Xavier Zubiri
El problema teologal del hombre: Dios, Religión, Cristianismo.
Me dispongo a ir publicado, poco a poco, una síntesis de la obra de zubiri: El problema teologal del hombre...; lo mejor es leer directamente el libro, pues leer un resumen conlleva una carente comprensión de lo que el autor ha querido expresar. Pero como llevo tiempo leyendo al filósofo quiero aprovechar mi trabajo para compartirlo.
Introducción
1.-Los términos del diálogo: el
hombre actual y el cristianismo.
2.-El carácter del diálogo: el
problema teologal del hombre.
3.-La marcha del diálogo: los pasos
de nuestra exposición.
1.-Los términos del diálogo:
el hombre actual y el
cristianismo.
…una cosa es clara. El punto de coincidencia
entre el hombre actual y el cristianismo no es la indigencia de la vida sino su
plenitud. Cuando la vida se asienta más sobre sí misma, es entonces cuando
formalmente está siendo más en Dios y con Dios. La deiformación cristiana es el
fundamento positivo de una vida plenamente asentada sobre sí misma. Y esta
convergencia entre la situación del hombre actual como plenitud de vida y el
cristianismo como deiformación, es, a mi modo de ver, lo que mueve al diálogo.
El cristianismo es
formalmente, en expresión paulina, una morfosis, una conformación divina del
hombre entero; en mi interpretación, una deiformidad. El cristianismo es
salvación sólo porque es deiformación.
El
diálogo entre el cristianismo y el hombre actual, el punto de encuentro entre
él y el cristianismo no se da, según Zubiri, en la vida rota y trágica del
hombre, como si el cristianismo buscase sólo tapar, reparar las grietas de la
vida. El cristianismo, aunque es una religión de salvación, capaz de rescatar,
acompañar etc… al hombre en sus fracasos, su tarea se dirige fundamentalmente al
hombre buscando su deiformación; será “la
plenitud de la vida” el punto de encuentro entre el hombre actual y el
cristianismo.
2.-El carácter del diálogo: el problema teologal del hombre.
Se
trata de encontrar un logos, una intelección, de lo que es Dios para el hombre
actual. Es, pues, una intelección <<teo-logal>>. La forma diálogo
pende del carácter del logos mismo.
¿Cuál es este logos?
Ha tenido distintos caracteres en la
historia:
2.1.-El Logos revelante.
2.2.-El Logos teo-lógico.
2.2.1.-Logos kerigmático.
2.2.2.-Logos ostensivo.
2.2.3.-Logos científico.
2.2.3.1.-Logos
especulativo.
2.2.3.2.-Logos
histórico.
2.2.3.3.-Logos
hermenéutico.
2.2.4.-Reflexiones
críticas.
2.3.-El Logos teologal.
2.1.-El Logos revelante.
Lo que en el Nuevo Testamento se
designa con el término Logos es un título personal de Cristo en su carácter de
revelador del Padre y, en cuanto tal, según se nos dice en el Evangelio de San
Juan, estaba desde el principio en Dios y era Dios.
Este
Logos es lo que da al cristiano lo que san Pablo llama Morfosis, su
conformación en el conocimiento y en la verdad a diferencia del antiguo Israel
cuya Morfosis estaba en la ley.
Aquí,
conocimiento no significa ciencia, sino conocimiento que se adquiere en el trato
íntimo con algo (el hombre que dice que conoce lo que es una enfermedad si ha
estado enfermo). Aparece así la unidad intrínseca entre el logos como atributo
personal de Cristo y la Morfosis del hombre. Como personalmente existente en
Cristo y como conformador del conocimiento de la verdad en el hombre, logos no
es un saber teológico, es decir, un saber acerca de la revelación, sino que es
la revelación misma. Es el logos revelante.
2.2.-El Logos teo-lógico.
A este logos se va a dirigir la iglesia para
intentar una intelección suya por el logos humano.
El
hombre en la iglesia, con su capacidad humana, va a intentar comprender a este
logos. Lo va a hacer en distintas direcciones:
2.2.2.-Logos ostensivo.
2.2.3.-Logos científico.
2.2.3.2.-Logos histórico.
2.2.3.3.-Logos hermenéutico.
2.2.1.-Logos kerigmático.
Proclamación
del cristianismo fuera del Nuevo Testamento (…) en su triple función de
proclamación, propagación y propaganda.
2.2.2.-Logos ostensivo (o mostrativo).
El
logos kerygmático se ha tornado en logos ostensivo o epideíctico. Es la segunda
forma del logos teológico.
Zubiri
cita a San Irineo de Lyon en su obra Démonstration
de la prédication apostolique:
<<si
no creéis no tendréis firmeza>>. Y esta verdad y su presunta comprensión
son lo esencial para san Irineo: <<la verdad hace adquirir la fe, porque
la fe está fundada en lo que es verdaderamente el ser de las cosas…>>
Es
bien patente el progreso desde un logos meramente predicador a un logos que
pretende penetrar en la inteligencia del ser de las cosas mediante la fe y,
recíprocamente, “un logos que pretende” una inteligencia de la fe mediante la
verdad del ser de las cosas es el carácter propio del logos ostensivo o epideíctico.
Significado de epideíctico: "Epi" significa "sobre" o "en lo
más importante", y "deíctico" significa "que señala".
La palabra normalmente se refiere a algo que se concentra en lo principal o más
importante de alguien o algo (generalmente en una persona), en lo que sobresale
de esta persona.
2.2.3.-Logos científico.
…la
unidad de la fe con el ser de las cosas condujo inexorablemente a algo más que
a una mostración: condujo a desentrañar la interna estructura de lo mostrado,
es decir, a <<entender>> en la medida de lo posible. Y entender,
aun en el caso de los misterios, es siempre y sólo conceptuar. Ahora bien, los
conceptos son los órganos mentales que fuerzan a que lo conceptuado muestre su
estructura desde sí mismo, a que haga ver desde sí mismo la interna necesidad
en que consiste. Con ello, el saber teo-lógico va a convertirse en ciencia.
Y
como en el logos se expresa lo que se conceptúa que es el ser de las cosas,
resulta que según sea el carácter de estos conceptos, así será el carácter del
logos y, por tanto, de la ciencia teológica.
2.2.3.2.-Logos histórico.
2.2.3.1.-Logos especulativo.
El
ser de las cosas fue el tema permanente de la filosofía griega.
De
esta suerte, el órgano de la ratio
deitatis fue la metafísica griega. Con ello, el logos demostrativo o
científico cobró el carácter de logos especulativo y la teología se hizo
teología especulativa.
2.2.3.2.-Logos histórico.
El ser de las cosas de que aquí se
trata puede tener otra dimensión: no el “ser” a la griega, sino lo que las
“cosas” (en el sentido más amplio del vocablo) son en el depósito de la fe.
Entonces, los conceptos son la forma según la cual la fe ha ido pensando la
revelación y los dogmas. En última instancia, es el ser de la verdad en una
tradición. Los conceptos griegos mismos aparecen aquí como momentos de una
tradición.
Se trata de tomar lo histórico como
método, como camino para fundamentar la verdad, previamente admitida, de la revelación,
de los dogmas, y de todo el pensamiento cristiano.
2.2.3.3.-Logos hermenéutico.
El ser de las cosas puede tomarse
todavía en otra dimensión distinta que no es ni metafísica ni tradición
histórica: es la forma según la cual las “cosas” se presentan y funcionan
dentro del contexto vital semita antiguo. Para entenderlas es menester
“interpretar” el sentido del texto bíblico: entender es ahora interpretar.
En
lugar de pedir sus conceptos a la metafísica griega, se piden al texto bíblico
mismo los conceptos con que sus autores expusieron sus enseñanzas. Ya no se
piensa en categorías griegas, sino en categorías bíblicas. De ahí nace la
teología bíblica. Es una concepción distinta del “cuerpo de la verdad”.
2.2.4.-Reflexiones críticas.
2.2.4.1.- Carácter problemático de cada una de las tres teologías:
La
metafísica griega no pasa de ser un modo, entre otros posibles, de entender la
revelación. Puede incluso suministrar una serie de vocablos y conceptos con que
formular los dogmas. Pero estos conceptos no forman parte del dogma; sólo es
dogma lo que en ellos y con ellos se “quiere decir”.
Pero
una cosa es que las mismas verdades dogmáticas y teológicas puedan pensarse con
distintos sistemas metafísicos y otra que puedan pensarse sin ninguno.
Lo
que sí es esencial al logos teo-lógico científico es una especie de interno
dinamismo, si no hacia una metafísica, si hacia lo metafísico en cuanto tal.
La teología bíblica, vista desde las
otras dos teologías muestra algo esencial. En primer lugar, que los conceptos
bíblicos en cuanto tales no son formalmente solidarios de la revelación (…) La
revelación se expresa en conceptos semíticos como podría haberse expresado en
conceptos de otras mentalidades… más aún, dentro del propio texto bíblico, los
conceptos y las mentalidades que le son subyacentes son múltiples… En este
aspecto la teología bíblica es un primer capítulo de la teología histórica.
La
mentalidad semítica y los conceptos en que está plasmada constituyen (…) una metafísica,
que es el cañamazo del pensamiento bíblico.
Lo
que la teología especulativa quiere decir es lo que ya se sabe que está
revelado. Pero lo que la teología bíblica quiere decir es “qué es lo que está
revelado”.
De
ahí que, si bien toda teología bíblica se articula en teología especulativa,
toda teología especulativa se halla esencialmente “vertida a” y “montada en”
una teología bíblica, esto es, en una hermenéutica y en una exégesis.
La
Biblia necesita ser “interpretada” no por ser Biblia sino por ser historia. Por
eso, la teología especulativa está esencialmente vertida al logos hermenéutico
en toda la amplitud de la historia.
La teología histórica tiene como primer
capítulo suyo la teología bíblica. Desde la interpretación del texto revelado,
es decir, desde la teología bíblica es como se va desarrollando la historia de
la revelación u del dogma. Por esto, la teología histórica pende esencialmente
de una teología bíblica.
…la
historia no es simplemente el proceso que lleva de un estadio a otro, esto es,
la historia no es un mero método o camino, sino que es un momento intrínseco de
la realidad misma del estadio primero: es su intrínseca historicidad. Y de ella
depende la procesualidad de la historia. (Historicidad no significa que está
pasando en el tiempo y en el curso de la historia, sino la historicidad como un
modo de ser rigurosamente metafísico de todo lo que de una u otra forma es
humano, y realmente la revelación lo es, y más la teología. Es la intrínseca
historicidad. …hay proceso histórico, porque cada estadio es en sí mismo histórico…
Toda
teología histórica envuelve esencialmente un esbozo o primordio de teología
especulativa…
…Las
tres teologías se recubren mutuamente.
Tres teologías; tres Logos como
momento estructural de un mismo logos:
Teología
especulativa: logos especulativo.
Teología
histórica: logos histórico.
Teología
bíblica: logos hermenéutico.
Las tres teologías no son las tres
ciencias en las que se divide la teología, sino que son los momentos de un
movimiento intelectual único; constituyen algo así como la dialéctica de un
solo logos científico.
La
teología científica es, pues, algo “uno” que ha de abarcar, de un modo intrínseco
y formal, una exégesis, una historia y una especulación, es decir, el logos científico
ha de ser, a la vez y a una, logos hermenéutico, logos histórico, logos
especulativo. Es la unidad por la que al modo de ver de Zubiri ha de esforzarse
toda teología presente y futura…
El
logos como ciencia no es sino una forma y, además, fundada, de otras formas de
logos. Ninguna ciencia, ni teología, tiene un objeto propio: es el sistema de
la fe. Este sistema es la interna articulación del cuerpo de la verdad y, a su
vez, este cuerpo de la verdad es lo propio del logos ostensivo…
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