viernes, 21 de septiembre de 2018

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Ermita Virgen de las Angustias Granada

Callejón del Pretorio

Granada callejón del Pretorio

Ermita virgen de las Angustias


Granada año 1796; Sobre nombramiento de Ermitaño del Santuario y ermita del Señor del Pretorio de esta ciudad.

Granada, 31 de agosto de 1796
Excelentísimo Señor:
         Juan Peceto, vecino de esta ciudad y ermitaño, en la ermita de Jesús del Pretorio, camino de Huétor, próxima al Real Monasterio de los P.P. Basilios, a la parroquia de Ntra. Sra. de las Angustias: Por la obediencia de V. E. con todo respeto expone: que por don José Rivera escribano de pósitos y hermano de la Orden Tercera, se le entregaron a él  las llaves de la dicha ermita para que la cuidase, como lo está haciendo; sin tener esta ermita más dotación que las limosnas que el exponente pide por la misa de los bienhechores y con ellas la paga, tiene encendida la lámpara al Señor y está a los demás reparos porque no tiene otros cuidados que su ermita; que sólo le han dado este cargo, por el dicho don José, se dijo era el prelado el todo, y que en cualquier caso acudiese a él; este señor ha fallecido (…), que no conoce superior para el efecto y seguro de su estabilidad como que en el Divino Culto de dicha Ermita, en el corto tiempo de tres años que lleva ha gastado 3.500 reales, cuyo adorno lo ha visto V.E. en ocasión que se dignó conceder ciertas indulgencias; por tanto, para su estabilidad y gobierno, por tanto, para que se digne concederle el título de tal ermitaño, constituido en la explicada obligación del Divino culto; que así lo espera conseguir de la penetración de V.E.:
Virgen de las Angustias Granada
         Digo yo, Diego Sánchez, profesor de Arquitectura, Maestro Mayor de esta ciudad, que he pasado a ver y reconocer y tasar la obra hecha nuevamente que está ejecutada en la sacristía de la Ermita, llamada del Pretorio, de orden del señor don Juan Pecete, cuya sacristía está, solada de loseta y mesela y se le compone de ser paralelogramo, rectángulo con treinta y tres varas de área, superficiales;  sus paredes se hallan enlucidas con mezcla de buena calidad, estuque y pintada a la altura de una vara a la moderna; así mismo el traedor de la portada de dicha ermita y en el final de dicha sacristía un cuarto cuya longitud es de siete varas y dos varas de alto, todo en circunferencia aparejado y enlucido de lo dicho como la antecedente sacristía y hecho calculo y balance del importe de sus materiales, portes y su manufactura, vale como de presente esta la cantidad de 1959 reales, cuyo reconocimiento y tasación la he hecho, fiel y lealmente según pericia y para que conste lo firmo en el día siete del mes de septiembre del año de 1796 a pedimento del señor don Juan Pacete. Firma Diego Sánchez.
Ermita virgen de las Angustias Callejón del Pretorio
Nombramiento del ermitaño:
         “Granada, a 14 de septiembre de 1796
         En uso de nuestra autoridad, y de las facultades por que por derecho nos corresponden en todas las Ermitas y Santuarios, que eran en límites y distrito de las parroquias de nuestra diócesis y con atención a la edad y buenas costumbres y devoción de Juan Peceto, le nombramos, elegimos y deputamos por ermitaño y santero de la ermita de Jesús del Pretorio, extramuros de esta ciudad, en la parroquia de Ntra. Sra. de las Angustias, con la obligación de cuidar el arco y limpieza y reparos de ella, de que se diga misa los domingos y arda la lámpara de Nuestro Señor, percibiendo y recogiendo para ello y su manutención las limosnas con que voluntariamente contribuyan los fieles, de las que debe llevar cuenta y razón formal para darla siempre que por nos se le pidiere y resérvese en el archivo de nuestra Secretaría de Cámara el inventario de bienes y alhajas con los demás ornamentos que ha presentado par los efectos que convengan, sirviendo este decreto y nombramiento del título en forma que ha de sellarse con el de nuestras armas y refrendarse del infrascrito nuestro secretario. El Arzobispo de Granada. Por mandato del señor Arzobispo mi señor D. Antonio Muñoz Patón.”

         “Excelentísimo e ilustrísimo señor: La venerable Orden Tercera de Penitencia que se venera en el Convento de San Antonio Abad, (…) puesto a L. P. de V.E. con el mayor rendimiento, expone a su superior consideración que la Ermita de Jesús de los Trabajos (llamada comúnmente del Pretorio por dar en ella principio la Via Sacra que desde el citado convento sale la referida Orden Tercera hasta el Santo Sepulcro, donde termina) ha estado desde su fundación sujeta a ella, que ha nombrado sus comisarios para que cuiden así del culto del expresado Santuario como de las obras y reparos que se han ofrecido en él, hasta ponerlo en el brillante adorno y estado en el que hoy se halla; también son de las familias de los individuos que componen dicha venerable Orden quienes el Martes Santo de cada año bajan a las dos dichas ermitas del Pretorio y del Sepulcro a efecto de venerar las santas Imágenes del Señor del Pretorio, Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de la Soledad para que suban procesionalmente el Miércoles Santo, en la tarde el referido convento de San Antón, donde permanecen hasta el Viernes que, acabados los oficios, vuelven a bajar a sus respectivos Santuarios concurriendo las camareras con media libra de cera cada una y demás gastos que se ofrecen en vestir con decencia  las referidas imagenes consiguientemente a lo mencionado los citados comisarios han corrido, contado el Gobierno, cuidado y manejo del referido Santuario del Pretorio, nombrando por sí y sin anuencia de la venerable Orden, aunque sí con su noticia, una persona que sirva de hermanito o santero que resida continuamente en él, desempeñando cumplidamente sus obligaciones, removiéndolo dichos comisarios a su voluntad y con justa causa cuando lo ha tenido por conveniente y nombrando otro en su lugar. Ahora ocurre la novedad que por no esperada y que ha causado a los suplicantes no poca extrañez y sentimiento de que habiendo nombrado dichos comisarios por tal hermanito del santuario a don Juan Peceto que actualmente está sirviendo de tal, quien ha llegado a conseguir, según ha manifestado que V.E. lo haya elegido por hermanito o santero de la expresada ermita  y con esto está persuadido de que han cesado las facultades que siempre ha tenido y tienen la venerable Orden y sus comisarios y se niega a la subordinación y obediencia que debe prestar. Siendo tanta su temeridad que habiendo tenido la bondad la misma venerable Orden de pasar a reconvenirlo amistosamente sobre la dependencia que debe tener de los referidos comisarios en todos los casos y circunstancias que lo requieran, se negó a ello diciendo no conocía otro sujeto que le interviniese y sindicase sino a V.E.; mediante lo referido, se debe la venerable Orden en las críticas y dolorosas circunstancias que V. E. podrá considerar y para remedio de todo implora su poderoso patrocinio; suplicándole sirva dictar las provisiones convenientes a fin de que sea restituido del violento despojo que le ha inferido el dicho hermanito mandando que esté subordinado y sujeto a los citados comisarios, pues estos en realidad han sido y son los directores o fiscales del culto y decencia de la dicha ermita y los responsables de los bienes y alhajas que en ella existen y han donado por ellos mismos y adquirido con sus arbitrios y limosnas que ha recogido. Debiendo, así mismo, poner en la dicha consideración de V.E. que a demás de no haber dado fianzas del dicho ermitaño en la avanzada edad demás de 84 años y en grave e inminente riesgo de un doloroso acaecimiento a que no deben ser responsables los comisarios quienes así lo protestan. Y sobre todo V.E., con su acertada prudencia, mandará lo más útil y justo en servicio de ambas majestades Ntr. Señor que la importante vida de V.C.  m.a. Granada, marzo 1º de 1797. Juan Baquero, visitador; Antonio de Montes; Diego Alfaro Fernández de Aguilar, ministro; Anto Ordóñez y Velasco; Francisco Antonio Diaz del Moral.
         Granada, 6 de abril de 1797; con vista de cuanto proponen los suplicantes: Declaramos que el Nombramiento del hermanito o santero de la Ermita del Pretorio hecho en don Juan Peceto es y se entiende sin perjuicio de las facultades de la Venerable Orden Tercera y de sus comisarios , así para la toma de cuentas e inspección de las limosnas que se recogen y su distribución como para la propiedad de las alhajas e imágenes y actos devotos en que se ejercite dicha Orden Tercera  en la mencionada Ermita del Pretorio. Y así se hará saber al dicho hermanito, pero en atención a que este santuario esta dentro de los límites de la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de las Angustias y débe ser dependiente de nuestra jurisdicción ordinaria eclesiástica como las como las demás capillas, ermitas y oratorios públicos de la diócesis, está sujeto a nuestra visita y de nuestros sucesores y las funciones que en él se ejecuten deben ser sin perjuicio del derecho parroquial. El Arzobispo. Por mandato del Sr. Arzobispo  mi Señor Doctor D. Antonio Muñoz Patón. Secretario.”
         “Digo yo, el hermano Juan Peceto, ermitaño del Señor del Pretorio, el inventario que pide V.S- cuando me entregue la ermita dicha es a saber:
         Primeramente, Nuestro Redentor Jesucristo con su corona, potencias y caña, todas de plata, las cuales están dadas a componer.
         -Tres vestidos, uno de terciopelo morado, otro de color naranja de la misma tela y el otro de tafetán o por mejor decir tapicería encarnada.
         -Dos cordones uno de hilo de oro y otro de plata.
         -Más sus sudarios correspondientes.
         -Por último, un corazón de plata en el pecho.
         El cuerpo de la iglesia se compone de cuatro relicarios dos con vidrieras, sus estampas: la Virgen Masarate y la otra la Cara Real; las otras, sin vidrieras son de San Juan y la Virgen, con cuatro manteles y correspondientes para los cuatro relicarios; la talla de los dichos, toda dorada. Dos lámparas de plata, que la regaló don Diego Pérez, el platero; más cuatro ángeles y dos patriarcas, todos de bulto.
         Yten, seis candelabros grandes y dos pequeños de madera plateados y dos tablas, la una del lavabo y la otra del Evangelio.
ventana Callejón del Pretorio

         Por lo que hace al retablo mayor toda su talla dorada, óvalo para el camarín sus cristales y una cortina de tafetán encarnada; la media naranja y cuerpo de la iglesia, doradas todas las molduras y cornisas. En los colaterales, dos marcos, un dorado que es señor de la columna y el otro de color azul, la Virgen de las Angustias, concluye el altar mayor con sus manteles y una cubierta. Más el camarín es todo de yeso sobredorado, las imágenes que le acompañan son San Joaquín, Santa Ana, la Virgen y san José, todos de bulto, más seis macetas de flores contrahechas, un arca de pino para la ropa del Señor con su cerraja y llave. Más un confesionario de color caoba con su silla poltrona. Una escalera de madera; una palangana de azófar para la limosna y una mesa donde la pongo. Cuatro sillas, bancos con sus asientos y un banco. Diez candeleros torneados de color encarnado. Una vara de holandilla con su (…) de cristal en el coro. Una silla de baque…
Una pila de loza para el agua bendita; cuatro marcos medianos dorados, unas trébedes y tenazas.
         En la sacristía, un crucifico con su espejo encima de la cajonera, tres retablos o marcos grandes, dos cornucopias, tres cruces de palo, un cáliz mediano con patena y cucharilla de plata, dos platos con sus vinajeras de cristal. Un misal, una toalla, un ostiario, dos botellas para el vino, dos campanillas de mano, y una grande en su campanario, su bujía para la luz al tiempo de alzar. Más su cajonera con dos recados completos, uno de terciopelo morado y el otro de damasco blanco, el cual parece encarnado; más un atril y otro de limoná, y tres cruces, remate del inventario de lo que doy el siete de septiembre de 1796.
Firma el hermano Juan Peceto.
Por olvido una lámina de cobre para estampa.”
 


 

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