas. Cubierto del más vivo sentimiento confiesa
esta delación sincera, mas el reto modo de pensar es su agente. Su
conducta no común y reputación digna son probadas. En consideración
al todo sin dudar, aunque ausente de su Cuerpo, la Brigada de
Carabineros Reales y fuera de España (en toda la época comisionado
tan honoríficamente) jamás se dio de baja, ni ha dado en dicho Real
Cuerpo; hechos verificados y sin intermisión en Real de Orden de la
suprema Junta Central Gobernativa de los Reyes, su fecha 10 de
octubre de 1808, librada a Real nombre de V.M., orn., que no ha sido
derogada, y se rige en su vigor total. Prueba de su verdad son todos
los estractos de revistas de comisario mensuales del Cuerpo, en que
la ha pasado y pasaron arreglo a la orden y aun para obtener sus
adelantamientos sin cesar, existe alguna otra relativa a los cuerpos
de Casa Real que favorece sus suerte deseada. Por tanto A.L.P. De
V.M. Llega cubierto del respeto mayor rindiendo el todo de lo
expuesto: Suplicando se digne V.M. Admitirlo, y en consideración a
ello, usando de su R. bondad concederle el correspondiente retiro de
2º Comandante de la citada Real Brigada de Carabineros, su Cuerpo,
con los honores de primer Comandante ya que la mandó dignamente años
y aun en la guerra a su cabeza con el destino por su clase Teniente
General al Reino de Granada y Ciudad de Loja su patria, o a otras
culesquiera de dicho Reino, en la que encuentre el clima más
adaptable a la conservación de su salud; o donde V.M., se sirva
tener más a bien señalarle, con una dotación digna de su Real
clemencia, a soportar el gasto de la manutención propia a su
carácter y a finalizar los días de su existencia. Gracia que espera
de la Real piedad de V.M.
Madrid,
20 de diciembre de 1817
Memorias
de Godoy Volumen 6, folios 53 – 54:
Tras
el Motín de Aranjuez, Godoy marcha camino de Andalucía; Pedro
Espejo es enviado por Carlos IV para protegerlo. Manuel Godoy
recordará en sus memorias la conversación con Carlos IV en la que
éste le narra cómo vivió los hechos:
“En
cuanto al rey, S.M., cuando volvimos a juntarnos, me refirió su
angustia y su penar de aquella noche en que se halló sin libertad ni
medio alguno de hacerse obedecer, a causa del terror que le
inspiraban y de que se mostraban poseídos, o fingían estarlo, los
que debieron de darle aliento, cohibido por ellos de tal suerte, con
pretesto de lealtad y amor a su persona, que ni aun hablar le habían
dejado dentro del palacio a los soldados de su propia guardia,
<<larga congoja inexplicable>>, me decía S.M., en que
por más de cinco horas me tuvieron hasta acercarse el día, tiempo
ya en que, no a mí, sino a mi hijo, y cuando el mal estaba hecho
plenamente, hicieronse asomase a la ventana para sosegar el
movimiento. Entonces me dijeron que te habías salvado, y que era de
creer que habrías partido con dirección a Andalucía; y enseguida
dí la orden de que saliesen a buscarte y protegerte los carabineros,
encomendando este servicio a su segundo comandante, don Pedro Antonio
Espejo, en quien tenía gran confianza. Y por consejo de los mismos
que me rodeaban, muy de mañana todavía, para aplacar aquella
tempestad tan horrorosa, lo que a tus ruegos tan continuos había
negado tantas veces, hícelo por la fuerza, y di el decreto en que te
exoneraba de tus cargos de generalísimo y almirante; pero sin
deshonrarte, como habrían querido, sin darte un sucesor, sin
confiarlos a ninguno, mas reasumiéndolos yo mismo en mi persona.”
El
infante don Francisco de Paula Borbón, saldrá de Madrid el 2 de
mayo de 1808; esa madrugada en la habitación del Infante, se
encuentra presente Pedro de Espejo. Así lo narra Ildefonso Antonio
Bermejo en su libro Políticos de antaño: historia, anecdótica y
secreta de la Corte de Carlos IV, editado en Madrid por la Casa
Editorial de la Viuda de Muñoz, Imp. de Pedro Núñez, Volumen II,
folios 153-154:
“Los
gritos de D. Antonio Pascual despertaron a la servidumbre interior y
corrió de boca en boca el nocturno suceso, y acudieron al cuarto del
joven Infante la Marquesa viuda de Montealegre, Camarera Mayor; el
Capitán de Guardias de Corps, Teniente general Marqués de
Valparaíso; el Capitán de Alabarderos, Teniente General Marqués
del Castelar; el Coronel de Guardia Walona, Capitán general Príncipe
de Castelfranco; el Comandante de Carabineros Reales, Mariscal de
Campo D. Pedro Antonio Espejo; Gentileshombres.”
Expediente
para la formación de un inventario sobre los efectos dejados por
Pedro Espejo, mariscal de campo. en la casa de José Bogado, en el
pueblo de Ocaña, antes de partir a Bayona.
Ocaña
1808
Reales
Señores Fiscales; Legajo 21, nº 15.
Expediente
formado con motivo de haber pasado al Consejo de S.E. El Señor
Duque, Presidente, una representación del Gobernador de Ocaña en
que manifiesta que el Mariscal de Campo D. Pedro Espejo, que parece
se halla en Francia acompañando a los Señores Reyes Padres, cuando
salió de aquel pueblo, dejó encerrada una berlina, y custodiados en
casa de D. José Bogado, bajo un tabique, porción de plata labrada,
dinero y otros efectos.
Gobierno.
El
Mariscal de Campo, D. Pedro Espejo, Comandante interino que fue de la
Real Brigada de Carabineros, cuando estuvo acuartelada en esta villa,
al tiempo de ausentarse de ella con la misma Brigada, en la época en
que ocurrieron los sucesos de Aranjuez, dejó en la cochera de mi
casa una berlina muy buena; después pasó a Bayona con los Señores
Reyes Padres, y he oído que los acompañaba en su destino.
Tengo
entendido, así mismo, que en una de las casas que pertenecen al
capitán de caballería retirado, D. José Bogado, dejó custodiada,
bajo de un tabique, porción de Plata labrada, dinero y equipaje, el
cual, tal vez, se esté deteriorando.
En
estas circunstancias, he creído propio de mi obligación ponerlo en
la de superior noticia de V. E., para que enterado, haga lo que
estime justo.
Dios
Guarde a V.E.
Ocaña,
10 de octubre de 1808.
Firma:
Exmo. Señor Vicente de Bustamante.
En
la carta adjunta me dice el Gobernador de Ocaña que el Mariscal de
Campo D. Pedro Espejo, que parece se halla en Francia acompañando a
los Señores Reyes Padres, cuando salió de aquel pueblo en marzo
último, dejó encerrada en su cochera una berlina, y custodiados en
las casas de don José Bogado, bajo de un tabique porción de plata
labrada, dinero y otros objetos; y la pasó a nosotros a fin de que,
haciéndolo presente al Consejo, tome este Supremo Tribunal las
providencias que estime convenientes.
Dios
Guarde A V.md
Madrid,
29 de octubre de 1808.
Pase
a los Fiscales.
Los
Fiscales enterados de este Expediente y representación que lo motiva
del Gobernador de Ocaña, su fecha: 10 del pasado.
Dicen:
Que
el Mariscal de Campo D. Pedro Espejo es de los comprendidos en los
que han huido; con motivo de las actuales ocurrencias, tienen alguna
sospecha de su modo de proceder antes de los acontecimientos de marzo
último, que convendrá averiguar por los medios que el Consejo
estime, acordando, sin perjuicio de esto, la seguridad y custodia de
las alhajas que se refiere dejó en este villa y a este fin podrá
desde luego el Concejo mandar se comunique la orden conveniente al
mismo Gobernador para que por sí y asistencia de D. José Bogado, si
no hubiere inconveniente, dueño de la casa, en la que, se dice dejó
plata, dinero y enseres, se haga un escrupuloso reconocimiento e
inventario formal y exacto de cuanto se encontrase perteneciente al
dicho Espejo, remitiendo desde luego el dinero y alhajas de plata y
oro a Tesorería Mayor, por vía de Depósito y a disposición del
Concejo, acordará sobre todo.
Madrid,
2 de noviembre de 1808.
Signatura
del documento:
Expediente
para la formación de un inventario sobre los efectos dejados por
Pedro Espejo, mariscal de campo. en la casa de José Bogado, en el
pueblo de Ocaña, antes de partir a Bayona Archivo
Histórico Nacional,CONSEJOS,5527,Exp.15 - 1.
Vicálvaro, Madrid, Loja, Archidona, Roma |
BARTOLOMÉ DE ESPEJO
Natural de Loja; hijo de Bartolomé de Espejo y de Francisca Aguilera.
Título de Jurado de Loja concedido a Bartolomé Espejo.
El
Cabildo del Ayuntamiento de Loja recibe como Jurado a Bartolomé
Espejo.
Viene
en este Cabildo un real nombramiento de Jurado a este Ayuntamiento
despachado a favor de don Bartolomé de Espejo en lugar de don
Francisco García Mayorgas perpetuo por juro de heredad, dado en
Madrid, a 31 de agosto de 1779, firmado de su Majestad y refrendado
por don Juan Francisco de Lastiri, Escribano de Cámara, el cual se
leyó a la letra.
Se
manda copiar el Título de Jurado del Ayuntamiento de Loja, en las
Actas de Cabildo del mismo:
Don
Carlos, por la Gracia de Dios, Rey de Castilla de León, de Aragón,
de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de
Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de
Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las
Indias Orientales y Occidentales, etc...
Por
cuanto el Señor Rey D. Fernando VI, mi hermano, que en santa gloria
haya, por despacho de veintinueve de abril de 1751, hizo merced a D.
Fernando García Mayorgas, de darle título de Jurado de la ciudad de
Loja, en lugar de Francisco García Mayorgas, jurado perpetuo por
Juro de Heredad y con otras calidades, y (…) en el dicho título
declaradas según más largo en el que me refiero se contiene, y
ahora por parte de vos, D. Bartolomé de Espejo, me ha sido hecha
relación que el dicho Fernando García Mayorgas, por escritura que
otorgó en la ciudad de Loja, el cuatro de Diciembre de 1775, ante
Juan Covaleda y Frías, escribano de ella, os vendió el enunciado
oficio en precio de 1640 reales, los cuales quedaron impuestos a
censo sobre dicho oficio como consta de testimonio de la expresada
escritura que con otros papeles, en mi Consejo de la Cámara, han
sido presentados, suplicándome que en su conformidad sea servido de
daros el título de Jurado, como a mi merced fuere y lo he tenido por
bien.
Expediente matrimonial, año 1697, en él aparece el primer Ruiz de Espejo que se instaló en Loja Recordemos que Algarinejo, Zagra fueron Loja |
Por tanto por la presente, mi Voluntad es que, ahora y para siempre,
el expresado D. Bartolomé de Espejo seáis mi Jurado de la dicha
Ciudad de Loja, en lugar del citado don Fernando García Mayorgas; y
mando al Concejo, Justicia, Regimiento, Caballeros, Escuderos,
Oficiales y Hombres Buenos de la dicha Ciudad, que luego que con esta
mi carta fueren requeridos juntos en su Ayuntamiento, tomen de Vos en
persona el Juramento y Solemnidad acostumbrados, el cual, así hecho
y no de otra manera, os den la posesión de dicho oficio y lo usen
con vos en todo lo a él concerniente, y os guarden y hagan guardar
todas las Honras, Gracias, Mercedes y Franquezas, Libertades,
Exenciones, Preeminencias, Prerrogativas, e innumerables y todas las
otras cosas que por razón del dicho oficio debéis haber y gozar y
os deben ser guardadas y os reciban y hagan recibir con todos los
derechos y salarios a él anejos y pertenecientes según se usó,
guardó y (...), así a vuestro antecesor como a cada uno de los
otros mis Jurados que han sido y son de la dicha Ciudad. Todo bien y
cumplidamente, sin faltaros cosa alguna, y que en ello, ni en parte
de ello, impedimento alguno no os pongan ni consientan poner, que Yo
desde ahora os recibo y doy por recibido al dicho oficio y os doy
facultad para ejercer, caso que los referidos o alguno de ellos a él
no seáis admitido. Yo por haceros más merecimiento es mi Voluntad
que tengáis el dicho oficio por Juro de Heredad perpetuamente, para
siempre jamás, para vos y vuestros herederos, sucesores y para quien
de vos o de ellos hubiere título; y vos o ellos lo podáis ceder,
renunciar, traspasar y disponer de él en vida o en muerte (…) o
en cualquier otra manera como bienes y derechos vuestros propios y la
persona en quien sucediere lo haya con las mismas calidades,
prerrogativas, preeminencias y perpetuidad que vos sin que le falte
cosa alguna y que con el nombramiento de renuncia o disposición
ahora o de quien sucediere en el dicho oficio se haya de despachar
título de él con esta Calidad y Perpetuidad, aunque el que lo
renuncie no haya vivido ni un día, ni horas algunas después de la
tal renuncia y aunque no se presente ante mí dentro del término de
la ley y que si después de vuestros días o de la persona que
sucediere en el dicho oficio lo hubiere de heredar, alguna que, por
ser menor de edad o mujer no le pude administrar ni ejercer, tenga
facultad de nombrar otra que en el entretanto que es de edad o la
hija o mujer se casa, le sirva y que presentándose el tal
nombramiento en el mi Concejo de la Cámara, se le dará título o
cédula mía para ello y que, queriendo vincular o poner en Mayorazgo
dicho oficio, vos o persona que después de vos sucediere en él lo
podáis y puedan hacer con las condiciones vínculos y prohibiciones
que quisierais y desde luego os doy licencia y facultad pare ello,
aunque sea en perjuicio de las legítimas de los otros vuestros
hijos, con que siempre el sucesor vuestro haya de sacar título el
cual se le dará constando que lo es en el dicho mayorazgo, etc...
Dado
en San Ildefonso a 31 de agosto de 1779
Yo el Rey
y
Muy interesante. Me ha gustado.
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