El Logos teologal
Zubiri |
Continuamos con el resumen del libro de Xavier Zubiri: El problema teologal del hombre: Dios, Religión,
Cristianismo.
Por debajo del logos teo-lógico
(científico y ostensivo) está el logos revelante; y por bajo del logos
revelante está el logos teologal mismo.
Comienza
Zubiri lentamente con la pregunta:
¿Qué es el logos teologal?
Cinco
pasos:
Paso 1º:
-El
hombre es, ante todo, una realidad personal por ser una realidad intelectiva.
Sus actos constituyen, por esto, un trascurso cuyo carácter último consiste en
que, en ellos, la persona se posee a sí misma en la figurade eso que llamamos
<<yo>>. Todos los actos tienen, pue, constitutivamente sentido, el
sentido de configuradores del yo.
-Toda persona con los demás y, por
tanto, el transcurso de su vida es constitutivamente un proceso hacia otros.
-La convivencia no es el principio sino
la consecuencia de la índole misma de la persona humana… Los actos de cada
persona tienen así. En unidad primaria y radical, carácter intelectivo, vital e
histórico: son 3 caracteres de la realidad humana… De ahí que toda aprehensión
de una vida desde otra es inexorablemente una aprehensión conceptiva, histórica
y hermenéutica…
-El logos humano que se propone
comprender a otro tiene unitariamente estos tres caracteres, (…) por ser el
logos de una vida personal humana. Porque la vida del otro no es aprehendida
como mero objeto sino como algo convivido por el aprehensor, (…) y éste sólo es
posible por la convivencia y este <<con>> imprime así al logos
aprehensor el carácter unitariamente intelectivo, vital e histórico del logos
aprehendido.
Paso 2º:
De aquí resulta que la revelación como
convivencia de Cristo con los demás posee en sí misma aquellos tres caracteres,
y su aprehensión por estos <<demás>> es un logos conceptivo,
hermenéutico e histórico. Ese logos posee estos tres caracteres (…) por ser
humano. El logos revelante se apoya en el logos personal humano y transcurre en
él.
Paso 3º:
Dimensión teologal del hombre: recíprocamente,
el logos personal humano es la dimensión por la que el hombre en cuanto hombre
está desde sí mimo y en cuanto hombre vertido al Θεós.
Paso 4º:
Lo que la revelación confiere al hombre
en esta dimensión teologal es la manifestación de la conformación teologal de
su ser entero. Esto es, deificación Zubiri sustituirá este término por
deiformidad, pues según afirma: deificado está sólo el justo mientras que
incluso el condenado mantiene la deiformidad.
Paso 5:
…la revelación es en este respecto lo
que Cristo da a los hombres como razón de su ser: deiformidad.
En resumen, por ser deiforme puede el
hombre poseer una fe que vive como sentido religioso en un esfuerzo que abarca
todo su ámbito, y que se despliega en una intelección conceptual, esto es, una
teología. Fe en el logos revelante, ostensión del cuerpo de su verdad y
conceptuación teológica de su sistema son los tres momentos de un solo movimiento
de esa realidad deiforme que es el hombre.
Pues bien, precisamente por eso, la
deiformidad es el punto preciso y formal en que este logos va a dialogar con el
hombre actual.
Este diálogo debe llamarse y es <<el
problema teologal del hombre>> (…) esto es, se trata del problema de lo
que constitutivamente es el ser del hombre.
…se trata de la intelección del hombre
mismo como manifestación intrínseca de Dios; por tanto, no es una cuestión
antropocéntrica sino teocéntrica, pero de un Θεós cuya manifestación es el ser
mismo del hombre. Y donde Dios se manifiesta es, entonces, en la plenitud
formal de la vida y no en sus censuras. Es preciso tener la energía de levantar
los ojos a Dios precisamente cuando la vida va bien, y no sólo suplicarle
cuando va mal.
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