viernes, 19 de agosto de 2016

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ALHAMA EN LA ENCRUCIJADA


Por José Antonio Espejo Zamora
“El ángel nuevo mira la historia, la historia de la tradición, como la más reciente, selecciona pedacitos y fragmentos, y los salvará cantándolos ante Dios. Esta preocupación por una historia salvada del desastre y del tiempo devastador por un ángel, esta atención por un tiempo que no es realmente el de los hombres, permanecerá hasta los últimos tiempos de Benjamin.” (Bruno Tack, Walter Benjamin)
Resumen:
En el presente artículo, trataremos del paso del Antiguo al Nuevo Régimen en Alhama; lo abordaremos a partir de cuatro documentos inéditos que nos dará lugar a tratar diversos temas; pero esto lo vamos a realizar desde el momento actual, desde el que se ve la modernidad como algo en proceso de superación. Documento 1º: Inventario de las ermitas de Alhama; este documento nos llevará a tratar el tema de la desamortización. Documento 2º: Carta de una mujer de Alhama que se niega a casarse con el hombre que la corteja; a partir de este documento, nos centramos en el tema de la mujer. Documento 3º: interrogatorio sobre el robo, por parte de los franceses, de los bienes de Fábrica de Alhama; éste documento junto con el cuarto, nos centrará en la invasión francesa y Guerra de la independencia, pues se trata de un interesante documento del Ayuntamiento de Alhama contra los afrancesados alhameños y la respuesta de éstos.
Palabras clave: español, ilustración, mujer, guerra, franceses.

Summary:
In this article we will deal with the transition from the Ancien Régime to the Nouveau Régime in Alhama. We will approach it by means of four unpublished documents that will form the base for subsequent discussions, taking the perspective of today's world, where we will consider modernity within an overcoming process. Document 1: inventory of chapels in Alhama; this document will help us to understand the concept of expropriation. Document 2: letter written by a woman from Alhama who does not want to marry the man who courts her; thus, we will focus on women topics. Document 3: interrogation about the theft of goods carried out by the French in the Factory of Alhama; this document, together with the fourth one, will lead us to the French invasion and the War of Independence, since it is an interesting document which confronts the Town Hall and the 'afrancesados' living in Alhama.
Keywords: Spanish, Enlightenment, woman, war, French.


Modernidad
Alhama está en la historia, porque está en la memoria de los presentes, porque aquellos que fueron siguen hablándonos a través de los documentos escritos, de las piedras con las que levantaron casas, acequias, molinos, cortijos, iglesias altas, robustas y grandes; expresión esculpida de lo que fueron o quisieron ser; o pequeñas hornacinas en las esquinas de las calles, dentro de ellas, las velas que iluminan lo sagrado cuya luz servía en las noches cerradas, como las estrellas en el mar, para orientar los pasos de los hombres en los cruces de los caminos. Alhama, como si fuese una persona, está marcada por las cicatrices provocadas, no por el tiempo, sino por la violencia interna de los que la habitaron, de la violencia que trajeron los extranjeros, de la rapiña que ejercieron los que tenían poder para hacerla. Esta violencia no nació de la incultura, ni de lo irracional, sino todo lo contrario, nació de la razón, de la cultura, de la Ilustración, del siglo de las luces, del progreso, de la revolución francesa, que llegará a Alhama, primero como ideas, después como advertencia y por último, como guerra.1 El mito de la Ilustración se quedará en Alhama, como en el resto de Europa, durante 200 años, más sus epílogos; se hará presente a través de la desamortización, o lo que es lo mismo, el robo de lo común para enriquecer a la nueva clase social, la burguesía; se hará violencia, por último, en la Guerra Civil y su epílogo, donde fascismo y comunismo se enfrentarán a muerte, como dos hermanos que se llevan mal, pues ambos tienen un padre común, la modernidad, ambos querían crear una sociedad perfecta.
La modernidad comenzó con Descartes, sufrió un giro con la Ilustración y concluyó en su máxima expresión en tres hechos terribles: la Alemania de Hitler, la Rusia de Stalin y la bomba atómica en Hiroshima.2
La modernidad se sustentó en la idea de progreso ilimitado, en la idea de Razón ilustrada, tanto en su versión francesa con Rousseau, como en la alemana con Kant. El optimismo de la Ilustración comenzó donde terminó, en el horror de la guerra. “Las víctimas de Hitler y Stalin no fueron asesinadas para conquistar y colonizar el territorio que ocupaban. A menudo fueron asesinadas de una manera monótona y mecánica, sin emociones humanas, sin odio. Fueron asesinadas porque no se ajustaban, por una u otra razón, al esquema de la sociedad perfecta. (…) Fueron eliminadas para poder establecer un mundo objetivamente mejor, más eficiente, moral y hermoso: un mundo comunista o un mundo ario, racialmente puro. (…) Los dos casos más conocidos y extremos de genocidio no traicionaron el espíritu de la modernidad.”3 Bauman, en páginas anteriores, comparará la modernidad a la labor de un jardinero que, al igual que éste se aplica con diligencia en el jardín para eliminar las malas hierbas, el jardinero social se aplica para arrancar a aquellos que no se amoldan a una sociedad racional, objetiva y sana. Hoy se habla de postmodernidad, aunque aún vivimos una época en la que se mezcla modernidad y postmodernidad, tanto en los comportamientos y organización social como en los planteamientos intelectuales y políticos. Nos vamos a acercar a esa transición: el paso del Antiguo Régimen, de la Europa ilustrada y moderna, precisamente, en el momento en que occidente vive otra transición, el paso de la modernidad a la postmodernidad, de la razón objetiva a la razón subjetiva o instrumental. La esclavitud perduró durante siglos en occidente a pesar de carecer de legitimación ética; así mismo, nos encontramos con que la modernidad carece de dicha fundamentación, por sus propuestas, por su desarrollo y sobre todo por sus consecuencias. En el ideario de partido político de Ciudadanos, como podemos leer en su página web, siguen teniendo como punto de referencia el mito de la Ilustración: “El ideario básico de Ciudadanos se nutre del liberalismo progresista y del socialismo democrático. (…) Estas tradiciones políticas parten de una base común configurada en la época de la Ilustración: el predominio de la razón, por encima de los sentimientos y tradiciones, en el enfoque de los problemas políticos. Ello comporta, muy especialmente, la afirmación de los derechos y libertades individuales de las personas frente a unas supuestas identidades colectivas, la preocupación por la realidad y por los problemas cotidianos más que por los símbolos y los mitos, la utilización de argumentos razonables en lugar de dogmas ideológicos inamovibles.”4

La Ilustración fue convertida ella misma en dogma y en mito. Así lo analiza Adorno y Horkheimer en su libro Dialéctica de la Ilustración, fragmentos filosóficos. Juan José Sánchez, en el prólogo a la edición del libro anteriormente citado, realizada por Trotta, afirma: “La enfermedad de la razón –escribe Horkheimer- radica en su propio origen, en el afán del hombre de dominar la naturaleza. Es decir, la Ilustración nace bajo el signo del dominio. Su objetivo fue, desde el principio, liberar a los hombres del miedo y constituirlos en señores. Y su programa: el desencantamiento del mundo para someterlo bajo su dominio. La Ilustración disuelve los mitos y entroniza el saber de la ciencia, que no aspira ya a la felicidad del conocimiento, a la verdad, sino a la explotación y al dominio sobre la naturaleza. En el proceso de Ilustración, el conocimiento se torna en poder y la naturaleza queda reducida a pura materia o sustrato de dominio. La Ilustración opera según el principio de identidad: no soporta lo diferente y desconocido. Y ello marca el curso de la desmitologización de la Ilustración, que termina reduciendo todo a la pura inmanencia. La Ilustración se relaciona con las cosas como el dictador con los hombres: las conoce en la medida en que puede manipularlas, someterlas. En este proceso, la mímesis es desplazada por el dominio, que ahora se convierte en principio de todas las relaciones.” 5
La transición del Antiguo al Nuevo Régimen, está impulsada por un conjunto de ideas:
*Confianza en la razón como instrumento crítico capaz de acceder a la realidad y transformar la sociedad; la razón ilustrada es entendida no como una serie de principios innatos sino como una fuerza capaz de transformar la realidad.6
*Defensa del conocimiento técnico y científico que consiga la dominación de la naturaleza.
*La Ilustración busca trabajar por el progreso de la sociedad y del hombre.
Desamortización
Pero de la aplicación de las ideas ilustradas, no todos se beneficiaron por igual; los pobres siguieron siendo pobres, la situación de la mujer continuó igual si no es que empeoró con respecto al Antiguo Régimen; la gran beneficiada de la Ilustración fue, sin duda, la burguesía; ese nuevo grupo social que buscaba el poder político y la libertad necesaria para hacer prósperos sus negocios “laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même”.7 Por esto, una de las claves será el cambio de la estructura social; si en el Antiguo Régimen la sociedad estaba dividida por estamentos sociales, en la mayoría de los pueblos, como en Alhama, esta división consistía en pecheros e hidalgos. Con la Ilustración y la revolución burguesa, esos estamentos sociales van a ser cambiados por las Clases Sociales; si antes eran pecheros e hidalgos, ahora, con la revolución burguesa, será: pobres, clase media, clase alta. La revolución hablaba de la igualdad ante la ley, igualdad que todavía hoy estamos esperando. La nobleza no fue aniquilada; al contrario, se vio favorecida, en el sentido de que ella supo inmediatamente convertirse; y así pasaron de ser nobles a ser nobles burgueses. El profesor Juan F. García Casanova, en su libro Hegel y el republicanismo en la España del XIX, en lo referente a este tema, afirma: que “la riqueza se convierte en la única fuerza social dentro de la sociedad liberal, hasta el punto de que las desigualdades de fortuna son la expresión de las diferencias de los individuos –en el sistema de mercado propuesto por la teoría económica liberal, todos los miembros de la colectividad tienen las mismas oportunidades, garantizadas por los derechos sagrados de libertad e igualdad – lo que a nivel político se traduce en la legitimación de la gestión de los asuntos públicos por parte de los más ricos –según el sistema de los más capaces- en virtud del sufragio censitario. Así la nobleza se integra sin demasiados sacrificios a la nueva sociedad burguesa. Su estatus no se modificó en demasía, pues a cambio de la pérdida de sus privilegios y derechos jurisdiccionales, incrementó la extensión de sus propiedades territoriales, gracias a la política desamortizadora de los liberales. En 1854, de los 53 mayores contribuyentes, 43 poseen título nobiliario.”8
En Alhama, la desamortización afectó fundamentalmente a las propiedades de la Iglesia y a una parte de las tierras del ayuntamiento, que pasaron, no a manos de los pobres de Alhama, sino que, subastadas, las compraron los que formaban parte de la burguesía. Así, siguiendo el estudio realizado por Amparo Ferrer y publicado con el título: Paisaje y propiedad en la tierra de Alhama, la iglesia de Alhama era propietaria, en 1752, de 2.161 ha., frente a las 35.006 ha. de la nobleza. ¿Cómo había conseguido los bienes la Iglesia? Después de más de seis años de investigación en distintos archivos, podemos concluir que la mayoría de los bienes proceden de las donaciones que aportaban los miembros de los conventos al ingresar en ellos, las dotes; al igual que en el momento de constituirse un nuevo matrimonio, los novios hacían escritura de dote con los bienes que aportaban a la nueva familia, de la misma manera cada religioso, cada monja, aportaba y levantaba acta notarial de los bienes que llevaban con ellos para su sustento en el convento y al igual que en el caso de los novios se denominaba dote. Éste es el grueso de los bienes de los conventos, bienes privados donados y aportados por las familias cuyos hijos entraban a formar parte de una comunidad religiosa. Estos bienes no estaban baldíos, no eran tierras muertas; según Amparo Ferrer, la producción era similar a la de los demás propietarios. Estas tierras estaban cultivadas por laicos, muchas de ellas habían sido compradas a censo por seglares, limitándose los religiosos a cobrar el censo cada año; una vez desvinculadas las tierras y desamortizadas, éstas no fueron a los laicos, que quizás durante generaciones las cultivaron casi como propias, sino que el Estado las subastó y fueron a manos de la burguesía. ¿Qué pasó con aquellos labradores que cultivaban estas tierras? Al no poder comprarlas, muchos de ellos pasaron a ser jornaleros. Las propiedades de la Iglesia hay que dividirlas en tres partes: una primera parte estaría formada por los bienes personales de los miembros de la Iglesia, que no fue afectada por la desamortización; otra parte estaría constituida por los bienes de las capellanías, una serie de bienes donados por la familia, normalmente, para el mantenimiento de uno de sus miembros cuando éste se ordenaba sacerdote; el tercer grupo de bienes era propiedad o de la parroquia, del Hospital, o de las hermandades, (las hermandades estaban constituidas por seglares), patronatos, Ermitas; estos bienes servían para el mantenimiento de las distintas instituciones. Hay que decir que muchas de estas instituciones, como el Hospital, el colegio, o las hermandades, etc… tenían un marcado carácter social, cuyos servicios beneficiaban a todo el pueblo, principalmente a los más desfavorecidos, esto es, muchas de las tierras de la Iglesia servían para financiar el hospital, el colegio, etc… y en el fondo, esas tierras estaban al servicio del conjunto del pueblo de Alhama. Con el paso de todos estos bienes a manos de la burguesía, no sólo se perjudicó a la Iglesia sino también, y en gran medida, al pueblo. La parroquia, el Hospital de Alhama, así como sus ermitas, al verse descapitalizados, vieron cómo se deterioraba o se perdía todo su patrimonio; hemos encontrado los inventarios de las distintas Ermitas de Alhama realizado en 1663, todo un patrimonio cultural también hoy desaparecido, bien porque fue desamortizado, bien porque fue robado por los franceses o destruido en las diversas contiendas sufridas en Alhama; lo cierto es que ese patrimonio hoy no existe, y si existe en algún lugar, desde luego ya no es público como lo fue en el tiempo en el que estuvieron en dichas Ermitas. En 1860, nos indica Amparo Ferrer, todas las propiedades de la Iglesia habían pasado a manos privadas; con respecto a los bienes comunales del Ayuntamiento, pasaron a manos privadas entre 2.500 a 3.500 ha., una mínima parte de las que poseía el consistorio.9
Bienes de la Iglesia de Alhama desamortizados:
*Hospital eclesiástico: 95 hectáreas; recordemos que esta tierra servía para mantener el hospital; a partir de este momento, pasan las tierras a la burguesía.
*Capilla del Santo Cristo: 1,5 hectáreas.
*Patronato de Juan Ramírez: 148 hectáreas.
*Patronato Mostazo: 48 hectáreas.
*Patronato de Juan Gómez Cabello: 26 hectáreas.
*Patronato de Juan Quijada: 26 hectáreas.
*Patronato de Luis García Villarraso: 18, 8 hectáreas.
*Iglesia parroquial de Alhama: 26 hectáreas.
*Sr. Beneficiados de Alhama, esto es, sacerdotes: 0,7 hectáreas.
*Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario: 2,6 hectáreas.
*Cofradía del Santísimo Sacramento: 85 hectáreas.
*Ermita de Ntra. Sra. de los Remedios: 4 hectáreas.
*Ermita de Ntra. Sra. de las Angustias: 4 hectáreas.
*Hermandad de las Benditas Ánimas: 91 hectáreas.
*Obra pía de Briceño: 751 hectáreas.
*Convento de Ntra. Sra. del Carmen 562 hectáreas.
*Convento de Santa Clara: 272 hectáreas.10
Recordemos que las cofradías y hermandades estaban gestionadas por seglares, así como los bienes parroquiales. Los patronatos solían responder a necesidades sociales determinadas, y estaban gestionados por varias personas, entre ellos seglares, a veces, por miembros de la parroquia y del consistorio.

INVENTARIO ERMITAS ALHAMA DE GRANADA 1673
Auto:
En la ciudad de Alhama, a once días del mes de abril de mil seiscientos y sesenta y tres años, (…) el licenciado Juan Luis del Pozo, beneficiado y vicario de la Iglesia Mayor de esta ciudad y su partido, dijo que por cuanto las ermitas de esta ciudad tienen muchos bienes, así comprados como legados por mandas de particulares por su devoción, han dado por testamentos para el ornato de las dichas ermitas y sus altares y santuarios y en ninguna de las dichas ermitas hay razón (…) de los bienes que tiene para que en todo tiempo conste y se le puedan pedir a la persona o personas a las que se les entregaren dichos bienes, mando se haga inventario de todos ellos, y que, hecho, se le haga entrega judicialmente para que siempre esté de manifiesto (…) así lo firmo y lo mando.
Firma de Juan Luis del Pozo.
Nuestra Señora de la Cabeza:
En la ciudad de Alhama, en trece de abril de mil seiscientos y setenta y tres en cumplimiento y ejecución del dicho auto (…) del Vicario, estando en la ermita de nuestra señora de la Cabeza en cuya ermita se hayan los bienes siguientes:
-Una imagen de Ntra. Sra. de la Cabeza con un niño en los brazos y su pastor al pie de rodillas con dos coronas de plata, nuevas, una de la imagen y otra del niño que son bienes de la cofradía.
-Otra imagen del señor san Isidro con su yunta y sus andas de madera.
-Más un capote de espolín de seda pardo con su guarnición de oro, forrado en tafetán verde, es del santo.
-Más dos esquilones de plata pequeños, de los bueyes del santo.
-Más una hechura del Señor San Francisco de Paula, la cual hechura es de la Iglesia Mayor de la ciudad que, por no haber lugar en dicha iglesia, se tiene en esta ermita.
-Más unas andas de madera de los dichos.
-Más un pendón de damasco morado con flecos morados y pajizos, con su hasta cruz de hierro y sus borlas con sus cordones morados y pajizos.
-Más un nicho de madera, dorado, que sirve de tabernáculo, donde está Ntra. Sra. de la Cabeza.
-Más dos retablos a los lados de Ntra. Sra. de la Cabeza: uno de San Pablo y otro de San Juan Evangelista.
-Más dos nichos de madera pintados de colores en donde están el Señor San Francisco y San Isidro.
-Más un cáliz de plata con su patena sobredorados por dentro del cáliz y patena.
- Un manto de damasco encarnado y blanco con puntas de oro y un vestido de la misma tela del niño Jesús.
-Otro manto de damasco azul y blanco con otro vestido del niño de la misma tela, todo con puntas de plata.
-Dos agnus de plata, el uno sobredorado, el uno tiene por un lado a Ntra. Sra. y por el otro al señor San Juan y el otro tiene por un lado a Ntra. Sra. y por el otro al Señor San Pedro Mártir.
-Una (…) de cristal sin engarces.
-Una gargantilla de aljófar con siete cuentas de oro y entre medias ocho cúbicos de aljófar, los cuatro más pequeños hacen el remate con una medalla de plata sobredorada de la concepción, en el remate.
-Un relicario pequeño guarnecido de ébano.
-Una campañilla de plata del niño Jesús.
-Un santo Cristo de la humildad en un cuadro con su nicho pintado de colores.
-Un cuadro de San Jacinto sin bastidor de lienzo, de vara y cuarto de alto.
-Quince cuadros de los misterios de Ntra. Sra. de la Cabeza, media vara cada uno, de lienzo con sus bastidores negros y dorados.
-Dos frontales pequeños de pintura en lienzo azul y blanco que están a los lados del altar mayor.
-Un frontal de pintura del mismo color que es del altar mayor.
-Otro frontal de pintura de distintos colores del altar del santo Cristo de la Humildad, ambos con sus bastidores.
-Otro frontal de catalufa encarnado y blanco, con frontaleras blancas, azules y encarnados, con flecos colorados y pajizos.
-Otro frontal de brocatel encarnado con sus frontaleros de brocatel verde, con sus flecos blancos y colorados.
-Un manto de raso verde con sus flores de lama blanca con vestido para el niño de la misma tela.
-Una lama de Ntra. Sra. de la Cabeza de espolín blanco y encarnado con sus flecos de seda de las mismos colores y (…).
-Una casulla de brocases encarnados y blancos, con su estola y manípulo y un galón a la redonda.
-Otra casulla de espolín de seda verde y negra con su estola y manípulo forrada en lienzo colorado con galoncillo a la redonda.
-Otra casulla vieja de espolín dorado y azul con su estola y manípulo y un posamano a la redonda.
-Dos roquetes pequeños de lienzo delgado con sus puntas y (…).
-Dos albas y la una vieja.
-Seis amitos de diferentes lienzos, los tres con cintas.
-Dos pares de corporales, con sus bosas, la una de brocatel y la otra de damasco.
-Seis purificadores.
-Cinco tafetanes de cáliz de diferentes colores.
-Tres palios: la una pequeña, todos con puntas de pita y una con deshilados.
-Cuatro mesas de manteles.
-Tres( …)teros de seda con sus puntas de hilo.
-Un misal; un Ara; un atril; una lámpara de azófar; y dos candeleros de azófar.
-Otro atril grande para los diáconos.
-Tres velos de tafetán, azul, blanco y verde.
-Otro velo del señor San Francisco de tafetán azul.
-Otro velo de San Isidro de seda celeste.
-Un tapete de colores.
-Una campana grande con la que se toca a misa.
-Otra campana pequeña del altar.
-Cuatro bancos grandes para asientos.
-Un cajón grande en el que se encierra el vestuario y en el que se visten.
-Unas andas de madera de Ntra. Sra. de la Cabeza con sus “columnas”.
-Una cruz de madera del altar mayor.
-Otra cruz pequeña de madera.
-Todos los cuales dichos bienes declaró Melchor Martín, santero de la dicha ermita, que eran bienes de Ntra. Sra. de la Cabeza y no de la Cofradía (…); el dicho señor vicario se los (…) entregar y el susodicho los recibió y se obligó a tenerlos de manifiesto para cuando se le pida y se le encargue, a el susodicho el aseo y limpieza de la Iglesia, guarda y custodia de todos los dichos bienes, siendo testigos: Mateo Gallego Salinas, vecino de esta ciudad, y Juan de Bastida y Juan García de Castro vecino de Granada y yo el notario doy fe y entrega de los dichos bienes firmo (…) el dicho vicario.
Y luego en el dicho día y mes, Melchor Martín declaró que tenía en su poder unas enaguas de tafetán azul.
-Otras enaguas de espolín de seda encarnado y blanco con su vaquero de lo mismo con su galón de oro.
-Más una corona de plata, los cuales dichos bienes son de Ntra. Sra. de los Ángeles que está en una cueva que está en el camino de la Hoz, y se los volvieron a entregar al dicho Melchor Martín en presencia de los dichos testigos.
Firma del notario”.
En una hoja suelta aparece lo siguiente:
Ntra. Sra. de la cabeza
En nueve de enero de mil seiscientos y setenta y cinco se le entregaron a Juan de Rojas los bienes contenidos en el inventario que se hizo en trece de abril y de seiscientos y setenta y tres años por el licenciado Juan Luis del Pozo y el susodicho se dio por entregado de ellos y demás se le entregaron los bienes siguientes:
-Dos avellanas de plata con su cadena, la una; una cadena de bronce con una cruz engarzada de plata; cuatro campanicas de plata pequeñas; y una cruz de plata de Caravaca pequeña.
-Una estampa de bronce, a los lados un rostro de nuestro Señor; un agnus de plata a un lado el nombre de Jesús, al otro lado el de Nuestra Señora, otro agnus e (…) de plata sobredorada; una higa de azabache y una flor con su lazo negro y en medio una imagen de nuestra Señora.
-Un rosario de corales; un manto viejo; tres palios con sus puntas; más otra palia; más otras cinco palias; conjuntos; más seis paños grandes y pequeños con puntas; más otros cuatro pequeños sin puntas; más cuatro mesas de manteles; los tres con puntas; más dos fruteros (…) más un relicario guarnecido de (…); otra avellana pequeña de plata; dos rosarios; un tafetán de cáliz blanco; un sobremesa azul y otro verde con sus flecos dorados y azules; cuatro candeleros de azófar; dos bujías; un cuadro de la humildad de Cristo; otro de Santa Lucía; otro de los Santos Reyes; otros dos cuadros: uno de Ntra. Sra. del Carmen y otro de Ntra. Sra. con el niño en los brazos; una casulla de esparcegón estampado guarnecido de oro falso con un manípulo y estola.
Nuestra Señora de los Remedios.
En la ciudad de Alhama a catorce días del mes de Abril de mil seiscientos y sesenta y tres (…) el licenciado Juan Luis del Pozo vicario y beneficiado, prosiguiendo la visita a las Ermitas, visitó la de Ntra. Sra. de los Remedios en la cual se inventariaron los bienes siguientes:
-Una imagen de Ntra. Sra. de los Remedios con un niño en brazos, con sus coronas de plata.
-Unos zarcillos de oro con sus pendientes cada uno.
-Un collar con diecisiete piedras de oro, y algunas perlas, digo granos de aljófar.
-Un agnus de plata mediano sobredorado.
-Un relicario de plata pequeño sobredorado.
-Una gargantilla de aljófar pequeña, con nueve granos de otro y una cruz en el remate por (…) del niño Jesús.
-Una avellana de plata y dos campanillas de plata pequeñas, la una mayor que la otra.
-Dos rosarios de cristal, el uno con una medalla de plata pequeña.
-Un agnus grande de plata con su cadena de plata de donde pende.
-Una hechura de San Roque con su perro, otra hechura de San Sebastián.
-Un retablo de madera, con cuatro cuadros y una cruz en lo alto, sobredorado.
-Dos cuadros sueltos en lo alto del altar, el uno del Señor san José, el otro del bautismo de Cristo por san Juan.
-Un cáliz con su patena de plata con una cruz en medio y el cáliz sobredorado por dentro.
-Unas ampolletas de plata pequeñas.
-Ocho tafetanes de cáliz de diferentes colores.
-Otro tafetán blanco de cáliz.
-Cuatro pares de corporales con sus puntas y palias.
-Nueve palias para debajo de los corporales, todas con puntas de diferentes (…).
-Otra palia de tafetán frosado guarnecido blanco y negro, y (…) de plata vieja.
-Doce purificadores de cáliz.
-Dos fruteros de (…).
-Tres frontales con sus bastidores, dos son de damasco verde y el otro blanco y encarnado y el otro de pintura.
-Otro frontal de catalufa con flecos verdes y blancos.
-Tres mantos de Ntra. Sra.: el uno blanco de raso con puntas de plata, el otro de damasco encarnado con puntas de oro y otro de tafetán blanco con puntas de oro, sencillo y viejo.
-Once velos de Ntra. Sra., cuatro de seda y los siete de tafetán de diferentes colores.
-Una lama de espolín de seda (…).
-Dos bolsas de corporales, la una azul y blanca.
-Un tafetán encarnado para el atril.
-Diez mesas de manteles nuevos y viejos.
-Tres albas y un roquete con puntas finas y grandes.
-Siete casullas de diferentes colores.
-Cuatro amitos, el uno con puntas.
-Un ara; dos misales; un atril pequeño; otro atril grande para los diáconos; dos bujías de azófar; dos candeleros de azófar; dos de palo y una cruz pequeña; una campana grande con la que se toca a misa; dos pequeñas del altar; una rueda con seis esquilones; una lámpara de plata; otra lámpara de azófar; dos cadenas de azófar de a cuatro bujías cada una.
-Tres sillas de… de moscovía; un bufete de nogal grande con sus hierros; otro bufete de pino pequeño; dos hacheros de madera; dos cajones de madera; cuatro bancos para asientos; un púlpito de madera; cuatro pares de andas; una mesa de cadena con su tabla de nogal; doce horquillas; un arca de pino vieja; todos los cuales dichos bienes se le entregaron a Pedro Martín de Castilla y a María López de la Chica, su mujer, que se les encargó la guarden y custodien de todo y el aseo y limpieza del altar, iglesia y de los susodichos. Se obligaron a tenerlos de manifiesto para cada y cuando le sean pedidos, siendo testigos Mateo Gallego Salinas y Alonso Jiménez, vecinos de esta ciudad, y yo, el notario, le entrego de los dicho bienes y lo firmo el dicho licenciado vicario.
SANTA CATALINA
En la ciudad de Alhama a dieciséis días del mes de abril de mil seiscientos sesenta y tres años, el dicho señor vicario visita la ermita de Santa Catalina en la cual se hallaron e inventariaron los bienes siguientes:
-Una imagen de talla de santa Catalina.
-Un retablo de madera de la santa, san Andrés y san Bartolomé.
-Un ara; un cáliz con su patena; un misal; un atril; una tabla de las palabras; una cruz.
-Una bolsa de corporales, unos corporales con su palia; tres casullas: la una blanca de raso con un galón de plata y seda encarnada; tres roquetes, los dos con puntas; la una casulla de tafetán doble carmesí dando aguas, con galón de plata alabradada; la otra casulla azul con cenefa de damasco azul; dos cíngulos; tres frontales, el uno de damasco encarnado y blanco (…); junquillo de oro enfresado; el otro, de damasco de dos colores; el otro, pardo y negro , con puntas de capillejo; otros tres frontales pequeños de diferentes colores y son del altar de Nuestra Señora; cuatro tafetanes de cáliz de diferentes colores; tres mesas de manteles grandes; tres mesas de manteles pequeños; una toalla de voladillo con puntas de plata; unas tres pares de corporales con sus palias; cinco palias con sus puntas; más otras palias; más otras palias de tafetán carmesí con puntas de plata; otra sobremesa de diferentes hilos y colores; ocho varas de puntas de hilo casero; dos camisas del niño Jesús; ocho purificadores; tres paños de manos; cuatro candeleros de azófar; una campana grande; otra pequeña; dos arcas de pino; dos mesas de cadena; dos bancos; cuatro sillas negras; una mesa de manteles que tiene doña Margarita Lasso; una imagen de Nuestra Señora; un niño Jesús; un velo de tafetán verde; dos cuadros pequeños; otro cuadro grande; una lámpara; tres relicarios de oro confluidas encarnados y blancos; una lámpara de azófar.
ERMITA DE SANTIAGO
Se hizo el dícho día, siendo el dicho vicario, visitó la ermita del Señor Santiago en la cual se hallaron los siguientes bienes:
-Una hechura del señor Santiago a caballo.
-Otra del señor San Marcos; un niño Jesús pequeño; un cuadro de la Humildad con tres velos encarnado, azul y blanco; un frontalico verde en el altar del niño Jesús, cuatro frontales de diferentes colores; con sus frontaleros; cuatro mesas de manteles; cuatro casullas de diferentes colores; un alba; dos amitos; cinco corporales con sus palias; otras dos palias; siete purificadores; una toalla; una bolsa de corporales; un cáliz con su patena; dos tafetanes; un arca; una campana grande; dos pequeñas; un lienzo de Jesucristo crucificado con los doce apóstoles a la redonda; otra ara en metal; un atril pequeño, otro atril grande para los diáconos; cinco bancos para asientos; dos pares de andas con cuatro horquillas; una lámpara de azófar; cuatro candeleros de azófar; un cajón de nogal para los vestuarios; otros once cuadros grandes pequeños; una cruz pequeña, una tabla de las palabras; cinco varas de raso, carmesí la pieza y dos varas de tafetán blanco Matías Blasco, santero, y se obligó de tenerlo de manifiesto y al mismo a Ana; un capote de Santiago; todos los cuales dichos bienes se le entregaron a María de Villalón, mujer de Matías de Blasco y a Catalina de Villalón, viuda de Juan Luis Pavón, se fiaron al susodicho y se le encargó labor y limpieza de la dicha iglesia, guarda y custodia de los dichos bienes, los cuales se obligó de tenerlos de manifiesto para cuando sean pedidos. Siendo testigos Mateo Gallego Salinas y Juan Jacinto Ramos y Juan de Costa, todos vecinos de esta ciudad y lo firman.

ERMITA DE LA SANTA CRUZ
Luego en el dicho día, el dicho señor vicario visitó la ermita de Nuestra Señor de las Angustias, en la que se hallaron e inventariaron los bienes siguientes:
-Una imagen de Nuestra Sra. de las Angustias vestida con una corona de plata.
-Un cáliz dorado por dentro con su patena; una bolsa de corporales de brocatel; unos corporales con su palia; un ara; dos casullas; con sus estolas y manípulos; tres albas; tres amitos; nueve tafetanes de cálices; dos frontales con sus frontaleros hilados; una palia de raso; seis candeleros de azófar; una lámpara de azófar; una lámpara grande; otra pequeña; un misal viejo; otro misal forrado en pergamino es de la iglesia mayor; un atril; una cruz; unas ampolletas de estaño con su plato de plata; nueve cuadros pequeños; dos amitos; doce pares de corporales; otra casulla negra con estola; doce mesas de manteles; otros cuatro candeleros de azófar; dos hacheros; dos bancos; todos los cuales bienes se le entregaron a Juan de Zafra, santero, y el susodicho se obliga a tenerlos de manifiesto para que cada vez que sea pedido y se le encargó la limpieza de la dicha iglesia, guarda y custodia de los dichos bienes y yo, Antonio , doy fe de la entrega, siendo testigos Mateo Gallego Salinas y Miguel Calvo, vecinos de la dicha ciudad y lo firmó el dicho señor Miguel Calvo.
* A Nuestra Señora de los Ángeles se le entregó a Juan de Rojas un jubón y enaguas de damasco blanco y encarnado con galoncillo de hojuela.
* Un manto azul con puntas pequeñas de plata, dos frontaleros viejos de damasquillo azul rosado y una corona de plata.
-Una casulla de parragón.
-Falta el velo de tela.
-El cáliz sobredorado que dicen que es de (..).
-Un misal de (…).
-Ojos de plata.
-Su lama de lama de plata carmesí con su bastidor sobredorado.
-La lama de tela morada y plata con su bastidor.
En el año 1673 se vuelve a hacer un inventario de los bienes de la ermita de la Ermita de Ntra. Sra. de las Angustias:
En 21 de enero de 1673
Inventario de los ornamentos de Ntra. Sra. de las Angustias de esta ciudad de Alhama que está a cargo de Francisco Martín de la Peña:
-Una casulla de tafetán doble carmesí con su estola y manípulo, con su galón de oro, forrada de lienzo azul celeste manchado.
-Otra casulla de de parragón verde con sus flecos pajizos y carmesí forrada en lienzo amarillo.
-Otra casulla de brocatel carmesí blanca y pajiza, con flecos del mismo color, forrada de lienzo pajizo, con su casulla y estola y manípulo.
-Otra casulla de tafetán doble a dos haces carmesí y blanca con galón de otro, estola y manípulo, vieja.
-Tres cíngulos, los dos de seda carmesí y blanca y el otro de deshiladillo.
-Cuatro albas con sus puntas y deshilados, las dos nuevas y las dos viejas.
-Cuatro amitos con sus cintas.
-Dieciséis tablas de manteles para los altares.
-Tres camisas para la imagen de Ntra. Sra. de las Angustias.
-Un jubón de tafetán negro; otro de espolín negro labrado para la imagen.
-Dos ropas de espolín negro y labrado forrado en lienzo negro.
-Una saya de raso negro liso con cinta verde.
-Un manto de burato negro.
-Otro manto de atafetanado negro.
-Cinco velos de la imagen de Ntra. Sra.: uno de tafetán verde, otro dorado, otro azul celeste, otro morado y otro de tela encarnada y plata.
-Tres cálices con sus patenas, las dos sobredoradas, uno grande, los otros medianos.
-Siete paños de cálices, los tres dorados digo cuatro, carmesí muy viejo y tres morados y otro listado celeste y blanco.
-Cuatro bolsas de corporales, una de damasco verde, otra de tela (…) y plata, otra bordada sobre lana blanca, otra de vocatel todas viejas.
-Cuatro pares de corporales con sus palias.
-Tres misales uno dice ser de la ciudad.
-Un corazón de plata, con los clavos labrados y corona buril.
-Una cruz de plata para el altar, pequeña prendiendo con sus remates.
-Ocho candeleros de azófar pequeños, los cuatro amavillados y otro cuatro antiguos.
-Cuatro cuadros, el uno de San Cayetano de siete cuartas de alto, vara de ancho, otro de Jesús Nazareno de vara de alto, otro de Ntra. Sra. de la Soledad de dos tercias, con su marco dorado y negro, otro del eccehomo del mismo tamaño con su marco dorado y negro.
-Dos candeleros de palo plateados.
-Un frontal de tafetán negro con sus flecos encarnados y blancos.
-Otro frontal de brocatel carmesí pajizo y blanco con flecos de lo mismo= otro de damasco carmesí con flores doradas = otro de damasco verde con su franjas de plata.
-Unas flores de cera y caídas de lienzo blanco cordadas con seda verde.
-Otro frontal de rasillo bordado con flores negras, antiguo.
-Otro frontal de damasco negro.
-Tres cruces pequeñas de madera para los altares.
-Una imagen de Ntra. Sra. de la Concepción de talla estofada de media vara poco más o menos.
-Tres atriles de madera.
-Dos facistoles de palo para cantar la epístola.
-La imagen de Ntra. Sra. de las Angustias, Cara y manos de talla, con una diadema de plata vestida de raso negro, y una toca de gasa fina larga = doce (…) de plata con una cinta encarnada = un manto de terciopelo negro compuesto de plata.
-Otra toca de gasa nueva.
-Una lama de lama de plata carmesí con su bastidor sobredorado.
-Un retablo de madera que ocupa todo el testero del altar sin dorar.
-Un Santo Cristo Crucificado = en otro altar al lado de la epístola con su velo y lama de tafetán carmesí = otro velo de gasa = una lama de tafetán doble carmesí dado aguas con su franja de otro en bastidor.
-En otro altar al lado del Evangelio un santo Cristo amarrado a la columna con un velo de gasa = y otro de tafetán morado, y una lama de tela morada y plata guarnecida empuntas de plata, el friso en su bastidor con una cruz y de madera los lados.
-Catorce esteras para la iglesia y peanas de los altares.
-Una lámpara de azófar.
-Un arca para guardar los ornamentos y un cajón debajo.
-Tres campanillas de los altares y una campana mediana en la torre.
-Una hechura de Judas.
-Una escalera de palo.
-Un espejo con su marco dorado de plata.
-Un púlpito de madera.
-Un acetre de cobre y su hisopo, de la congregación.
-Un banco raso.
-Diez bancos teñidos de negro que estos dicen son de la congregación de los Siervos de mi Santísima.
- Una mesa de pino teñida con su gaveta, de la dicha congregación.
-Otro escaño de los bienes de la Cofradía de la Santa Vera Cruz que se sirve en la Iglesia.
-Una Cruz grande, con sus perfiles de oro en un pedestal de piedra que es de la dicha Cofradía de la Santa Vera Cruz.
-Una vara donde están pendientes diferentes milagros de cera.
-Una pileta de piedra para el agua bendita.
-Una cruz de palo sobre la pila.”11
Todo este patrimonio, artístico, religioso, ha desaparecido, o bien porque fue destruido, o robado o desamortizado.
Lo más interesante de todo esto es que si hoy se pasea por Alhama podemos percatarnos de que los únicos edificios públicos con interés cultural se crearon antes de la Revolución Francesa, antes de la Ilustración. Parece que aquellos de las Luces las tuvieron para enriquecerse personalmente pero no fueron capaces, después de 200 años, de crear un solo edificio público con calidad artística y público, exceptuando el edificio del Casino y el teatro, creado por la Asociación Amigos del País de Alhama Granada, sin embargo, el Casino-Teatro también se verá sometido al afán de dominio por parte del Estado. Adentrémonos en las peripecias a las que se someterá dicho edificio.
En 1842, se crea, en Alhama, la Sociedad de Amigos del País, cuya asociación levantará un gran edificio, con dos espacios distintos: Un Teatro y un Casino.
En 1853, la Asociación será disuelta por presiones políticas. El Teatro-Casino es incautado por el Ayuntamiento de Alhama y lo pone en arrendamiento.
En 1862, se vuelve a crear la Asociación de Amigos del País; el Ayuntamiento le cede el Teatro-Casino, cobrándoles un alquiler.
En 1869, la Hacienda Provincial decide expropiar el edificio al Ayuntamiento y sacarlo a subasta. El Ayuntamiento de Alhama intenta evitarlo con dos escritos; uno en octubre, a la Delegación Provincial de Granada y otro, en diciembre, al Director General de la Propiedad en Madrid.
En 1869, el Ayuntamiento consigue parar la subasta; sin embargo, en 1875, en el Boletín Provincial, vuelve a sacar a subasta el Teatro-Casino por 14.600 pesetas; a este nuevo intento de subasta el ayuntamiento volverá a enviar un escrito, en el que se dice que el Teatro-Casino fue cedido al Ayuntamiento por la Asociación de Amigos del País, mientras que en el escrito de 1869 el Ayuntamiento afirma que el Consistorio se incautó del edificio.
En el Boletín Provincial de Granada, número 529, domingo 21 de noviembre de 1875, se publica lo siguiente:
“Número 519 del inventario.- El Teatro y Casino de la Ciudad de Alhama, procedente de sus Propios, el cual se halla situado en Plaza de la Constitución, frente a la Fuente Pública de la misma con dos cuerpos de alzada , encontrándose en buen estado de conservación, con una extensión superficial de 800 metros cuadrados, lindando por la derecha entrando con Francisco Molina Moya, por la espalda D. Francisco Jiménez Medina, izquierda D. Juan Calvente Fernández y frente a la Fuente pública; teniendo dicho Teatro tres puertas al frente y una debajo de la casa del Calvente para la entrada al escenario y el Casino una puerta al indicado frente y balcones encima, y otra puerta junto a la casa de Francisco Molina con un salón en bajo destinado para juego de villar. Ha sido capitalizado en 13.140 pesetas por la renta de 730 regulada por los peritos, y valorado en 14.600 pesetas, por cuya cantidad se subasta”.
Año 1869:
“Don Francisco Calvo y Muñoz, secretario del Ilustre Ayuntamiento Constitucional de esta ciudad.
Certifico: Que en el libro de actas donde se anotan los acuerdos tomados en las sesiones que celebra esta Ilustre Corporación hay una de carácter extraordinaria verificada en doce del actual y presidida por el Sr. Alcalde Primero D. Juan Luis Trescastro, previa convocatoria por papeleta a los Sres. Concejales para tratar sobre una orden del Sr. Administrador (…) de esta provincia, hecha el siete del corriente en la cual, con referencias a dichas ordenes, su literal es en la forma siguiente:
<<Seguidamente fueron leídas las órdenes del Sr. Administrador cuya fecha queda citada, en que se previene que este ayuntamiento informe sobre la procedencia del Teatro y Casa Casino de esta ciudad, cuyas fincas ha denunciado el Investigador de Bienes (…) de esta provincia como pertenecientes al caudal de propios; enterado el Ayuntamiento de todo ello acordó: Que debía informar e informa a la Administración Económica que en mil ochocientos cuarenta y dos se fundó en esta población una Sociedad denominada de Amigos del País, la cual, a sus expensas, edificó un Casino para sus reuniones, y un teatro para funciones de buena sociedad y recreo, en lo cual el Ayuntamiento lo contribuyó con su apoyo moral (al) celo y buen deseo de los asociados (…)
Que en el año de mil ochocientos cincuenta y tres, por consecuencia de cuestiones y presiones políticas, fue disuelta la Sociedad de Amigos del País y el Ayuntamiento incautó el Casino poniéndolo en arrendamiento. Organizada de nuevo la Sociedad hace ya más de siete años, entró a ocupar el Casino, si bien, abocando alquiler al ayuntamiento que desde luego o figuró como ingreso en sus presupuestos municipales. (…) Que de ninguna manera debe venderse el Casino y Teatro de esta ciudad porque se perjudicaran derechos legítimos, adquiridos por terceras personas y cuando esto no fuese bastante; el Municipio demanda su propiedad y exclusiva pertenencia por su útil y necesario a la población…
Alhama a 13 de octubre de 1869”
En diciembre de 1869 el Ayuntamiento de Alhama vuelve a dirigir otro escrito al director general de la propiedad:
Sr. Director general de la Propiedad y…
El Presidente y Ayuntamiento de la ciudad de Alhama de la Provincia de Granada a v.s.i tiene la honra de dirigirse exponiendo:
Que habiéndose incautado la Administración Económica de esta Provincia a nombre del Estado del Teatro y Casino de esta ciudad suplican los exponentes se sirva V.I. decretar libres de tal incautación las mencionadas fincas y dejarlas a la administración de este Municipio por las razones que se pasan a exponerse:
El Teatro y Casino de esta referencia forman un solo edificio (…). Este edificio que sólo ha sido destinado a objeto de recreo público ha producido en esta población un cambio casi radical en las costumbres, puesto que entregado solamente a los jóvenes ilustrados que gratuitamente han desempeñado la declamación con fines puramente filantrópicos, han ocasionado, a la vez que la pública expansión, el sostenimiento de las cargas de este Hospital, al par el socorro domiciliario de algunas familias menesterosas.
Tan laudable objeto no puede ser desatendido por este Municipio… Alhama, Diciembre, 7 de 1869.
El infrascrito secretario del ilustre Ayuntamiento constitucional de esta ciudad.
Certifico: Que entre los acuerdos de la sesión ordinaria celebrada por (…) ilustre corporación en veinte y ocho del actual; (…) que copiada es como sigue:
<<Dada nuevamente cuenta del oficio del diez del corriente del Sr. Administrador de Propiedades e impuestos de la Provincia a la que acompaña su informe y acuerdo del Sr. Delegado de Hacienda, para la venta del Teatro –Casino de esta ciudad, en concepto de pertenecer al Estado, y traídos los antecedentes de referencia, según determinación del Cuerpo Capitular en cabildo anterior de ellos resulta que el Ayuntamiento desde mil ochocientos cincuenta y tres en que fue disuelta la Sociedad de Amigos del País, a cuyas expensas se edificó aquél, entró en posesión de dicho Teatro-Casino, por cesión que se hizo los individuos de la Sociedad, cuyos productos donde entonces figuran en el Presupuesto Local para sufragar su déficit, y haciéndole asiduamente las reparaciones (…). Que en Noviembre de mil ochocientos sesenta y nueve prendió la Administración de Hacienda enajenar el Estado el edificio, oponiéndose a ello el Ayuntamiento por medio de escrito que dirigió a consecuencia de acuerdo del mismo (…) protestando de que se rectificase con el carácter de pertenecer al Estado cuando era lo contrario, por cuanto correspondía a los Propios, por la expresada donación que se efectuó, y se confirma así ingresando su productos en Arcas Municipales.
En mil ochocientos setenta y seis, y en arreglo a la circular de veinte de Enero de mil ochocientos setenta y tres dada por la Dirección General de Propiedades instruyó a este Ayuntamiento el oportuno expediente llevando cuantos requisitos exige aquella para exceptuar de la venta el Teatro-Casino, por destinarlo al servicio de Instrucción pública, o sea establecer en los locales para la enseñanza de niños, puesto que se carecen de ellos; y entre los documentos a él incorporados lo eran el expediente supletorio al título de propiedad cuyo atestado se remitió a la entonces administración Económica en seis de mayo de mil ochocientos setenta y seis. Más tarde, en veinticuatro de Abril de mil ochocientos setenta y siete envió el Ayuntamiento un informe pidiendo por la Administración de Propiedades referente al expediente antes referido expresando las razones por que el Teatro-Casino debía ser servido como finca de propios. Enterada la Corporación usó de la palabra uno de los vocales de la comisión de Hacienda y expuso que, teniendo probado el Ayuntamiento que el edificio en cuestión perteneció a una Sociedad y ésta en uso de su pleno dominio, lo cedió al Municipio para que sus productos aumentaran el patrimonio público, aumentando así los impuestos con qué cubrir el déficit de los Presupuestos; sin que desde entonces haya sido desposeído de él, que después ha probado la posesión por medio del expediente, y pedida la desamortización para aplicarla a usos de utilidad pública (…); propone el ayuntamiento se oponga a la venta del edificio de que se trata con el carácter de pertenecer.
Alhama 21 septiembre 1882”
Todos estos hechos entran en la coherencia propia de la Ilustración, donde la idea de dominio queda encarnada en la idea del Estado de Hegel donde el Estado encarnaría en la historia la idea del Espíritu Absoluto, según la cual la diferencia no es importante, el individuo queda supeditado a la totalidad; esto se verá con total claridad en el desarrollo de la Alemania del 1933 al 1945 y en la Unión Soviética, donde el ciudadano, el individuo, debe sacrificarse por la Nación o por el Partido. El Casino-Teatro debe estar en lo que se llama entidad pública, esto es, el ayuntamiento, que siempre, tanto en el Antiguo Régimen, como en los regímenes que lo han sustituido, ha estado dominado por unas cuantas familias, o el Estado, entidad pública mayor. Los componentes de la asociación de Amigos del País poco podían hacer si el Ayuntamiento se oponía a sus actividades, y poco podía hacer el Ayuntamiento frente al Estado. El que más puede, más domina. Entre las argumentaciones utilizadas por el escrito del consistorio para que el Estado les deje en sus manos el Teatro-Casino es que los jóvenes ilustrados han realizado actuaciones teatrales con el objeto de mantener el Hospital de Alhama. Es irónico que se quiera mantener un hospital con “teatricos”, después de que se ha descapitalizado dicho centro sanitario; recordemos como las tierras que tenía el Hospital para su mantenimiento han pasado a manos de la burguesía, la clase social que controla el poder político y económico. Cuando una institución, como es el caso del Consistorio, domina las actividades culturales, sanitarias, educativas y económicas, todo esto no nos puede sonar a libertad, igualdad y fraternidad, sino que más bien nos suena a otra cosa.
Otra cosa sorprendente de la revolución ilustrada es la marginación a la que sometieron a los pobres y a la mujer; ninguno de estos tenía derecho al voto; recordemos que uno de los elementos claves, aún hoy vigente, es la estructuración de la sociedad en clases: clase baja, clase media, clase alta. Hannah Arendt, en su obra Los orígenes del totalitarismo lo expresará en estos términos: “La igualdad de condiciones para todos los componentes de la nación se había convertido en premisa del nuevo cuerpo político, y mientras que esta igualdad había llegado por lo menos hasta el punto de privar a las viejas clases rectoras de sus privilegios de gobierno y las viejas clases oprimidas de sus privilegios de ser protegidas, el proceso coincidió con el nacimiento de la sociedad de clases que una vez más separó habitantes, económica y socialmente, tan eficientemente como en el Antiguo Régimen. La igualdad de condiciones, como la habían concebido los jacobinos durante la Revolución Francesa, sólo llegó a ser realidad en América, mientras que en el continente europeo fue sustituida inmediatamente por una simple igualdad formal ante la ley.
La contradicción fundamental entre un cuerpo político basado en la igualdad ante la ley y una sociedad basada en la desigualdad del sistema de clases impidió el desarrollo de las Repúblicas existentes, así como el nacimiento de una nueva jerarquía política. Una insuperable desigualdad de la condición social, el hecho de que en el continente la pertenencia a una clase le era impuesta a un individuo y casi conferida por su nacimiento hasta la primera guerra mundial, podía coexistir, sin embargo, con la igualdad política. (…) El sistema de clases completamente desarrollado significaba invariablemente que el status del individuo era definido por su pertenencia a su propia clase y a sus relaciones con otra y no por su posición en el Estado o dentro de la maquinaria.”12
LA MUJER
En el Antiguo Régimen, aunque había leyes que protegían a la mujer, ésta no estaba en plano de igualdad con el hombre, salvo que permaneciese soltera, o se quedase viuda. Hay que decir que en las relaciones matrimoniales casi todas las parejas se casaban en separación de bienes; ella seguía teniendo autoridad sobre ellos, aunque estaba supeditada a la voluntad del marido si ella quería vender. Sin embargo, el marido, pudiendo vender de lo propio, no podía hacerlo con el patrimonio de su mujer sin el permiso de ella, permiso que tenía que ser reflejado en una escritura notarial, así consta en innumerables documentos. Con la Ilustración, esta situación no va a cambiar, sino que va a empeorar como veremos. Sin embargo, antes quisiera fijarme en una mujer de Alhama que nació el 9 de octubre de 1765, María Manuela Zamora, hija de Jerónimo Zamora Bermúdez y de Isabel Padial. En el Antiguo Régimen, formaba parte de la nobleza rural, en el Nuevo Régimen estaría en la clase media de Alhama. En los documentos que hallados sobre ella, la encontramos en tres acciones significativas:
1.-Ella gestionaba las cuentas de las propiedades de la Iglesia en Alhama, como se desprende de las cartas al vicario general de la diócesis, en las que da cuenta de los precios del grano, de las ventas de los productos agrícolas; en más de un documento ella afirma “yo soy dueña de mí misma y de mis bienes, no tengo marido, no tengo padre, no tengo tutor, soy mayor de edad”. Estas afirmaciones no las hace nadie que no se vea cuestionada en sus actos; por otra parte está reivindicando su libertad y capacidad para llevar a cabo sus actos como una persona plena. Cuestionada o no, se trataba con los hombres en plano de igualdad, va a gestionar lo público con autoridad y va a estar en el mundo de los negocios de la época en una Alhama siempre agrícola y ganadera. Ciertamente se trata de una mujer fuerte, inteligente y sin complejos, pero no sería la única.
2º- Recibe presiones para contraer matrimonio con Francisco Ramos durante seis años, a lo que ella se niega, intentando de diversas maneras alejarse de él; al final, en 1801, cuando decide casarse con otro, cuenta ya con 36 años; en su expediente matrimonial encontramos una carta a su primer pretendiente en que ella vuelve a reivindicar su libertad, su capacidad para decidir por ella misma. Reproducimos la carta:
Sr. D. Francisco Ramos
Muy señor mío, siento tener que manifestar mis ingenuos sentimientos acerca de sus solicitudes; (desde) el tiempo (que) las he tenido, cuantas desazones he sufrido; ahora que me conceptuaba exenta de ellas veo que me he equivocado, a mi pesar, pero como ni mi ánimo ni mi carácter puede ser otro que el de tratar las cosas con verdad e ingenuidad, me veo forzada a tener que poner la pluma en este negocio para, por este medio, desengañar a Vuestra Meced y darle las justas y debidas gracias de la memoria, que de mí ha hecho el alto concepto en que me ha tenido, y tiene. No pienso que sea capaz este hecho, que hago, de hacerme caer de su gente honrada, en cuya clase contemplo a Vuestra Merced. Su (…) y demás y si otra cosa hiciese, sí podría acarrearme los mayores disgustos. En esta inteligencia, debo manifestarle a V.m. que la comisión de mi tío no fue el ajustar capitulación (de matrimonio), ni ésta se la pude dar yo por ser como soy señora de mí misma para hacerlo en el caso que me acordase, y que, por consiguiente, no me hallo obligada a pasar ni estar por ninguna cosa de cuantas haya hecho como ejecutadas sin mi conocimiento; que yo me he mirado, y remirado en ello, y que por ningún concepto me acomoda, ni con capitulación ni sin ella; que no es regular que por mi causa se deshaga una casa, que junta, y con la ayuda de vuestra merced puede hacer los mayores progresos en fortuna y en una palabra que estoy firmemente resuelta a cortar de un todo este negocio antes que llegue a formalizarse nada. Bajo este supuesto otras señoras de mucho y aún más mérito que el mío hay en el pueblo; más ricas que yo, que mi caudal es nada; éstas pueden acomodar a Vuestra Merced más, y le suplico que si es cierto que me tiene alguna estimación no se empeñe en perturbar mi felicidad, que la encuentro en el centro de mi casa y al lado de una tía (Agustina Zamora) que me acompaña y rodeada de mi familia, que me sirven con anhelo y de otra forma no puedo ser feliz; siento tener que manifestar a vuestra merced esto, pero me precisa desengañarle, que no puede tener efecto lo que solicita.
Yo estoy sumamente agradecida a los favores que le merezco, relativos al concepto que de mí ha formado; puede Vuestra Merced así creerlo; siempre lo diré pero también que no puede ser lo que vuestra merced quiere porque no lo permiten las circunstancias, y no ser gusto mío, y no siéndolo, no me he de exponer a vivir tal vida que Dios me dé en guerra sin haber necesidad de ello y así, por último favor que se ha de servir dispensarme, será el que sobre el particular no inste ni se moleste; en otra cosa puede mandar a su servidora.13
Ciertamente esta actitud de María Manuela Zamora, contrasta con el pensamiento ilustrado, tanto de Rousseau, como de Kant, sobre la mujer. Rousseau nos dirá en el Emilio o la educación: “De este hábito a la sujeción resulta una docilidad que las mujeres necesitan toda la vida, puesto que nunca cesan de estar sometidas o a un hombre o a los juicios de los hombres, ni nunca le está permitido estar por encima de esos juicios. La cualidad primera y más importante de una mujer es la dulzura; hecha para obedecer a un ser tan imperfecto como el hombre, tan lleno a menudo de vicios tan lleno siempre de defectos, debe aprender desde hora temprana a sufrir incluso la injusticia, y a soportar las equivocaciones de un marido sin quejarse; debe ser dulce no por él sino por ella: la actitud y obstinación de las mujeres nunca hacen sino aumentar sus males y el mal proceder de los maridos; ellos sienten que no es con armas como ésa como ellas deben vencerlos. El cielo no las hizo insinuantes y persuasivas para volverse desabridas; no las hizo débiles para ser imperiosas; no les dio una voz tan dulce para decir injurias; no les hizo rasgos tan delicados para desfigurarlos mediante la cólera. Cuando se enfadan, se desmandan; a menudo tienen razón para quejarse, pero siempre hacen mal en gruñir…” .14
Sin duda no es la Iglesia quien afirma esto, sino precisamente aquellos que la cuestionaron; es más, en Alhama, las mujeres siempre tuvieron un punto de referencia distinto al de la mujer casada, el convento de clarisas, una comunidad de mujeres dedicadas a cultivar su espíritu y no a su marido, dueñas y señoras de la tierra, acostumbradas a negociar con sus bienes, a tratar en términos de igualdad con el hombre, con cualquier hombre. Yourcenar en unas de las entrevistas realizadas por Bernart Pivot, se pregunta si acaso una abadesa de la Edad Media no era una mujer libre; naturalmente que lo era; Yourcenar va a situar la liberación de la mujer en un ámbito más profundo que la simple masculinización de la mujer.
La profesora de la Autónoma de Madrid en su artículo La justificación teórica de la maestra analfabeta en el pensamiento de Rouseau y Kant. Influencia en la política educativa posterior, afirma: “A la hora de plantear la posición de Rouseau y Kant ante el tema de la educación de la mujer, nos interesa resaltar, en primer lugar, la importancia que ambos tuvieron en la política educativa de la época al excluir a la mujer del derecho de ciudadanía y asignar como espacio apropiado para ella, a diferencia del varón, el concerniente al ámbito privado representado por la familia y el hogar.”15
Kant, en el capítulo tercero de su obra Lo bello y lo sublime, afirma: “Espero que se me dispensará la enumeración de las cualidades masculinas en su paralelismo con las del sexo opuesto, y que bastará considerar comparativamente unas y otras. El bello sexo tiene tanta inteligencia como el masculino, pero es una inteligencia bella; la nuestra ha de ser una inteligencia profunda, expresión de significado equivalente a lo sublime.
La belleza de los actos se manifiesta en su ligereza en la aparente facilidad de su ejecución; en cambio, los afanes y las dificultades superadas suscitan asombro y corresponde a lo sublime (a lo masculino). La meditación profunda y el examen prolongado son nobles, pero pesados, y no sientan bien a una persona en la cual los espontáneos hechizos deben sólo mostrar una natural belleza. El estudio trabajoso y la reflexión penosa, aunque una mujer fuese lejos en ello, borran los méritos peculiares de su sexo, y si bien la rareza de estas condiciones en su sexo las convierte en objeto de fría admiración, debilitan al mismo tiempo los encantos que les otorgan su fuerte imperio sobre el sexo opuesto. A la mujer con la cabeza llena de griego, como la señora Dacier, o que sostiene sobre mecánica discusiones fundamentales, como la marquesa Chastelet, parece que no le hace falta más que una buena barba; con ella su rostro daría más cavadamente la expresión de profundidad que pretenden. La inteligencia bella elige por objetos suyos los más análogos a los sentimientos delicados, y abandona las especulaciones abstractas o los conocimientos útiles, pero áridos a la inteligencia aplicada, fundamental y profunda. La mujer, por tanto, no debe aprender ninguna geometría; del principio de razón suficiente o de las mónadas sólo sabrán lo indispensable para entender el chiste en las poesías humorísticas con que se ha satirizado a los superficiales sutilizadores de nuestro sexo (…) en historia, no se llenarán la cabeza con batallas, ni en geometría, con fortalezas; tan mal sienta en ellas el olor a la pólvora como en los hombres el del almizcle”.
Parece obvio cómo la Ilustración, en su versión alemana (Kant), marginó a la mujer, y lo que es aún más grave, esto se hacía partiendo del concepto de naturaleza, es decir, si la naturaleza nos ha hecho así no queda más remedio que asumirlo. La cuestión es que la naturaleza no nos ha constituido como Kant pensaba y esto sí que es un gran error del pensador alemán. Confundir la naturaleza con las construcciones intelectuales y culturales es muy grave, ya que bloquean el progreso y la madurez de la persona y de la sociedad.
La profesora Sonsoles afirma:
“Rousseau era un gran defensor de la idea de libertad e igualdad entre los hombres. Convencido de que todos los individuos nacemos libres e iguales, y portadores de una razón original y natural, pensaba que el cultivo de la razón era el instrumento idóneo para transformar no sólo la sociedad, sino también las mentes. Su gran contradicción fue considerar la desigualdad sexual como natural y, por tanto, no denunciarla, al entender que el sometimiento de las mujeres era un hecho natural y que la universalidad de la razón sólo era aplicable al varón. Sus ideales de crear una sociedad de individuos iguales incurrió en un pequeño error: la mitad de la especie no formaba parte de la categoría de iguales. La igualdad sólo alcanzaba a los sujetos del pacto… Extendió el contenido básico de los ideales ilustrados, igualdad y libertad a quienes participan de la Voluntad General, los varones. La mujer, adscrita a la familia, no era considerada sujeto de ciudadanía y no podía participar, por ello, en la Voluntad General. Su permanente estado pre-social la relaciona con los instintos primarios del deseo, la pasión, el desorden, la libido y todo aquello que corresponde al estado de naturaleza (…) Las niñas aprenderían de sus madres a realizar con amor las labores propias de su sexo, gobernando y cuidando correctamente de su casa. La educación de la mujer no debía ser teórica. Sus estudios se limitarían inevitablemente a la práctica, conformándose con aplicar, como venimos indicando, los principios hallados por el hombre. El caso de Emilio era diferente. Él sí debe separarse de su familia. Su educación se confiaría a un tutor privado que guiaría sus pasos hasta el momento en que cumpliese la mayoría de edad, los veinte años, considera adecuada para comenzar a actuar de acuerdo con su propios principios. Emilio llegará a ser una persona libre y sometida a la leyes de la sociedad civil de la cual es miembro”.16
Todas las revoluciones tienen que denigrar lo más posible, el tiempo, los modos sociales y políticos, las instituciones que pretenden sustituir. Así lo hizo la francesa con su Ilustración. El cine nos muestra siempre el palacio de Versalles, donde la nobleza vivía a lo grande ignorando las suerte de su pueblo; después, el cine nos muestra una masa de gente harapienta y hambrienta a las puertas de Versalles o camino de la Bastilla, pero curiosamente los artífices de la revolución, los grandes beneficiados de la revolución, la burguesía, no aparecen en ningún fotograma; el cine nos induce a pensar que la revolución de los obreros, de los jornaleros, fue la revolución francesa, pero esto sería olvidar como, a lo largo del s. XIX, esta burguesía, enriquecida, generaría en algunos países europeos la industrialización, al mismo tiempo que grandes masas de obreros industriales, humillados y explotados. Simone Weil, en su obra La condición obrera, afirmará “…Éstas son alegrías de hombres libres: los que pueblan las fábricas no las sienten sino en breves y muy raros instantes, porque no son libres; y esto raramente pueden olvidarlo, ya que las tenazas de la subordinación los tienen sujetos a través de los sentidos del cuerpo y de los mil pequeños detalles que llenan los minutos que constituyen la vida.”17
3º.- A María Manuela Zamora la volvemos a encontrar, durante la dominación francesa, sometida a una investigación, ya que su casa, como la mayor parte de las casas de Alhama fueron saqueadas por los franceses.
Interrogatorio:
“Alhama año 1810
Información dada por don Juan Gómez Guerra y doña Manuela Zamora y Bermúdez.
Regidor: el S. Don Luis del Corral
Escribano: Morán.

D. Juan Gómez Guerra, Mayordomo de Fábrica Mayor de la Iglesia Matriz de esta ciudad, dijo: Conviene a mi derecho el que por usted se me admita información de cómo a la entrada de las Tropas Imperiales en esta ciudad de resultas de algún alboroto acaecido entre las (…) sufrió este vecindario un riguroso saqueo en el cual lo fueron todas las casas de los vecinos y como ellos, la mía, y de cómo no solamente saquearon las dichas tropas imperiales mi patrimonio y alhajas sino que sea la explicada información extensiva así tienen noticia los testigos que entre el vecindario lo fue alguno de la hacienda de fábrica que está a mi cargo y por tanto a usted suplico así se sirva mandarlo y que sea evaluado por usted… el presente auto sobre la fe que merezcan los testigos, sea el hecho público y notorio; e interponiendo en todo su autoridad y judicial decreto se me entreguen las diligencias originales para el uso de mi derecho, pues así procede de justicia que pido.
Firma: Juan Gómez.
Auto: por presentada esta parte de la información que fuere y hecha autos lo mandó el Sr. Luis del Corral, Regidor subdecano de este Ayuntamiento y como tal, Regente de la Real Jurisdicción ordinaria en esta ciudad de Alhama, a veinte días del mes de octubre de mil ochocientos diez.
Firma: Francisco Domingo Moran.
Testigo: Manuel Sánchez Morón:
En la ciudad de Alhama, a veinte de octubre de mil ochocientos diez: Ante don Luis del Corral, Regente de la Real Jurisdicción; D. Juan Gómez Guerra, mayordomo de Fábrica que tiene ofrecida, presentó por testigo a Manuel Sánchez Morón, de esta vecindad, del cual ante mí, el Escribano recibió juramento que hizo por Nuestro Señor y una señal de la cruz, según derecho, ofreciendo decir la verdad y siendo preguntado al tenor del contenido del anterior escrito Dijo: le consta que esto conviene; porque el día que refiere, el testigo y otros vecinos de D. Juan Gómez, por ser casa de más respeto, se acogieron a ella, y vieron llegar con cuatro Dragones a sus puertas armados y uno entró y, asiendo a Dª. María Manuela Zamora, su mujer de la mano, le dijo, dame el dinero o la vida de todos que vais aquí a morir. Entonces la señora se levantó y lo llevó al contador y de una gaveta sacó un talego y otros dos de otra y le dijo al Dragón: <<registra lo que quieras que ya lo llevas ahí todo>>. El Dragón empezó a saquearlo todo y así que vio que no había más dineros, se fue a la calle con los otros que lo esperaban. Y la señora, llorando, decía: mi dinero no lo siento; lo que me aflige es lo que se lleva de la Fábrica que es lo que presenció sabe le consta y por decir en razón de lo que se le ha preguntado y la verdad en cargo de su juramento, se afirmó y ratificó. No firmó porque dijo no saber y que es de edad de cuarenta años.
Firma: Luis Corral y el escribano Francisco Morán.
Testigo Francisco Fernández:
Inmediatamente ante el dicho escribano el mismo D. Juan Gómez Guerra, para la dicha información presentó por testigo a Francisco Fernández, de esta vecindad, del que recibí juramento que hizo por Dios Ntro. Sr. Y una señal de la cruz, según derecho, ofreciendo decir verdad, dijo: que el día que refiere, el testigo y otros vecinos inmediatos a las casas de don Juan Gómez, por ser de más respeto que las suyas, se fueron a ellas mientras pasaba el saqueo; y a poco de estar en ellas, llegaron al zaguán cuatro Dragones franceses y uno de ellos entró, pidiendo a Dª María Manuela Zamora, su mujer, los dineros o las vidas; la señora lo llevó a un escritorio o contador y vio el testigo que el dicho Dragón sacó de él tres talegos con dineros, los que se llevó sin contar, y se fue desazonado porque no llevaba más. La señora se quedó llorando y exclamaba diciendo no siento lo que se llevan mío sino en los de la Fábrica. Que es lo que pasó sabe y puede decir en razón de lo que se le ha preguntado y la verdad en cargo de su juramento en que se afirmó y ratificó, no firmó porque dijo no saber, y que es de edad de más de sesenta años, lo firmará el dicho señor de que certifico.
Luis Corral y el escribano Francisco Morán.
Testigo Pedro Sánchez Monreal:
Inmediatamente ante el dicho señor don Luis del Corral Regente de la Real Jurisdicción. D. Juan Gómez Guerra para la informaciones pretendida, presentó por testigo a Pedro Sánchez Monreal, vecino de esta ciudad, el cual, ante el escribano, hizo juramento por Dios y una señal de la cruz, (…) siendo preguntado con al tenor del pedimento que antecede dijo: que habiendo pasado con su padre, madre y hermana el día que refiere en su pedimento el D. Juan Gómez, a las casas de éste, por sentirse más seguros en ellas, que en las suyas, llegaron cuatro Dragones al zaguán de dicha casa en el que se quedaron tres, y uno entró, pidiéndole a Dª María Manuela Zamora, mujer de Dº. Juan, el dinero, y que si no, los mataría a todos, se levantó la señora, le abrió un contador y dos gavetas, vio el testigo que sacó el Dragón tres talegos de dineros, él quería todavía más, y la señora le decía ahí va todo el dinero que hay en casa, con lo cual se fue el Dragón con el dinero y Dª María Manuela lloraba y decía: << no siento mis dineros, lo que siento es el de la fábrica>>; que es lo que presenció el testigo y la verdad en cargo decir juramento en que se afirmó y ratificó, lo firmó. Pedro Sánchez Monreal.

Testigo: Dª Theresa de Rueda:
En la ciudad de Alhama, en el mismo día, mes y año, el citado D. Juan Gómez Guerra, para la justificación que tiene ofrecida, presentó por testigo a Dª Theresa de Rueda, mujer legítima de Pedro Calvo, de esta vecindad; después del juramento dijo: Le consta muy bien que el día que refiere, y en su tarde saquearon cuatro Dragones las casas de D. Juan, de los cuales vio la testigo entraron tres en el zaguán y uno subió, y estuvo allá dentro y salió con tres talegos de moneda, que vistos por todos, se subieron en sus caballos y se fueron hacia la plaza. Todo esto lo vio la testigo desde su ventana, y luego pasó a las casas de D. Juan y encontró llorando a Dª María Manuela Zamora, su mujer, y a toda la familia afligida, y aquella decía: <<no siento mis dineros lo que siento es el dinero que se han llevado de la fábrica>>; por lo cual la testigo y otros que se hallaron presentes que según se quiere acordar, fueron, Manuel Sánchez Morón, su hijo Pedro, y otros vecinos la consolaban, diciendo, diera gracias a Dios porque no le habían hecho daño en su persona; que es lo que pasó, sabe, le consta y puede decir en razón de lo que se le ha preguntado y la verdad.”18
ALHAMA Y LA REVOLUCIÓN FRANCESA
Salvador Raya Retamero, en su libro Alhama de Granada en la crisis napoleónica y reinado de Fernando VII 1800 – 1830 aborda adecuadamente el periodo revolucionario; sin embargo, constantemente surgen nuevos documentos que arrojan luz a dicho periodo. Entre los documentos encontrados, hay dos de suma importancia: el primero se refiere a los sacerdotes franceses que huyen de Francia para instalarse en Alhama de Granada; el segundo documento es realmente interesante, ya que se trata de un manifiesto de los afrancesados contra el ayuntamiento de Alhama y la respuesta de éste a dicho manifiesto.
“Cincuenta mil campesinos con armas a defender Zaragoza; venían desde todas partes a esa ciudad, incluso a través de nuestras columnas victoriosas, temiendo llegar demasiado tarde allí donde los llamaban el impulso de su alma y el amor a la patria. La milagrosa Virgen del Pilar, decían, nos ha protegido desde hace siglos; en tiempos felices todos en masa íbamos en peregrinaje a implorar por nuestras cosechas; no dejaremos ahora de defender sus altares. (…) El pueblo de España sólo se movía impulsado por un sentimiento de patriotismo religioso. Ignoraba totalmente la práctica de la disciplina y las leyes de guerra. Abandonaba con facilidad sus banderas tras una derrota, no se creía para nada obligado a guardar la palabra dada a los enemigos, pues no tenía más que un solo deseo, el de vengarse de todas las maneras posibles del mal que los franceses infligían a su país.”19 Así, Albert Jean Michel de Rocca, soldado francés, narra su camino con las tropas napoleónicas para la conquista de Zaragoza.
El pueblo español estaba en pie de guerra, no contra la libertad, ni contra la Ilustración, sino contra aquellos que habían invadido su tierra, matado a sus amigos y familiares, destrozado sus campos y casas, con los pretextos de la libertad ilustrada y el de poner orden en el gobierno español, cambiando la dinastía de los Borbones por la de los Bonaparte; como casi siempre, el invasor utilizará argumentos compartidos por la mayoría, al considerarlos el sentido común como buenos y correctos, para justificarse ante aquellos a los que va a robar, matar y destruir. Pero el pueblo se levanta en armas para defender su tierra e identidad, su cultura y modo de ser, su forma de sentir y expresar la vida y la muerte.
Alhama de Granada no va a estar ajena a este conflicto, su sangre también se derramará. Así queda expresado en el libro de Salvador Raya sobre la invasión francesa en el pueblo granadino: más de 80 muertos.
No les llega de improviso a los alhameños; sabían que había ocurrido en Francia. La guillotina, la horca y las balas habían destruido, en el nombre del progreso y la libertad, la vida de miles de personas. En 1793 llegarán a Alhama cuatro sacerdotes franceses que se instalaran en los dos conventos de la ciudad: en el convento de los Franciscanos Descalzos D. Juan Bautista Xineste, cura y vicario en la diócesis de Castries; D. Juan Thorè, cura de Baurens, diócesis de Auch; En el convento de los Carmelitas: D. Josef Birnes, cura de Basugos, diócesis de Auch, y D. Juan Pedro Tarra, cura de Loysan, diócesis de Auch.20 Suponemos que estos informarían de lo sucedido en Francia durante la revolución, e informaron bien, pues volverían a vivir en Alhama lo que ya sufrieron en su tierra.
Timothy Tackett en su libro El terror en la Revolución Francesa, afirma: que “a mediados de 1793, la Revolución había empezado a exhibir una faceta más oscura. El gobierno, cada día más dictatorial, fomentaba las denuncias y la represión, al tiempo que aparecían comités de vigilancia que descubrían a <<sospechosos>> y supuestos traidores en todos los rincones del país. Se detuvo a miles de ciudadanos y se ejecutó a varios centenares, juzgados por un <<Tribunal Revolucionario>> inapelable. El propio monarca y varios destacados dirigentes políticos, en quienes el pueblo había creído poder confiar hasta entonces, fueron acusados de traición y terminaron en la guillotina. Desgraciadamente, algunos de los condenados a la pena capital eran hombres y mujeres que aún se declaraban fervientes partidarios de la Revolución. No menos de ochenta y dos diputados de la Convención Nacional –más de un diez por 100 del total- serían ajusticiados o morirían en prisión a lo largo de 1794. Como diríamos hoy, el terror estaba <<a la orden del día>>.21
Con la invasión francesa, lo que llega a Alhama no será la libertad sino la muerte. Los alhameños conocían de primera mano lo ocurrido en Francia. Lo ocurrido en Alhama, más de 80 ajusticiados, registros y robos, fue la experiencia de la Europa napoleónica. El soldado napoleónico, Albert-Jean Michel de Rocca, lo narra en sus memorias: “Los soldados del ejército napoleónico no perdieron en Francia la costumbre que habían contraído en Alemania, la de maltratar a veces a los ciudadanos y campesinos que los habían acogido en sus hogares. Eran sobre todo las tropas auxiliares aliadas las que no querían entender por qué no debían comportarse en Francia como en un país enemigo; decían que era sin duda lo habitual.”22 Rocca, antes de participar en la invasión de la península, participó con las tropas francesas en el sometimiento de Alemania; esto le lleva a hacer un análisis comparativo entre los alemanes y los españoles: “Desde hacía más de un siglo, los diversos soberanos que formaban parte del Imperio germánico habían procurado perfeccionar tales instituciones guerreras, las cuales podían mantener su autoridad al servicio de su ambición personal, pero, al haber acostumbrado a sus vasallos a una sumisión exacta y minuciosa, habían debilitado el carácter nacional, el único baluarte invencible que las naciones pueden oponer a las invasiones extranjeras. Cuando los franceses conquistaban una región de Alemania y ya no podían recibir las órdenes de su soberano, las clases inferiores, que no solían emplear su voluntad, no se atrevían a actuar sin el impulso de los gobiernos o de los señores: estos gobiernos se convertían mediante la conquista, en subordinados a la influencia de los vencedores (…) Los españoles nos iban a presentar una resistencia tanto más tenaz por cuanto creían que el gobierno francés pretendía convertir la península en un solo estado de segundo orden, irrevocablemente sometido al dominio francés.”23 Continua Albert Jean: “Los pueblos de España no permitían que la duración de la guerra los desanimaran. En algunas zonas, los campesinos iban siempre armados; los labradores llevaban en una mano el asta del arado y en la otra, un arma (…). Su animosidad se acrecentaba con cada vejación con que los franceses les agraviaban. Las desgracias que otras naciones aceptaban mirándolas como colorario inevitable de los males de la guerra se convertían, para los españoles, en nuevos motivos de irritación y odio.”24 No sé si hoy los españoles, después de cuarenta años de dictadura y otros cuarenta años de una democracia que ha ido cuestionando a cada paso la identidad cultural del país, seríamos capaces de responder con la misma fuerza que lo hicieron nuestros antepasados. Si ellos resistieron y se alzaron frente a los que trajeron la guerra y la muerte a España fue gracias a la conciencia de su identidad mantenida como algo vivo y celebrado en sus obras culturales, en el folklore, en sus tradiciones; tenían raíces y eran conscientes de ellas. La filósofa francesa, Simone Weil, en su libro Echar raíces, reflexionando sobre la rápida caída de Francia ante Hitler, afirmará: “El hundimiento de Francia, que ha sorprendido a todo el mundo, sólo ha mostrado hasta que punto estaba desarraigado el país. Un árbol cuyas raíces casi están podridas del todo cae al primer golpe. Si Francia ha dado un espectáculo más penoso que cualquier país de Europa es porque la civilización moderna, con sus venenos, se había instalado en Francia mucho antes que en otros lugares, salvo Alemania. Pero en Alemania, el desarraigo adoptó una forma agresiva, mientras que en Francia ha tomado la del letargo y estupor. La diferencia depende de causas más o menos ocultas, (…). Inversamente, el país que ha resistido mejor ante la primera oleada de terror alemán es de lejos aquel cuya tradición es la más viva y la mejor preservada: Inglaterra.”25. En la España de hoy hay varias instituciones que mantienen viva las tradiciones, una de ellas es la Monarquía, siempre y cuando prefiera el exilio antes que renunciar a ser la encarnación de la memoria histórica del país, incluida la de los exiliados durante el franquismo. Ellos junto con los emigrantes mantuvieron fuera de España, muy vivas las raíces españolas, no sólo las mantuvieron sino que las maduraron, como lo hará María Zambrano, cuya experiencia de exiliada la llevó a convertir tal experiencia personal y subjetiva al plano filosófico de la metafísica. En palabras de la danesa Ana Bundgrard, publicadas en su estudio sobre Zambrano: Más allá de la filosofía, sobre el pensamiento filosófico-místico de María Zambrano: “En el exilio se le da a Zambrano la <<revelación>> del ser del pueblo español en término ahistóricos. A nivel más profundo, en el exilio, lejos de lo que nuestra autora llamada <<el bosque de la historia>>, se le revelará la condición metafísica del ser humano, pues al exiliado, (…) se le presentan como un rito iniciático las pruebas de la condición del ser humano, al verse enfrentado él mismo a los existenciarios relacionados con esa condición”.26 Otra institución capaz de conectar a los españoles con sus raíces, al tiempo que lo relaciona con sus raíces europeas, es la Iglesia. En la liturgia eucarística y en apenas treinta minutos, nos encontramos, al mismo tiempo, con el leguaje racional y con el poético-simbólico; los textos bíblicos nos llevan a la experiencia honda de la humanidad vivida en Oriente; nos abre el alma al diálogo con uno mismo a través de la meditación silenciosa, saliendo de la intimidad del yo al encuentro con los otros a través del rito de la paz, pues se descubre detrás del yo al que es al mismo tiempo trascendente e inmanente, Dios; no hay liturgia sin ética, el compromiso con uno mismo y con los demás, el cuidado de la propia libertad y la de los otros. Cómo no entender entonces esos grandes espacios litúrgicos, templos en Alhama como la Iglesia Mayor, la iglesia del Carmen, el convento de las clarisas, esas pequeñas hornacinas en los cruces de las calles. La vida sencilla de la gente que se descubre, sagrada, dignificada, no podían estas personas, sino convertir en poesía, en música, en pintura, en arte, su propia experiencia. En el análisis que realiza la profesora danesa acerca del pensamiento de María Zambrano sobre España, afirmará: “El tema de España en la versión unamuniana a nivel discursivo se expresa por medio de categorías propias del discurso cristiano como la fe, la esperanza, la sed de verdad y el hambre de lo absoluto. Esta dimensión religiosa y metafísica del pensamiento de Unamuno, (…). Para ambos pensadores (Zambrano y Unamuno) vivir humanamente es sobre-vivir, superar la fatalidad de la realidad empírica, rompiendo con las cadenas del tiempo, del espacio y de la lógica, <<arrancando fragmentos del ser a las oscuridades de la nada>>. El proyecto de crítica a la cultura de la modernidad en el caso de Unamuno, como el de Zambrano, iba enlazando a la voluntad de revelar la verdadera realidad que se ocultaba bajo la vida superficial cotidiana, es decir, ambos tenían voluntad de <<desentrañar>> <<la entrañable entraña>> de la vida, ya que sólo mediante un proceso de adentramiento se alcanzaría la verdad. (…) Unamuno (…) había ido todavía más lejos que Zambrano. Al hacer el balance de la cultura española en contexto europeo, había afirmado que, si otros pueblos habían dejado instituciones y libros para la posteridad, el pueblo español había dejado almas: <<Santa Teresa vale por cualquier instituto, por cualquier Crítica de la razón pura>>.”27 No dejará de tener razón Unamuno, en ese mismo tiempo, Edith Stein, discípula de Husserl, después de escribir su tesis doctoral sobre la empatía, le provocará un vuelco en su vida y en su filosofía la lectura de la obra de Santa Teresa. El Estado Moderno, con su condición de dominador va a procurar que las demás instituciones sean instituciones débiles; es como el hombre con un complejo de inferioridad que viéndose, de poca valía, procura que los que le rodean valgan menos que él. Walter Benjamin lo expresará claramente al afirmar que “nos está permitido decir que sentíamos los límites de la itelligentsia burguesa, aunque tuvimos que esperar durante mucho tiempo la madurez necesaria para reconocer que nadie puede mejorar la escuela ni la familia sin destruir el Estado que necesita que éstas sean malas.”28 Efectivamente, en la medida que el Estado se hace más fuerte decae la sociedad civil.
En 1813, el Ayuntamiento de Alhama publicó un manifiesto contra los afrancesados alhameños, cuyo texto se puede encontrar en la biblioteca del Hospital Real de Granada y en el Archivo Diocesano de Granada, hemos podido localizar dos textos: el primero es la respuesta de los afrancesados al manifiesto del Ayuntamiento; y un segundo texto en el que el ayuntamiento replica al manifiesto de los afrancesados. Estos textos son sumamente interesantes pues muestra perfectamente el momento histórico en el que se desarrolla la disputa; la claridad de ambos textos hace innecesaria aclaraciones o comentarios por mi parte; basta leerlos para comprender las luchas internas que se vivieron en Alhama de Granada por controlar el Ayuntamiento:
El Ayuntamiento//Constitucional//de la ciudad de Alhama//a la Nación
Alhama, este pueblo leal, este pueblo heroico, rociado con la sangre de tantas víctimas que fueron sacrificadas por la barbarie y ferocidad de esas infames hordas de caribes-europeos: Alhama, idólatra siempre de los sagrados derechos de la libertad e independencia, es irreconciliable enemiga de sus opresores: Alhama en fin, modelo de fidelidad y de patriotismo, y madre fecunda de centenares de héroes que se han inmolado voluntariamente por defender la Religión y la libertad política de su país, se presenta a la faz de la nación entera, cubierta de oprobio y de ignominia, y despojada indirectamente de toda representación civil, habiéndosele privado del sufragio que le corresponde como a pueblo libre para las elecciones de los diputados de las Cortes ordinarias, y anulándose injustamente el acta solemne de sus elecciones de parroquia y de partido.
No merecía tal suerte esa ignominiosa degradación de un pueblo tan leal que ha experimentado todo el rigor del férreo cetro del vandalismo. (Nota 1: Notoria es la catástrofe del 2 de febrero de 1810 en que el furor de los Vándalos asesinó a más de cien inocentes víctimas de ciudadanos, hirió a otros infinitos, atropelló, saqueó y cubrió de luto a todo el pueblo). El genio perturbador y calumniante de la ennegrecida intriga, ha hecho aparecer a sus nobles ciudadanos como hombres insociables, revolucionarios y menospreciadores de las leyes; incapaces de sujetarse a un orden constitucional; y que rompiendo todos los lazos políticos y hollando los sagrados deberes que les impone la justicia, se alarmaron insolentemente el día en que se celebró su junta parroquial y practicaron las elecciones con violencia, con fuerza armada y con el mayor desorden y turbulencia, excluyendo del libre sufragio que les correspondía a muchos de sus honrados ciudadanos.
¿Quiénes, empero, han sido los ataviados e insolentes detractores del recomendable mérito de estos pacíficos y leales habitantes? ¡Quiénes! Unos hombres marcados con el sello de la abominación pública, unos hijos espurios de este ilustre y heroico pueblo, unos agentes miserables del cruel despotismo de los opresores de nuestra libertad: hombres prostituidos a la miserable intriga, a la venal lisonja, a la insaciable codicia, al espíritu vil de confabulación: hombres excluidos por la ley del augusto timbre de ciudadanos, y mancillados perpetuamente a la faz de su patria y de la nación entera.
¡Alhama! Tú no has tenido intervención ni voto en la representación nacional que se verificará en la próximas Cortes ordinarias. En vano la humeante sangre de tus hijos, mártires ilustres de la patria y víctimas inocentes del feroz francés, exige de tu fiel pueblo representantes heroicos que reclamen por venganza, y venganza tan terrible como fue horrorosa la crueldad y perfidia de tus traidores asesinos. ¡Infeliz pueblo! Tú no tienes quien te represente, tú quedas condenado a la nulidad, al obscuro oprobio y degradación humillante. En vano tus fieles hijos se han mostrado en todas épocas inexorables enemigos del pérfido francés, huyendo su juventud del horroroso seno de la esclavitud y de la ignominia, y lanzando, aun en medio de las bayonetas, el vigoroso grito de la libertad. En vano las partidas y guerrillas patrióticas han encontrado en estos leales habitantes su mejor asilo y protección: nada, nada ha podido escudarte contra la negra impostura, y tus patrióticos timbres los hemos visto mancillados y obscurecidos, a la vista de tan escandaloso atentado.
Animosos estos ciudadanos de usar de sus augustos derechos, se reunieron todos los que pudieron asistir y formaron con arreglo a la Constitución su junta parroquial, conservando aquel orden y subordinación que caracteriza a un pueblo libre, sociable y amante de las leyes; nombrados estos electores parroquiales, y verificada la Junta de partido, se leyeron las certificaciones que previene la Constitución, y los informes de los escrutadores, y no encontrándose defecto alguno que oponer, esta Junta revolvió definitivamente hallarse con las calidades requeridas y se ejecutó la elección constitucional en aquella persona que amaba el pueblo, en quien depositó su confianza, cuyas virtudes y patrióticos sentimientos han hecho notorios en todo el partido y aun en la provincia y de cuya prudencia y conocimientos esperaban los más felices resultados; eligieron un patriota decidido, comprometido y amado de todo el pueblo, para que garantizasen los derechos imprescriptibles de la libertad de su patria y arrostrase todos los escollos, procurando que en las elecciones de Diputados de Cortes se removiese toda intriga, se ejecutase con pureza constitucional, y saliesen electos hombres sabios, y de varonil constancia, que en verdad fuese dignos de sentarse en el Congreso augusto representativo de la más ilustre de las naciones.
Las certificaciones de estas actas y elección constitucional fueron examinadas por los escrutadores nombrados en la Junta de Provincia, nada tuvieron que objetar ni contra ellas ni acerca de la cualidades del electo, y la Junta, en vista de documentos tan auténticos, no debió resolver sino la aprobación del nombramiento y de las actas.
Pero ¡ah! La roedora envidia, y el espíritu de emulación no podían mirar con serenos ojos, lleno de honor y de la confianza de sus conciudadanos, a aquel que en otro tiempo fue vejado, insultado, ridiculizado, y desatendido como un fatuo miserable que esperaba el triunfo de las armas nacionales y no quería prostituirse a bajas humillaciones y servicios infames y viles hacia los jefes franceses. El amor propio de los adictos al partido del tirano se veía herido y mortificado al ver su abatimiento y la falaz y ridícula esperanza de sus inexactos cálculos políticos, y de consiguiente les era insoportable considerar a uno de los mejores patriotas, condecorado con el ilustre título de representante de su partido.
Estos hombres débiles, cobardes, y anonadados cuando se trata de nobles empresas y de defender los derechos de la libertad e independencia nacional, se muestran atrevidos, tenaces y emprendedores, cuando son llevados del infame deseo de saciar sus rastreras pasiones y de urdir astuta y suspicazmente intrigas y maquinaciones para barrenar los cimientos de la tranquilidad pública, echar por tierra las firmes columnas del mérito y de la virtud.
Arrastrados de tan bajos sentimientos, y formando el más negro complot, se presenta en la Capital, traen consigo algunos pocos de sus miserables faccionarios, acuden ante un Juez incompetente (2. El juez de Primera Instancia, Acosta, que administro informaciones y diligencias preparatorias de hechos ocurridos en distinto territorio, y deposiciones de testigos sujetos a ajena jurisdicción. Por caso alguno se puede conceptuar haberle surtido fuero al tal Juez de primera Instancia para haber autorizado estas diligencias practicadas contra ley, que ha infringido, ya sea por impericia, o ya por dolo; en cualquier caso se halla comprometido a la responsabilidad, que debe ser tanto mayor cuanto mayores y acaso irreparables on los perjuicios que ha causado: pues los más de los Vocales como personas legas, luego que vieron una información judicial, conceptuarían que era un documento legal, y con arreglo a ello procedieron a la exclusión de D. Fernando Toledo, Elector del partido de Alhama); forman una ilegal y despreciable justificación, y forjando mil imposturas, e infamando a su mismo pueblo, suponen efectuada la Junta de Parroquia por medios de violencia y de alarma, y sin más citación, formalidad ni examen , comprenden con este ridículo mamotreto a la Junta o Congreso de Provincia, y este ilegal, nulo, sospechoso y desatendible documento, prevalece en el dictamen de la mayor aparte de los vocales, y contra el testimonio del acta de elección, y en menosprecio de las leyes y de la Constitución, se resuelve y detecta la nulidad de aquellas elecciones, y se excluye del Congreso al representante y elector del partido de Alhama.
La Junta provincial holló y pisó el Código sagrado de nuestros principios constitucionales, usurpó los derechos de la soberanía, propasó los límites de sus facultades, y no debiendo decidir ni examinar sino acerca del mérito legal y constitucional de las certificaciones y de las cualidades de los electos, se arrogó un poder judicial de que carecía, y formó un juicio de reposición de aquellas actas de la Junta de partido, de que no debía conocer, porque con arreglo a la Constitución (art. 70), lo resuelto por la Junta de partido debe ejecutarse sin recurso. No debió, pues, la Provincial excederse de sus límites, y concretándose a inspeccionar las actas y cualidades de los electos, todo otro juicio, conocimiento o discusión era y fue verdaderamente anti-constitucional, arbitrario, injusto y escandaloso. En efecto, ¿qué otro juicio o información legal, puede caber en u acto que ha de ser continuo, que no admite dilaciones, que repele toda audiencia escrupulosa, en que los interesados no pueden presentar informes y justificaciones fehacientes, por la distancia del territorio e implicación de los hechos? Así es que sabiamente se establecieron y marcaron las atribuciones de estas Juntas por la Constitución: en sólo aquellos hechos que podían decidirse dentro de la estrechez de un termino tan corto y momentáneo, como es del acto de elección: examinar las certificaciones, si son conformes con la ritualidad constitucional, y conocer instructivamente de las cualidades de los electos es lo único que les corresponde: excederse de estos límites es proceder arbitrariamente, burlarse de la ley, y comprometerse a dar fallos ridículos e injustos, y a cometer atentados escandalosos. ¿Por qué no fue excluido el elector de Motril a pesar de las representaciones enérgicas que se manifestaron contra su conducta política, haciéndole cómplice de la prisión del capuchino Berrocal? ¿Por qué? ¿Por qué no se justificaron estos horrorosos hechos en el acto de un modo legal, por qué no quedaron notariadas estas acusaciones, y no constaban de la acta o certificaciones presentadas? ¿Y las vituperables y calumniosas suposiciones de que tres o cuatro testigos confabulados, y presentes dos capciosas y astutamente se tuvo por prueba legal y concluyente? ¿Una información nula por todos derechos pudo destruir un acta solemne, un documento constitucional?
Se disimularon las certificaciones del elector de Motril, a pesar de su falta de ritualidad constitucional, que el mismo Congreso o Junta de provincia tuvo que confesar; ¡y unos documentos tan legítimos y legales como los de Alhama no fueron suficientes para que prevaleciera contra deposiciones calumniosas y llenas de sospecha y de toda inverosimilitud!
Tal ha sido la conducta de la Junta Provincial, tales sus fallos y arbitrarias decisiones que están clamando su injusticia, y su notoria nulidad.
(faltan las páginas 10 y 11)
...pueblo de sus leales ideas, y convertir a sus ciudadanos en unos viles ministros del despotismo y tiranía. Los que han forjado tan negras tramas y tan groseras imposturas para sorprender la atención de la Junta Provincial, son unos siete vecinos que se ven manchados en su reputación y en su conducta, y que se han conciliado la execración de todo el pueblo; son los que han intervenido en el despojo de los templos y usurpación de ropas y vasos sagrados (Nota a pie de página nº 4: A la entrada de nuestras tropas, algunos de estos de la confabulación saquearon cuanto se habían dejado los franceses en los Conventos del Carmen y en San Diego, habiendo hecho lo mismo con lo que dejaron los religiosos al tiempo de la entrada de los enemigos, sin haber perdonado las cosas más sagradas, como eran manteles de comulgatorios, purificadores y demás que varios vecinos las han visto destinadas a oficios muy comunes), los que han hecho inútiles alianzas con el opresor de su país hasta el impudente y criminal arrojo de presentar a sus propios hijos para que sirviesen al tirano; los que siendo unos hombres oscuros, pobres y llenos de miseria; los vemos hoy, a pesar de la calamidad de los tiempos, en el mayor estado de propiedad y de lujo abundando en ganados, y costeando labores de consideración con desahogo y sin atrasos: prosperidad debida a sus injustos manejes, a sus bajas y punibles intervenciones, a su radicada adhesión al francesismo y a su dolosa administración en los caudales públicos.
Estos hombres sedientos de venganza, al ver su degradación, no omiten medio, por muy vil y calumnioso que sea, de que no usen, ni plan inicuo que no tracen para desconceptuar al Ayuntamiento y a los honrados patriotas, habiendo llegado a tal extremos su avilantez y su temeraria audacia, que han llegado hasta cometer el arrojo de interceptar las cartas u oficios dirigidos por el Intendente a aquel Ayuntamiento, para diseminar en el pueblo ciertas ideas subversivas del orden y mancillar la irreprehensible conducta de aquellos regidores y alcaldes constitucionales (Nota 5: La orden que interceptaron del Intendente era dirigida al Ayuntamiento, mandando no se exigiese cierta contribución hasta que se arreglase la Guerra// Como en esta orden no se especificaban los antecedentes, parecía que el Ayuntamiento, por sí y ante sí, había procedido a imponer y exigir contribuciones arbitrarias. De aquí tomaron pretexto para que circulase el contenido de dicha orden para procurar difamar al Ayuntamiento; pero debían considerar que esta misma contribución, mandada suspender, (…) había exigido o impuesto el Ayuntamiento, sino el mismo señor intendente, el cual, con posterioridad, deliberó cosa en contrario. Todo ello, como el atentado y horroroso delito cometido para para interceptar esta correspondencia de correos, resulta justificado en autos que se han formado sobre el asunto).
Días llegarán de satisfacción y desagravio en que tenga el Ayuntamiento constitucional de Alhama el honor de presentar al público documentos justificativos de estos horrorosos atentados, y de la criminal conducta de aquellas personas que han intrigado vilmente para degradar su reputación, para denigrar a todos los ciudadanos de este pueblo, y para sorprender con groseras imposturas a la Junta Electoral de Provincia. La exclusión anti-constitucional del elector de este partido es un menosprecio de nuestras leyes y de nuestro código fundamental, es un atentado escandaloso que se han cometido contra un pueblo digno por sus virtudes patrióticas de las mayores consideraciones; es un procedimiento ilegal que hace nulo todo el acto de elecciones, como que injustamente se privó en él del sufragio que le corresponde por la ley y la constitución al leal pueblo y partido de Alhama. Su Ayuntamiento constitucional, firme e inalterable en defender sus derechos y justicia, que adora y venera, no descuidará ni abandonará la defensa de esta causa, reclamará y aun ha reclamado enérgicamente a los representantes de la soberanía nacional: el augusto congreso procederá con justicia, y no dejará sepultada en el abatimiento y hecha presa de unos pocos intrigantes a una de las más nobles y fieles Ciudades de Andalucía que tanto se distinguió en tiempo de opresión tirana por sus virtudes y por su patriotismo: los hijos emancipados que anhelan por difamarla se verán degradadamente humillados ante su presencia, y a desmoronarse ante el ara de la justicia, y sobre los escombros de su ignominia, abatimiento y humillaciones elevará Alhama un trofeo insigne que inmortalice sus virtudes, su heroísmo y sus patrióticos sentimientos.
Alhama Iº de Junio de 1803
D. Juan de Toledo= Alcalde Primero= D. Luis José Corral= Alcalde Segundo= Regidores. D. Juan Morón= D. Juan Negro Calvo=


INPUGNACIÓN // AL MANIFIESTO // QUE EL AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL // DE LA CIUDAD DE ALHAMA // DIRIGIÓ A LA NACIÓN ESPAÑOLA // EN Iº DE JUNIO DE 1813 Y PRESENTAN A LA MISMA LOS CIUDADANOS DENIGRADOS EN ÉL. // GRANADA, // DE LA IMPRENTA DE LA VIUDA E HIJO DE ZEA.
(1)

Cuando se atacan injustamente los derechos sagrados del hombre de bien; cuando la perversidad de los cabalistas se conduce por los tortuosos y oscuros caminos de la intriga para minar los cimientos de la opinión pública; y cuando el interés, el orgullo, y las pasiones enmascaradas quieren alucinar a los incautos, el hombre de bien, escudado en sus virtudes, debe presentarse al frente de sus cobardes enemigos, confundir al detractor insolente, manifestar las cavilosidades del hipócrita despreciable, desembrollar las marañas del ambicioso atrevido, descubrir las rateras miras del prostituido lisonjero, y corriendo el velo con que se cubrían estos vicios, presentar el obscuro cuadro de sus maquinaciones, haciendo que brille en todo sus esplendor la hermosa y pura verdad.
Los ciudadanos de la heroica Alhama que subscriben, calumniados vilmente, confundidos entre los hijos espúreos de la patria, despojados de sus imprescriptibles derechos, mancillada su opinión y execrada su conducta, hubieran sufrido en el silencio los injustos ultrajes con que la malicia y el sórdido interés los ha deprimido: sus corazones leales y generosos hubieran mirado por más tiempo con desprecio los insultos del manifiesto del ayuntamiento constitucional de Iº de junio, si este silencio criminal no le diera en cierto modo la prueba que no tiene, y los vecinos incautos de Alhama, prevenidos por estas imposturas no las mirasen ya como verdades incontestables: la razón y la justica holladas, reclamaban impresionante sus satisfacción, y la natural defensa, derecho tan sagrado para el hombre, anterior a todos los códigos y pactos, les ha impuesto el forzoso deber de rebatirlo. ¡Y tú, generosa Alhama, testigo de los hechos que presentaremos, tú conocerás la justicia de nuestra exposición, no has derramado en vano tu sangre por sacudir el yugo opresor; tus Mártires generosos vivirán eternamente en la memoria de la Nación libre; y tu constancia impávida en medio de los peligros te escuda suficientemente contra los tiros de la impostura!

(2)

Si la elección parroquial se hubiera verificado con orden, subordinación y libertad, como se trata persuadir con el manifiesto, los ciudadanos que subscriben, abismados en la confusión de una conducta reprehensible, hubieran respetado la voluntad general que se manifestaba de un modo libre y positivo, no hubieran tenido derechos que reclamar, y hubieran llevado lejos de sus compatriotas la vergüenza y el oprobio que los cubría: pero el acto de esta elección tuvo todos los caracteres de la intriga, del interés y de la fuerza.
Convocados los vecinos que se hallaban en posesión de los derechos de ciudadano para la elección parroquial, concurrieron los que subscriben, bien persuadidos de no hallarse con alguna de las tachas indicadas por los soberanos decretos, que los privasen de las augustas funciones concedidas por la sabia Constitución a todos los españoles. No se engañaron. La apertura del acto, las invitaciones públicas de su Presidente, y el exacto cumplimiento de las ritualidades prevenidas, convencieron al congreso, que las personas que en él están tenían las cualidades necesarias para ser admitidas. Empieza el acto de votación para el nombramiento de secretario y escrutadores, y el respetuoso silencio del pueblo que lo miraba fue el testimonio más auténtico de su aprobación. ¿Y cómo hubiera callado un pueblo a quien se acababa de instruir en sus derechos, si hubiera encontrado tacha en alguno de los que formaban el congreso? ¿Y quién podrá persuadirse que éste conocimiento estaba reservado a un hombre solo, (1 D. Fernando Toledo; hermano del Presidente, sin destino conocido en Alhama ni en otra parte.) que erigiéndose en interprete de la voluntad general, se presenta inopinadamente, detiene el acto, indica sus obligaciones al Presidente, designa personas tachadas, no se procede a la discusión de estas tachas, y conmueve al pueblo sorprendido? Las exposiciones más sumisas, las reclamaciones más enérgicas, los documentos más auténticos: todo fue desatendido. Parte del pueblo sencillo, que deseaba el acierto que oye la acusación y no puede informarse de las defensas, alentado por las insinuaciones del orador, se alarma, se conmueve y prorrumpe en los confusos y amenazadores gritos de afuera, afuera, capaces de imponer al corazón más magnánimo.
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Despojados de sus derechos, los ciudadanos que subscriben, insultados, desatendidos, injuriados atrozmente, y comprometidos en su opinión y sus personas, adoptaron el partido que aconsejaba la prudencia, y se retiró a formar una reclamación en forma, que contuviese un desorden de tanta transcendencia, y presentase la nulidad del acto cuya invalidación se debía sostener.
Esta protesta, dirigida con sencillez y candor, fue hecha a la junta parroquial, quien la despreció (1. Juan Naveros de Castro la presentó, y por mano del portero Redondo, se devolvió sin decretar.), y por ello ocurrieron los denigrados a la junta preparatoria de Granada, haciendo presente la violencia y despojo que habían sufrido; pero como esta junta había concluido sus funciones por haberse empezado ya las elecciones, tuvieron que dirigirse a la de partido, puesta en manos de su secretario D. José Zamora la reclamación, no le dio curso, y quedó sin efecto, (2. Resulta este hecho comprobado de la certificación de D. Faustino Soler, que la presentó, y después de repetir diligencias con el secretario de la junta de partido, no pudo conseguir se le manifestare providencia, ni que se la devolviese sin ella, por ser el D. José Zamora parcial decidido del Presidente Toledo, a quien trató de complacer con la ocultación) con notoria infracción de la ley sancionada, y de los decretos de la soberanía.
A la vista de estos hechos contestados en forma legal, ¿quién desconocerá la fuerza, la intriga, y el manejo con que se procedió en esta elección por el Presidente y su hermano, muy distantes de llevar en su corazón las rectas ideas del bien público, y de la imparcialidad y desinterés que debía presidir a sus deliberaciones? El resultado persuade eficazmente esta verdad. El hermano del Presidente fue elegido. Este era el fin, y no podía conseguirse por otros medios. Era preciso que no concurriesen a la votación hombres enérgicos y decididos, capaces de contrarrestar el ascendiente del Presidente del Ayuntamiento; hombres que sacrificasen los respetos humanos al bien general, para quienes fuese nada la prepotencia, el orgullo, y el espíritu de partido que se trataba de establecer, hombres en fin, que por su establecimiento, por sus relaciones y conocimientos, no estuviesen en estado de sucumbir a las ideas de un ambicioso que sólo trataba de su exaltación por cualquier medio: lo consiguió, y escan-
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daliza ver en el acto de la elección parroquial expulsados seis ciudadanos, antes de haberse nombrado secretario y escrutadores, es decir, antes que hubiese junta que pudiese decidir de la legitimidad de los defectos que se atribuían a los que subscriben: requisito esencial según lo prevenido en el artículo 50 de la Constitución, que notoriamente se infringió, empeñándose el hermano del Presidente en sostener con tenacidad ser ésta una atribución exclusiva del pueblo: obstinación tanto más acalorada, cuanto que de ella dependía el resultado favorable que se prometía y que logró, siendo una prueba incontestable del manejo e intriga del Presidente y su hermano, que algunos de los ciudadanos que subscriben, en las anteriores elecciones para vocales de las cortes extraordinarias, no sólo no fueron tachados por el pueblo, que ahora se quiere persuadir que os expulsa, sino que con su aprobación y a su vista fueron nombrados compromisarios; (1. D. Josef de Raya y D. Luis del Corral, expulsados en esta elección, fueron nombrados compromisarios en la anterior para las cortes extraordinarias.) y este hecho demuestra que el pueblo estaba bien convencido de su irreprehensible conducta, que los miraba con confianza, y que solo la negra mano, y la cavilación de hombres que amaban más su interés personal, que los rectos procedimientos de la justicia, movió los resortes de la desconfianza, y produjo un hecho escandaloso, por el que se despojó injustamente a seis ciudadanos del goce de sus derechos, exponiéndolos al oprobio, a la degradación y a la vergüenza con que debía cubrirlos el pueblo seducido y engañado.
¿En qué fundamento se apoyó un atentado tan injurioso? En que el uno había sido comandante de la milicia cívica; otro había hecho funciones de Alcalde mayor; otro había intentado comprar bienes nacionales; (2. D. Miguel Cortés, por casualidad de haberse sacado a subasta una haza que lindaba con otra suya y estar ya hecha postura por otro vecino, la mejoró, se la pujaron, y cedió: de manera que ni fue comprador ni gestionó para la subasta; y este hecho se tiene por causa para la expulsión, y no lo es en D. Juan Toledo, para presidir el acto, el haber comprado con efecto las mulas del convento de S. Diego, que se vendieron por el intruso gobierno, y cuyo valor fue para auxiliar sus usurpaciones.) y los ha-
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bían sido municipales, exigiendo el cuatro por ciento concedido por la cobranza de las mensualidades: (2) (fue un crimen en los municipales cobrar el cuatro por ciento concedido a los pueblos de la Provincia para los gastos de las depositarias, y que parte percibieron el Regidor D. Francisco Calvo Cabello, y el Síndico D. josef de Reyes como depositarios que fueron; y sin embargo firman el manifiesto; y no lo ha sido en el Presidente Toledo, el haber estado percibiendo el seis por ciento por la cobranza del cabezón, que a su solicitud se verificó en alhama.) Miserable efugio a que tuvo que acogerse el hermano del presidente, porque no encontró otras tachas sustanciales que oponerles, y que el pueblo incauto que lo oía se dejará arrastrar, sin examen hacia sus ideas, por sólo el concepto del bien y del orden que deseaba, y que creía ser el verdadero resorte de la acalorada propuesta y tenacidad del orador. Bien sabía éste que las tachas no lo eran, que una detenida discusión las hubiera declarado insuficientes, que los decretos de las Cortes nacionales de 11 de agosto y 21 de septiembre, declaran a los municipales del tiempo del intruso gobierno, capaces para elegir y ser elegidos, y que las órdenes de la junta preparatoria, que se había leído, de que estaba enterado el pueblo, declaraban suficientemente que los defectos atribuidos a los ciudadanos que subscriben no lo eran, ni les podían privar de sus derechos activos, y este conocimiento fue el verdadero móvil del atentado, como único medio de que podían valerse el Presidente y su hermano para llevar a cabo sus designios interesados, que les hacían mirar como lícito todo lo que les fuera conveniente: ¡horrorosa moral, que tantos males ha producido sobre la tierra!
Empero las cualidades del electo convencen que sólo por estos medios obscuros y reprobados, podía obtener el distinguido honor de representante de la heroica Alhama, de un partido donde hay hombres llenos de probidad, de conocimiento, de luces, del más acendrado patriotismo; hombres cuyo arraigo, cuyo establecimiento, y relaciones sociales, podían ser el más seguro garante de su comprometimiento y representación.
Ello es que D. Fernando Toledo, desde que acabó su carrera literaria en Granada, jamás se ha fijado en parte alguna, y mucho menos en Alhama: pasó muchos años en pretensiones en la corte, consumió su patrimonio, y tuvo
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la desgracia de no obtener empleo ni distinción alguna: perdidas sus esperanzas en la carrera de la jurisprudencia, trató de sacar partido de la preponderancia y ascendiente de su familia en las circunstancias desagradables de nuestra revolución. Cuando la Junta Central mandó reunir las cortes, se vino de Sevilla, y trató en Alhama de intrigar para salir electo por aquel partido, pero no tuvo efecto por la entrada del enemigo. Por los mismos principios consiguió en esta última época ser electo vocal de partido para las Cortes extraordinarias, mas no tuvo aceptación para ser nombrado diputado, y su resentimiento le sugirió el tejido de enredos que dirigió a las Cortes reclamando la nulidad, y fue desatendido, por lo que redobló sus esfuerzos para salir electo diputado en las Cortes ordinarias, e indemnizarse de este modo de los desaires que hasta entonces le había hecho la fortuna; para cuyo injusto proyecto trató de lanzar violentamente de la junta parroquial a los ciudadanos que subscriben; y prevaliéndose de estar al frente del Ayuntamiento y presidiendo los actos de elecciones, en su hermano D. Juan Toledo, logró al fin ser el elector del partido.
Esta elección fue declarada nula, privando de sufragio al D. Fernando en la Junta Electoral de provincia celebrada en la ciudad de Granada, haciéndole salir del congreso.
El ayuntamiento constitucional de esta ciudad de Alhama, o hablando con más propiedad, su Presidente D. Juan Toledo (1. Algunos individuos del Ayuntamiento no tienen reparo de decir que firman como en un barbecho: sencilla confesión, que prueba la prepotencia del Presidente, y que todo es obra suya.) en el manifiesto que vamos refutando, injuria y ataca los respetos de la junta provincial y quiere persuadir que holló y pisó el código sagrado de nuestros principios constitucionales, que usurpó los derechos de la soberanía, que traspasó los límites de sus facultades, y que el hecho de expulsar al D. Fernando Toledo, fue verdaderamente anticonstitucional, arbitrario, injusto y escandaloso. Para persuadirlo se trata de alegar la justificación hecha ante el juez de primera instancia de Granada, se proclama su incompetencia, se marca con el sello de faccionarios a sus testigos, se llama negro complot a la unión de los Ciudadanos que subscriben para vindicar sus derechos, y se desata el cúmulo de injurias más inauditas, e impropias de la gravedad y respeto de las autoridades contra quienes se dirige
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y del decoro del cuerpo, a cuyo nombre se propalan.
Siempre ha sido muy fácil abultar hechos, figurar transgresiones y atribuir excesos, cuando no estamos sujetos a la responsabilidad de la prueba. No se hubiera escrito el manifiesto tan fácilmente si sus autores se hubieran visto en esta necesidad: pero las ponderadas arbitrariedades de la junta provincial que se sostienen y apoyan en que declaró la nulidad por el resultado de la exposición y justificación presentada por los que subscriben, es una especie maliciosa, y que se estampa para desconceptuar a la misma junta, porque ésta no se fijó para su decisión en estos documentos, y si en el resultado de la mima acta parroquial que presentó D. Fernando Toledo para justificar su legítima elección; en ellas constaba la expulsión de estos ciudadanos antes de haberse hecho el nombramiento de secretario y escrutadores, que no hubo discusión ni votación, y que todo fue efecto de una aclamación, que no puede dejarse de estimar tumultuaria, y estas ritualidades que invalidaron el acto determinaron el voto unánime de los electores de la junta provisional para excluir del congreso a D. Fernando de Toledo, demostrándose por este antecedente la falsedad con que se asegura que solo la mayor parte votaron la exclusión, la voluntaria facilidad de llamar confabulación la unión de los que subscriben, insuficiente una justificación que sólo tenía por objeto instruir a la superioridad de estos hechos: ¿y cómo podían dispensarse estos ciudadanos de adoptar cualquier medio que los llevase a la demostración de la verdad que debía presentarse sencillamente a la junta electoral de la provincia, con el objeto de que no triunfasen en ella la intriga y el dolo? ¿Cómo hubieran podido prometerse la imparcialidad y libertad de los testigos que debían deponer ante el juez de primera instancia de Alhama, cuando tenían que hacerlo contra un hombre orgulloso, y que revestido con la autoridad de alcalde constitucional y Presidente del Ayuntamiento, sólo se sujetaba a la ley de su arbitrariedad? (1. El resultado justifica este temor, pues por haber sido testigo en esta justificación D. Blas Santander, que se hallaba en Granada, habiendo el ayuntamiento formado las listas para la rehabilitación de los dependientes de rentas de cuya clase es, no ha incluido a este únicamente sin que tenga para ello otro motivo).
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Pero el Presidente y su hermano huyen de la verdad, cuyo resplandor los hiere, y no pueden soportar por ello, sin mirarla ni contradecirla, se acogen a la transgresión de ciertas ritualidades que aun en la hipótesis de ser ciertas, no podían alterar la esencia de los vicios y defectos con que fue elegido D. Fernando Toledo.
No tendrían los ciudadanos que subscriben necesidad de echar mano de especies inventadas si tratasen de descender a la demostración de hechos y defectos peculiares del Presidente del Ayuntamiento, y de todo este cuerpo en general: ellos dirían que el Presidente, en el año de noventa y nueve, siendo Síndico, planteó el encabezamiento del pueblo, y lo allanó a pesar de la oposición que tuvo cargándolo con cuarenta mil reales más de lo que producía el erario en el tiempo de la administración: que haciéndose Regidor tomó la tesorería de este ramo, introdujo la discordia en el ayuntamiento, consumiendo oficios y haciendo desaparecer el orden de todas sus atribuciones: dirían que en ochocientos seis se hizo diputado del pósito, perpetuando este oficio en su persona con la facultad de nombrar depositario a su gusto; (sin duda con el objeto del bien público) demostrarían que teniendo un rival en ochocientos siete hizo le removiesen de la tesorería del cabezón; presentarían sus cuentas, y las listas aumentadas, los fallidos supuestos, las ventas de posesiones rebajadas, los recargos arbitrarios, la solvencia de descubiertos con que se forma su data darían una idea cabal de la pureza y escrupulosidad de su manejo: dirían que en ochocientos diez, cuando el enemigo ocupó Alhama, este patriota juró fidelidad al rey Josef, y se encargó de los suministros del pan y cebada para las tropas francesas, de cuya entrada y distribución aún no ha dado cuenta, y el cargo será por lo menos de cuatro mil fanegas de todos los granos: lo presentarían concurriendo a los embargos de estas especies, disponiendo remesas de ganados a la capital, haciendo repartimientos, y cuando el intruso gobierno prevenía: dirían que comunicaba la orden para que se formase la milicia cívica de esta ciudad, nombró diputados que fuesen a la de Granada a tratar de su organización, llenó las compañías y se quedó fuera, y habiendo sido incluso posteriormente él y su hermano D. Fernando de resultas de una revista de inspección, como la ejecutó el comandante, que es uno
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de los que denigran, (1. En virtud de la propuesta del Ayuntamiento se despachó por el General francés a D. Josef de Raya, el despacho de comandante de la milicia cívica, el que le dirigió el Ayuntamiento con oficio en que le prevenía se presentase en las salas capitulares para ser reconocido de sus súbditos, en su visita se excusó a pretexto del estado de su salud, y pidió al Ayuntamiento lo hiciese presente al General para que lo exonerase: el Ayuntamiento le dijo lo hiciera presente directamente al General, por cuya causa no admitió el despacho hasta que por el secretario le puso testimonio de esta respuesta a su continuación: posteriormente hizo su solicitud al General, quien se la denegó, previniéndole que cuando estuviese enfermo cediese el mando en el que le siguiese.) y cuyo decreto negativo conserva lo presentarían como uno de los que dieron cumplimiento a la orden del General francés, en que prevenía al Ayuntamiento enviasen a Granada persona de su confianza, para entregarle las armas que están destinadas para la cívica de Alhama: (2. el mismo Josef de Raya conserva el oficio que le dirigió el Presidente del Ayuntamiento mandándole comisionase un oficial que pasara a Granada a entregarse en las armas que el General había destinado para la defensa de esta ciudad, y que ya tenían dispuestas las bestias y dinero que necesitase el comisionado para ese fin: de cuyas armas no quisieron usar contra los defensores de la Patria, y por ello el comandante francés los desarmó, bien convencido, de que ni Raya, ni los demás cívicos querían tomar a su cargo la defensa del pueblo.) manifestarían que fue miembro de la junta de subsistencias, cargando todo el trabajo y economía en sus compañeros, que por evitar las manipulaciones de los subalternos, y la arbitrariedad de las tropas enemigas, comprometieron más de una vez sus vidas en obsequio de sus conciudadanos, hasta el extremo de venir a la manos con los franceses. Se evacua la Provincia, y las personas que estaban al frente del gobierno agobiados con las continuas tarea a que habían estos sujetos, tratan de buscar en el retiro de sus casas el descanso que necesitaban, y aprovechándose de la facilidad que le presentaba esta ocasión, D. Juan Toledo se apodera del mando sin encontrar la más pequeña oposición en los que lo tenían, a pesar de no haberse

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Publicado aún la Constitución, ni otra orden que los separase: en estas circunstancias le fue fácil hacerse sacar de primer alcalde constitucional con un Ayuntamiento que sólo es el eco de su voluntad, y al que abandonó el secretario que nombraron que reunía la inteligencia a los talentos, y que por una consecuencia de sus principios, creyó no debía ser miembro de un cuerpo cuyo espíritu conocía demasiado (1. El Licenciado D. Juan Pacheco Padilla, a pesar de las necesidades a que le habían reducido las circunstancias no quiso continuar en dicho destino.). Este cuerpo político, que por su constitución es el escudo de los derechos del ciudadano, que debía ser inflexible, circunspecto, benigno, igual vigilante y económico, en Alhama podía decirse que estaba reducido a la nulidad, o más bien, sometido a autorizar los deseos y caprichos de su Presidente.
Cuando el pueblo empezaba a respirar el aura suave de la libertad, e lisonjeaba con la esperanza de ver aliviadas las cargas con que el yugo opresor de un gobierno ilegítimo lo había tiranizado: miraba con placer establecerse en la Provincia la suave contribución de guerra, y creía verla adoptada en Alhama, y con ella destruida la terrible mensualidad que había pagado: pero cuál sería su sorpresa, cuando el Ayuntamiento a la sombra de un decreto interino continúa la medida mensualidad y subsidia los comestibles hasta la exorbitante cantidad de sesenta mil reales, infringiendo notoriamente la Constitución y cargando todo su peso sobre la clase más desgraciada, haciéndole pensar que aún no había desaparecido el férreo cetro de la injusta dominación: (2. Estos subsidios impuestos en tiempo de los franceses por convenio del pueblo, los continuó el Ayuntamiento de patriotas, hasta que por uno de los ciudadanos denigrados se reclamó, y la Diputación Provincial los mandó suspender como anticonstitucional) desconociendo los medios de una sabia economía, y abrogándose los derechos de soberano, obliga al vecindario a hacer guardias en su oficina de gobiernono,
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o algo de cinco reales para el que la haga, privando tal vez del necesario socorro a la desgraciada familia de un bracero que la libraba en esta pequeña, pero para él preciosa cantidad: exige gran número de camas con la injusticia de igualar al miserable con el poderoso: insulta y desatiende a los que con sumisión reclaman sus derechos, se atreve a faltar a la verdad en sus informes al jefe político, Comandante general y Diputación provincial (1. Habiendo pedido el Capitán D. Francisco Baltasar del Corral, al Comandante general le admitiese justificación de su conducta política, dio comisión al juez de primera instancia para que se le recibiese, y evacuada la pasó al Ayuntamiento para que informase. Siendo ésta la ocasión en que debía y podía haber desenvuelto todas las tachas que de habla en su manifiesto, no lo ha excusado en ocho meses, sin embargo de las diferentes órdenes del General que ha recibido para que evacue el informe: y habiendo contestado a la que le dirigió por mano del jefe político, para que esté en uso de sus facultades lo obligase, que no podía evacuarlo hasta que Corral rindiese las cuentas que resistía, acreditó éste con una certificación de la intendencia que no sólo no se había opuesto a rendirlas, sino que las había solicitado, y en su vista el Comandante general por el mismo conducto lo apercibió para que evacuase el informe, y se condujese con sinceridad y verdad.
El informe que evacuó sobre el nombramiento de carcelero de D. Andrés de Vinuesa, dijo: lo había hecho por riguroso turno, cuando es tan público los muchos vecinos que viven entre su casa y la de D. Bernardino Calvo, por cuya causa se ha resistido a poner en excusión la orden de la Diputación, para que con asistencia del vicario, cura y los dos síndicos se examinasen los padrones.) supone haber hecho los nombramientos de carcelero y depositarios por riguroso turno, cuando ha aceptado de este servicio con reprehensible predilección a sus amigos y parciales, observando la misma punible desigualdad en los alojamientos: (2. El alojamiento en de casa de D. Jacobo Jiménez, de allí a casa de la de D. Melchor de Vinuesa, de ésta a la de D. Francisco de Raya, c. del capitán ético, que a otro día de haber salido de esta ciudad, murió en Vélez, basta para acreditar esta verdad) ha permitido que los soldados embarguen,
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por si las bestias sin turno ni concierto dando margen a los abusos y desordenes que trae consigo la exclusión de este encargo, cuando se hace por personas que no tienen conocimiento del país; hace que el vecindario pague, no se satisface a los proveedores de los fondos que previenen los decretos soberanos, y dictan la equidad.

Tales cosas dirían los que subscriben del alcalde D. Juan Toledo, y del Ayuntamiento que preside, y no se expondrían como este cuerpo en su manifiesto, a tener que sufrir la vergüenza de la justa reconvención, y de que la defensa natural publique hechos que el olvido o la prudencia hubieran sepultado. Por esta defensa que ha sido provocada por el Ayuntamiento dirán los que subscriben, que si estuvieron implicados en la administración en tiempo del mismo gobierno, no fueron como se quiere persuadir miserables instrumentos de honrosas exacciones, hicieron si lo que el Presidente y su facción no tenían carácter pare ejecutar; (1. El Alcalde fue individuo de la junta municipal y de subsistencias, oficial cívico, juró fidelidad y obediencia, asistió a los convites del comandante francés, y sin embargo de que estuvo mezclado en todos los negocios públicos, nada hizo en beneficio común: su patriotismo y el de sus faccionarios se fijó en creer patrañas y huir de los peligros) los que subscriben envueltos en la común desgracia dominados por la fuerza, y no por la voluntad, procuraron sacar un bien del inmenso daño a que la fatalidad los había reducido, pero este bien se dirigió al común, por ello en la junta de subsistencias celaron con esmero para cortar los abusos que habían de ceder en perjuicio de los vecinos; por eso cuando se trató de contribuciones sólo exigieron las que no podían omitirse, libertando al pueblo de las extraordinarias, de saqueos de servicio material de carros, de cobranza de pósito, de trabajadores para el camino de Guadix, de la mitad del cupo de mulas para la artillería, de los caballos para los dragones, de equipo y sueldo para los francos, de veinte reales que por persona se anduvieron exigir de préstamo forzado; por ello no se pagaron más que trece mensualidades en los tres años de dominación; por eso cuando se presentó en Alhama el coronel del diez y seis de dragones a exigir cuatrocientos y veinte mil reales que se estaban adeudando de los atrasos
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del cabezón y de más rentas reales, y en cuyo atraso no dejaría de tener parte el alcalde primero, como Regidor que había sido y manejado mucho tiempo estos fondos; uno de los ciudadanos, que ahora se denigran, como interceptador de los correos (1. El Corregidor D. Jacobo Jiménez: este hecho escandaloso es una suposición arbitraria y maliciosa, se apoya en que habiendo solicitado varios vecinos la observancia de los soberanos decretos sobre contribuciones, , se entregó la orden para su ejecución a uno de los interesados; éste se quedó con copia que la remitió al mimo tiempo que la orden para el Ayuntamiento la que se publicó para consuelo del vecindario sin otro objeto; y si así no fue, ¿por qué no se ha procedido contra el administrador de correos o cartero, que necesariamente habían de contribuir al exceso que se supone?) con la mayor serenidad, suspendió el golpe que amenazaba, y de los males que en los apremios de una columna de enemigos, que se habían dirigido a esta cobranza, debía experimentar el vecindario: por este amor a su patria, otro de los que subscriben (2. D. Luis del Corral) con el anterior y el cura fueron a Alhambra entre bayonetas por el adeudo de la citada cantidad: por el mismo amor evitaron la conducción a dicha fortaleza de doce personas que debían permanecer en ella, por rehenes, hasta tanto que Alhama cubría la cantidad que se le pedía por sus atrasos, ellos detuvieron el golpe, ellos cubrieron con los gastos de fortificación, cerrojos y garitas, mesa y sueldo de comandantes, camas y utensilios que habían suministrado los vecinos, y los valores de las especies que condujo a Granada el coronel del diez y seis todo el déficit que tenía la Ciudad: Alhama quedó a cubierto de comisiones militares, y de los atrasos que siempre la acompañaban. Esta cantidad en manos menos puras podría haber sido aumento a los bienes que poseen los que subscriben, adquiridos con honor en las negociaciones lícitas de su industria, y no debidos a sus injustos manejos, a sus bajas y punibles intervenciones, ni a su dolosa administración en los caudales públicos: satisfacción que acaso le sería muy difícil dar al Presidente Toledo, si se tratase de averiguar el origen de la riqueza y lujo en que vive, pues las propiedades y granjerías de aquellos vienen de antiguo, y las de éste son
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demasiado modernas: por ello lejos de haber resistido los que subscriben rendir las cuentas de su manejo, luego que entendieron que el Ayuntamiento constitucional quería conocer la inversión del cuatro por ciento, que exigieron en el tiempo de su manejo, manifestaron no tenían inconveniente en demostrar dicha inversión, pero su legitimidad debía deducirse de unas cuentas generales y por ello las pidieron; huía de este extremo el Ayuntamiento por no exponer a su Presidente Toledo a la necesidad de rectificar las suyas, punto de apoyo en ésta estriba todo el edificio de sus maquinaciones: el resultado de esta rectificación había de servir de presupuesto a las cuentas de estos ciudadanos, y la intendencia, conociendo la fuerza de esta exposición, lo manda, y que se entreguen los documentos que existían en la caja municipal, que el Ayuntamiento había extraído y que eran los que debían servirles de justificación: solo ofrece dar un testimonio de ellos, conocen la insuficiencia de este documento y reclaman el cumplimiento literal de la orden del 1º de Abril: esta se repite en seis de junio, y se desobedece igualmente, y esta punible diferencia del ayuntamiento detiene el curso de un negocio en que está muy expuesta la conducta y opinión de su Presidente, a quien se trata de cubrir y considerar; y un crimen una omisión, una complacencia dolosa de este cuerpo, le sirve de pretexto para alucinar al pueblo con el terrible caro de un Ayuntamiento de patriotas ha de hacer a los que subscriben. Estos desean, y las órdenes que a su instancia se han librado por intendencia, y las súplicas que en ésta y la Diputación provincial tienen pendientes, comprueban la seguridad en que se hayan de acreditar su manejo.
Ojalá llegue pronto el día que anuncia el manifiesto, en que presente el Ayuntamiento los documentos del que figura terrible cargo contra los que subscriben: entonces verá Alhama que la data documentada suficientemente prueba la legítima inversión, y que los alcances que resultarán a favor de los encargados en estos fondos es una prueba auténtica de la pureza con que los manejaron.
Si algunos de los que subscriben intervinieron en el despojo de los templos y vasos sagrados, si han cometido otros obscuros crímenes en alianzas, facciones, y servicios al enemigo, ¿por qué no han producido sus quejas los que figuran y suponen estos excesos, por una patriótica delación, o cumpliendo con su deber, ante el juez de primera instancia, cuando estos los invitaría
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en virtud de las órdenes generales para la formación de causas de infidencia, para que convencidos como reos, los que fuesen sufrieran la justa pena que les señala la ley? Y si el juez de primera instancia de Alhama no era de su confianza, ¿por qué lejos de removerlo lo pide y lo apoya el mismo Ayuntamiento para su continuación? Pero nosotros repetiremos que se injuria con mucha facilidad, y se prueba con dificultad extrema.
Estos ciudadanos honrados, protegidos por la justicia y la razón tienen documentos incontestables de su pureza, desinterés y patriotismo, con que imponer silencio a los miserables detractores de su opinión injustamente ofendía; que vengan ante todas las autoridades constituidas, que elijan la que más les acomode, que siempre será justa; o que produzcan sus quejas, prueben nuestros excesos, que nuestros desvelos, nuestros sacrificios y nuestra justicia, nos ofrece una victoria cierta, y un triunfo seguro de sus calumniosas imposturas.
La negra envidia, el dolo y la suspicacia han podido atentar a la probidad, pureza y desinterés de los ciudadanos, han pretendido prevenir los ánimos de los leales habitantes de Alhama, y sorprender la virtud de la Nación entera con hechos, que los unos no examinan, y los otros no pueden conocer: pero la poderosa fuerza de la verdad ha corrido el velo a la maquinación, y volviendo por los derechos ofendidos de estos ciudadanos ha mudado la escena, descubriendo el horroroso atentado que contra ellos se han cometido, privándolos del goce de su representación civil por los medios más reprobados del; ha demostrado que la justicia y la razón nunca puede ser presa de la intriga, y de la degradación de unos hombres ambiciosos; que el ponderado patriotismo está en su boca y dista mucho de sus corazones; que el edificio de sus tramas y maquinaciones se desplomó en la junta electoral de provincia por la debilidad de sus principios, y no por el peso de la impostura (1. En el periódico de Cádiz (el procurador general de la nación y del rey) de 16 de junio anterior; en el artículo de cortés pag. 3511, ln 25, y siguientes se lee. “La comisión de Constitución presentó su dictamen con respecto a las elecciones de la Provincia de Granada para Diputados a las Cortes próximas, y se aprobó conforme a lo expuesto por aquella Comisión. Al Sr. Alcaina tomó la palabra diciendo: con el motivo de la representación del partido de Alhama, no puedo menos de pedir a V.M. se impusiese alguna pena a todos aquellos que hacen reclamaciones sin ser justas ni fundadas; pues además de injuriar a las Juntas de Presidencia, nos quitan el tiempo con semejantes e importunas declamaciones”.
Lo que nos ha parecido conveniente insertar aquí, para demostrar más la justa resolución de la junta electoral de esta Provincia, en excluir del número de sus electores a D. Fernando Toledo, apoyada sin duda, en los mismos fundamentos que expuso la comisión al supremo congreso, para que desatendiese la reclamación del ayuntamiento de Alhama sobre la falta de su representante en las elecciones.) y que los ciudadanos denigrados, cons-
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tantes en sus principios de honor y decisión por la justa causa han mirado siempre con interés el bien de sus compatriotas; que por ellos han sacrificado su tranquilidad, y han expuesto sus intereses y sus vidas: y contentos y satisfechos con no haber merecido los baldones e injurias con que los ha deprimido la impudencia, y arrojo de unos hombres atrevidos, exaltados por la ineficacia de unos hombres atrevidos, exaltados por la ineficacia de sus conatos, y el mal éxito de sus pretensiones, descansan tranquilos en el testimonio de sus conciencia, escudados de la razón, de la justicia y de la verdad.
¡Y tú, generosa Alhama, puedes conocer la mano que hiere, y que quiere conducirte a la degradación y el crimen; pero tus hijos virtuosos y sencillos no apartarán los ojos de la luz que brilla para desengañarse; guiados por ella, sabrán detestar la calumnia y sus autores, tributarán los debidos homenajes a la justicia!
Alhama, 1º de Agosto de 1813. =Francisco Baltasar del Corral =Josef de Raya= Luis del Corral= Melchor de Vinuesa= Miguel Cortés= Francisco Domingo Morán.
GRATIS”
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DECLAMACIÓN // QUE EL AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL DE LA CIUDAD DE ALHAMA // HACE CONTRA LOS AFRANCESADOS DE LA MISMA GRANADA // EN LA IMPRENTA DE EXÉRCITO // AÑO DE 1813
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Nobles, y fidelísimos Españoles: a vos os habla el ayuntamiento Constitucional de la ciudad de Alhama, que por ser inexorable contra el francesismo, lucha de día y de noche con unos cuantos monstruos que por nuestra desgracia nacieron en este precioso suelo para servir bajamente a nuestros enemigos, y enriquecerse con la sangre de estos honradísimos vecinos; pero ¡España!...¡España!... ¿Hasta cuándo han de seguir tus desgracias? ¿Hasta cuándo has de vivir sumergida en el silencio, y hasta cuando, en fin, han de permanecer impunes estos hijos espúreos, que no solo fueron el apoyo de tus opresores, sino que te insultan de nuevo, se ríen y mofan de ti, no por otra razón que por tu demasiada clemencia?; mas sin embargo, su roedora conciencia no les deja libres un sólo momento; tras ellos va, y delante la tienen, por lo que para adormecer el dolor de sus punzadas, intrigan y maquinan porque todos callemos y nos confundamos con sus heces pestíferas de la sociedad. Así es que el papel llamado impugnación a nuestro manifiesto del 1º de junio y que llegó a nuestras manos en el día de ayer
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no se ve mas que una desesperación, un arrepentimiento fuera de tiempo y sin querer restituir lo que robaron a tantos vecinos honrados en el tiempo de nuestra mayor aflicción. Levantaos, cadáveres que yacéis en el cementerio de esta ciudad, y decid a estos impugnadores quién os quitó vuestro alimento hasta el extremo de vuestra perfecta consumpción! El Ayuntamiento ha determinado responder seriamente a dicho libelo, y al público dirá las resultas; pero debe advertir que entre las firmas de los afrancesados, falta la del Presbítero Frey D. Juan de Raya, de la Orden de Calatrava, principal y cabeza de esta canalla; y uno de los siete de que hablamos en nuestro referido manifiesto.
¡Españoles! Los afrancesados son unos mismos en todas partes; nuestra demasiada clemencia ha dado motivo no a que quieran indemnizarse, sino para que ataque a rostro firme a los mismos que sacrificaron en su época del gobierno intruso, y hasta los vemos que quieren optar a los destinos de la mayor confianza de la Nación. ¡Españoles! ¡Qué es esto que nos pasa! La medida de nuestro sufrimiento se va llenando, y los afrancesados nos injurian a porfía; mas sin embargo: el Ayuntamiento Constitucional de Alhama apela a vuestras virtudes, quiere que les dejéis decir cuanto gusten, que día llegará en que les pese; si aún pisan los enemigos nuestro suelo, llegarán muy pronto los dichosos momentos en que veamos libres las cumbres del Pirineo, y para entonces es regular que tenga pensado a nuestro sabio y prudente gobierno, el castigo que deben sufrir estos monstruos que aún viven entre nosotros, pues de lo contrario, y
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con la conducta que observan, era de temer una explosión que nos cubriese de nuevo de luto, pues vemos que si ya no ha sucedido en algunos pueblos, ha sido efecto de la sabiduría de algunas autoridades, quienes se interesan en el bien de la Nación.
¡Miserables afrancesados! ¿Habéis creído que los escritos os pueden dar opinión? ¿No veis este imposible? No veis que al que el pueblo aborrece por sus hechos públicos, de nada le sirven papeles? No quisisteis engañar a esta Ciudad, suponiendo que había declarado la Junta electoral de la Provincia, nula la elección parroquial de Alhama porque os echó, cuando la Junta solo dijo del modo? Y en fin: aunque presentaseis los papeles más auténticos, dejaría el pueblo de oír al veros pasar ahí va un tiznado? (1) (Tiznados en Alhama son afrancesados). ¡Ah, canalla! Dios os castiga pues que no visteis el medio de obligar a que se os tolerase.
Dicen en su impugnación que a la entrada de nuestras tropas se retiraron a sus casas para buscar el descanso que necesitaban; es verdad que viendo el odio implacable del pueblo en la primera Junta a que concurrieron todos los vecinos, y que presidió el Coronel D. Francisco Villar, primer Gobernador de este pueblo, se retiraron después de toda concurrencia por evitar la ocasión de ser miserables víctimas del justo enojo de estos vecinos; en esta ocasión, cuando el patriotismo se hallaba en el mayor grado de pureza, fue cuando salió aclamado por todos los vecinos este Ayuntamiento, y reele-

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gido después según manda la Constitución. Éste, éste es el cuerpo a quien injuriáis en vuestro infame papel; pero en fin, honrados Alhameños: ¿Don Francisco Domingo Moran, Don Melchor de Vinuesa y demás, huían a descansar, o temían un puñal, o un cordel?...Es constante que en casa de uno de los mejores patriotas de Granada presentes otros muchos, llevó noticias un vecino de Vélez, de que nuestras tropas habían entrado en Alhama, por cuya agradable noticia le regaló el dueño de la casa, y preguntándole por particularidades, dijo que habían ahorcado de un arco al secretario de la Municipalidad, que tenía la cabeza blanca, y vivía en la calle de las Parras, con otros varios afrancesados, y que el pueblo bailaba y cantaba himnos de alegría. Este hecho prueba que es bien notoria la conducta de estos señores. Para concluir: el presbítero frey D. Juan Raya ha consumado las desgracias de esta ciudad. Por él no han dado las cuentas los municipales; por él ha faltado muchas veces la subsistencia al soldado, comprometiendo el Ayuntamiento con la Intendencia, Diputación provincial, y con cuantas autoridades hay en Granada, como es buen testigo el gobernador de esta plaza, porque esta corporación ha mirado al soldado con el amor que se merece: por él, como agente pagado de los afrancesados, no hay día que no resulte en el pueblo un nuevo disgusto. ¡Virtuosos españoles, es éste el ministro del santuario! ¡El ministro de paz, y el mediador entre Dios y el hombre! ¡Ah corrupción!....¡Qué Sacerdotes!
Alhama 10 agosto de 1813 = D. Juan de
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Toledo = D. Luis Josef del Corral = D. Juan Morón = D. José Rodríguez León = Don Antonio de Dueñas = D. Francisco Dionisio de Espejo = D. Francisco Calvo Cabello = D. Nicolás Cortés = D. Francisco Ximénez.
Epílogo
El Antiguo Régimen se convirtió en algo obsoleto, pues su estructura dificultaba el pleno desarrollo de las personas y de la sociedad; esto hace que la Modernidad se termine implantando. La Modernidad ha tenido su recorrido y aún perdurará en el tiempo; su evolución, como los grandes sistemas del pasado, concluirá cuando los individuos vivan en una atmósfera que les lleve a afirmar con Walter Benjamin: “aquí todo me devora y nada me alimenta”. Caerá por su propio peso. Las rendijas que se abren inevitablemente cuando el sistema se agrieta están dejando pasar experiencias del pasado reprimido por el sistema racionalista, que conectaron y conectan con el alma humana, por ejemplo el lenguaje simbólico; baste recordar la importancia de grandes intelectuales del siglo XX: el poeta Rilke; el pensamiento de Carl Jung; o la obra del parisino Louis Cattiaux, difundida en España por el profesor catalán Raimon Arola; así como el pensamiento de tantos otros autodenominados postmodernistas. Sin embargo, quisiera terminar con un texto de un defensor de la Modernidad, Marshall Berman, quien relata en su libro Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la Modernidad, la impresión que le causó la ciudad de Brasilia, construida por los modernistas de los años 50: “Desde el aire Brasilia se veía dinámica y excitante (…). Pero desde el nivel del suelo, en el cual la gente vive y trabaja realmente, es una de las ciudades más deprimentes del mundo, (…) pero la sensación general es la de inmensos espacios vacíos en los cuales el individuo se siente perdido, tan sólo como un hombre que estuviese en la luna. Hay una ausencia deliberada de espacios públicos en los cuales las personas puedan reunirse y conversar, o simplemente mirarse entre sí y pasar el rato. Se rechaza explícitamente la gran tradición del urbanismo latino, en el cual la vida citadina se organiza en torno a una plaza mayor. El diseño de Brasilia podría haber sido enormemente sensato por la capital de una dictadura militar, regida por generales que querían que la gente se mantuviese apartada, separada y oprimida. Sin embargo, como capital de una democracia es un verdadero escándalo”. El filósofo Berman narra en el mismo libro cómo esta experiencia lo movió a un tema capital en su libro, la importancia del diálogo y la comunicación; así afirma el neoyorkino Berman: “Tal vez parezca que estas actividades no tienen nada de especialmente moderno, pues se remontan a los inicios de la civilización –que de hecho contribuyeron a definir-, y que fueron celebrados como valores humanos primordiales por los profetas y por Sócrates, hace más de dos milenios. Pero me parece que en la época moderna la comunicación y el diálogo han adquirido un nuevo peso específico, una nueva urgencia, porque la subjetividad y la interioridad se han vuelto al mismo tiempo más ricas y más intensamente desarrolladas, así como más solitarias y circunscritas que nunca antes. En tal contexto la comunicación y el diálogo se convierten tanto en una necesidad desesperada como en una fuente primaria de deleite en el mundo en el cual los significados se desvanecen en el aire. (…) Tenemos que sacarles el mejor partido a estas posibilidades; deberían configurar la forma en que organizamos nuestras ciudades y nuestras vidas”.29

BIBLIOGRAFÍA
Archivos:
-Archivo Diocesano de Granada.
-Archivo Provincial de Granada.
-Archivo de la Real Chancillería de Granada.
-Archivos Protocolos Notariales de Granada.
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1“La barbarie que el siglo XX nos pone ante los ojos no es la obra de fuerzas atávicas o poderes irracionales que irrumpen inopinadamente a contrapelo del curso de la historia, sino el resultado del mismo proceso de emancipación del que ha surgido la sociedad moderna y que ella reclama para sí. (…) La instrumentalización de la razón en la dominación de la naturaleza, desde el mito a la ciencia moderna, supone no sólo una fosilización falsa e injusta del ámbito objetual exterior al sujeto en vistas a su sometimiento, sino también una atrofia del propio sujeto, dominio de la naturaleza externa resulta imposible sin un dominio de la naturaleza interna, es decir, sin un autodominio empobrecedor y mutilador del sujeto. Así es como el yo propio y el de los otros se convierte en objeto de dominio. Existe, pues, una correlación entre la dominación sobre la naturaleza y la dominación en el ámbito social. De este modo es como un instinto desbocado de autoconservación termina poniendo en peligro la vida tanto de la naturaleza como de los sujetos que la dominan: <<Después de milenios de Ilustración, el pánico vuelve a invadir a una humanidad cuyo dominio sobre la naturaleza en cuanto dominio sobre los hombres aventaja en horror a lo que los hombres podían temer de la naturaleza (MM, 271)” Zamora, José Antonio, Th. W. Adorno, Pensar contra la barbarie, ed. Trotta, Madrid, 2004, fl. 125-126.
2“En el corazón de la racionalidad moderna debe buscarse –y es lo que harán luego Theodor Adorno y Max Horkheimer en su Dialéctica de la Ilustración- el núcleo del mal, el origen de la barbarie que parece comprender el destino del hombre. Dicho de otro modo: no se trata de buscar una racionalidad <<buena>> diferenciándola de un uso totalitario, se trata de encontrar en el propio núcleo de la razón moderna el impulso destructivo que ha hecho su aparición definitiva en la historia con Auschwitz e Hiroshima. Cabe establecer, de todos modos, una diferencia que no es de matiz. Auschwitz constituyó lo impensado, la realización monstruosa de un proyecto inédito en la historia de la humanidad; Hiroshima culminó lo que ya podía entreverse en los bombardeos con gases tóxicos durante la Primera Guerra Mundial: la tecnologización de la guerra hasta borrar toda huella humana, la utilización de la bomba como figura de la aniquilación total. En verdad, el siglo XX dejó atrás la propia idea y práctica ancestral de la guerra, para convertirla en una extensión de la producción industrial y la aceleración productiva de la destrucción masiva. Es una terrible paradoja de la historia de nuestro siglo que concluye que los campeones de la libertad hayan finalizado la guerra contra la barbarie nazi lanzando sobre dos ciudades japonesas, es decir, sobre poblaciones civiles, la bomba atómica. A la brutal y sistemática maquinaria de la muerte montada por la Alemania hitleriana, Estados Unidos respondió con la destrucción total nacida de los talleres de la ciencia y la tecnología modernas. ¿Dónde está el mal? Nuestro siglo XX, y esto Benjamin ya lo veía antes que terminara de desatarse la locura del exterminio, será capaz de superar el juicio de la historia: la barbarie ha sido su experiencia cotidiana.” Forster, Ricardo, La travesía del abismo, mal y modernidad en Walter Benjamin, ed. Fondo de cultura económica, Buenos Aires, 2014, fls. 83-85.
3Bauman Zygmunt, Modernidad y Holocausto, ed. sequitur, tercera edición, Madrid, 2006, flo. 118.
4www.ciudadanos-cs.org
5Horkheimer, M., Adorno, T., Dialéctica de la ilustración, ed. Trotta, tercera edición, Madrid, 1998, fl. 12.
6Cfr. Ferrater Mora, J., Diccionario de filosofía, ed. Ariel Referencia, tercera reimpresión, Barcelona, 2004, fl. 1762.
7Dejen hacer, dejen pasar, el mundo va solo”, frase utilizada en el siglo XVIII por Vicent Gournay.
8García Casanova, Juan F., Hegel y el republicanismo en la España del XIX, ed. Universidad de Granada, Granada, 1982, fl. 52.
9Cfr., Ferrer, A., Paisaje y propiedad en la tierra de Alhama (Granada, siglos XVIII-XX), ed. Universidad de Granada, Granada, 1982, fls., 444-445.
10Ibídem, fls. 514-515.
11ADGranada, Legajo 260F, pieza 100, año 1673.

12Arendt, H., Los orígenes del totalitarismo, ed. Taurus, Madrid, 1998, fls. 58-59.
13ADGranada, expediente matrimonial de María Manuela Zamora Padial y Juan Gómez Guerra, 1801.
14Rousseau, Jean J., Emilio o de la educación, ed. Alianza editorial, tercera edición, Madrid, 2011, fls. 585-586.
15San Román Gago, S., La justificación teórica de la maestra analfabeta en el pensamiento de Rouseau y Kant. Influencia en la política educativa posterior. Revista de Educación núm. 305, 1994.
16Ibídem.
17Weil, Simone, La condición obrera, ed. el cuenco de plata, Buenos Aires, 2010, fl. 165.
18ADGranada.
19Rocca de, Albert J.M., Memorias sobre la guerra de los franceses en España, ed. Silex, Madrid, 2011, fl. 63.
20ADGranada, Legajo 191.
21Tackett, T., El terror en la Revolución Francesa, ed. pasado y presente, Barcelona, 2015, fl. 9.
22Rocca de, Albert J.M., Memorias sobre la guerra de los franceses en España, ed. Silex, Madrid, 2011, fl. 52.

23Ibídem, fls. 47-49.
24Ibídem, fl. 107.
25Weil, Simone, Echar raíces, ed. Trotta, Madrid, 1996, fl. 55.
26Bundgard, A., Más allá de la filosofía, sobre el pensamiento filosófico-místico de María Zambrano, ed. Trotta, Madrid, 2000, fls. 137-138.
27Ibídem, fls. 84-85.
28Tackels, B., Walter Benjamin, ed. Universitat de València, Valencia, 2009, fl. 62.

29Berman, Marshall, Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la Modernidad, ed. Siglo veintiuno editores, México, 2011, fls. xiv – xvi.

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