ALHAMA
EN LA ENCRUCIJADA
Por
José Antonio Espejo Zamora
“El ángel nuevo mira la historia, la historia de la
tradición, como la más reciente, selecciona pedacitos y
fragmentos, y los salvará cantándolos ante Dios. Esta preocupación
por una historia salvada del desastre y del tiempo devastador por un
ángel, esta atención por un tiempo que no es realmente el de los
hombres, permanecerá hasta los últimos tiempos de Benjamin.”
(Bruno Tack, Walter Benjamin)
Resumen:
En el presente artículo, trataremos del paso del
Antiguo al Nuevo Régimen en Alhama; lo abordaremos a partir de
cuatro documentos inéditos que nos dará lugar a tratar diversos
temas; pero esto lo vamos a realizar desde el momento actual, desde
el que se ve la modernidad como algo en proceso de superación.
Documento 1º: Inventario de las ermitas de Alhama; este documento
nos llevará a tratar el tema de la desamortización. Documento 2º:
Carta de una mujer de Alhama que se niega a casarse con el hombre
que la corteja; a partir de este documento, nos centramos en el tema
de la mujer. Documento 3º: interrogatorio sobre el robo, por parte
de los franceses, de los bienes de Fábrica de Alhama; éste
documento junto con el cuarto, nos centrará en la invasión
francesa y Guerra de la independencia, pues se trata de un
interesante documento del Ayuntamiento de Alhama contra los
afrancesados alhameños y la respuesta de éstos.
Palabras
clave: español, ilustración, mujer, guerra, franceses.
Summary:
In this article we will deal with the transition from
the Ancien Régime to the Nouveau Régime in Alhama. We will approach
it by means of four unpublished documents that will form the base for
subsequent discussions, taking the perspective of today's world,
where we will consider modernity within an overcoming process.
Document 1: inventory of chapels in Alhama; this document will help
us to understand the concept of expropriation. Document 2: letter
written by a woman from Alhama who does not want to marry the man who
courts her; thus, we will focus on women topics. Document 3:
interrogation about the theft of goods carried out by the French in
the Factory of Alhama; this document, together with the fourth one,
will lead us to the French invasion and the War of Independence,
since it is an interesting document which confronts the Town Hall and
the 'afrancesados' living in Alhama.
Keywords:
Spanish, Enlightenment, woman, war, French.
Modernidad
Alhama está en la historia, porque está en la memoria
de los presentes, porque aquellos que fueron siguen hablándonos a
través de los documentos escritos, de las piedras con las que
levantaron casas, acequias, molinos, cortijos, iglesias altas,
robustas y grandes; expresión esculpida de lo que fueron o quisieron
ser; o pequeñas hornacinas en las esquinas de las calles, dentro de
ellas, las velas que iluminan lo sagrado cuya luz servía en las
noches cerradas, como las estrellas en el mar, para orientar los
pasos de los hombres en los cruces de los caminos. Alhama, como si
fuese una persona, está marcada por las cicatrices provocadas, no
por el tiempo, sino por la violencia interna de los que la habitaron,
de la violencia que trajeron los extranjeros, de la rapiña que
ejercieron los que tenían poder para hacerla. Esta violencia no
nació de la incultura, ni de lo irracional, sino todo lo contrario,
nació de la razón, de la cultura, de la Ilustración, del siglo de
las luces, del progreso, de la revolución francesa, que llegará a
Alhama, primero como ideas, después como advertencia y por último,
como guerra.1
El mito de la Ilustración se quedará en Alhama, como en el resto de
Europa, durante 200 años, más sus epílogos; se hará presente a
través de la desamortización, o lo que es lo mismo, el robo de lo
común para enriquecer a la nueva clase social, la burguesía; se
hará violencia, por último, en la Guerra Civil y su epílogo, donde
fascismo y comunismo se enfrentarán a muerte, como dos hermanos que
se llevan mal, pues ambos tienen un padre común, la modernidad,
ambos querían crear una sociedad perfecta.
La modernidad comenzó con Descartes, sufrió un giro
con la Ilustración y concluyó en su máxima expresión en tres
hechos terribles: la Alemania de Hitler, la Rusia de Stalin y la
bomba atómica en Hiroshima.2
La modernidad se sustentó en la idea de progreso
ilimitado, en la idea de Razón ilustrada, tanto en su versión
francesa con Rousseau, como en la alemana con Kant. El optimismo de
la Ilustración comenzó donde terminó, en el horror de la guerra.
“Las víctimas de Hitler y Stalin no fueron asesinadas para
conquistar y colonizar el territorio que ocupaban. A menudo fueron
asesinadas de una manera monótona y mecánica, sin emociones
humanas, sin odio. Fueron asesinadas porque no se ajustaban, por una
u otra razón, al esquema de la sociedad perfecta. (…) Fueron
eliminadas para poder establecer un mundo objetivamente mejor, más
eficiente, moral y hermoso: un mundo comunista o un mundo ario,
racialmente puro. (…) Los dos casos más conocidos y extremos de
genocidio no traicionaron el espíritu de la modernidad.”3
Bauman, en páginas anteriores, comparará la modernidad a la labor
de un jardinero que, al igual que éste se aplica con diligencia en
el jardín para eliminar las malas hierbas, el jardinero social se
aplica para arrancar a aquellos que no se amoldan a una sociedad
racional, objetiva y sana. Hoy se habla de postmodernidad, aunque aún
vivimos una época en la que se mezcla modernidad y postmodernidad,
tanto en los comportamientos y organización social como en los
planteamientos intelectuales y políticos. Nos vamos a acercar a esa
transición: el paso del Antiguo Régimen, de la Europa ilustrada y
moderna, precisamente, en el momento en que occidente vive otra
transición, el paso de la modernidad a la postmodernidad, de la
razón objetiva a la razón subjetiva o instrumental. La esclavitud
perduró durante siglos en occidente a pesar de carecer de
legitimación ética; así mismo, nos encontramos con que la
modernidad carece de dicha fundamentación, por sus propuestas, por
su desarrollo y sobre todo por sus consecuencias. En el ideario de
partido político de Ciudadanos, como podemos leer en su página web,
siguen teniendo como punto de referencia el mito de la Ilustración:
“El ideario básico de Ciudadanos se nutre del liberalismo
progresista y del socialismo democrático. (…) Estas tradiciones
políticas parten de una base común configurada en la época de la
Ilustración: el predominio de la razón, por encima de los
sentimientos y tradiciones, en el enfoque de los problemas políticos.
Ello comporta, muy especialmente, la afirmación de los derechos y
libertades individuales de las personas frente a unas supuestas
identidades colectivas, la preocupación por la realidad y por los
problemas cotidianos más que por los símbolos y los mitos, la
utilización de argumentos razonables en lugar de dogmas ideológicos
inamovibles.”4
La Ilustración fue convertida ella misma en dogma y en
mito. Así lo analiza Adorno y Horkheimer en su libro Dialéctica
de la Ilustración, fragmentos filosóficos. Juan José Sánchez,
en el prólogo a la edición del libro anteriormente citado,
realizada por Trotta, afirma: “La enfermedad de la razón –escribe
Horkheimer- radica en su propio origen, en el afán del hombre de
dominar la naturaleza. Es decir, la Ilustración nace bajo el signo
del dominio. Su objetivo fue, desde el principio, liberar a los
hombres del miedo y constituirlos en señores. Y su programa: el
desencantamiento del mundo para someterlo bajo su dominio. La
Ilustración disuelve los mitos y entroniza el saber de la ciencia,
que no aspira ya a la felicidad del conocimiento, a la verdad, sino a
la explotación y al dominio sobre la naturaleza. En el proceso de
Ilustración, el conocimiento se torna en poder y la naturaleza queda
reducida a pura materia o sustrato de dominio. La Ilustración opera
según el principio de identidad: no soporta lo diferente y
desconocido. Y ello marca el curso de la desmitologización de la
Ilustración, que termina reduciendo todo a la pura inmanencia. La
Ilustración se relaciona con las cosas como el dictador con los
hombres: las conoce en la medida en que puede manipularlas,
someterlas. En este proceso, la mímesis es desplazada por el
dominio, que ahora se convierte en principio de todas las
relaciones.” 5
La transición del Antiguo al Nuevo Régimen, está
impulsada por un conjunto de ideas:
*Confianza en la razón como instrumento crítico capaz
de acceder a la realidad y transformar la sociedad; la razón
ilustrada es entendida no como una serie de principios innatos sino
como una fuerza capaz de transformar la realidad.6
*Defensa del conocimiento técnico y científico que
consiga la dominación de la naturaleza.
*La
Ilustración busca trabajar por el progreso de la sociedad y del
hombre.
Desamortización
Pero de la aplicación de las ideas ilustradas, no todos
se beneficiaron por igual; los pobres siguieron siendo pobres, la
situación de la mujer continuó igual si no es que empeoró con
respecto al Antiguo Régimen; la gran beneficiada de la Ilustración
fue, sin duda, la burguesía; ese nuevo grupo social que buscaba el
poder político y la libertad necesaria para hacer prósperos sus
negocios “laissez faire, laissez passer, le monde va de lui
même”.7
Por esto, una de las claves será el cambio de la estructura
social; si en el Antiguo Régimen la sociedad estaba dividida por
estamentos sociales, en la mayoría de los pueblos, como en Alhama,
esta división consistía en pecheros e hidalgos. Con la Ilustración
y la revolución burguesa, esos estamentos sociales van a ser
cambiados por las Clases Sociales; si antes eran pecheros e hidalgos,
ahora, con la revolución burguesa, será: pobres, clase media, clase
alta. La revolución hablaba de la igualdad ante la ley, igualdad que
todavía hoy estamos esperando. La nobleza no fue aniquilada; al
contrario, se vio favorecida, en el sentido de que ella supo
inmediatamente convertirse; y así pasaron de ser nobles a ser nobles
burgueses. El profesor Juan F. García Casanova, en su libro Hegel
y el republicanismo en la España del XIX, en lo referente a este
tema, afirma: que “la riqueza se convierte en la única fuerza
social dentro de la sociedad liberal, hasta el punto de que las
desigualdades de fortuna son la expresión de las diferencias de los
individuos –en el sistema de mercado propuesto por la teoría
económica liberal, todos los miembros de la colectividad tienen las
mismas oportunidades, garantizadas por los derechos sagrados de
libertad e igualdad – lo que a nivel político se traduce en la
legitimación de la gestión de los asuntos públicos por parte de
los más ricos –según el sistema de los más capaces- en virtud
del sufragio censitario. Así la nobleza se integra sin demasiados
sacrificios a la nueva sociedad burguesa. Su estatus no se modificó
en demasía, pues a cambio de la pérdida de sus privilegios y
derechos jurisdiccionales, incrementó la extensión de sus
propiedades territoriales, gracias a la política desamortizadora de
los liberales. En 1854, de los 53 mayores contribuyentes, 43 poseen
título nobiliario.”8
En Alhama, la desamortización afectó fundamentalmente
a las propiedades de la Iglesia y a una parte de las tierras del
ayuntamiento, que pasaron, no a manos de los pobres de Alhama, sino
que, subastadas, las compraron los que formaban parte de la
burguesía. Así, siguiendo el estudio realizado por Amparo Ferrer y
publicado con el título: Paisaje y propiedad en la tierra de
Alhama, la iglesia de Alhama era propietaria, en 1752, de 2.161
ha., frente a las 35.006 ha. de la nobleza. ¿Cómo había conseguido
los bienes la Iglesia? Después de más de seis años de
investigación en distintos archivos, podemos concluir que la mayoría
de los bienes proceden de las donaciones que aportaban los miembros
de los conventos al ingresar en ellos, las dotes; al igual que en el
momento de constituirse un nuevo matrimonio, los novios hacían
escritura de dote con los bienes que aportaban a la nueva familia, de
la misma manera cada religioso, cada monja, aportaba y levantaba acta
notarial de los bienes que llevaban con ellos para su sustento en el
convento y al igual que en el caso de los novios se denominaba dote.
Éste es el grueso de los bienes de los conventos, bienes privados
donados y aportados por las familias cuyos hijos entraban a formar
parte de una comunidad religiosa. Estos bienes no estaban baldíos,
no eran tierras muertas; según Amparo Ferrer, la producción era
similar a la de los demás propietarios. Estas tierras estaban
cultivadas por laicos, muchas de ellas habían sido compradas a censo
por seglares, limitándose los religiosos a cobrar el censo cada año;
una vez desvinculadas las tierras y desamortizadas, éstas no fueron
a los laicos, que quizás durante generaciones las cultivaron casi
como propias, sino que el Estado las subastó y fueron a manos de la
burguesía. ¿Qué pasó con aquellos labradores que cultivaban estas
tierras? Al no poder comprarlas, muchos de ellos pasaron a ser
jornaleros. Las propiedades de la Iglesia hay que dividirlas en tres
partes: una primera parte estaría formada por los bienes personales
de los miembros de la Iglesia, que no fue afectada por la
desamortización; otra parte estaría constituida por los bienes de
las capellanías, una serie de bienes donados por la familia,
normalmente, para el mantenimiento de uno de sus miembros cuando éste
se ordenaba sacerdote; el tercer grupo de bienes era propiedad o de
la parroquia, del Hospital, o de las hermandades, (las hermandades
estaban constituidas por seglares), patronatos, Ermitas; estos bienes
servían para el mantenimiento de las distintas instituciones. Hay
que decir que muchas de estas instituciones, como el Hospital, el
colegio, o las hermandades, etc… tenían un marcado carácter
social, cuyos servicios beneficiaban a todo el pueblo,
principalmente a los más desfavorecidos, esto es, muchas de las
tierras de la Iglesia servían para financiar el hospital, el
colegio, etc… y en el fondo, esas tierras estaban al servicio del
conjunto del pueblo de Alhama. Con el paso de todos estos bienes a
manos de la burguesía, no sólo se perjudicó a la Iglesia sino
también, y en gran medida, al pueblo. La parroquia, el Hospital de
Alhama, así como sus ermitas, al verse descapitalizados, vieron cómo
se deterioraba o se perdía todo su patrimonio; hemos encontrado los
inventarios de las distintas Ermitas de Alhama realizado en 1663,
todo un patrimonio cultural también hoy desaparecido, bien porque
fue desamortizado, bien porque fue robado por los franceses o
destruido en las diversas contiendas sufridas en Alhama; lo cierto es
que ese patrimonio hoy no existe, y si existe en algún lugar, desde
luego ya no es público como lo fue en el tiempo en el que estuvieron
en dichas Ermitas. En 1860, nos indica Amparo Ferrer, todas las
propiedades de la Iglesia habían pasado a manos privadas; con
respecto a los bienes comunales del Ayuntamiento, pasaron a manos
privadas entre 2.500 a 3.500 ha., una mínima parte de las que poseía
el consistorio.9
Bienes de la Iglesia de Alhama desamortizados:
*Hospital eclesiástico: 95 hectáreas; recordemos que
esta tierra servía para mantener el hospital; a partir de este
momento, pasan las tierras a la burguesía.
*Capilla del Santo Cristo: 1,5 hectáreas.
*Patronato de Juan Ramírez: 148 hectáreas.
*Patronato Mostazo: 48 hectáreas.
*Patronato de Juan Gómez Cabello: 26 hectáreas.
*Patronato de Juan Quijada: 26 hectáreas.
*Patronato de Luis García Villarraso: 18, 8 hectáreas.
*Iglesia parroquial de Alhama: 26 hectáreas.
*Sr. Beneficiados de Alhama, esto es, sacerdotes: 0,7
hectáreas.
*Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario: 2,6 hectáreas.
*Cofradía del Santísimo Sacramento: 85 hectáreas.
*Ermita de Ntra. Sra. de los Remedios: 4 hectáreas.
*Ermita de Ntra. Sra. de las Angustias: 4 hectáreas.
*Hermandad de las Benditas Ánimas: 91 hectáreas.
*Obra pía de Briceño: 751 hectáreas.
*Convento de Ntra. Sra. del Carmen 562 hectáreas.
*Convento de Santa Clara: 272 hectáreas.10
Recordemos que las cofradías y hermandades estaban
gestionadas por seglares, así como los bienes parroquiales. Los
patronatos solían responder a necesidades sociales determinadas, y
estaban gestionados por varias personas, entre ellos seglares, a
veces, por miembros de la parroquia y del consistorio.
INVENTARIO
ERMITAS ALHAMA DE GRANADA 1673
“Auto:
En la ciudad de Alhama, a once días del mes de abril
de mil seiscientos y sesenta y tres años, (…) el licenciado Juan
Luis del Pozo, beneficiado y vicario de la Iglesia Mayor de esta
ciudad y su partido, dijo que por cuanto las ermitas de esta ciudad
tienen muchos bienes, así comprados como legados por mandas de
particulares por su devoción, han dado por testamentos para el
ornato de las dichas ermitas y sus altares y santuarios y en ninguna
de las dichas ermitas hay razón (…) de los bienes que tiene para
que en todo tiempo conste y se le puedan pedir a la persona o
personas a las que se les entregaren dichos bienes, mando se haga
inventario de todos ellos, y que, hecho, se le haga entrega
judicialmente para que siempre esté de manifiesto (…) así lo
firmo y lo mando.
Firma de Juan Luis del Pozo.
Nuestra Señora de la Cabeza:
En la ciudad de Alhama, en trece de abril de mil
seiscientos y setenta y tres en cumplimiento y ejecución del dicho
auto (…) del Vicario, estando en la ermita de nuestra señora de
la Cabeza en cuya ermita se hayan los bienes siguientes:
-Una imagen de Ntra. Sra. de la Cabeza con un niño
en los brazos y su pastor al pie de rodillas con dos coronas de
plata, nuevas, una de la imagen y otra del niño que son bienes de la
cofradía.
-Otra imagen del señor san Isidro con su yunta y
sus andas de madera.
-Más un capote de espolín de seda pardo con su
guarnición de oro, forrado en tafetán verde, es del santo.
-Más dos esquilones de plata pequeños, de los
bueyes del santo.
-Más una hechura del Señor San Francisco de Paula,
la cual hechura es de la Iglesia Mayor de la ciudad que, por no haber
lugar en dicha iglesia, se tiene en esta ermita.
-Más unas andas de madera de los dichos.
-Más un pendón de damasco morado con flecos morados
y pajizos, con su hasta cruz de hierro y sus borlas con sus cordones
morados y pajizos.
-Más un nicho de madera, dorado, que sirve de
tabernáculo, donde está Ntra. Sra. de la Cabeza.
-Más dos retablos a los lados de Ntra. Sra. de la
Cabeza: uno de San Pablo y otro de San Juan Evangelista.
-Más dos nichos de madera pintados de colores en
donde están el Señor San Francisco y San Isidro.
-Más un cáliz de plata con su patena sobredorados
por dentro del cáliz y patena.
- Un manto de damasco encarnado y blanco con puntas
de oro y un vestido de la misma tela del niño Jesús.
-Otro manto de damasco azul y blanco con otro vestido
del niño de la misma tela, todo con puntas de plata.
-Dos agnus de plata, el uno sobredorado, el uno tiene
por un lado a Ntra. Sra. y por el otro al señor San Juan y el otro
tiene por un lado a Ntra. Sra. y por el otro al Señor San Pedro
Mártir.
-Una (…) de cristal sin engarces.
-Una gargantilla de aljófar con siete cuentas de oro
y entre medias ocho cúbicos de aljófar, los cuatro más pequeños
hacen el remate con una medalla de plata sobredorada de la
concepción, en el remate.
-Un relicario pequeño guarnecido de ébano.
-Una campañilla de plata del niño Jesús.
-Un santo Cristo de la humildad en un cuadro con su
nicho pintado de colores.
-Un cuadro de San Jacinto sin bastidor de lienzo, de
vara y cuarto de alto.
-Quince cuadros de los misterios de Ntra. Sra. de la
Cabeza, media vara cada uno, de lienzo con sus bastidores negros y
dorados.
-Dos frontales pequeños de pintura en lienzo azul y
blanco que están a los lados del altar mayor.
-Un frontal de pintura del mismo color que es del
altar mayor.
-Otro frontal de pintura de distintos colores del
altar del santo Cristo de la Humildad, ambos con sus bastidores.
-Otro frontal de catalufa encarnado y blanco, con
frontaleras blancas, azules y encarnados, con flecos colorados y
pajizos.
-Otro frontal de brocatel encarnado con sus
frontaleros de brocatel verde, con sus flecos blancos y colorados.
-Un manto de raso verde con sus flores de lama blanca
con vestido para el niño de la misma tela.
-Una lama de Ntra. Sra. de la Cabeza de espolín
blanco y encarnado con sus flecos de seda de las mismos colores y
(…).
-Una casulla de brocases encarnados y blancos, con su
estola y manípulo y un galón a la redonda.
-Otra casulla de espolín de seda verde y negra con
su estola y manípulo forrada en lienzo colorado con galoncillo a la
redonda.
-Otra casulla vieja de espolín dorado y azul con su
estola y manípulo y un posamano a la redonda.
-Dos roquetes pequeños de lienzo delgado con sus
puntas y (…).
-Dos albas y la una vieja.
-Seis amitos de diferentes lienzos, los tres con
cintas.
-Dos pares de corporales, con sus bosas, la una de
brocatel y la otra de damasco.
-Seis purificadores.
-Cinco tafetanes de cáliz de diferentes colores.
-Tres palios: la una pequeña, todos con puntas de
pita y una con deshilados.
-Cuatro mesas de manteles.
-Tres( …)teros de seda con sus puntas de hilo.
-Un misal; un Ara; un atril; una lámpara de azófar;
y dos candeleros de azófar.
-Otro atril grande para los diáconos.
-Tres velos de tafetán, azul, blanco y verde.
-Otro velo del señor San Francisco de tafetán azul.
-Otro velo de San Isidro de seda celeste.
-Un tapete de colores.
-Una campana grande con la que se toca a misa.
-Otra campana pequeña del altar.
-Cuatro bancos grandes para asientos.
-Un cajón grande en el que se encierra el vestuario
y en el que se visten.
-Unas andas de madera de Ntra. Sra. de la Cabeza con
sus “columnas”.
-Una cruz de madera del altar mayor.
-Otra cruz pequeña de madera.
-Todos los cuales dichos bienes declaró Melchor
Martín, santero de la dicha ermita, que eran bienes de Ntra. Sra. de
la Cabeza y no de la Cofradía (…); el dicho señor vicario se los
(…) entregar y el susodicho los recibió y se obligó a tenerlos de
manifiesto para cuando se le pida y se le encargue, a el susodicho el
aseo y limpieza de la Iglesia, guarda y custodia de todos los dichos
bienes, siendo testigos: Mateo Gallego Salinas, vecino de esta
ciudad, y Juan de Bastida y Juan García de Castro vecino de Granada
y yo el notario doy fe y entrega de los dichos bienes firmo (…) el
dicho vicario.
Y luego en el dicho día y mes, Melchor Martín
declaró que tenía en su poder unas enaguas de tafetán azul.
-Otras enaguas de espolín de seda encarnado y blanco
con su vaquero de lo mismo con su galón de oro.
-Más una corona de plata, los cuales dichos bienes
son de Ntra. Sra. de los Ángeles que está en una cueva que está en
el camino de la Hoz, y se los volvieron a entregar al dicho Melchor
Martín en presencia de los dichos testigos.
Firma del notario”.
En una hoja suelta aparece lo siguiente:
“Ntra. Sra. de la cabeza
En nueve de enero de mil seiscientos y setenta y
cinco se le entregaron a Juan de Rojas los bienes contenidos en el
inventario que se hizo en trece de abril y de seiscientos y setenta y
tres años por el licenciado Juan Luis del Pozo y el susodicho se dio
por entregado de ellos y demás se le entregaron los bienes
siguientes:
-Dos avellanas de plata con su cadena, la una; una
cadena de bronce con una cruz engarzada de plata; cuatro campanicas
de plata pequeñas; y una cruz de plata de Caravaca pequeña.
-Una estampa de bronce, a los lados un rostro de
nuestro Señor; un agnus de plata a un lado el nombre de Jesús, al
otro lado el de Nuestra Señora, otro agnus e (…) de plata
sobredorada; una higa de azabache y una flor con su lazo negro y en
medio una imagen de nuestra Señora.
-Un rosario de corales; un manto viejo; tres palios
con sus puntas; más otra palia; más otras cinco palias; conjuntos;
más seis paños grandes y pequeños con puntas; más otros cuatro
pequeños sin puntas; más cuatro mesas de manteles; los tres con
puntas; más dos fruteros (…) más un relicario guarnecido de (…);
otra avellana pequeña de plata; dos rosarios; un tafetán de cáliz
blanco; un sobremesa azul y otro verde con sus flecos dorados y
azules; cuatro candeleros de azófar; dos bujías; un cuadro de la
humildad de Cristo; otro de Santa Lucía; otro de los Santos Reyes;
otros dos cuadros: uno de Ntra. Sra. del Carmen y otro de Ntra. Sra.
con el niño en los brazos; una casulla de esparcegón estampado
guarnecido de oro falso con un manípulo y estola.
Nuestra Señora de los Remedios.
En la ciudad de Alhama a catorce días del mes de
Abril de mil seiscientos y sesenta y tres (…) el licenciado Juan
Luis del Pozo vicario y beneficiado, prosiguiendo la visita a las
Ermitas, visitó la de Ntra. Sra. de los Remedios en la cual se
inventariaron los bienes siguientes:
-Una imagen de Ntra. Sra. de los Remedios con un niño
en brazos, con sus coronas de plata.
-Unos zarcillos de oro con sus pendientes cada uno.
-Un collar con diecisiete piedras de oro, y algunas
perlas, digo granos de aljófar.
-Un agnus de plata mediano sobredorado.
-Un relicario de plata pequeño sobredorado.
-Una gargantilla de aljófar pequeña, con nueve
granos de otro y una cruz en el remate por (…) del niño Jesús.
-Una avellana de plata y dos campanillas de plata
pequeñas, la una mayor que la otra.
-Dos rosarios de cristal, el uno con una medalla de
plata pequeña.
-Un agnus grande de plata con su cadena de plata de
donde pende.
-Una hechura de San Roque con su perro, otra hechura
de San Sebastián.
-Un retablo de madera, con cuatro cuadros y una cruz
en lo alto, sobredorado.
-Dos cuadros sueltos en lo alto del altar, el uno del
Señor san José, el otro del bautismo de Cristo por san Juan.
-Un cáliz con su patena de plata con una cruz en
medio y el cáliz sobredorado por dentro.
-Unas ampolletas de plata pequeñas.
-Ocho tafetanes de cáliz de diferentes colores.
-Otro tafetán blanco de cáliz.
-Cuatro pares de corporales con sus puntas y palias.
-Nueve palias para debajo de los corporales, todas
con puntas de diferentes (…).
-Otra palia de tafetán frosado guarnecido blanco y
negro, y (…) de plata vieja.
-Doce purificadores de cáliz.
-Dos fruteros de (…).
-Tres frontales con sus bastidores, dos son de
damasco verde y el otro blanco y encarnado y el otro de pintura.
-Otro frontal de catalufa con flecos verdes y
blancos.
-Tres mantos de Ntra. Sra.: el uno blanco de raso
con puntas de plata, el otro de damasco encarnado con puntas de oro y
otro de tafetán blanco con puntas de oro, sencillo y viejo.
-Once velos de Ntra. Sra., cuatro de seda y los
siete de tafetán de diferentes colores.
-Una lama de espolín de seda (…).
-Dos bolsas de corporales, la una azul y blanca.
-Un tafetán encarnado para el atril.
-Diez mesas de manteles nuevos y viejos.
-Tres albas y un roquete con puntas finas y grandes.
-Siete casullas de diferentes colores.
-Cuatro amitos, el uno con puntas.
-Un ara; dos misales; un atril pequeño; otro atril
grande para los diáconos; dos bujías de azófar; dos candeleros de
azófar; dos de palo y una cruz pequeña; una campana grande con la
que se toca a misa; dos pequeñas del altar; una rueda con seis
esquilones; una lámpara de plata; otra lámpara de azófar; dos
cadenas de azófar de a cuatro bujías cada una.
-Tres sillas de… de moscovía; un bufete de nogal
grande con sus hierros; otro bufete de pino pequeño; dos hacheros de
madera; dos cajones de madera; cuatro bancos para asientos; un
púlpito de madera; cuatro pares de andas; una mesa de cadena con su
tabla de nogal; doce horquillas; un arca de pino vieja; todos los
cuales dichos bienes se le entregaron a Pedro Martín de Castilla y a
María López de la Chica, su mujer, que se les encargó la guarden y
custodien de todo y el aseo y limpieza del altar, iglesia y de los
susodichos. Se obligaron a tenerlos de manifiesto para cada y cuando
le sean pedidos, siendo testigos Mateo Gallego Salinas y Alonso
Jiménez, vecinos de esta ciudad, y yo, el notario, le entrego de los
dicho bienes y lo firmo el dicho licenciado vicario.
SANTA CATALINA
En la ciudad de Alhama a dieciséis días del mes de
abril de mil seiscientos sesenta y tres años, el dicho señor
vicario visita la ermita de Santa Catalina en la cual se hallaron e
inventariaron los bienes siguientes:
-Una imagen de talla de santa Catalina.
-Un retablo de madera de la santa, san Andrés y san
Bartolomé.
-Un ara; un cáliz con su patena; un misal; un atril;
una tabla de las palabras; una cruz.
-Una bolsa de corporales, unos corporales con su
palia; tres casullas: la una blanca de raso con un galón de plata y
seda encarnada; tres roquetes, los dos con puntas; la una casulla de
tafetán doble carmesí dando aguas, con galón de plata alabradada;
la otra casulla azul con cenefa de damasco azul; dos cíngulos; tres
frontales, el uno de damasco encarnado y blanco (…); junquillo de
oro enfresado; el otro, de damasco de dos colores; el otro, pardo y
negro , con puntas de capillejo; otros tres frontales pequeños de
diferentes colores y son del altar de Nuestra Señora; cuatro
tafetanes de cáliz de diferentes colores; tres mesas de manteles
grandes; tres mesas de manteles pequeños; una toalla de voladillo
con puntas de plata; unas tres pares de corporales con sus palias;
cinco palias con sus puntas; más otras palias; más otras palias de
tafetán carmesí con puntas de plata; otra sobremesa de diferentes
hilos y colores; ocho varas de puntas de hilo casero; dos camisas del
niño Jesús; ocho purificadores; tres paños de manos; cuatro
candeleros de azófar; una campana grande; otra pequeña; dos arcas
de pino; dos mesas de cadena; dos bancos; cuatro sillas negras; una
mesa de manteles que tiene doña Margarita Lasso; una imagen de
Nuestra Señora; un niño Jesús; un velo de tafetán verde; dos
cuadros pequeños; otro cuadro grande; una lámpara; tres relicarios
de oro confluidas encarnados y blancos; una lámpara de azófar.
ERMITA DE SANTIAGO
Se hizo el dícho día, siendo el dicho vicario,
visitó la ermita del Señor Santiago en la cual se hallaron los
siguientes bienes:
-Una hechura del señor Santiago a caballo.
-Otra del señor San Marcos; un niño Jesús pequeño;
un cuadro de la Humildad con tres velos encarnado, azul y blanco; un
frontalico verde en el altar del niño Jesús, cuatro frontales de
diferentes colores; con sus frontaleros; cuatro mesas de manteles;
cuatro casullas de diferentes colores; un alba; dos amitos; cinco
corporales con sus palias; otras dos palias; siete purificadores; una
toalla; una bolsa de corporales; un cáliz con su patena; dos
tafetanes; un arca; una campana grande; dos pequeñas; un lienzo de
Jesucristo crucificado con los doce apóstoles a la redonda; otra ara
en metal; un atril pequeño, otro atril grande para los diáconos;
cinco bancos para asientos; dos pares de andas con cuatro
horquillas; una lámpara de azófar; cuatro candeleros de azófar; un
cajón de nogal para los vestuarios; otros once cuadros grandes
pequeños; una cruz pequeña, una tabla de las palabras; cinco varas
de raso, carmesí la pieza y dos varas de tafetán blanco Matías
Blasco, santero, y se obligó de tenerlo de manifiesto y al mismo a
Ana; un capote de Santiago; todos los cuales dichos bienes se le
entregaron a María de Villalón, mujer de Matías de Blasco y a
Catalina de Villalón, viuda de Juan Luis Pavón, se fiaron al
susodicho y se le encargó labor y limpieza de la dicha iglesia,
guarda y custodia de los dichos bienes, los cuales se obligó de
tenerlos de manifiesto para cuando sean pedidos. Siendo testigos
Mateo Gallego Salinas y Juan Jacinto Ramos y Juan de Costa, todos
vecinos de esta ciudad y lo firman.
ERMITA DE LA SANTA CRUZ
Luego en el dicho día, el dicho señor vicario
visitó la ermita de Nuestra Señor de las Angustias, en la que se
hallaron e inventariaron los bienes siguientes:
-Una imagen de Nuestra Sra. de las Angustias vestida
con una corona de plata.
-Un cáliz dorado por dentro con su patena; una bolsa
de corporales de brocatel; unos corporales con su palia; un ara; dos
casullas; con sus estolas y manípulos; tres albas; tres amitos;
nueve tafetanes de cálices; dos frontales con sus frontaleros
hilados; una palia de raso; seis candeleros de azófar; una lámpara
de azófar; una lámpara grande; otra pequeña; un misal viejo; otro
misal forrado en pergamino es de la iglesia mayor; un atril; una
cruz; unas ampolletas de estaño con su plato de plata; nueve cuadros
pequeños; dos amitos; doce pares de corporales; otra casulla negra
con estola; doce mesas de manteles; otros cuatro candeleros de
azófar; dos hacheros; dos bancos; todos los cuales bienes se le
entregaron a Juan de Zafra, santero, y el susodicho se obliga a
tenerlos de manifiesto para que cada vez que sea pedido y se le
encargó la limpieza de la dicha iglesia, guarda y custodia de los
dichos bienes y yo, Antonio , doy fe de la entrega, siendo testigos
Mateo Gallego Salinas y Miguel Calvo, vecinos de la dicha ciudad y lo
firmó el dicho señor Miguel Calvo.
* A Nuestra Señora de los Ángeles se le entregó a
Juan de Rojas un jubón y enaguas de damasco blanco y encarnado con
galoncillo de hojuela.
* Un manto azul con puntas pequeñas de plata, dos
frontaleros viejos de damasquillo azul rosado y una corona de plata.
-Una casulla de parragón.
-Falta el velo de tela.
-El cáliz sobredorado que dicen que es de (..).
-Un misal de (…).
-Ojos de plata.
-Su lama de lama de plata carmesí con su bastidor
sobredorado.
-La lama de tela morada y plata con su bastidor.
En el año 1673 se vuelve a hacer un
inventario de los bienes de la ermita de la Ermita de Ntra. Sra. de
las Angustias:
En 21 de enero de 1673
Inventario de los ornamentos de Ntra. Sra. de las
Angustias de esta ciudad de Alhama que está a cargo de Francisco
Martín de la Peña:
-Una casulla de tafetán doble carmesí con su estola
y manípulo, con su galón de oro, forrada de lienzo azul celeste
manchado.
-Otra casulla de de parragón verde con sus flecos
pajizos y carmesí forrada en lienzo amarillo.
-Otra casulla de brocatel carmesí blanca y pajiza,
con flecos del mismo color, forrada de lienzo pajizo, con su casulla
y estola y manípulo.
-Otra casulla de tafetán doble a dos haces carmesí
y blanca con galón de otro, estola y manípulo, vieja.
-Tres cíngulos, los dos de seda carmesí y blanca y
el otro de deshiladillo.
-Cuatro albas con sus puntas y deshilados, las dos
nuevas y las dos viejas.
-Cuatro amitos con sus cintas.
-Dieciséis tablas de manteles para los altares.
-Tres camisas para la imagen de Ntra. Sra. de las
Angustias.
-Un jubón de tafetán negro; otro de espolín negro
labrado para la imagen.
-Dos ropas de espolín negro y labrado forrado en
lienzo negro.
-Una saya de raso negro liso con cinta verde.
-Un manto de burato negro.
-Otro manto de atafetanado negro.
-Cinco velos de la imagen de Ntra. Sra.: uno de
tafetán verde, otro dorado, otro azul celeste, otro morado y otro de
tela encarnada y plata.
-Tres cálices con sus patenas, las dos sobredoradas,
uno grande, los otros medianos.
-Siete paños de cálices, los tres dorados digo
cuatro, carmesí muy viejo y tres morados y otro listado celeste y
blanco.
-Cuatro bolsas de corporales, una de damasco verde,
otra de tela (…) y plata, otra bordada sobre lana blanca, otra de
vocatel todas viejas.
-Cuatro pares de corporales con sus palias.
-Tres misales uno dice ser de la ciudad.
-Un corazón de plata, con los clavos labrados y
corona buril.
-Una cruz de plata para el altar, pequeña prendiendo
con sus remates.
-Ocho candeleros de azófar pequeños, los cuatro
amavillados y otro cuatro antiguos.
-Cuatro cuadros, el uno de San Cayetano de siete
cuartas de alto, vara de ancho, otro de Jesús Nazareno de vara de
alto, otro de Ntra. Sra. de la Soledad de dos tercias, con su marco
dorado y negro, otro del eccehomo del mismo tamaño con su marco
dorado y negro.
-Dos candeleros de palo plateados.
-Un frontal de tafetán negro con sus flecos
encarnados y blancos.
-Otro frontal de brocatel carmesí pajizo y blanco
con flecos de lo mismo= otro de damasco carmesí con flores doradas =
otro de damasco verde con su franjas de plata.
-Unas flores de cera y caídas de lienzo blanco
cordadas con seda verde.
-Otro frontal de rasillo bordado con flores negras,
antiguo.
-Otro frontal de damasco negro.
-Tres cruces pequeñas de madera para los altares.
-Una imagen de Ntra. Sra. de la Concepción de talla
estofada de media vara poco más o menos.
-Tres atriles de madera.
-Dos facistoles de palo para cantar la epístola.
-La imagen de Ntra. Sra. de las Angustias, Cara y
manos de talla, con una diadema de plata vestida de raso negro, y una
toca de gasa fina larga = doce (…) de plata con una cinta encarnada
= un manto de terciopelo negro compuesto de plata.
-Otra toca de gasa nueva.
-Una lama de lama de plata carmesí con su bastidor
sobredorado.
-Un retablo de madera que ocupa todo el testero del
altar sin dorar.
-Un Santo Cristo Crucificado = en otro altar al lado
de la epístola con su velo y lama de tafetán carmesí = otro velo
de gasa = una lama de tafetán doble carmesí dado aguas con su
franja de otro en bastidor.
-En otro altar al lado del Evangelio un santo Cristo
amarrado a la columna con un velo de gasa = y otro de tafetán
morado, y una lama de tela morada y plata guarnecida empuntas de
plata, el friso en su bastidor con una cruz y de madera los lados.
-Catorce esteras para la iglesia y peanas de los
altares.
-Una lámpara de azófar.
-Un arca para guardar los ornamentos y un cajón
debajo.
-Tres campanillas de los altares y una campana
mediana en la torre.
-Una hechura de Judas.
-Una escalera de palo.
-Un espejo con su marco dorado de plata.
-Un púlpito de madera.
-Un acetre de cobre y su hisopo, de la congregación.
-Un banco raso.
-Diez bancos teñidos de negro que estos dicen son de
la congregación de los Siervos de mi Santísima.
- Una mesa de pino teñida con su gaveta, de la
dicha congregación.
-Otro escaño de los bienes de la Cofradía de la
Santa Vera Cruz que se sirve en la Iglesia.
-Una Cruz grande, con sus perfiles de oro en un
pedestal de piedra que es de la dicha Cofradía de la Santa Vera
Cruz.
-Una vara donde están pendientes diferentes milagros
de cera.
-Una pileta de piedra para el agua bendita.
-Una cruz de palo sobre la pila.”11
Todo este patrimonio, artístico, religioso, ha
desaparecido, o bien porque fue destruido, o robado o desamortizado.
Lo
más interesante de todo esto es que si hoy se pasea por Alhama
podemos percatarnos de que los únicos edificios públicos con
interés cultural se crearon antes de la Revolución Francesa, antes
de la Ilustración. Parece que aquellos de las Luces las tuvieron
para enriquecerse personalmente pero no fueron capaces, después de
200 años, de crear un solo edificio público con calidad artística
y público, exceptuando el edificio del Casino y el teatro, creado
por la Asociación Amigos del País de Alhama Granada, sin embargo,
el Casino-Teatro también se verá sometido al afán de dominio por
parte del Estado. Adentrémonos en las peripecias a las que se
someterá dicho edificio.
En 1842, se crea, en Alhama, la Sociedad de Amigos del
País, cuya asociación levantará un gran edificio, con dos espacios
distintos: Un Teatro y un Casino.
En 1853, la Asociación será disuelta por presiones
políticas. El Teatro-Casino es incautado por el Ayuntamiento de
Alhama y lo pone en arrendamiento.
En 1862, se vuelve a crear la Asociación de Amigos del
País; el Ayuntamiento le cede el Teatro-Casino, cobrándoles un
alquiler.
En 1869, la Hacienda Provincial decide expropiar el
edificio al Ayuntamiento y sacarlo a subasta. El Ayuntamiento de
Alhama intenta evitarlo con dos escritos; uno en octubre, a la
Delegación Provincial de Granada y otro, en diciembre, al Director
General de la Propiedad en Madrid.
En
1869, el Ayuntamiento consigue parar la subasta; sin embargo, en
1875, en el Boletín Provincial, vuelve a sacar a subasta el
Teatro-Casino por 14.600 pesetas; a este nuevo intento de subasta el
ayuntamiento volverá a enviar un escrito, en el que se dice que el
Teatro-Casino fue cedido al Ayuntamiento por la Asociación de Amigos
del País, mientras que en el escrito de 1869 el Ayuntamiento afirma
que el Consistorio se incautó del edificio.
En
el Boletín Provincial de Granada, número 529, domingo 21 de
noviembre de 1875, se publica lo siguiente:
“Número
519 del inventario.- El Teatro y Casino de la Ciudad de Alhama,
procedente de sus Propios, el cual se halla situado en Plaza de la
Constitución, frente a la Fuente Pública de la misma con dos
cuerpos de alzada , encontrándose en buen estado de conservación,
con una extensión superficial de 800 metros cuadrados, lindando por
la derecha entrando con Francisco Molina Moya, por la espalda D.
Francisco Jiménez Medina, izquierda D. Juan Calvente Fernández y
frente a la Fuente pública; teniendo dicho Teatro tres puertas al
frente y una debajo de la casa del Calvente para la entrada al
escenario y el Casino una puerta al indicado frente y balcones
encima, y otra puerta junto a la casa de Francisco Molina con un
salón en bajo destinado para juego de villar. Ha sido capitalizado
en 13.140 pesetas por la renta de 730 regulada por los peritos, y
valorado en 14.600 pesetas, por cuya cantidad se subasta”.
Año
1869:
“Don
Francisco Calvo y Muñoz, secretario del Ilustre Ayuntamiento
Constitucional de esta ciudad.
Certifico:
Que en el libro de actas donde se anotan los acuerdos tomados en las
sesiones que celebra esta Ilustre Corporación hay una de carácter
extraordinaria verificada en doce del actual y presidida por el Sr.
Alcalde Primero D. Juan Luis Trescastro, previa convocatoria por
papeleta a los Sres. Concejales para tratar sobre una orden del Sr.
Administrador (…) de esta provincia, hecha el siete del corriente
en la cual, con referencias a dichas ordenes, su literal es en la
forma siguiente:
<<Seguidamente fueron leídas las órdenes del Sr.
Administrador cuya fecha queda citada, en que se previene que este
ayuntamiento informe sobre la procedencia del Teatro y Casa Casino de
esta ciudad, cuyas fincas ha denunciado el Investigador de Bienes (…)
de esta provincia como pertenecientes al caudal de propios; enterado
el Ayuntamiento de todo ello acordó: Que debía informar e informa
a la Administración Económica que en mil ochocientos cuarenta y dos
se fundó en esta población una Sociedad denominada de Amigos del
País, la cual, a sus expensas, edificó un Casino para sus
reuniones, y un teatro para funciones de buena sociedad y recreo, en
lo cual el Ayuntamiento lo contribuyó con su apoyo moral (al) celo y
buen deseo de los asociados (…)
Que
en el año de mil ochocientos cincuenta y tres, por consecuencia de
cuestiones y presiones políticas, fue disuelta la Sociedad de Amigos
del País y el Ayuntamiento incautó el Casino poniéndolo en
arrendamiento. Organizada de nuevo la Sociedad hace ya más de siete
años, entró a ocupar el Casino, si bien, abocando alquiler al
ayuntamiento que desde luego o figuró como ingreso en sus
presupuestos municipales. (…) Que de ninguna manera debe venderse
el Casino y Teatro de esta ciudad porque se perjudicaran derechos
legítimos, adquiridos por terceras personas y cuando esto no fuese
bastante; el Municipio demanda su propiedad y exclusiva pertenencia
por su útil y necesario a la población…
Alhama
a 13 de octubre de 1869”
En diciembre de 1869 el Ayuntamiento de Alhama vuelve a
dirigir otro escrito al director general de la propiedad:
“Sr.
Director general de la Propiedad y…
El
Presidente y Ayuntamiento de la ciudad de Alhama de la Provincia de
Granada a v.s.i tiene la honra de dirigirse exponiendo:
Que
habiéndose incautado la Administración Económica de esta Provincia
a nombre del Estado del Teatro y Casino de esta ciudad suplican los
exponentes se sirva V.I. decretar libres de tal incautación las
mencionadas fincas y dejarlas a la administración de este Municipio
por las razones que se pasan a exponerse:
El
Teatro y Casino de esta referencia forman un solo edificio (…).
Este edificio que sólo ha sido destinado a objeto de recreo público
ha producido en esta población un cambio casi radical en las
costumbres, puesto que entregado solamente a los jóvenes ilustrados
que gratuitamente han desempeñado la declamación con fines
puramente filantrópicos, han ocasionado, a la vez que la pública
expansión, el sostenimiento de las cargas de este Hospital, al par
el socorro domiciliario de algunas familias menesterosas.
Tan
laudable objeto no puede ser desatendido por este Municipio…
Alhama, Diciembre, 7 de 1869.
El infrascrito secretario del ilustre Ayuntamiento
constitucional de esta ciudad.
Certifico: Que entre los acuerdos de la sesión
ordinaria celebrada por (…) ilustre corporación en veinte y ocho
del actual; (…) que copiada es como sigue:
<<Dada nuevamente cuenta del oficio del diez
del corriente del Sr. Administrador de Propiedades e impuestos de la
Provincia a la que acompaña su informe y acuerdo del Sr. Delegado de
Hacienda, para la venta del Teatro –Casino de esta ciudad, en
concepto de pertenecer al Estado, y traídos los antecedentes de
referencia, según determinación del Cuerpo Capitular en cabildo
anterior de ellos resulta que el Ayuntamiento desde mil ochocientos
cincuenta y tres en que fue disuelta la Sociedad de Amigos del País,
a cuyas expensas se edificó aquél, entró en posesión de dicho
Teatro-Casino, por cesión que se hizo los individuos de la Sociedad,
cuyos productos donde entonces figuran en el Presupuesto Local para
sufragar su déficit, y haciéndole asiduamente las reparaciones (…).
Que en Noviembre de mil ochocientos sesenta y nueve prendió la
Administración de Hacienda enajenar el Estado el edificio,
oponiéndose a ello el Ayuntamiento por medio de escrito que dirigió
a consecuencia de acuerdo del mismo (…) protestando de que se
rectificase con el carácter de pertenecer al Estado cuando era lo
contrario, por cuanto correspondía a los Propios, por la expresada
donación que se efectuó, y se confirma así ingresando su productos
en Arcas Municipales.
En
mil ochocientos setenta y seis, y en arreglo a la circular de veinte
de Enero de mil ochocientos setenta y tres dada por la Dirección
General de Propiedades instruyó a este Ayuntamiento el oportuno
expediente llevando cuantos requisitos exige aquella para exceptuar
de la venta el Teatro-Casino, por destinarlo al servicio de
Instrucción pública, o sea establecer en los locales para la
enseñanza de niños, puesto que se carecen de ellos; y entre los
documentos a él incorporados lo eran el expediente supletorio al
título de propiedad cuyo atestado se remitió a la entonces
administración Económica en seis de mayo de mil ochocientos setenta
y seis. Más tarde, en veinticuatro de Abril de mil ochocientos
setenta y siete envió el Ayuntamiento un informe pidiendo por la
Administración de Propiedades referente al expediente antes referido
expresando las razones por que el Teatro-Casino debía ser servido
como finca de propios. Enterada la Corporación usó de la palabra
uno de los vocales de la comisión de Hacienda y expuso que, teniendo
probado el Ayuntamiento que el edificio en cuestión perteneció a
una Sociedad y ésta en uso de su pleno dominio, lo cedió al
Municipio para que sus productos aumentaran el patrimonio público,
aumentando así los impuestos con qué cubrir el déficit de los
Presupuestos; sin que desde entonces haya sido desposeído de él,
que después ha probado la posesión por medio del expediente, y
pedida la desamortización para aplicarla a usos de utilidad pública
(…); propone el ayuntamiento se oponga a la venta del edificio de
que se trata con el carácter de pertenecer.
Alhama
21 septiembre 1882”
Todos
estos hechos entran en la coherencia propia de la Ilustración, donde
la idea de dominio queda encarnada en la idea del Estado de Hegel
donde el Estado encarnaría en la historia la idea del Espíritu
Absoluto, según la cual la diferencia no es importante, el individuo
queda supeditado a la totalidad; esto se verá con total claridad en
el desarrollo de la Alemania del 1933 al 1945 y en la Unión
Soviética, donde el ciudadano, el individuo, debe sacrificarse por
la Nación o por el Partido. El Casino-Teatro debe estar en lo que se
llama entidad pública, esto es, el ayuntamiento, que siempre, tanto
en el Antiguo Régimen, como en los regímenes que lo han sustituido,
ha estado dominado por unas cuantas familias, o el Estado, entidad
pública mayor. Los componentes de la asociación de Amigos del País
poco podían hacer si el Ayuntamiento se oponía a sus actividades, y
poco podía hacer el Ayuntamiento frente al Estado. El que más
puede, más domina. Entre las argumentaciones utilizadas por el
escrito del consistorio para que el Estado les deje en sus manos el
Teatro-Casino es que los jóvenes ilustrados han realizado
actuaciones teatrales con el objeto de mantener el Hospital de
Alhama. Es irónico que se quiera mantener un hospital con
“teatricos”, después de que se ha descapitalizado dicho centro
sanitario; recordemos como las tierras que tenía el Hospital para
su mantenimiento han pasado a manos de la burguesía, la clase social
que controla el poder político y económico. Cuando una institución,
como es el caso del Consistorio, domina las actividades culturales,
sanitarias, educativas y económicas, todo esto no nos puede sonar a
libertad, igualdad y fraternidad, sino que más bien nos suena a otra
cosa.
Otra
cosa sorprendente de la revolución ilustrada es la marginación a la
que sometieron a los pobres y a la mujer; ninguno de estos tenía
derecho al voto; recordemos que uno de los elementos claves, aún hoy
vigente, es la estructuración de la sociedad en clases: clase baja,
clase media, clase alta. Hannah Arendt, en su obra Los orígenes
del totalitarismo lo expresará en estos términos: “La
igualdad de condiciones para todos los componentes de la nación se
había convertido en premisa del nuevo cuerpo político, y mientras
que esta igualdad había llegado por lo menos hasta el punto de
privar a las viejas clases rectoras de sus privilegios de gobierno y
las viejas clases oprimidas de sus privilegios de ser protegidas, el
proceso coincidió con el nacimiento de la sociedad de clases que una
vez más separó habitantes, económica y socialmente, tan
eficientemente como en el Antiguo Régimen. La igualdad de
condiciones, como la habían concebido los jacobinos durante la
Revolución Francesa, sólo llegó a ser realidad en América,
mientras que en el continente europeo fue sustituida inmediatamente
por una simple igualdad formal ante la ley.
La
contradicción fundamental entre un cuerpo político basado en la
igualdad ante la ley y una sociedad basada en la desigualdad del
sistema de clases impidió el desarrollo de las Repúblicas
existentes, así como el nacimiento de una nueva jerarquía política.
Una insuperable desigualdad de la condición social, el hecho de que
en el continente la pertenencia a una clase le era impuesta a un
individuo y casi conferida por su nacimiento hasta la primera guerra
mundial, podía coexistir, sin embargo, con la igualdad política.
(…) El sistema de clases completamente desarrollado significaba
invariablemente que el status del individuo era definido por su
pertenencia a su propia clase y a sus relaciones con otra y no por su
posición en el Estado o dentro de la maquinaria.”12
LA
MUJER
En
el Antiguo Régimen, aunque había leyes que protegían a la mujer,
ésta no estaba en plano de igualdad con el hombre, salvo que
permaneciese soltera, o se quedase viuda. Hay que decir que en las
relaciones matrimoniales casi todas las parejas se casaban en
separación de bienes; ella seguía teniendo autoridad sobre ellos,
aunque estaba supeditada a la voluntad del marido si ella quería
vender. Sin embargo, el marido, pudiendo vender de lo propio, no
podía hacerlo con el patrimonio de su mujer sin el permiso de ella,
permiso que tenía que ser reflejado en una escritura notarial, así
consta en innumerables documentos. Con la Ilustración, esta
situación no va a cambiar, sino que va a empeorar como veremos. Sin
embargo, antes quisiera fijarme en una mujer de Alhama que nació el
9 de octubre de 1765, María Manuela Zamora, hija de Jerónimo Zamora
Bermúdez y de Isabel Padial. En el Antiguo Régimen, formaba parte
de la nobleza rural, en el Nuevo Régimen estaría en la clase media
de Alhama. En los documentos que hallados sobre ella, la encontramos
en tres acciones significativas:
1.-Ella gestionaba las cuentas de las propiedades de la
Iglesia en Alhama, como se desprende de las cartas al vicario general
de la diócesis, en las que da cuenta de los precios del grano, de
las ventas de los productos agrícolas; en más de un documento ella
afirma “yo soy dueña de mí misma y de mis bienes, no tengo
marido, no tengo padre, no tengo tutor, soy mayor de edad”. Estas
afirmaciones no las hace nadie que no se vea cuestionada en sus
actos; por otra parte está reivindicando su libertad y capacidad
para llevar a cabo sus actos como una persona plena. Cuestionada o
no, se trataba con los hombres en plano de igualdad, va a gestionar
lo público con autoridad y va a estar en el mundo de los negocios de
la época en una Alhama siempre agrícola y ganadera. Ciertamente se
trata de una mujer fuerte, inteligente y sin complejos, pero no sería
la única.
2º- Recibe presiones para contraer matrimonio con
Francisco Ramos durante seis años, a lo que ella se niega,
intentando de diversas maneras alejarse de él; al final, en 1801,
cuando decide casarse con otro, cuenta ya con 36 años; en su
expediente matrimonial encontramos una carta a su primer pretendiente
en que ella vuelve a reivindicar su libertad, su capacidad para
decidir por ella misma. Reproducimos la carta:
Sr.
D. Francisco Ramos
Muy señor mío, siento tener que manifestar mis
ingenuos sentimientos acerca de sus solicitudes; (desde) el tiempo
(que) las he tenido, cuantas desazones he sufrido; ahora que me
conceptuaba exenta de ellas veo que me he equivocado, a mi pesar,
pero como ni mi ánimo ni mi carácter puede ser otro que el de
tratar las cosas con verdad e ingenuidad, me veo forzada a tener que
poner la pluma en este negocio para, por este medio, desengañar a
Vuestra Meced y darle las justas y debidas gracias de la memoria, que
de mí ha hecho el alto concepto en que me ha tenido, y tiene. No
pienso que sea capaz este hecho, que hago, de hacerme caer de su
gente honrada, en cuya clase contemplo a Vuestra Merced. Su (…) y
demás y si otra cosa hiciese, sí podría acarrearme los mayores
disgustos. En esta inteligencia, debo manifestarle a V.m. que la
comisión de mi tío no fue el ajustar capitulación (de matrimonio),
ni ésta se la pude dar yo por ser como soy señora de mí misma para
hacerlo en el caso que me acordase, y que, por consiguiente, no me
hallo obligada a pasar ni estar por ninguna cosa de cuantas haya
hecho como ejecutadas sin mi conocimiento; que yo me he mirado, y
remirado en ello, y que por ningún concepto me acomoda, ni con
capitulación ni sin ella; que no es regular que por mi causa se
deshaga una casa, que junta, y con la ayuda de vuestra merced puede
hacer los mayores progresos en fortuna y en una palabra que estoy
firmemente resuelta a cortar de un todo este negocio antes que llegue
a formalizarse nada. Bajo este supuesto otras señoras de mucho y aún
más mérito que el mío hay en el pueblo; más ricas que yo, que mi
caudal es nada; éstas pueden acomodar a Vuestra Merced más, y le
suplico que si es cierto que me tiene alguna estimación no se empeñe
en perturbar mi felicidad, que la encuentro en el centro de mi casa y
al lado de una tía (Agustina Zamora) que me acompaña y rodeada de
mi familia, que me sirven con anhelo y de otra forma no puedo ser
feliz; siento tener que manifestar a vuestra merced esto, pero me
precisa desengañarle, que no puede tener efecto lo que solicita.
Yo
estoy sumamente agradecida a los favores que le merezco, relativos al
concepto que de mí ha formado; puede Vuestra Merced así creerlo;
siempre lo diré pero también que no puede ser lo que vuestra merced
quiere porque no lo permiten las circunstancias, y no ser gusto mío,
y no siéndolo, no me he de exponer a vivir tal vida que Dios me dé
en guerra sin haber necesidad de ello y así, por último favor que
se ha de servir dispensarme, será el que sobre el particular no
inste ni se moleste; en otra cosa puede mandar a su servidora.13
Ciertamente
esta actitud de María Manuela Zamora, contrasta con el pensamiento
ilustrado, tanto de Rousseau, como de Kant, sobre la mujer. Rousseau
nos dirá en el Emilio o la educación: “De este hábito a
la sujeción resulta una docilidad que las mujeres necesitan toda la
vida, puesto que nunca cesan de estar sometidas o a un hombre o a los
juicios de los hombres, ni nunca le está permitido estar por encima
de esos juicios. La cualidad primera y más importante de una mujer
es la dulzura; hecha para obedecer a un ser tan imperfecto como el
hombre, tan lleno a menudo de vicios tan lleno siempre de defectos,
debe aprender desde hora temprana a sufrir incluso la injusticia, y a
soportar las equivocaciones de un marido sin quejarse; debe ser dulce
no por él sino por ella: la actitud y obstinación de las mujeres
nunca hacen sino aumentar sus males y el mal proceder de los maridos;
ellos sienten que no es con armas como ésa como ellas deben
vencerlos. El cielo no las hizo insinuantes y persuasivas para
volverse desabridas; no las hizo débiles para ser imperiosas; no les
dio una voz tan dulce para decir injurias; no les hizo rasgos tan
delicados para desfigurarlos mediante la cólera. Cuando se enfadan,
se desmandan; a menudo tienen razón para quejarse, pero siempre
hacen mal en gruñir…” .14
Sin duda no es la Iglesia quien afirma esto, sino
precisamente aquellos que la cuestionaron; es más, en Alhama, las
mujeres siempre tuvieron un punto de referencia distinto al de la
mujer casada, el convento de clarisas, una comunidad de mujeres
dedicadas a cultivar su espíritu y no a su marido, dueñas y señoras
de la tierra, acostumbradas a negociar con sus bienes, a tratar en
términos de igualdad con el hombre, con cualquier hombre. Yourcenar
en unas de las entrevistas realizadas por Bernart Pivot, se pregunta
si acaso una abadesa de la Edad Media no era una mujer libre;
naturalmente que lo era; Yourcenar va a situar la liberación de la
mujer en un ámbito más profundo que la simple masculinización de
la mujer.
La profesora de la Autónoma de Madrid en su artículo
La justificación teórica de la maestra analfabeta en el
pensamiento de Rouseau y Kant. Influencia en la política educativa
posterior, afirma: “A la hora de plantear la posición
de Rouseau y Kant ante el tema de la educación de la mujer, nos
interesa resaltar, en primer lugar, la importancia que ambos tuvieron
en la política educativa de la época al excluir a la mujer del
derecho de ciudadanía y asignar como espacio apropiado para ella, a
diferencia del varón, el concerniente al ámbito privado
representado por la familia y el hogar.”15
Kant,
en el capítulo tercero de su obra Lo bello y lo sublime, afirma:
“Espero que se me dispensará la enumeración de las
cualidades masculinas en su paralelismo con las del sexo opuesto, y
que bastará considerar comparativamente unas y otras. El bello sexo
tiene tanta inteligencia como el masculino, pero es una inteligencia
bella; la nuestra ha de ser una inteligencia profunda, expresión de
significado equivalente a lo sublime.
La belleza de los actos se manifiesta en su ligereza
en la aparente facilidad de su ejecución; en cambio, los afanes y
las dificultades superadas suscitan asombro y corresponde a lo
sublime (a lo masculino). La meditación profunda y el examen
prolongado son nobles, pero pesados, y no sientan bien a una persona
en la cual los espontáneos hechizos deben sólo mostrar una natural
belleza. El estudio trabajoso y la reflexión penosa, aunque una
mujer fuese lejos en ello, borran los méritos peculiares de su sexo,
y si bien la rareza de estas condiciones en su sexo las convierte en
objeto de fría admiración, debilitan al mismo tiempo los encantos
que les otorgan su fuerte imperio sobre el sexo opuesto. A la mujer
con la cabeza llena de griego, como la señora Dacier, o que sostiene
sobre mecánica discusiones fundamentales, como la marquesa
Chastelet, parece que no le hace falta más que una buena barba; con
ella su rostro daría más cavadamente la expresión de profundidad
que pretenden. La inteligencia bella elige por objetos suyos los más
análogos a los sentimientos delicados, y abandona las especulaciones
abstractas o los conocimientos útiles, pero áridos a la
inteligencia aplicada, fundamental y profunda. La mujer, por tanto,
no debe aprender ninguna geometría; del principio de razón
suficiente o de las mónadas sólo sabrán lo indispensable para
entender el chiste en las poesías humorísticas con que se ha
satirizado a los superficiales sutilizadores de nuestro sexo (…) en
historia, no se llenarán la cabeza con batallas, ni en geometría,
con fortalezas; tan mal sienta en ellas el olor a la pólvora como en
los hombres el del almizcle”.
Parece obvio cómo la Ilustración, en su versión
alemana (Kant), marginó a la mujer, y lo que es aún más grave,
esto se hacía partiendo del concepto de naturaleza, es decir, si la
naturaleza nos ha hecho así no queda más remedio que asumirlo. La
cuestión es que la naturaleza no nos ha constituido como Kant
pensaba y esto sí que es un gran error del pensador alemán.
Confundir la naturaleza con las construcciones intelectuales y
culturales es muy grave, ya que bloquean el progreso y la madurez de
la persona y de la sociedad.
La
profesora Sonsoles afirma:
“Rousseau era un gran defensor de la idea de libertad
e igualdad entre los hombres. Convencido de que todos los individuos
nacemos libres e iguales, y portadores de una razón original y
natural, pensaba que el cultivo de la razón era el instrumento
idóneo para transformar no sólo la sociedad, sino también las
mentes. Su gran contradicción fue considerar la desigualdad sexual
como natural y, por tanto, no denunciarla, al entender que el
sometimiento de las mujeres era un hecho natural y que la
universalidad de la razón sólo era aplicable al varón. Sus ideales
de crear una sociedad de individuos iguales incurrió en un pequeño
error: la mitad de la especie no formaba parte de la categoría de
iguales. La igualdad sólo alcanzaba a los sujetos del pacto…
Extendió el contenido básico de los ideales ilustrados, igualdad y
libertad a quienes participan de la Voluntad General, los varones. La
mujer, adscrita a la familia, no era considerada sujeto de ciudadanía
y no podía participar, por ello, en la Voluntad General. Su
permanente estado pre-social la relaciona con los instintos primarios
del deseo, la pasión, el desorden, la libido y todo aquello que
corresponde al estado de naturaleza (…) Las niñas aprenderían de
sus madres a realizar con amor las labores propias de su sexo,
gobernando y cuidando correctamente de su casa. La educación de la
mujer no debía ser teórica. Sus estudios se limitarían
inevitablemente a la práctica, conformándose con aplicar, como
venimos indicando, los principios hallados por el hombre. El caso de
Emilio era diferente. Él sí debe separarse de su familia. Su
educación se confiaría a un tutor privado que guiaría sus pasos
hasta el momento en que cumpliese la mayoría de edad, los veinte
años, considera adecuada para comenzar a actuar de acuerdo con su
propios principios. Emilio llegará a ser una persona libre y
sometida a la leyes de la sociedad civil de la cual es miembro”.16
Todas
las revoluciones tienen que denigrar lo más posible, el tiempo, los
modos sociales y políticos, las instituciones que pretenden
sustituir. Así lo hizo la francesa con su Ilustración. El cine nos
muestra siempre el palacio de Versalles, donde la nobleza vivía a lo
grande ignorando las suerte de su pueblo; después, el cine nos
muestra una masa de gente harapienta y hambrienta a las puertas de
Versalles o camino de la Bastilla, pero curiosamente los artífices
de la revolución, los grandes beneficiados de la revolución, la
burguesía, no aparecen en ningún fotograma; el cine nos induce a
pensar que la revolución de los obreros, de los jornaleros, fue la
revolución francesa, pero esto sería olvidar como, a lo largo del
s. XIX, esta burguesía, enriquecida, generaría en algunos países
europeos la industrialización, al mismo tiempo que grandes masas de
obreros industriales, humillados y explotados. Simone Weil, en su
obra La condición obrera, afirmará “…Éstas son alegrías
de hombres libres: los que pueblan las fábricas no las sienten sino
en breves y muy raros instantes, porque no son libres; y esto
raramente pueden olvidarlo, ya que las tenazas de la subordinación
los tienen sujetos a través de los sentidos del cuerpo y de los mil
pequeños detalles que llenan los minutos que constituyen la vida.”17
3º.-
A María Manuela Zamora la volvemos a encontrar, durante la
dominación francesa, sometida a una investigación, ya que su casa,
como la mayor parte de las casas de Alhama fueron saqueadas por los
franceses.
Interrogatorio:
“Alhama
año 1810
Información
dada por don Juan Gómez Guerra y doña Manuela Zamora y Bermúdez.
Regidor:
el S. Don Luis del Corral
Escribano:
Morán.
D.
Juan Gómez Guerra, Mayordomo de Fábrica Mayor de la Iglesia Matriz
de esta ciudad, dijo: Conviene a mi derecho el que por
usted se me admita información de cómo a la entrada de las Tropas
Imperiales en esta ciudad de resultas de algún alboroto acaecido
entre las (…) sufrió este vecindario un riguroso saqueo en el cual
lo fueron todas las casas de los vecinos y como ellos, la mía, y de
cómo no solamente saquearon las dichas tropas imperiales mi
patrimonio y alhajas sino que sea la explicada información extensiva
así tienen noticia los testigos que entre el vecindario lo fue
alguno de la hacienda de fábrica que está a mi cargo y por tanto a
usted suplico así se sirva mandarlo y que sea evaluado por usted…
el presente auto sobre la fe que merezcan los testigos, sea el hecho
público y notorio; e interponiendo en todo su autoridad y judicial
decreto se me entreguen las diligencias originales para el uso de mi
derecho, pues así procede de justicia que pido.
Firma:
Juan Gómez.
Auto:
por presentada esta parte de la información que fuere y hecha autos
lo mandó el Sr. Luis del Corral, Regidor subdecano de este
Ayuntamiento y como tal, Regente de la Real Jurisdicción ordinaria
en esta ciudad de Alhama, a veinte días del mes de octubre de mil
ochocientos diez.
Firma:
Francisco Domingo Moran.
Testigo:
Manuel Sánchez Morón:
En
la ciudad de Alhama, a veinte de octubre de mil ochocientos diez:
Ante don Luis del Corral, Regente de la Real Jurisdicción; D. Juan
Gómez Guerra, mayordomo de Fábrica que tiene ofrecida, presentó
por testigo a Manuel Sánchez Morón, de esta vecindad, del cual ante
mí, el Escribano recibió juramento que hizo por Nuestro Señor y
una señal de la cruz, según derecho, ofreciendo decir la verdad y
siendo preguntado al tenor del contenido del anterior escrito Dijo:
le consta que esto conviene; porque el día que refiere, el testigo
y otros vecinos de D. Juan Gómez, por ser casa de más respeto, se
acogieron a ella, y vieron llegar con cuatro Dragones a sus puertas
armados y uno entró y, asiendo a Dª. María Manuela Zamora, su
mujer de la mano, le dijo, dame el dinero o la vida de todos que vais
aquí a morir. Entonces la señora se levantó y lo llevó al
contador y de una gaveta sacó un talego y otros dos de otra y le
dijo al Dragón: <<registra lo que quieras que ya lo llevas ahí
todo>>. El Dragón empezó a saquearlo todo y así que vio que
no había más dineros, se fue a la calle con los otros que lo
esperaban. Y la señora, llorando, decía: mi dinero no lo siento; lo
que me aflige es lo que se lleva de la Fábrica que es lo que
presenció sabe le consta y por decir en razón de lo que se le ha
preguntado y la verdad en cargo de su juramento, se afirmó y
ratificó. No firmó porque dijo no saber y que es de edad de
cuarenta años.
Firma:
Luis Corral y el escribano Francisco Morán.
Testigo
Francisco Fernández:
Inmediatamente
ante el dicho escribano el mismo D. Juan Gómez Guerra, para la dicha
información presentó por testigo a Francisco Fernández, de esta
vecindad, del que recibí juramento que hizo por Dios Ntro. Sr. Y
una señal de la cruz, según derecho, ofreciendo decir verdad, dijo:
que el día que refiere, el testigo y otros vecinos inmediatos a las
casas de don Juan Gómez, por ser de más respeto que las suyas, se
fueron a ellas mientras pasaba el saqueo; y a poco de estar en ellas,
llegaron al zaguán cuatro Dragones franceses y uno de ellos entró,
pidiendo a Dª María Manuela Zamora, su mujer, los dineros o las
vidas; la señora lo llevó a un escritorio o contador y vio el
testigo que el dicho Dragón sacó de él tres talegos con dineros,
los que se llevó sin contar, y se fue desazonado porque no llevaba
más. La señora se quedó llorando y exclamaba diciendo no siento lo
que se llevan mío sino en los de la Fábrica. Que es lo que pasó
sabe y puede decir en razón de lo que se le ha preguntado y la
verdad en cargo de su juramento en que se afirmó y ratificó, no
firmó porque dijo no saber, y que es de edad de más de sesenta
años, lo firmará el dicho señor de que certifico.
Luis
Corral y el escribano Francisco Morán.
Testigo
Pedro Sánchez Monreal:
Inmediatamente
ante el dicho señor don Luis del Corral Regente de la Real
Jurisdicción. D. Juan Gómez Guerra para la informaciones
pretendida, presentó por testigo a Pedro Sánchez Monreal, vecino de
esta ciudad, el cual, ante el escribano, hizo juramento por Dios y
una señal de la cruz, (…) siendo preguntado con al tenor del
pedimento que antecede dijo: que habiendo pasado con su padre, madre
y hermana el día que refiere en su pedimento el D. Juan Gómez, a
las casas de éste, por sentirse más seguros en ellas, que en las
suyas, llegaron cuatro Dragones al zaguán de dicha casa en el que se
quedaron tres, y uno entró, pidiéndole a Dª María Manuela Zamora,
mujer de Dº. Juan, el dinero, y que si no, los mataría a todos, se
levantó la señora, le abrió un contador y dos gavetas, vio el
testigo que sacó el Dragón tres talegos de dineros, él quería
todavía más, y la señora le decía ahí va todo el dinero que hay
en casa, con lo cual se fue el Dragón con el dinero y Dª María
Manuela lloraba y decía: << no siento mis dineros, lo que
siento es el de la fábrica>>; que es lo que presenció el
testigo y la verdad en cargo decir juramento en que se afirmó y
ratificó, lo firmó. Pedro Sánchez Monreal.
Testigo:
Dª Theresa de Rueda:
En
la ciudad de Alhama, en el mismo día, mes y año, el citado D. Juan
Gómez Guerra, para la justificación que tiene ofrecida, presentó
por testigo a Dª Theresa de Rueda, mujer legítima de Pedro Calvo,
de esta vecindad; después del juramento dijo: Le consta muy bien que
el día que refiere, y en su tarde saquearon cuatro Dragones las
casas de D. Juan, de los cuales vio la testigo entraron tres en el
zaguán y uno subió, y estuvo allá dentro y salió con tres talegos
de moneda, que vistos por todos, se subieron en sus caballos y se
fueron hacia la plaza. Todo esto lo vio la testigo desde su ventana,
y luego pasó a las casas de D. Juan y encontró llorando a Dª María
Manuela Zamora, su mujer, y a toda la familia afligida, y aquella
decía: <<no siento mis dineros lo que siento es el dinero que
se han llevado de la fábrica>>; por lo cual la testigo y otros
que se hallaron presentes que según se quiere acordar, fueron,
Manuel Sánchez Morón, su hijo Pedro, y otros vecinos la consolaban,
diciendo, diera gracias a Dios porque no le habían hecho daño en su
persona; que es lo que pasó, sabe, le consta y puede decir en razón
de lo que se le ha preguntado y la verdad.”18
ALHAMA
Y LA REVOLUCIÓN FRANCESA
Salvador
Raya Retamero, en su libro Alhama de Granada en la crisis
napoleónica y reinado de Fernando VII 1800 – 1830 aborda
adecuadamente el periodo revolucionario; sin embargo, constantemente
surgen nuevos documentos que arrojan luz a dicho periodo. Entre los
documentos encontrados, hay dos de suma importancia: el primero se
refiere a los sacerdotes franceses que huyen de Francia para
instalarse en Alhama de Granada; el segundo documento es realmente
interesante, ya que se trata de un manifiesto de los afrancesados
contra el ayuntamiento de Alhama y la respuesta de éste a dicho
manifiesto.
“Cincuenta mil campesinos con armas a defender
Zaragoza; venían desde todas partes a esa ciudad, incluso a través
de nuestras columnas victoriosas, temiendo llegar demasiado tarde
allí donde los llamaban el impulso de su alma y el amor a la patria.
La milagrosa Virgen del Pilar, decían, nos ha protegido desde hace
siglos; en tiempos felices todos en masa íbamos en peregrinaje a
implorar por nuestras cosechas; no dejaremos ahora de defender sus
altares. (…) El pueblo de España sólo se movía impulsado por un
sentimiento de patriotismo religioso. Ignoraba totalmente la práctica
de la disciplina y las leyes de guerra. Abandonaba con facilidad sus
banderas tras una derrota, no se creía para nada obligado a guardar
la palabra dada a los enemigos, pues no tenía más que un solo
deseo, el de vengarse de todas las maneras posibles del mal que los
franceses infligían a su país.”19
Así, Albert Jean Michel de Rocca, soldado francés, narra su camino
con las tropas napoleónicas para la conquista de Zaragoza.
El pueblo español estaba en pie de guerra, no contra la
libertad, ni contra la Ilustración, sino contra aquellos que habían
invadido su tierra, matado a sus amigos y familiares, destrozado sus
campos y casas, con los pretextos de la libertad ilustrada y el de
poner orden en el gobierno español, cambiando la dinastía de los
Borbones por la de los Bonaparte; como casi siempre, el invasor
utilizará argumentos compartidos por la mayoría, al considerarlos
el sentido común como buenos y correctos, para justificarse ante
aquellos a los que va a robar, matar y destruir. Pero el pueblo se
levanta en armas para defender su tierra e identidad, su cultura y
modo de ser, su forma de sentir y expresar la vida y la muerte.
Alhama
de Granada no va a estar ajena a este conflicto, su sangre también
se derramará. Así queda expresado en el libro de Salvador Raya
sobre la invasión francesa en el pueblo granadino: más de 80
muertos.
No
les llega de improviso a los alhameños; sabían que había ocurrido
en Francia. La guillotina, la horca y las balas habían destruido, en
el nombre del progreso y la libertad, la vida de miles de personas.
En 1793 llegarán a Alhama cuatro sacerdotes franceses que se
instalaran en los dos conventos de la ciudad: en el convento de los
Franciscanos Descalzos D. Juan Bautista Xineste, cura y vicario en la
diócesis de Castries; D. Juan Thorè, cura de Baurens, diócesis de
Auch; En el convento de los Carmelitas: D. Josef Birnes, cura de
Basugos, diócesis de Auch, y D. Juan Pedro Tarra, cura de Loysan,
diócesis de Auch.20
Suponemos que estos informarían de lo sucedido en Francia durante la
revolución, e informaron bien, pues volverían a vivir en Alhama lo
que ya sufrieron en su tierra.
Timothy
Tackett en su libro El terror en la Revolución Francesa, afirma: que
“a mediados de 1793, la Revolución había empezado a exhibir una
faceta más oscura. El gobierno, cada día más dictatorial,
fomentaba las denuncias y la represión, al tiempo que aparecían
comités de vigilancia que descubrían a <<sospechosos>>
y supuestos traidores en todos los rincones del país. Se detuvo a
miles de ciudadanos y se ejecutó a varios centenares, juzgados por
un <<Tribunal Revolucionario>> inapelable. El propio
monarca y varios destacados dirigentes políticos, en quienes el
pueblo había creído poder confiar hasta entonces, fueron acusados
de traición y terminaron en la guillotina. Desgraciadamente, algunos
de los condenados a la pena capital eran hombres y mujeres que aún
se declaraban fervientes partidarios de la Revolución. No menos de
ochenta y dos diputados de la Convención Nacional –más de un diez
por 100 del total- serían ajusticiados o morirían en prisión a lo
largo de 1794. Como diríamos hoy, el terror estaba <<a la
orden del día>>.21
Con
la invasión francesa, lo que llega a Alhama no será la libertad
sino la muerte. Los alhameños conocían de primera mano lo ocurrido
en Francia. Lo ocurrido en Alhama, más de 80 ajusticiados, registros
y robos, fue la experiencia de la Europa napoleónica. El soldado
napoleónico, Albert-Jean Michel de Rocca, lo narra en sus memorias:
“Los soldados del ejército napoleónico no perdieron en Francia la
costumbre que habían contraído en Alemania, la de maltratar a veces
a los ciudadanos y campesinos que los habían acogido en sus hogares.
Eran sobre todo las tropas auxiliares aliadas las que no querían
entender por qué no debían comportarse en Francia como en un país
enemigo; decían que era sin duda lo habitual.”22
Rocca, antes de participar en la invasión de la península,
participó con las tropas francesas en el sometimiento de Alemania;
esto le lleva a hacer un análisis comparativo entre los alemanes y
los españoles: “Desde hacía más de un siglo, los diversos
soberanos que formaban parte del Imperio germánico habían procurado
perfeccionar tales instituciones guerreras, las cuales podían
mantener su autoridad al servicio de su ambición personal, pero, al
haber acostumbrado a sus vasallos a una sumisión exacta y minuciosa,
habían debilitado el carácter nacional, el único baluarte
invencible que las naciones pueden oponer a las invasiones
extranjeras. Cuando los franceses conquistaban una región de
Alemania y ya no podían recibir las órdenes de su soberano, las
clases inferiores, que no solían emplear su voluntad, no se atrevían
a actuar sin el impulso de los gobiernos o de los señores: estos
gobiernos se convertían mediante la conquista, en subordinados a la
influencia de los vencedores (…) Los españoles nos iban a
presentar una resistencia tanto más tenaz por cuanto creían que el
gobierno francés pretendía convertir la península en un solo
estado de segundo orden, irrevocablemente sometido al dominio
francés.”23
Continua Albert Jean: “Los pueblos de España no permitían que la
duración de la guerra los desanimaran. En algunas zonas, los
campesinos iban siempre armados; los labradores llevaban en una mano
el asta del arado y en la otra, un arma (…). Su animosidad se
acrecentaba con cada vejación con que los franceses les agraviaban.
Las desgracias que otras naciones aceptaban mirándolas como
colorario inevitable de los males de la guerra se convertían, para
los españoles, en nuevos motivos de irritación y odio.”24
No sé si hoy los españoles, después de cuarenta años de dictadura
y otros cuarenta años de una democracia que ha ido cuestionando a
cada paso la identidad cultural del país, seríamos capaces de
responder con la misma fuerza que lo hicieron nuestros antepasados.
Si ellos resistieron y se alzaron frente a los que trajeron la guerra
y la muerte a España fue gracias a la conciencia de su identidad
mantenida como algo vivo y celebrado en sus obras culturales, en el
folklore, en sus tradiciones; tenían raíces y eran conscientes de
ellas. La filósofa francesa, Simone Weil, en su libro Echar
raíces, reflexionando sobre la rápida caída de Francia ante
Hitler, afirmará: “El hundimiento de Francia, que ha sorprendido a
todo el mundo, sólo ha mostrado hasta que punto estaba desarraigado
el país. Un árbol cuyas raíces casi están podridas del todo cae
al primer golpe. Si Francia ha dado un espectáculo más penoso que
cualquier país de Europa es porque la civilización moderna, con sus
venenos, se había instalado en Francia mucho antes que en otros
lugares, salvo Alemania. Pero en Alemania, el desarraigo adoptó una
forma agresiva, mientras que en Francia ha tomado la del letargo y
estupor. La diferencia depende de causas más o menos ocultas, (…).
Inversamente, el país que ha resistido mejor ante la primera oleada
de terror alemán es de lejos aquel cuya tradición es la más viva y
la mejor preservada: Inglaterra.”25.
En la España de hoy hay varias instituciones que mantienen viva las
tradiciones, una de ellas es la Monarquía, siempre y cuando prefiera
el exilio antes que renunciar a ser la encarnación de la memoria
histórica del país, incluida la de los exiliados durante el
franquismo. Ellos junto con los emigrantes mantuvieron fuera de
España, muy vivas las raíces españolas, no sólo las mantuvieron
sino que las maduraron, como lo hará María Zambrano, cuya
experiencia de exiliada la llevó a convertir tal experiencia
personal y subjetiva al plano filosófico de la metafísica. En
palabras de la danesa Ana Bundgrard, publicadas en su estudio sobre
Zambrano: Más allá de la filosofía, sobre el pensamiento
filosófico-místico de María Zambrano: “En el exilio se le da
a Zambrano la <<revelación>> del ser del pueblo español
en término ahistóricos. A nivel más profundo, en el exilio, lejos
de lo que nuestra autora llamada <<el bosque de la historia>>,
se le revelará la condición metafísica del ser humano, pues al
exiliado, (…) se le presentan como un rito iniciático las pruebas
de la condición del ser humano, al verse enfrentado él mismo a los
existenciarios relacionados con esa condición”.26
Otra institución capaz de conectar a los españoles con sus raíces,
al tiempo que lo relaciona con sus raíces europeas, es la Iglesia.
En la liturgia eucarística y en apenas treinta minutos, nos
encontramos, al mismo tiempo, con el leguaje racional y con el
poético-simbólico; los textos bíblicos nos llevan a la experiencia
honda de la humanidad vivida en Oriente; nos abre el alma al diálogo
con uno mismo a través de la meditación silenciosa, saliendo de la
intimidad del yo al encuentro con los otros a través del rito de la
paz, pues se descubre detrás del yo al que es al mismo tiempo
trascendente e inmanente, Dios; no hay liturgia sin ética, el
compromiso con uno mismo y con los demás, el cuidado de la propia
libertad y la de los otros. Cómo no entender entonces esos grandes
espacios litúrgicos, templos en Alhama como la Iglesia Mayor, la
iglesia del Carmen, el convento de las clarisas, esas pequeñas
hornacinas en los cruces de las calles. La vida sencilla de la gente
que se descubre, sagrada, dignificada, no podían estas personas,
sino convertir en poesía, en música, en pintura, en arte, su propia
experiencia. En el análisis que realiza la profesora danesa acerca
del pensamiento de María Zambrano sobre España, afirmará: “El
tema de España en la versión unamuniana a nivel discursivo se
expresa por medio de categorías propias del discurso cristiano como
la fe, la esperanza, la sed de verdad y el hambre de lo absoluto.
Esta dimensión religiosa y metafísica del pensamiento de Unamuno,
(…). Para ambos pensadores (Zambrano y Unamuno) vivir humanamente
es sobre-vivir, superar la fatalidad de la realidad empírica,
rompiendo con las cadenas del tiempo, del espacio y de la lógica,
<<arrancando fragmentos del ser a las oscuridades de la nada>>.
El proyecto de crítica a la cultura de la modernidad en el caso de
Unamuno, como el de Zambrano, iba enlazando a la voluntad de revelar
la verdadera realidad que se ocultaba bajo la vida superficial
cotidiana, es decir, ambos tenían voluntad de <<desentrañar>>
<<la entrañable entraña>> de la vida, ya que sólo
mediante un proceso de adentramiento se alcanzaría la verdad. (…)
Unamuno (…) había ido todavía más lejos que Zambrano. Al hacer
el balance de la cultura española en contexto europeo, había
afirmado que, si otros pueblos habían dejado instituciones y libros
para la posteridad, el pueblo español había dejado almas: <<Santa
Teresa vale por cualquier instituto, por cualquier Crítica de la
razón pura>>.”27
No dejará de tener razón Unamuno, en ese mismo tiempo, Edith Stein,
discípula de Husserl, después de escribir su tesis doctoral sobre
la empatía, le provocará un vuelco en su vida y en su filosofía la
lectura de la obra de Santa Teresa. El Estado Moderno, con su
condición de dominador va a procurar que las demás instituciones
sean instituciones débiles; es como el hombre con un complejo de
inferioridad que viéndose, de poca valía, procura que los que le
rodean valgan menos que él. Walter Benjamin lo expresará claramente
al afirmar que “nos está permitido decir que sentíamos los
límites de la itelligentsia burguesa, aunque tuvimos que
esperar durante mucho tiempo la madurez necesaria para reconocer que
nadie puede mejorar la escuela ni la familia sin destruir el Estado
que necesita que éstas sean malas.”28
Efectivamente, en la medida que el Estado se hace más fuerte decae
la sociedad civil.
En
1813, el Ayuntamiento de Alhama publicó un manifiesto contra los
afrancesados alhameños, cuyo texto se puede encontrar en la
biblioteca del Hospital Real de Granada y en el Archivo Diocesano de
Granada, hemos podido localizar dos textos: el primero es la
respuesta de los afrancesados al manifiesto del Ayuntamiento; y un
segundo texto en el que el ayuntamiento replica al manifiesto de los
afrancesados. Estos textos son sumamente interesantes pues muestra
perfectamente el momento histórico en el que se desarrolla la
disputa; la claridad de ambos textos hace innecesaria aclaraciones o
comentarios por mi parte; basta leerlos para comprender las luchas
internas que se vivieron en Alhama de Granada por controlar el
Ayuntamiento:
El
Ayuntamiento//Constitucional//de la ciudad de Alhama//a la Nación
Alhama, este pueblo leal, este pueblo heroico,
rociado con la sangre de tantas víctimas que fueron sacrificadas por
la barbarie y ferocidad de esas infames hordas de caribes-europeos:
Alhama, idólatra siempre de los sagrados derechos de la libertad e
independencia, es irreconciliable enemiga de sus opresores: Alhama en
fin, modelo de fidelidad y de patriotismo, y madre fecunda de
centenares de héroes que se han inmolado voluntariamente por
defender la Religión y la libertad política de su país, se
presenta a la faz de la nación entera, cubierta de oprobio y de
ignominia, y despojada indirectamente de toda representación civil,
habiéndosele privado del sufragio que le corresponde como a pueblo
libre para las elecciones de los diputados de las Cortes ordinarias,
y anulándose injustamente el acta solemne de sus elecciones de
parroquia y de partido.
No merecía tal suerte esa ignominiosa degradación
de un pueblo tan leal que ha experimentado todo el rigor del férreo
cetro del vandalismo. (Nota 1: Notoria es la catástrofe del 2 de
febrero de 1810 en que el furor de los Vándalos asesinó a más de
cien inocentes víctimas de ciudadanos, hirió a otros infinitos,
atropelló, saqueó y cubrió de luto a todo el pueblo). El genio
perturbador y calumniante de la ennegrecida intriga, ha hecho
aparecer a sus nobles ciudadanos como hombres insociables,
revolucionarios y menospreciadores de las leyes; incapaces de
sujetarse a un orden constitucional; y que rompiendo todos los lazos
políticos y hollando los sagrados deberes que les impone la
justicia, se alarmaron insolentemente el día en que se celebró su
junta parroquial y practicaron las elecciones con violencia, con
fuerza armada y con el mayor desorden y turbulencia, excluyendo del
libre sufragio que les correspondía a muchos de sus honrados
ciudadanos.
¿Quiénes, empero, han sido los ataviados e
insolentes detractores del recomendable mérito de estos pacíficos y
leales habitantes? ¡Quiénes! Unos hombres marcados con el sello de
la abominación pública, unos hijos espurios de este ilustre y
heroico pueblo, unos agentes miserables del cruel despotismo de los
opresores de nuestra libertad: hombres prostituidos a la miserable
intriga, a la venal lisonja, a la insaciable codicia, al espíritu
vil de confabulación: hombres excluidos por la ley del augusto
timbre de ciudadanos, y mancillados perpetuamente a la faz de su
patria y de la nación entera.
¡Alhama! Tú no has tenido intervención ni voto en
la representación nacional que se verificará en la próximas Cortes
ordinarias. En vano la humeante sangre de tus hijos, mártires
ilustres de la patria y víctimas inocentes del feroz francés, exige
de tu fiel pueblo representantes heroicos que reclamen por venganza,
y venganza tan terrible como fue horrorosa la crueldad y perfidia de
tus traidores asesinos. ¡Infeliz pueblo! Tú no tienes quien te
represente, tú quedas condenado a la nulidad, al obscuro oprobio y
degradación humillante. En vano tus fieles hijos se han mostrado en
todas épocas inexorables enemigos del pérfido francés, huyendo su
juventud del horroroso seno de la esclavitud y de la ignominia, y
lanzando, aun en medio de las bayonetas, el vigoroso grito de la
libertad. En vano las partidas y guerrillas patrióticas han
encontrado en estos leales habitantes su mejor asilo y protección:
nada, nada ha podido escudarte contra la negra impostura, y tus
patrióticos timbres los hemos visto mancillados y obscurecidos, a la
vista de tan escandaloso atentado.
Animosos estos ciudadanos de usar de sus augustos
derechos, se reunieron todos los que pudieron asistir y formaron con
arreglo a la Constitución su junta parroquial, conservando aquel
orden y subordinación que caracteriza a un pueblo libre, sociable y
amante de las leyes; nombrados estos electores parroquiales, y
verificada la Junta de partido, se leyeron las certificaciones que
previene la Constitución, y los informes de los escrutadores, y no
encontrándose defecto alguno que oponer, esta Junta revolvió
definitivamente hallarse con las calidades requeridas y se ejecutó
la elección constitucional en aquella persona que amaba el pueblo,
en quien depositó su confianza, cuyas virtudes y patrióticos
sentimientos han hecho notorios en todo el partido y aun en la
provincia y de cuya prudencia y conocimientos esperaban los más
felices resultados; eligieron un patriota decidido, comprometido y
amado de todo el pueblo, para que garantizasen los derechos
imprescriptibles de la libertad de su patria y arrostrase todos los
escollos, procurando que en las elecciones de Diputados de Cortes se
removiese toda intriga, se ejecutase con pureza constitucional, y
saliesen electos hombres sabios, y de varonil constancia, que en
verdad fuese dignos de sentarse en el Congreso augusto representativo
de la más ilustre de las naciones.
Las certificaciones de estas actas y elección
constitucional fueron examinadas por los escrutadores nombrados en la
Junta de Provincia, nada tuvieron que objetar ni contra ellas ni
acerca de la cualidades del electo, y la Junta, en vista de
documentos tan auténticos, no debió resolver sino la aprobación
del nombramiento y de las actas.
Pero ¡ah! La roedora envidia, y el espíritu de
emulación no podían mirar con serenos ojos, lleno de honor y de la
confianza de sus conciudadanos, a aquel que en otro tiempo fue
vejado, insultado, ridiculizado, y desatendido como un fatuo
miserable que esperaba el triunfo de las armas nacionales y no quería
prostituirse a bajas humillaciones y servicios infames y viles hacia
los jefes franceses. El amor propio de los adictos al partido del
tirano se veía herido y mortificado al ver su abatimiento y la falaz
y ridícula esperanza de sus inexactos cálculos políticos, y de
consiguiente les era insoportable considerar a uno de los mejores
patriotas, condecorado con el ilustre título de representante de su
partido.
Estos hombres débiles, cobardes, y anonadados
cuando se trata de nobles empresas y de defender los derechos de la
libertad e independencia nacional, se muestran atrevidos, tenaces y
emprendedores, cuando son llevados del infame deseo de saciar sus
rastreras pasiones y de urdir astuta y suspicazmente intrigas y
maquinaciones para barrenar los cimientos de la tranquilidad pública,
echar por tierra las firmes columnas del mérito y de la virtud.
Arrastrados de tan bajos sentimientos, y formando el
más negro complot, se presenta en la Capital, traen consigo algunos
pocos de sus miserables faccionarios, acuden ante un Juez
incompetente (2. El juez de Primera Instancia, Acosta, que administro
informaciones y diligencias preparatorias de hechos ocurridos en
distinto territorio, y deposiciones de testigos sujetos a ajena
jurisdicción. Por caso alguno se puede conceptuar haberle surtido
fuero al tal Juez de primera Instancia para haber autorizado estas
diligencias practicadas contra ley, que ha infringido, ya sea por
impericia, o ya por dolo; en cualquier caso se halla comprometido a
la responsabilidad, que debe ser tanto mayor cuanto mayores y acaso
irreparables on los perjuicios que ha causado: pues los más de los
Vocales como personas legas, luego que vieron una información
judicial, conceptuarían que era un documento legal, y con arreglo a
ello procedieron a la exclusión de D. Fernando Toledo, Elector del
partido de Alhama); forman una ilegal y despreciable justificación,
y forjando mil imposturas, e infamando a su mismo pueblo, suponen
efectuada la Junta de Parroquia por medios de violencia y de alarma,
y sin más citación, formalidad ni examen , comprenden con este
ridículo mamotreto a la Junta o Congreso de Provincia, y este
ilegal, nulo, sospechoso y desatendible documento, prevalece en el
dictamen de la mayor aparte de los vocales, y contra el testimonio
del acta de elección, y en menosprecio de las leyes y de la
Constitución, se resuelve y detecta la nulidad de aquellas
elecciones, y se excluye del Congreso al representante y elector del
partido de Alhama.
La Junta provincial holló y pisó el Código
sagrado de nuestros principios constitucionales, usurpó los derechos
de la soberanía, propasó los límites de sus facultades, y no
debiendo decidir ni examinar sino acerca del mérito legal y
constitucional de las certificaciones y de las cualidades de los
electos, se arrogó un poder judicial de que carecía, y formó un
juicio de reposición de aquellas actas de la Junta de partido, de
que no debía conocer, porque con arreglo a la Constitución (art.
70), lo resuelto por la Junta de partido debe ejecutarse sin recurso.
No debió, pues, la Provincial excederse de sus límites, y
concretándose a inspeccionar las actas y cualidades de los electos,
todo otro juicio, conocimiento o discusión era y fue verdaderamente
anti-constitucional, arbitrario, injusto y escandaloso. En efecto,
¿qué otro juicio o información legal, puede caber en u acto que
ha de ser continuo, que no admite dilaciones, que repele toda
audiencia escrupulosa, en que los interesados no pueden presentar
informes y justificaciones fehacientes, por la distancia del
territorio e implicación de los hechos? Así es que sabiamente se
establecieron y marcaron las atribuciones de estas Juntas por la
Constitución: en sólo aquellos hechos que podían decidirse dentro
de la estrechez de un termino tan corto y momentáneo, como es del
acto de elección: examinar las certificaciones, si son conformes con
la ritualidad constitucional, y conocer instructivamente de las
cualidades de los electos es lo único que les corresponde: excederse
de estos límites es proceder arbitrariamente, burlarse de la ley, y
comprometerse a dar fallos ridículos e injustos, y a cometer
atentados escandalosos. ¿Por qué no fue excluido el elector de
Motril a pesar de las representaciones enérgicas que se manifestaron
contra su conducta política, haciéndole cómplice de la prisión
del capuchino Berrocal? ¿Por qué? ¿Por qué no se justificaron
estos horrorosos hechos en el acto de un modo legal, por qué no
quedaron notariadas estas acusaciones, y no constaban de la acta o
certificaciones presentadas? ¿Y las vituperables y calumniosas
suposiciones de que tres o cuatro testigos confabulados, y presentes
dos capciosas y astutamente se tuvo por prueba legal y concluyente?
¿Una información nula por todos derechos pudo destruir un acta
solemne, un documento constitucional?
Se disimularon las certificaciones del elector de
Motril, a pesar de su falta de ritualidad constitucional, que el
mismo Congreso o Junta de provincia tuvo que confesar; ¡y unos
documentos tan legítimos y legales como los de Alhama no fueron
suficientes para que prevaleciera contra deposiciones calumniosas y
llenas de sospecha y de toda inverosimilitud!
Tal ha sido la conducta de la Junta Provincial,
tales sus fallos y arbitrarias decisiones que están clamando su
injusticia, y su notoria nulidad.
(faltan las páginas 10 y 11)
...pueblo de sus leales ideas, y convertir a sus
ciudadanos en unos viles ministros del despotismo y tiranía. Los que
han forjado tan negras tramas y tan groseras imposturas para
sorprender la atención de la Junta Provincial, son unos siete
vecinos que se ven manchados en su reputación y en su conducta, y
que se han conciliado la execración de todo el pueblo; son los que
han intervenido en el despojo de los templos y usurpación de ropas y
vasos sagrados (Nota a pie de página nº 4: A la entrada de nuestras
tropas, algunos de estos de la confabulación saquearon cuanto se
habían dejado los franceses en los Conventos del Carmen y en San
Diego, habiendo hecho lo mismo con lo que dejaron los religiosos al
tiempo de la entrada de los enemigos, sin haber perdonado las cosas
más sagradas, como eran manteles de comulgatorios, purificadores y
demás que varios vecinos las han visto destinadas a oficios muy
comunes), los que han hecho inútiles alianzas con el opresor de su
país hasta el impudente y criminal arrojo de presentar a sus propios
hijos para que sirviesen al tirano; los que siendo unos hombres
oscuros, pobres y llenos de miseria; los vemos hoy, a pesar de la
calamidad de los tiempos, en el mayor estado de propiedad y de lujo
abundando en ganados, y costeando labores de consideración con
desahogo y sin atrasos: prosperidad debida a sus injustos manejes, a
sus bajas y punibles intervenciones, a su radicada adhesión al
francesismo y a su dolosa administración en los caudales públicos.
Estos hombres sedientos de venganza, al ver su
degradación, no omiten medio, por muy vil y calumnioso que sea, de
que no usen, ni plan inicuo que no tracen para desconceptuar al
Ayuntamiento y a los honrados patriotas, habiendo llegado a tal
extremos su avilantez y su temeraria audacia, que han llegado hasta
cometer el arrojo de interceptar las cartas u oficios dirigidos por
el Intendente a aquel Ayuntamiento, para diseminar en el pueblo
ciertas ideas subversivas del orden y mancillar la irreprehensible
conducta de aquellos regidores y alcaldes constitucionales (Nota 5:
La orden que interceptaron del Intendente era dirigida al
Ayuntamiento, mandando no se exigiese cierta contribución hasta que
se arreglase la Guerra// Como en esta orden no se especificaban los
antecedentes, parecía que el Ayuntamiento, por sí y ante sí, había
procedido a imponer y exigir contribuciones arbitrarias. De aquí
tomaron pretexto para que circulase el contenido de dicha orden para
procurar difamar al Ayuntamiento; pero debían considerar que esta
misma contribución, mandada suspender, (…) había exigido o
impuesto el Ayuntamiento, sino el mismo señor intendente, el cual,
con posterioridad, deliberó cosa en contrario. Todo ello, como el
atentado y horroroso delito cometido para para interceptar esta
correspondencia de correos, resulta justificado en autos que se han
formado sobre el asunto).
Días llegarán de satisfacción y desagravio en que
tenga el Ayuntamiento constitucional de Alhama el honor de presentar
al público documentos justificativos de estos horrorosos atentados,
y de la criminal conducta de aquellas personas que han intrigado
vilmente para degradar su reputación, para denigrar a todos los
ciudadanos de este pueblo, y para sorprender con groseras imposturas
a la Junta Electoral de Provincia. La exclusión anti-constitucional
del elector de este partido es un menosprecio de nuestras leyes y de
nuestro código fundamental, es un atentado escandaloso que se han
cometido contra un pueblo digno por sus virtudes patrióticas de las
mayores consideraciones; es un procedimiento ilegal que hace nulo
todo el acto de elecciones, como que injustamente se privó en él
del sufragio que le corresponde por la ley y la constitución al leal
pueblo y partido de Alhama. Su Ayuntamiento constitucional, firme e
inalterable en defender sus derechos y justicia, que adora y venera,
no descuidará ni abandonará la defensa de esta causa, reclamará y
aun ha reclamado enérgicamente a los representantes de la soberanía
nacional: el augusto congreso procederá con justicia, y no dejará
sepultada en el abatimiento y hecha presa de unos pocos intrigantes a
una de las más nobles y fieles Ciudades de Andalucía que tanto se
distinguió en tiempo de opresión tirana por sus virtudes y por su
patriotismo: los hijos emancipados que anhelan por difamarla se verán
degradadamente humillados ante su presencia, y a desmoronarse ante el
ara de la justicia, y sobre los escombros de su ignominia,
abatimiento y humillaciones elevará Alhama un trofeo insigne que
inmortalice sus virtudes, su heroísmo y sus patrióticos
sentimientos.
Alhama Iº de Junio de 1803
D. Juan de Toledo= Alcalde Primero= D. Luis José
Corral= Alcalde Segundo= Regidores. D. Juan Morón= D. Juan Negro
Calvo=
“INPUGNACIÓN
// AL MANIFIESTO // QUE EL AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL // DE LA
CIUDAD DE ALHAMA // DIRIGIÓ A LA NACIÓN ESPAÑOLA // EN Iº DE
JUNIO DE 1813 Y PRESENTAN A LA MISMA LOS CIUDADANOS DENIGRADOS EN ÉL.
// GRANADA, // DE LA IMPRENTA DE LA VIUDA E HIJO DE ZEA.
(1)
Cuando se atacan injustamente los derechos sagrados
del hombre de bien; cuando la perversidad de los cabalistas se
conduce por los tortuosos y oscuros caminos de la intriga para minar
los cimientos de la opinión pública; y cuando el interés, el
orgullo, y las pasiones enmascaradas quieren alucinar a los incautos,
el hombre de bien, escudado en sus virtudes, debe presentarse al
frente de sus cobardes enemigos, confundir al detractor insolente,
manifestar las cavilosidades del hipócrita despreciable,
desembrollar las marañas del ambicioso atrevido, descubrir las
rateras miras del prostituido lisonjero, y corriendo el velo con que
se cubrían estos vicios, presentar el obscuro cuadro de sus
maquinaciones, haciendo que brille en todo sus esplendor la hermosa y
pura verdad.
Los
ciudadanos de la heroica Alhama que subscriben, calumniados vilmente,
confundidos entre los hijos espúreos de la patria, despojados de sus
imprescriptibles derechos, mancillada su opinión y execrada su
conducta, hubieran sufrido en el silencio los injustos ultrajes con
que la malicia y el sórdido interés los ha deprimido: sus corazones
leales y generosos hubieran mirado por más tiempo con desprecio los
insultos del manifiesto del ayuntamiento constitucional de Iº de
junio, si este silencio criminal no le diera en cierto modo la prueba
que no tiene, y los vecinos incautos de Alhama, prevenidos por estas
imposturas no las mirasen ya como verdades incontestables: la razón
y la justica holladas, reclamaban impresionante sus satisfacción, y
la natural defensa, derecho tan sagrado para el hombre, anterior a
todos los códigos y pactos, les ha impuesto el forzoso deber de
rebatirlo. ¡Y tú, generosa Alhama, testigo de los hechos que
presentaremos, tú conocerás la justicia de nuestra exposición, no
has derramado en vano tu sangre por sacudir el yugo opresor; tus
Mártires generosos vivirán eternamente en la memoria de la Nación
libre; y tu constancia impávida en medio de los peligros te escuda
suficientemente contra los tiros de la impostura!
(2)
Si
la elección parroquial se hubiera verificado con orden,
subordinación y libertad, como se trata persuadir con el manifiesto,
los ciudadanos que subscriben, abismados en la confusión de una
conducta reprehensible, hubieran respetado la voluntad general que se
manifestaba de un modo libre y positivo, no hubieran tenido derechos
que reclamar, y hubieran llevado lejos de sus compatriotas la
vergüenza y el oprobio que los cubría: pero el acto de esta
elección tuvo todos los caracteres de la intriga, del interés y de
la fuerza.
Convocados
los vecinos que se hallaban en posesión de los derechos de ciudadano
para la elección parroquial, concurrieron los que subscriben, bien
persuadidos de no hallarse con alguna de las tachas indicadas por los
soberanos decretos, que los privasen de las augustas funciones
concedidas por la sabia Constitución a todos los españoles. No se
engañaron. La apertura del acto, las invitaciones públicas de su
Presidente, y el exacto cumplimiento de las ritualidades prevenidas,
convencieron al congreso, que las personas que en él están tenían
las cualidades necesarias para ser admitidas. Empieza el acto de
votación para el nombramiento de secretario y escrutadores, y el
respetuoso silencio del pueblo que lo miraba fue el testimonio más
auténtico de su aprobación. ¿Y cómo hubiera callado un pueblo a
quien se acababa de instruir en sus derechos, si hubiera encontrado
tacha en alguno de los que formaban el congreso? ¿Y quién podrá
persuadirse que éste conocimiento estaba reservado a un hombre solo,
(1 D. Fernando Toledo; hermano del Presidente, sin destino conocido
en Alhama ni en otra parte.) que erigiéndose en interprete de la
voluntad general, se presenta inopinadamente, detiene el acto, indica
sus obligaciones al Presidente, designa personas tachadas, no se
procede a la discusión de estas tachas, y conmueve al pueblo
sorprendido? Las exposiciones más sumisas, las reclamaciones más
enérgicas, los documentos más auténticos: todo fue desatendido.
Parte del pueblo sencillo, que deseaba el acierto que oye la
acusación y no puede informarse de las defensas, alentado por las
insinuaciones del orador, se alarma, se conmueve y prorrumpe en los
confusos y amenazadores gritos de afuera, afuera, capaces de imponer
al corazón más magnánimo.
(3)
Despojados
de sus derechos, los ciudadanos que subscriben, insultados,
desatendidos, injuriados atrozmente, y comprometidos en su opinión y
sus personas, adoptaron el partido que aconsejaba la prudencia, y se
retiró a formar una reclamación en forma, que contuviese un
desorden de tanta transcendencia, y presentase la nulidad del acto
cuya invalidación se debía sostener.
Esta
protesta, dirigida con sencillez y candor, fue hecha a la junta
parroquial, quien la despreció (1. Juan Naveros de Castro la
presentó, y por mano del portero Redondo, se devolvió sin
decretar.), y por ello ocurrieron los denigrados a la junta
preparatoria de Granada, haciendo presente la violencia y despojo que
habían sufrido; pero como esta junta había concluido sus funciones
por haberse empezado ya las elecciones, tuvieron que dirigirse a la
de partido, puesta en manos de su secretario D. José Zamora la
reclamación, no le dio curso, y quedó sin efecto, (2. Resulta este
hecho comprobado de la certificación de D. Faustino Soler, que la
presentó, y después de repetir diligencias con el secretario de la
junta de partido, no pudo conseguir se le manifestare providencia, ni
que se la devolviese sin ella, por ser el D. José Zamora parcial
decidido del Presidente Toledo, a quien trató de complacer con la
ocultación) con notoria infracción de la ley sancionada, y de los
decretos de la soberanía.
A
la vista de estos hechos contestados en forma legal, ¿quién
desconocerá la fuerza, la intriga, y el manejo con que se procedió
en esta elección por el Presidente y su hermano, muy distantes de
llevar en su corazón las rectas ideas del bien público, y de la
imparcialidad y desinterés que debía presidir a sus deliberaciones?
El resultado persuade eficazmente esta verdad. El hermano del
Presidente fue elegido. Este era el fin, y no podía conseguirse por
otros medios. Era preciso que no concurriesen a la votación hombres
enérgicos y decididos, capaces de contrarrestar el ascendiente del
Presidente del Ayuntamiento; hombres que sacrificasen los respetos
humanos al bien general, para quienes fuese nada la prepotencia, el
orgullo, y el espíritu de partido que se trataba de establecer,
hombres en fin, que por su establecimiento, por sus relaciones y
conocimientos, no estuviesen en estado de sucumbir a las ideas de un
ambicioso que sólo trataba de su exaltación por cualquier medio: lo
consiguió, y escan-
(4)
daliza
ver en el acto de la elección parroquial expulsados seis ciudadanos,
antes de haberse nombrado secretario y escrutadores, es decir, antes
que hubiese junta que pudiese decidir de la legitimidad de los
defectos que se atribuían a los que subscriben: requisito esencial
según lo prevenido en el artículo 50 de la Constitución, que
notoriamente se infringió, empeñándose el hermano del Presidente
en sostener con tenacidad ser ésta una atribución exclusiva del
pueblo: obstinación tanto más acalorada, cuanto que de ella
dependía el resultado favorable que se prometía y que logró,
siendo una prueba incontestable del manejo e intriga del Presidente y
su hermano, que algunos de los ciudadanos que subscriben, en las
anteriores elecciones para vocales de las cortes extraordinarias, no
sólo no fueron tachados por el pueblo, que ahora se quiere persuadir
que os expulsa, sino que con su aprobación y a su vista fueron
nombrados compromisarios; (1. D. Josef de Raya y D. Luis del Corral,
expulsados en esta elección, fueron nombrados compromisarios en la
anterior para las cortes extraordinarias.) y este hecho demuestra que
el pueblo estaba bien convencido de su irreprehensible conducta, que
los miraba con confianza, y que solo la negra mano, y la cavilación
de hombres que amaban más su interés personal, que los rectos
procedimientos de la justicia, movió los resortes de la
desconfianza, y produjo un hecho escandaloso, por el que se despojó
injustamente a seis ciudadanos del goce de sus derechos,
exponiéndolos al oprobio, a la degradación y a la vergüenza con
que debía cubrirlos el pueblo seducido y engañado.
¿En
qué fundamento se apoyó un atentado tan injurioso? En que el uno
había sido comandante de la milicia cívica; otro había hecho
funciones de Alcalde mayor; otro había intentado comprar bienes
nacionales; (2. D. Miguel Cortés, por casualidad de haberse sacado a
subasta una haza que lindaba con otra suya y estar ya hecha postura
por otro vecino, la mejoró, se la pujaron, y cedió: de manera que
ni fue comprador ni gestionó para la subasta; y este hecho se tiene
por causa para la expulsión, y no lo es en D. Juan Toledo, para
presidir el acto, el haber comprado con efecto las mulas del convento
de S. Diego, que se vendieron por el intruso gobierno, y cuyo valor
fue para auxiliar sus usurpaciones.) y los ha-
(5)
bían
sido municipales, exigiendo el cuatro por ciento concedido por la
cobranza de las mensualidades: (2) (fue un crimen en los municipales
cobrar el cuatro por ciento concedido a los pueblos de la Provincia
para los gastos de las depositarias, y que parte percibieron el
Regidor D. Francisco Calvo Cabello, y el Síndico D. josef de Reyes
como depositarios que fueron; y sin embargo firman el manifiesto; y
no lo ha sido en el Presidente Toledo, el haber estado percibiendo el
seis por ciento por la cobranza del cabezón, que a su solicitud se
verificó en alhama.) Miserable efugio a que tuvo que acogerse el
hermano del presidente, porque no encontró otras tachas sustanciales
que oponerles, y que el pueblo incauto que lo oía se dejará
arrastrar, sin examen hacia sus ideas, por sólo el concepto del bien
y del orden que deseaba, y que creía ser el verdadero resorte de la
acalorada propuesta y tenacidad del orador. Bien sabía éste que las
tachas no lo eran, que una detenida discusión las hubiera declarado
insuficientes, que los decretos de las Cortes nacionales de 11 de
agosto y 21 de septiembre, declaran a los municipales del tiempo
del intruso gobierno, capaces para elegir y ser elegidos, y que las
órdenes de la junta preparatoria, que se había leído, de que
estaba enterado el pueblo, declaraban suficientemente que los
defectos atribuidos a los ciudadanos que subscriben no lo eran, ni
les podían privar de sus derechos activos, y este conocimiento fue
el verdadero móvil del atentado, como único medio de que podían
valerse el Presidente y su hermano para llevar a cabo sus designios
interesados, que les hacían mirar como lícito todo lo que les fuera
conveniente: ¡horrorosa moral, que tantos males ha producido sobre
la tierra!
Empero
las cualidades del electo convencen que sólo por estos medios
obscuros y reprobados, podía obtener el distinguido honor de
representante de la heroica Alhama, de un partido donde hay hombres
llenos de probidad, de conocimiento, de luces, del más acendrado
patriotismo; hombres cuyo arraigo, cuyo establecimiento, y relaciones
sociales, podían ser el más seguro garante de su comprometimiento y
representación.
Ello
es que D. Fernando Toledo, desde que acabó su carrera literaria en
Granada, jamás se ha fijado en parte alguna, y mucho menos en
Alhama: pasó muchos años en pretensiones en la corte, consumió su
patrimonio, y tuvo
(6)
la
desgracia de no obtener empleo ni distinción alguna: perdidas sus
esperanzas en la carrera de la jurisprudencia, trató de sacar
partido de la preponderancia y ascendiente de su familia en las
circunstancias desagradables de nuestra revolución. Cuando la Junta
Central mandó reunir las cortes, se vino de Sevilla, y trató en
Alhama de intrigar para salir electo por aquel partido, pero no tuvo
efecto por la entrada del enemigo. Por los mismos principios
consiguió en esta última época ser electo vocal de partido para
las Cortes extraordinarias, mas no tuvo aceptación para ser nombrado
diputado, y su resentimiento le sugirió el tejido de enredos que
dirigió a las Cortes reclamando la nulidad, y fue desatendido, por
lo que redobló sus esfuerzos para salir electo diputado en las
Cortes ordinarias, e indemnizarse de este modo de los desaires que
hasta entonces le había hecho la fortuna; para cuyo injusto proyecto
trató de lanzar violentamente de la junta parroquial a los
ciudadanos que subscriben; y prevaliéndose de estar al frente del
Ayuntamiento y presidiendo los actos de elecciones, en su hermano
D. Juan Toledo, logró al fin ser el elector del partido.
Esta
elección fue declarada nula, privando de sufragio al D. Fernando en
la Junta Electoral de provincia celebrada en la ciudad de Granada,
haciéndole salir del congreso.
El
ayuntamiento constitucional de esta ciudad de Alhama, o hablando con
más propiedad, su Presidente D. Juan Toledo (1. Algunos individuos
del Ayuntamiento no tienen reparo de decir que firman como en un
barbecho: sencilla confesión, que prueba la prepotencia del
Presidente, y que todo es obra suya.) en el manifiesto que vamos
refutando, injuria y ataca los respetos de la junta provincial y
quiere persuadir que holló y pisó el código sagrado de nuestros
principios constitucionales, que usurpó los derechos de la
soberanía, que traspasó los límites de sus facultades, y que el
hecho de expulsar al D. Fernando Toledo, fue verdaderamente
anticonstitucional, arbitrario, injusto y escandaloso. Para
persuadirlo se trata de alegar la justificación hecha ante el juez
de primera instancia de Granada, se proclama su incompetencia, se
marca con el sello de faccionarios a sus testigos, se llama negro
complot a la unión de los Ciudadanos que subscriben para vindicar
sus derechos, y se desata el cúmulo de injurias más inauditas, e
impropias de la gravedad y respeto de las autoridades contra quienes
se dirige
(7)
y
del decoro del cuerpo, a cuyo nombre se propalan.
Siempre
ha sido muy fácil abultar hechos, figurar transgresiones y atribuir
excesos, cuando no estamos sujetos a la responsabilidad de la prueba.
No se hubiera escrito el manifiesto tan fácilmente si sus autores se
hubieran visto en esta necesidad: pero las ponderadas arbitrariedades
de la junta provincial que se sostienen y apoyan en que declaró la
nulidad por el resultado de la exposición y justificación
presentada por los que subscriben, es una especie maliciosa, y que se
estampa para desconceptuar a la misma junta, porque ésta no se fijó
para su decisión en estos documentos, y si en el resultado de la
mima acta parroquial que presentó D. Fernando Toledo para justificar
su legítima elección; en ellas constaba la expulsión de estos
ciudadanos antes de haberse hecho el nombramiento de secretario y
escrutadores, que no hubo discusión ni votación, y que todo fue
efecto de una aclamación, que no puede dejarse de estimar
tumultuaria, y estas ritualidades que invalidaron el acto
determinaron el voto unánime de los electores de la junta
provisional para excluir del congreso a D. Fernando de Toledo,
demostrándose por este antecedente la falsedad con que se asegura
que solo la mayor parte votaron la exclusión, la voluntaria
facilidad de llamar confabulación la unión de los que subscriben,
insuficiente una justificación que sólo tenía por objeto instruir
a la superioridad de estos hechos: ¿y cómo podían dispensarse
estos ciudadanos de adoptar cualquier medio que los llevase a la
demostración de la verdad que debía presentarse sencillamente a la
junta electoral de la provincia, con el objeto de que no triunfasen
en ella la intriga y el dolo? ¿Cómo hubieran podido prometerse la
imparcialidad y libertad de los testigos que debían deponer ante el
juez de primera instancia de Alhama, cuando tenían que hacerlo
contra un hombre orgulloso, y que revestido con la autoridad de
alcalde constitucional y Presidente del Ayuntamiento, sólo se
sujetaba a la ley de su arbitrariedad? (1. El resultado justifica
este temor, pues por haber sido testigo en esta justificación D.
Blas Santander, que se hallaba en Granada, habiendo el ayuntamiento
formado las listas para la rehabilitación de los dependientes de
rentas de cuya clase es, no ha incluido a este únicamente sin que
tenga para ello otro motivo).
(8)
Pero
el Presidente y su hermano huyen de la verdad, cuyo resplandor los
hiere, y no pueden soportar por ello, sin mirarla ni contradecirla,
se acogen a la transgresión de ciertas ritualidades que aun en la
hipótesis de ser ciertas, no podían alterar la esencia de los
vicios y defectos con que fue elegido D. Fernando Toledo.
No
tendrían los ciudadanos que subscriben necesidad de echar mano de
especies inventadas si tratasen de descender a la demostración de
hechos y defectos peculiares del Presidente del Ayuntamiento, y de
todo este cuerpo en general: ellos dirían que el Presidente, en el
año de noventa y nueve, siendo Síndico, planteó el encabezamiento
del pueblo, y lo allanó a pesar de la oposición que tuvo cargándolo
con cuarenta mil reales más de lo que producía el erario en el
tiempo de la administración: que haciéndose Regidor tomó la
tesorería de este ramo, introdujo la discordia en el ayuntamiento,
consumiendo oficios y haciendo desaparecer el orden de todas sus
atribuciones: dirían que en ochocientos seis se hizo diputado del
pósito, perpetuando este oficio en su persona con la facultad de
nombrar depositario a su gusto; (sin duda con el objeto del bien
público) demostrarían que teniendo un rival en ochocientos siete
hizo le removiesen de la tesorería del cabezón; presentarían sus
cuentas, y las listas aumentadas, los fallidos supuestos, las ventas
de posesiones rebajadas, los recargos arbitrarios, la solvencia de
descubiertos con que se forma su data darían una idea cabal de la
pureza y escrupulosidad de su manejo: dirían que en ochocientos
diez, cuando el enemigo ocupó Alhama, este patriota juró fidelidad
al rey Josef, y se encargó de los suministros del pan y cebada para
las tropas francesas, de cuya entrada y distribución aún no ha dado
cuenta, y el cargo será por lo menos de cuatro mil fanegas de todos
los granos: lo presentarían concurriendo a los embargos de estas
especies, disponiendo remesas de ganados a la capital, haciendo
repartimientos, y cuando el intruso gobierno prevenía: dirían que
comunicaba la orden para que se formase la milicia cívica de esta
ciudad, nombró diputados que fuesen a la de Granada a tratar de su
organización, llenó las compañías y se quedó fuera, y habiendo
sido incluso posteriormente él y su hermano D. Fernando de resultas
de una revista de inspección, como la ejecutó el comandante, que es
uno
(9)
de
los que denigran, (1. En virtud de la propuesta del Ayuntamiento se
despachó por el General francés a D. Josef de Raya, el despacho de
comandante de la milicia cívica, el que le dirigió el Ayuntamiento
con oficio en que le prevenía se presentase en las salas capitulares
para ser reconocido de sus súbditos, en su visita se excusó a
pretexto del estado de su salud, y pidió al Ayuntamiento lo hiciese
presente al General para que lo exonerase: el Ayuntamiento le dijo lo
hiciera presente directamente al General, por cuya causa no admitió
el despacho hasta que por el secretario le puso testimonio de esta
respuesta a su continuación: posteriormente hizo su solicitud al
General, quien se la denegó, previniéndole que cuando estuviese
enfermo cediese el mando en el que le siguiese.) y cuyo decreto
negativo conserva lo presentarían como uno de los que dieron
cumplimiento a la orden del General francés, en que prevenía al
Ayuntamiento enviasen a Granada persona de su confianza, para
entregarle las armas que están destinadas para la cívica de Alhama:
(2. el mismo Josef de Raya conserva el oficio que le dirigió el
Presidente del Ayuntamiento mandándole comisionase un oficial que
pasara a Granada a entregarse en las armas que el General había
destinado para la defensa de esta ciudad, y que ya tenían dispuestas
las bestias y dinero que necesitase el comisionado para ese fin: de
cuyas armas no quisieron usar contra los defensores de la Patria, y
por ello el comandante francés los desarmó, bien convencido, de que
ni Raya, ni los demás cívicos querían tomar a su cargo la defensa
del pueblo.) manifestarían que fue miembro de la junta de
subsistencias, cargando todo el trabajo y economía en sus
compañeros, que por evitar las manipulaciones de los subalternos, y
la arbitrariedad de las tropas enemigas, comprometieron más de una
vez sus vidas en obsequio de sus conciudadanos, hasta el extremo de
venir a la manos con los franceses. Se evacua la Provincia, y las
personas que estaban al frente del gobierno agobiados con las
continuas tarea a que habían estos sujetos, tratan de buscar en el
retiro de sus casas el descanso que necesitaban, y aprovechándose de
la facilidad que le presentaba esta ocasión, D. Juan Toledo se
apodera del mando sin encontrar la más pequeña oposición en los
que lo tenían, a pesar de no haberse
(10)
Publicado
aún la Constitución, ni otra orden que los separase: en estas
circunstancias le fue fácil hacerse sacar de primer alcalde
constitucional con un Ayuntamiento que sólo es el eco de su
voluntad, y al que abandonó el secretario que nombraron que reunía
la inteligencia a los talentos, y que por una consecuencia de sus
principios, creyó no debía ser miembro de un cuerpo cuyo espíritu
conocía demasiado (1. El Licenciado D. Juan Pacheco Padilla, a pesar
de las necesidades a que le habían reducido las circunstancias no
quiso continuar en dicho destino.). Este cuerpo político, que por su
constitución es el escudo de los derechos del ciudadano, que debía
ser inflexible, circunspecto, benigno, igual vigilante y económico,
en Alhama podía decirse que estaba reducido a la nulidad, o más
bien, sometido a autorizar los deseos y caprichos de su Presidente.
Cuando
el pueblo empezaba a respirar el aura suave de la libertad, e
lisonjeaba con la esperanza de ver aliviadas las cargas con que el
yugo opresor de un gobierno ilegítimo lo había tiranizado: miraba
con placer establecerse en la Provincia la suave contribución de
guerra, y creía verla adoptada en Alhama, y con ella destruida la
terrible mensualidad que había pagado: pero cuál sería su
sorpresa, cuando el Ayuntamiento a la sombra de un decreto interino
continúa la medida mensualidad y subsidia los comestibles hasta la
exorbitante cantidad de sesenta mil reales, infringiendo notoriamente
la Constitución y cargando todo su peso sobre la clase más
desgraciada, haciéndole pensar que aún no había desaparecido el
férreo cetro de la injusta dominación: (2. Estos subsidios
impuestos en tiempo de los franceses por convenio del pueblo, los
continuó el Ayuntamiento de patriotas, hasta que por uno de los
ciudadanos denigrados se reclamó, y la Diputación Provincial los
mandó suspender como anticonstitucional) desconociendo los medios de
una sabia economía, y abrogándose los derechos de soberano, obliga
al vecindario a hacer guardias en su oficina de gobiernono,
(11)
o
algo de cinco reales para el que la haga, privando tal vez del
necesario socorro a la desgraciada familia de un bracero que la
libraba en esta pequeña, pero para él preciosa cantidad: exige
gran número de camas con la injusticia de igualar al miserable con
el poderoso: insulta y desatiende a los que con sumisión reclaman
sus derechos, se atreve a faltar a la verdad en sus informes al jefe
político, Comandante general y Diputación provincial (1. Habiendo
pedido el Capitán D. Francisco Baltasar del Corral, al Comandante
general le admitiese justificación de su conducta política, dio
comisión al juez de primera instancia para que se le recibiese, y
evacuada la pasó al Ayuntamiento para que informase. Siendo ésta la
ocasión en que debía y podía haber desenvuelto todas las tachas
que de habla en su manifiesto, no lo ha excusado en ocho meses, sin
embargo de las diferentes órdenes del General que ha recibido para
que evacue el informe: y habiendo contestado a la que le dirigió por
mano del jefe político, para que esté en uso de sus facultades lo
obligase, que no podía evacuarlo hasta que Corral rindiese las
cuentas que resistía, acreditó éste con una certificación de la
intendencia que no sólo no se había opuesto a rendirlas, sino que
las había solicitado, y en su vista el Comandante general por el
mismo conducto lo apercibió para que evacuase el informe, y se
condujese con sinceridad y verdad.
El
informe que evacuó sobre el nombramiento de carcelero de D. Andrés
de Vinuesa, dijo: lo había hecho por riguroso turno, cuando es tan
público los muchos vecinos que viven entre su casa y la de D.
Bernardino Calvo, por cuya causa se ha resistido a poner en excusión
la orden de la Diputación, para que con asistencia del vicario, cura
y los dos síndicos se examinasen los padrones.) supone haber hecho
los nombramientos de carcelero y depositarios por riguroso turno,
cuando ha aceptado de este servicio con reprehensible predilección a
sus amigos y parciales, observando la misma punible desigualdad en
los alojamientos: (2. El alojamiento en de casa de D. Jacobo Jiménez,
de allí a casa de la de D. Melchor de Vinuesa, de ésta a la de D.
Francisco de Raya, c. del capitán ético, que a otro día de haber
salido de esta ciudad, murió en Vélez, basta para acreditar esta
verdad) ha permitido que los soldados embarguen,
(12)
por
si las bestias sin turno ni concierto dando margen a los abusos y
desordenes que trae consigo la exclusión de este encargo, cuando se
hace por personas que no tienen conocimiento del país; hace que el
vecindario pague, no se satisface a los proveedores de los fondos que
previenen los decretos soberanos, y dictan la equidad.
Tales
cosas dirían los que subscriben del alcalde D. Juan Toledo, y del
Ayuntamiento que preside, y no se expondrían como este cuerpo en su
manifiesto, a tener que sufrir la vergüenza de la justa
reconvención, y de que la defensa natural publique hechos que el
olvido o la prudencia hubieran sepultado. Por esta defensa que ha
sido provocada por el Ayuntamiento dirán los que subscriben, que si
estuvieron implicados en la administración en tiempo del mismo
gobierno, no fueron como se quiere persuadir miserables instrumentos
de honrosas exacciones, hicieron si lo que el Presidente y su facción
no tenían carácter pare ejecutar; (1. El Alcalde fue individuo de
la junta municipal y de subsistencias, oficial cívico, juró
fidelidad y obediencia, asistió a los convites del comandante
francés, y sin embargo de que estuvo mezclado en todos los negocios
públicos, nada hizo en beneficio común: su patriotismo y el de sus
faccionarios se fijó en creer patrañas y huir de los peligros) los
que subscriben envueltos en la común desgracia dominados por la
fuerza, y no por la voluntad, procuraron sacar un bien del inmenso
daño a que la fatalidad los había reducido, pero este bien se
dirigió al común, por ello en la junta de subsistencias celaron con
esmero para cortar los abusos que habían de ceder en perjuicio de
los vecinos; por eso cuando se trató de contribuciones sólo
exigieron las que no podían omitirse, libertando al pueblo de las
extraordinarias, de saqueos de servicio material de carros, de
cobranza de pósito, de trabajadores para el camino de Guadix, de la
mitad del cupo de mulas para la artillería, de los caballos para los
dragones, de equipo y sueldo para los francos, de veinte reales que
por persona se anduvieron exigir de préstamo forzado; por ello no se
pagaron más que trece mensualidades en los tres años de dominación;
por eso cuando se presentó en Alhama el coronel del diez y seis de
dragones a exigir cuatrocientos y veinte mil reales que se estaban
adeudando de los atrasos
(13)
del
cabezón y de más rentas reales, y en cuyo atraso no dejaría de
tener parte el alcalde primero, como Regidor que había sido y
manejado mucho tiempo estos fondos; uno de los ciudadanos, que ahora
se denigran, como interceptador de los correos (1. El Corregidor D.
Jacobo Jiménez: este hecho escandaloso es una suposición arbitraria
y maliciosa, se apoya en que habiendo solicitado varios vecinos la
observancia de los soberanos decretos sobre contribuciones, , se
entregó la orden para su ejecución a uno de los interesados; éste
se quedó con copia que la remitió al mimo tiempo que la orden para
el Ayuntamiento la que se publicó para consuelo del vecindario sin
otro objeto; y si así no fue, ¿por qué no se ha procedido contra
el administrador de correos o cartero, que necesariamente habían de
contribuir al exceso que se supone?) con la mayor serenidad,
suspendió el golpe que amenazaba, y de los males que en los apremios
de una columna de enemigos, que se habían dirigido a esta cobranza,
debía experimentar el vecindario: por este amor a su patria, otro de
los que subscriben (2. D. Luis del Corral) con el anterior y el cura
fueron a Alhambra entre bayonetas por el adeudo de la citada
cantidad: por el mismo amor evitaron la conducción a dicha fortaleza
de doce personas que debían permanecer en ella, por rehenes, hasta
tanto que Alhama cubría la cantidad que se le pedía por sus
atrasos, ellos detuvieron el golpe, ellos cubrieron con los gastos de
fortificación, cerrojos y garitas, mesa y sueldo de comandantes,
camas y utensilios que habían suministrado los vecinos, y los
valores de las especies que condujo a Granada el coronel del diez y
seis todo el déficit que tenía la Ciudad: Alhama quedó a cubierto
de comisiones militares, y de los atrasos que siempre la acompañaban.
Esta cantidad en manos menos puras podría haber sido aumento a los
bienes que poseen los que subscriben, adquiridos con honor en las
negociaciones lícitas de su industria, y no debidos a sus injustos
manejos, a sus bajas y punibles intervenciones, ni a su dolosa
administración en los caudales públicos: satisfacción que acaso le
sería muy difícil dar al Presidente Toledo, si se tratase de
averiguar el origen de la riqueza y lujo en que vive, pues las
propiedades y granjerías de aquellos vienen de antiguo, y las de
éste son
(14)
demasiado
modernas: por ello lejos de haber resistido los que subscriben rendir
las cuentas de su manejo, luego que entendieron que el Ayuntamiento
constitucional quería conocer la inversión del cuatro por ciento,
que exigieron en el tiempo de su manejo, manifestaron no tenían
inconveniente en demostrar dicha inversión, pero su legitimidad
debía deducirse de unas cuentas generales y por ello las pidieron;
huía de este extremo el Ayuntamiento por no exponer a su Presidente
Toledo a la necesidad de rectificar las suyas, punto de apoyo en ésta
estriba todo el edificio de sus maquinaciones: el resultado de esta
rectificación había de servir de presupuesto a las cuentas de estos
ciudadanos, y la intendencia, conociendo la fuerza de esta
exposición, lo manda, y que se entreguen los documentos que existían
en la caja municipal, que el Ayuntamiento había extraído y que eran
los que debían servirles de justificación: solo ofrece dar un
testimonio de ellos, conocen la insuficiencia de este documento y
reclaman el cumplimiento literal de la orden del 1º de Abril: esta
se repite en seis de junio, y se desobedece igualmente, y esta
punible diferencia del ayuntamiento detiene el curso de un negocio en
que está muy expuesta la conducta y opinión de su Presidente, a
quien se trata de cubrir y considerar; y un crimen una omisión, una
complacencia dolosa de este cuerpo, le sirve de pretexto para
alucinar al pueblo con el terrible caro de un Ayuntamiento de
patriotas ha de hacer a los que subscriben. Estos desean, y las
órdenes que a su instancia se han librado por intendencia, y las
súplicas que en ésta y la Diputación provincial tienen pendientes,
comprueban la seguridad en que se hayan de acreditar su manejo.
Ojalá
llegue pronto el día que anuncia el manifiesto, en que presente el
Ayuntamiento los documentos del que figura terrible cargo contra los
que subscriben: entonces verá Alhama que la data documentada
suficientemente prueba la legítima inversión, y que los alcances
que resultarán a favor de los encargados en estos fondos es una
prueba auténtica de la pureza con que los manejaron.
Si
algunos de los que subscriben intervinieron en el despojo de los
templos y vasos sagrados, si han cometido otros obscuros crímenes en
alianzas, facciones, y servicios al enemigo, ¿por qué no han
producido sus quejas los que figuran y suponen estos excesos, por una
patriótica delación, o cumpliendo con su deber, ante el juez de
primera instancia, cuando estos los invitaría
(15)
en
virtud de las órdenes generales para la formación de causas de
infidencia, para que convencidos como reos, los que fuesen sufrieran
la justa pena que les señala la ley? Y si el juez de primera
instancia de Alhama no era de su confianza, ¿por qué lejos de
removerlo lo pide y lo apoya el mismo Ayuntamiento para su
continuación? Pero nosotros repetiremos que se injuria con mucha
facilidad, y se prueba con dificultad extrema.
Estos
ciudadanos honrados, protegidos por la justicia y la razón tienen
documentos incontestables de su pureza, desinterés y patriotismo,
con que imponer silencio a los miserables detractores de su opinión
injustamente ofendía; que vengan ante todas las autoridades
constituidas, que elijan la que más les acomode, que siempre será
justa; o que produzcan sus quejas, prueben nuestros excesos, que
nuestros desvelos, nuestros sacrificios y nuestra justicia, nos
ofrece una victoria cierta, y un triunfo seguro de sus calumniosas
imposturas.
La
negra envidia, el dolo y la suspicacia han podido atentar a la
probidad, pureza y desinterés de los ciudadanos, han pretendido
prevenir los ánimos de los leales habitantes de Alhama, y sorprender
la virtud de la Nación entera con hechos, que los unos no examinan,
y los otros no pueden conocer: pero la poderosa fuerza de la verdad
ha corrido el velo a la maquinación, y volviendo por los derechos
ofendidos de estos ciudadanos ha mudado la escena, descubriendo el
horroroso atentado que contra ellos se han cometido, privándolos del
goce de su representación civil por los medios más reprobados del;
ha demostrado que la justicia y la razón nunca puede ser presa de la
intriga, y de la degradación de unos hombres ambiciosos; que el
ponderado patriotismo está en su boca y dista mucho de sus
corazones; que el edificio de sus tramas y maquinaciones se desplomó
en la junta electoral de provincia por la debilidad de sus
principios, y no por el peso de la impostura (1. En el periódico de
Cádiz (el procurador general de la nación y del rey) de 16 de junio
anterior; en el artículo de cortés pag. 3511, ln 25, y siguientes
se lee. “La comisión de Constitución presentó su dictamen con
respecto a las elecciones de la Provincia de Granada para Diputados a
las Cortes próximas, y se aprobó conforme a lo expuesto por aquella
Comisión. Al Sr. Alcaina tomó la palabra diciendo: con el motivo de
la representación del partido de Alhama, no puedo menos de pedir a
V.M. se impusiese alguna pena a todos aquellos que hacen
reclamaciones sin ser justas ni fundadas; pues además de injuriar a
las Juntas de Presidencia, nos quitan el tiempo con semejantes e
importunas declamaciones”.
Lo que nos ha parecido conveniente insertar aquí,
para demostrar más la justa resolución de la junta electoral de
esta Provincia, en excluir del número de sus electores a D. Fernando
Toledo, apoyada sin duda, en los mismos fundamentos que expuso la
comisión al supremo congreso, para que desatendiese la reclamación
del ayuntamiento de Alhama sobre la falta de su representante en las
elecciones.) y que los ciudadanos denigrados, cons-
(16)
tantes
en sus principios de honor y decisión por la justa causa han mirado
siempre con interés el bien de sus compatriotas; que por ellos han
sacrificado su tranquilidad, y han expuesto sus intereses y sus
vidas: y contentos y satisfechos con no haber merecido los baldones e
injurias con que los ha deprimido la impudencia, y arrojo de unos
hombres atrevidos, exaltados por la ineficacia de unos hombres
atrevidos, exaltados por la ineficacia de sus conatos, y el mal éxito
de sus pretensiones, descansan tranquilos en el testimonio de sus
conciencia, escudados de la razón, de la justicia y de la verdad.
¡Y
tú, generosa Alhama, puedes conocer la mano que hiere, y que quiere
conducirte a la degradación y el crimen; pero tus hijos virtuosos y
sencillos no apartarán los ojos de la luz que brilla para
desengañarse; guiados por ella, sabrán detestar la calumnia y sus
autores, tributarán los debidos homenajes a la justicia!
Alhama,
1º de Agosto de 1813. =Francisco Baltasar del Corral =Josef de Raya=
Luis del Corral= Melchor de Vinuesa= Miguel Cortés= Francisco
Domingo Morán.
GRATIS”
______________
“DECLAMACIÓN
// QUE EL AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL DE LA CIUDAD DE ALHAMA // HACE
CONTRA LOS AFRANCESADOS DE LA MISMA GRANADA // EN LA IMPRENTA DE
EXÉRCITO // AÑO DE 1813
(3)
Nobles,
y fidelísimos Españoles: a vos os habla el ayuntamiento
Constitucional de la ciudad de Alhama, que por ser inexorable contra
el francesismo, lucha de día y de noche con unos cuantos monstruos
que por nuestra desgracia nacieron en este precioso suelo para servir
bajamente a nuestros enemigos, y enriquecerse con la sangre de estos
honradísimos vecinos; pero ¡España!...¡España!... ¿Hasta cuándo
han de seguir tus desgracias? ¿Hasta cuándo has de vivir sumergida
en el silencio, y hasta cuando, en fin, han de permanecer impunes
estos hijos espúreos, que no solo fueron el apoyo de tus opresores,
sino que te insultan de nuevo, se ríen y mofan de ti, no por otra
razón que por tu demasiada clemencia?; mas sin embargo, su roedora
conciencia no les deja libres un sólo momento; tras ellos va, y
delante la tienen, por lo que para adormecer el dolor de sus
punzadas, intrigan y maquinan porque todos callemos y nos confundamos
con sus heces pestíferas de la sociedad. Así es que el papel
llamado impugnación a nuestro manifiesto del 1º de junio y que
llegó a nuestras manos en el día de ayer
(4)
no
se ve mas que una desesperación, un arrepentimiento fuera de tiempo
y sin querer restituir lo que robaron a tantos vecinos honrados en el
tiempo de nuestra mayor aflicción. Levantaos, cadáveres que yacéis
en el cementerio de esta ciudad, y decid a estos impugnadores quién
os quitó vuestro alimento hasta el extremo de vuestra perfecta
consumpción! El Ayuntamiento ha determinado responder seriamente a
dicho libelo, y al público dirá las resultas; pero debe advertir
que entre las firmas de los afrancesados, falta la del Presbítero
Frey D. Juan de Raya, de la Orden de Calatrava, principal y cabeza de
esta canalla; y uno de los siete de que hablamos en nuestro referido
manifiesto.
¡Españoles! Los afrancesados son unos mismos en
todas partes; nuestra demasiada clemencia ha dado motivo no a que
quieran indemnizarse, sino para que ataque a rostro firme a los
mismos que sacrificaron en su época del gobierno intruso, y hasta
los vemos que quieren optar a los destinos de la mayor confianza de
la Nación. ¡Españoles! ¡Qué es esto que nos pasa! La medida de
nuestro sufrimiento se va llenando, y los afrancesados nos injurian a
porfía; mas sin embargo: el Ayuntamiento Constitucional de Alhama
apela a vuestras virtudes, quiere que les dejéis decir cuanto
gusten, que día llegará en que les pese; si aún pisan los enemigos
nuestro suelo, llegarán muy pronto los dichosos momentos en que
veamos libres las cumbres del Pirineo, y para entonces es regular que
tenga pensado a nuestro sabio y prudente gobierno, el castigo que
deben sufrir estos monstruos que aún viven entre nosotros, pues de
lo contrario, y
(5)
con
la conducta que observan, era de temer una explosión que nos
cubriese de nuevo de luto, pues vemos que si ya no ha sucedido en
algunos pueblos, ha sido efecto de la sabiduría de algunas
autoridades, quienes se interesan en el bien de la Nación.
¡Miserables
afrancesados! ¿Habéis creído que los escritos os pueden dar
opinión? ¿No veis este imposible? No veis que al que el pueblo
aborrece por sus hechos públicos, de nada le sirven papeles? No
quisisteis engañar a esta Ciudad, suponiendo que había declarado la
Junta electoral de la Provincia, nula la elección parroquial de
Alhama porque os echó, cuando la Junta solo dijo del modo? Y en fin:
aunque presentaseis los papeles más auténticos, dejaría el pueblo
de oír al veros pasar ahí va un tiznado? (1) (Tiznados en Alhama
son afrancesados). ¡Ah, canalla! Dios os castiga pues que no visteis
el medio de obligar a que se os tolerase.
Dicen
en su impugnación que a la entrada de nuestras tropas se retiraron a
sus casas para buscar el descanso que necesitaban; es verdad que
viendo el odio implacable del pueblo en la primera Junta a que
concurrieron todos los vecinos, y que presidió el Coronel D.
Francisco Villar, primer Gobernador de este pueblo, se retiraron
después de toda concurrencia por evitar la ocasión de ser
miserables víctimas del justo enojo de estos vecinos; en esta
ocasión, cuando el patriotismo se hallaba en el mayor grado de
pureza, fue cuando salió aclamado por todos los vecinos este
Ayuntamiento, y reele-
(6)
gido
después según manda la Constitución. Éste, éste es el cuerpo a
quien injuriáis en vuestro infame papel; pero en fin, honrados
Alhameños: ¿Don Francisco Domingo Moran, Don Melchor de Vinuesa y
demás, huían a descansar, o temían un puñal, o un cordel?...Es
constante que en casa de uno de los mejores patriotas de Granada
presentes otros muchos, llevó noticias un vecino de Vélez, de que
nuestras tropas habían entrado en Alhama, por cuya agradable noticia
le regaló el dueño de la casa, y preguntándole por
particularidades, dijo que habían ahorcado de un arco al secretario
de la Municipalidad, que tenía la cabeza blanca, y vivía en la
calle de las Parras, con otros varios afrancesados, y que el pueblo
bailaba y cantaba himnos de alegría. Este hecho prueba que es bien
notoria la conducta de estos señores. Para concluir: el presbítero
frey D. Juan Raya ha consumado las desgracias de esta ciudad. Por él
no han dado las cuentas los municipales; por él ha faltado muchas
veces la subsistencia al soldado, comprometiendo el Ayuntamiento con
la Intendencia, Diputación provincial, y con cuantas autoridades hay
en Granada, como es buen testigo el gobernador de esta plaza, porque
esta corporación ha mirado al soldado con el amor que se merece: por
él, como agente pagado de los afrancesados, no hay día que no
resulte en el pueblo un nuevo disgusto. ¡Virtuosos españoles, es
éste el ministro del santuario! ¡El ministro de paz, y el mediador
entre Dios y el hombre! ¡Ah corrupción!....¡Qué Sacerdotes!
Alhama
10 agosto de 1813 = D. Juan de
(7)
Toledo = D. Luis Josef del Corral = D. Juan Morón =
D. José Rodríguez León = Don Antonio de Dueñas = D. Francisco
Dionisio de Espejo = D. Francisco Calvo Cabello = D. Nicolás Cortés
= D. Francisco Ximénez.
Epílogo
El
Antiguo Régimen se convirtió en algo obsoleto, pues su estructura
dificultaba el pleno desarrollo de las personas y de la sociedad;
esto hace que la Modernidad se termine implantando. La Modernidad ha
tenido su recorrido y aún perdurará en el tiempo; su evolución,
como los grandes sistemas del pasado, concluirá cuando los
individuos vivan en una atmósfera que les lleve a afirmar con Walter
Benjamin: “aquí todo me devora y nada me alimenta”. Caerá por
su propio peso. Las rendijas que se abren inevitablemente cuando el
sistema se agrieta están dejando pasar experiencias del pasado
reprimido por el sistema racionalista, que conectaron y conectan con
el alma humana, por ejemplo el lenguaje simbólico; baste recordar la
importancia de grandes intelectuales del siglo XX: el poeta Rilke; el
pensamiento de Carl Jung; o la obra del parisino Louis Cattiaux,
difundida en España por el profesor catalán Raimon Arola; así como
el pensamiento de tantos otros autodenominados postmodernistas. Sin
embargo, quisiera terminar con un texto de un defensor de la
Modernidad, Marshall Berman, quien relata en su libro Todo lo
sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la Modernidad,
la impresión que le causó la ciudad de Brasilia, construida por los
modernistas de los años 50: “Desde el aire Brasilia se veía
dinámica y excitante (…). Pero desde el nivel del suelo, en el
cual la gente vive y trabaja realmente, es una de las ciudades más
deprimentes del mundo, (…) pero la sensación general es la de
inmensos espacios vacíos en los cuales el individuo se siente
perdido, tan sólo como un hombre que estuviese en la luna. Hay una
ausencia deliberada de espacios públicos en los cuales las personas
puedan reunirse y conversar, o simplemente mirarse entre sí y pasar
el rato. Se rechaza explícitamente la gran tradición del urbanismo
latino, en el cual la vida citadina se organiza en torno a una plaza
mayor. El diseño de Brasilia podría haber sido enormemente sensato
por la capital de una dictadura militar, regida por generales que
querían que la gente se mantuviese apartada, separada y oprimida.
Sin embargo, como capital de una democracia es un verdadero
escándalo”. El filósofo Berman narra en el mismo libro cómo esta
experiencia lo movió a un tema capital en su libro, la importancia
del diálogo y la comunicación; así afirma el neoyorkino Berman:
“Tal vez parezca que estas actividades no tienen nada de
especialmente moderno, pues se remontan a los inicios de la
civilización –que de hecho contribuyeron a definir-, y que fueron
celebrados como valores humanos primordiales por los profetas y por
Sócrates, hace más de dos milenios. Pero me parece que en la época
moderna la comunicación y el diálogo han adquirido un nuevo peso
específico, una nueva urgencia, porque la subjetividad y la
interioridad se han vuelto al mismo tiempo más ricas y más
intensamente desarrolladas, así como más solitarias y circunscritas
que nunca antes. En tal contexto la comunicación y el diálogo se
convierten tanto en una necesidad desesperada como en una fuente
primaria de deleite en el mundo en el cual los significados se
desvanecen en el aire. (…) Tenemos que sacarles el mejor partido a
estas posibilidades; deberían configurar la forma en que organizamos
nuestras ciudades y nuestras vidas”.29
BIBLIOGRAFÍA
Archivos:
-Archivo
Diocesano de Granada.
-Archivo
Provincial de Granada.
-Archivo
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1“La
barbarie que el siglo XX nos pone ante los ojos no es la obra de
fuerzas atávicas o poderes irracionales que irrumpen inopinadamente
a contrapelo del curso de la historia, sino el resultado del mismo
proceso de emancipación del que ha surgido la sociedad moderna y
que ella reclama para sí. (…) La instrumentalización de la razón
en la dominación de la naturaleza, desde el mito a la ciencia
moderna, supone no sólo una fosilización falsa e injusta del
ámbito objetual exterior al sujeto en vistas a su sometimiento,
sino también una atrofia del propio sujeto, dominio de la
naturaleza externa resulta imposible sin un dominio de la naturaleza
interna, es decir, sin un autodominio empobrecedor y mutilador del
sujeto. Así es como el yo propio y el de los otros se convierte en
objeto de dominio. Existe, pues, una correlación entre la
dominación sobre la naturaleza y la dominación en el ámbito
social. De este modo es como un instinto desbocado de
autoconservación termina poniendo en peligro la vida tanto de la
naturaleza como de los sujetos que la dominan: <<Después de
milenios de Ilustración, el pánico vuelve a invadir a una
humanidad cuyo dominio sobre la naturaleza en cuanto dominio sobre
los hombres aventaja en horror a lo que los hombres podían temer de
la naturaleza (MM, 271)” Zamora, José Antonio, Th. W. Adorno,
Pensar contra la barbarie, ed. Trotta, Madrid, 2004, fl. 125-126.
2“En
el corazón de la racionalidad moderna debe buscarse –y es lo que
harán luego Theodor Adorno y Max Horkheimer en su Dialéctica de la
Ilustración- el núcleo del mal, el origen de la barbarie que
parece comprender el destino del hombre. Dicho de otro modo: no se
trata de buscar una racionalidad <<buena>>
diferenciándola de un uso totalitario, se trata de encontrar en el
propio núcleo de la razón moderna el impulso destructivo que ha
hecho su aparición definitiva en la historia con Auschwitz e
Hiroshima. Cabe establecer, de todos modos, una diferencia que no es
de matiz. Auschwitz constituyó lo impensado, la realización
monstruosa de un proyecto inédito en la historia de la humanidad;
Hiroshima culminó lo que ya podía entreverse en los bombardeos con
gases tóxicos durante la Primera Guerra Mundial: la tecnologización
de la guerra hasta borrar toda huella humana, la utilización de la
bomba como figura de la aniquilación total. En verdad, el siglo XX
dejó atrás la propia idea y práctica ancestral de la guerra, para
convertirla en una extensión de la producción industrial y la
aceleración productiva de la destrucción masiva. Es una terrible
paradoja de la historia de nuestro siglo que concluye que los
campeones de la libertad hayan finalizado la guerra contra la
barbarie nazi lanzando sobre dos ciudades japonesas, es decir, sobre
poblaciones civiles, la bomba atómica. A la brutal y sistemática
maquinaria de la muerte montada por la Alemania hitleriana, Estados
Unidos respondió con la destrucción total nacida de los talleres
de la ciencia y la tecnología modernas. ¿Dónde está el mal?
Nuestro siglo XX, y esto Benjamin ya lo veía antes que terminara
de desatarse la locura del exterminio, será capaz de superar el
juicio de la historia: la barbarie ha sido su experiencia
cotidiana.” Forster, Ricardo, La travesía del abismo, mal y
modernidad en Walter Benjamin, ed. Fondo de cultura económica,
Buenos Aires, 2014, fls. 83-85.
3Bauman
Zygmunt, Modernidad y Holocausto, ed. sequitur, tercera
edición, Madrid, 2006, flo. 118.
4www.ciudadanos-cs.org
5Horkheimer,
M., Adorno, T., Dialéctica de la ilustración, ed. Trotta, tercera
edición, Madrid, 1998, fl. 12.
6Cfr.
Ferrater Mora, J., Diccionario de filosofía, ed. Ariel
Referencia, tercera reimpresión, Barcelona, 2004, fl. 1762.
7“Dejen
hacer, dejen pasar, el mundo va solo”, frase utilizada en el
siglo XVIII por Vicent Gournay.
8García
Casanova, Juan F., Hegel y el republicanismo en la España del
XIX, ed. Universidad de Granada, Granada, 1982, fl. 52.
9Cfr.,
Ferrer, A., Paisaje y propiedad en la tierra de Alhama (Granada,
siglos XVIII-XX), ed. Universidad de Granada, Granada, 1982,
fls., 444-445.
10Ibídem,
fls. 514-515.
11ADGranada,
Legajo 260F, pieza 100, año 1673.
12Arendt,
H., Los orígenes del totalitarismo, ed. Taurus, Madrid,
1998, fls. 58-59.
13ADGranada,
expediente matrimonial de María Manuela Zamora Padial y Juan Gómez
Guerra, 1801.
14Rousseau,
Jean J., Emilio o de la educación, ed. Alianza editorial, tercera
edición, Madrid, 2011, fls. 585-586.
15San
Román Gago, S., La justificación teórica de la maestra
analfabeta en el pensamiento de Rouseau y Kant. Influencia en la
política educativa posterior. Revista de Educación núm. 305,
1994.
16Ibídem.
17Weil,
Simone, La condición obrera, ed. el cuenco de plata, Buenos
Aires, 2010, fl. 165.
18ADGranada.
19Rocca
de, Albert J.M., Memorias sobre la guerra de los franceses en
España, ed. Silex, Madrid, 2011, fl. 63.
20ADGranada,
Legajo 191.
21Tackett,
T., El terror en la Revolución Francesa, ed. pasado y
presente, Barcelona, 2015, fl. 9.
22Rocca
de, Albert J.M., Memorias sobre la guerra de los franceses en
España, ed. Silex, Madrid, 2011, fl. 52.
23Ibídem,
fls. 47-49.
24Ibídem,
fl. 107.
25Weil,
Simone, Echar raíces, ed. Trotta, Madrid, 1996, fl. 55.
26Bundgard,
A., Más allá de la filosofía, sobre el pensamiento
filosófico-místico de María Zambrano, ed. Trotta, Madrid,
2000, fls. 137-138.
27Ibídem,
fls. 84-85.
28Tackels,
B., Walter Benjamin, ed. Universitat de València, Valencia,
2009, fl. 62.
29Berman,
Marshall, Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de
la Modernidad, ed. Siglo veintiuno editores, México, 2011, fls. xiv
– xvi.
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