Masonería y Epiritismo José Huertas Lozano
Granada y Loja I
Yo he sido impío
Primera parte
Primera parte
Introducción.
José Huertas Lozano, médico, natural de
Loja, va a escribir a finales del siglo XIX una carta que se publicará en forma
de libro y del que saldrán, al menos, dos ediciones al Arzobispo de Granada. En
dicha carta expondrá cómo después de haber creado una red de centros espiritistas en Andalucía Oriental, especialmente en Loja y Granada y de haberse introducido
en la Masonería granadina tras la prematura muerte de su hermano y tras unos
ejercicios espirituales con los jesuitas, volverá a la Iglesia Católica. La vida
de este hombre es interesante por sí misma, pero en el relato de ella nos da
información de la situación sociocultural y política de la Granada del final
del XIX y principios del XX, centrándose en el desarrollo de las sectas
espiritistas y los grupos masónicos.
Para comprender el relato desde nuestro
s. XXI, hay que clarificar y contextualizar algunos hechos y conceptos:
El librepensamiento:
Se
trata de una corriente de pensamiento muy amplia, la cual englobaba desde el
espiritismo hasta el socialismo, pasando por la masonería.
Había
nacido a raíz del pensamiento ilustrado y la Revolución Francesa.
Algunas
características del librepensamiento:
1.-Crítica
exacerbada contra la religión.
2.-Creencia
exagerada y fe ciega en la ciencia y en el progreso.
Esto, para el siglo XIX, está bien, sobre todo
porque no nos tocó vivirlo, aunque aún hoy hay personas que piensan y sienten
como hombres del siglo de la desamortización; ésta supuso el surgimiento de la
gran masa de jornaleros explotados por la burguesía librepensadora; recordemos
cómo ésta compró al Estado todas las tierras, tanto de la Iglesia como la de los
Ayuntamientos, convirtiendo a muchos labradores en jornaleros sin tierra, en
los países industrializados surgió la explotación de los obreros industriales;
recordemos cómo el ilustrado Rousseau en su libro El Emilio y Kant, en su obra Lo
sublime y lo bello, recomiendan que la mujer no estudie y se dedique a las
tareas de su casa, instigando a la marginación de la mujer. La esperanza puesta en la ciencia y en el progreso, propia
del siglo XIX y XX, queda defraudada en el desarrollo del último siglo cuando
hemos visto cómo la ciencia no es algo neutro sino que se ha convertido en un
instrumento ideológico, en cuanto que no se investiga lo necesario para el
hombre sino lo conveniente para los grupos de poder; no sólo esto, también la
ciencia y el progreso han salvado muchas vidas, pero no sabemos si más o menos
de las que ha eliminado: con las bombas (bomba atómica) y con la colaboración
decidida con Hitler y Stalin. Otra de las consecuencias de este amor a la
ciencia y al progreso ha sido el declive y deterioro del medio ambiente, que ha
provocado el surgimiento del pensamiento ecológico a finales del siglo XX. Es
curioso que aquellos organismos y asociaciones que amaron el progreso y la
ciencia exageradamente hoy quieran liderar la reparación de sus propios
errores.
Recordemos
el pensamiento de Walter Benjamin o el desarrollado por la Escuela de Frankfurt
con Adorno y Horkheimer, o en España a Unamuno y a María Zambrano, en su
crítica a la Ilustración, a la Ciencia en su pretensión de verdad única y al
progreso.
El
momento histórico del siglo XXI no es el del XIX.
José Huertas Lozano y su libro:
Yo he sido impío
Nació en Loja el 2 de junio de 1866;
allí vivió hasta octubre de1871, año en que se trasladó junto con el resto de
su familia a vivir a Baza. Tuvo la formación religiosa propia de la época; en
junio de 1877 comenzó los estudios de medicina; y su
hermano Derecho.
José va relatando cómo poco a poco se
alejan de las enseñanzas de la Iglesia. En ese tiempo, mueren sus padres,
siendo él y su hermano jóvenes. Así relata la muerte de su madre:
“Cuando
el cadáver de mi madre fue sacado de casa, quedamos sepultados nosotros en la
más horrible soledad. Aquel ataúd que guardaba los restos de la que nos dio el
ser se llevó para siempre todo un mundo de esperanzas.
¡Ni
un amigo, ni un afecto, ni un consuelo en aquellos largos días de luto y de
quebranto! Cortado el tronco que da sombra a los retoños, los vientos y
tempestades hallan campo abierto para combatirlos y despedazarlos. ¡Qué amarga
la vida cuando así se vive! ¡Cuántos sufrimientos lleva consigo aparejados la
orfandad!
Mas,
¿para qué hablar aquí de los desprecios que tuvimos que sufrir, de las
sinrazones, de los atropellos, de los trabajos que nos vimos precisados a
emprender para llevar adelante los estudios y aun la misma vida”
Tras concluir los estudios, de medicina
él, y su hermano, de derecho, describe de esta manera el modo como había que
abrirse camino en la sociedad:
“Tras
una infinita serie de angustias y padecimientos de todo género conseguimos al
fin ver coronados nuestros esfuerzos. Pero entonces aparecieron nuevas
dificultades: la sociedad es exigente, y era preciso vivir en sociedad a
trueque, en otro caso, de ser arrollados por la furiosa corriente de las
costumbres.
Era
preciso, para en realidad ser médico o abogado, vivir, vestir y gastar
largamente; era preciso, en los círculos, en los paseos, en los teatros, en
todas partes, sembrar para luego recoger y ¡cuántas privaciones de lo necesario
pone esta necesidad de lo superfluo; cuántos cálculos y balances allí donde no
había otro patrimonio que el propio trabajo!”
Con este estado de ánimo y percepción de
la sociedad, así como su alejamiento de la Iglesia y de la religión en general
fue a topar con un tal José Castilla, en Granada, el cual, después de comprobar
su escasa religiosidad, le dio a conocer Las
Dominicales del libre pensamiento; según José Castilla, este periódico se
había colocado entre los más vendidos en todo el país, a él se accedía por
subscripción; el ideario del periódico: “Sus
ideas son puramente libres, y abren ancho camino a las esperanzas de los
hombres del porvenir.” Se publica en Madrid los sábados y llegaba a Granada
los lunes. Añadirá José Castilla González, después de haber seducido a José
Huertas: “…me atrevo a advertirle que no
debe dejarse llevar de entusiasmos. En Granada no es posible todavía, a trueque
de exponerse a muchas decepciones, declararse abiertamente libre pensador.”
Ante estas dificultades para ir de libre
pensador “…Es cierto que en la población
hay muchos que acarician estas ideas, y algunos que con valentía las sustentan
públicamente; mas le será costosos poder llevar a cabo sus deseos, sobre todo
si no trata de incorporarse a algunas asociaciones que tienen por base… ¿La
Masonería? -interrumpí. -Tal vez la Masonería, -prosiguió, pero lo veo casi
imposible; es usted demasiado joven” en el transcurso de la conversación
entre José Castilla y el médico José Huertas dice éste último: “No sé lo que soy; lo que si tengo es un
ansia desmedida de hollar la ridícula efigie del Catolicismo, cuyo solo nombre
me despiertan náuseas”; en sus reflexiones posteriores continúa afirmando
el médico: “Había leído un artículo de
Fernando Lozano, que afirmaba con el pseudónimo Demófilo, y lleva por título
República y librepensamiento son gemelos; ya no tenía dudas. La Religión era un
monstruo a quien se debía destruir a toda costa. La Iglesia, una gran fábrica
de indignas supercherías. -Todo católico un hipócrita que exigía ser
desenmascarado, y enterrado luego bajo el peso de vergonzosas acusaciones… Y la
sociedad, y el mundo, el hombre, en fin, no siendo librepensador, todos, todos,
pedían a voces ser destruidos, aniquilados… ¿Qué se yo? El infierno entero
hacía presa de mi alma, se enseñoreaba de mis facultades… ¡El demonio comenzó
entonces a regir mi destino!”
“…Desde
entonces la Religión fue el principal objeto de mi odio y, a la vez, de mi
desprecio”.
José Huertas Lozano, según relata, va a
buscar el momento en el que pueda introducirse en el movimiento ideológico
llamado “libre pensamiento”; él nos dice que la oportunidad se le presentó con
“El motín habido a mediados de noviembre
de 1884 entre los estudiantes de la Universidad de Madrid… En Granada, ya de
antiguo venían abriéndose camino con facilidad, entre la juventud, las ideas
republicanas; y, preparando el terreno, el eco de los escándalos de Madrid hizo
mella profunda en el ánimo de una multitud de jóvenes… Yo no estudiaba por
enseñanza oficial en aquella fecha; pero esto no impidió que me introdujese
desde el primer instante por medio de la turba de aquellos futuros
regeneradores de la patria (…), (en Granada) se cerraron las aulas, se
habilitaron en la misma Universidad algunos locales para celebrar reuniones los
estudiantes y saber qué conducta seguirían; se nombraron Juntas, Mesas,
Comités…”
La Universidad de Madrid envió a
distintas universidades delegados para animar a los universitarios en su
actitud levantisca; a Granada vendrá el masón Federico Degetau; éste llegaría a
ser el primer Comisionado Residente de Puerto Rico en la Cámara de
Representantes de los Estados Unidos.
José Huertas Lozano se hizo amigo de
Degetau; así nos dice:
“…puse
en juego toda mi actividad para sacar de aquellos sucesos el mayor partido
posible. Al punto que llegó, me hice familiar amigo de Deguetau; si hablaba él,
hablaba yo; si era necesario redactar un telegrama, trazar un proyecto, tomar
una determinación, allí estaba yo para hacerlo todo, y llevar una de las
primeras voces en todas las cosas.”
José Huertas, decidido a introducirse en
el mundo de lo que ellos llamaban libre pensamiento, topa con un grabador
llamado Gasso, que lo introducirá en el Espiritismo, ya que, según el grabador
granadino, el librepensamiento es un tronco de donde salen muchas ramas siendo
una de ellas el Espiritismo. Nos indica Huertas que pronto entró en relación
con don Emetrio Luengo, militar, e iniciador de Gasso en las ideas
espiritistas; juntos fundarán el primer centro espiritista público en Granada
el 15 de diciembre de 1884; se le puso por nombre Luz de Verdad.
Método Ordinario en las sesiones
espiritistas seguido en las reuniones:
1.-Primero se lee el acta anterior.
2.-El Presidente recomienda silencio y
unidad de pensamientos que se ha de fijar en quienes dicen las oraciones; estas
oraciones se dirigen a Dios para que los proteja, y a los espíritus buenos, su
asistencia y enseñanzas, concluyendo con el Padrenuestro.
3.-Los mediums, colocados alrededor de
una mesa, comienzan su actividad.
4.-Las comunicaciones obtenidas se leen
después, y se explican por quien el presidente juzga que lo hará mejor; se
discuten y se anotan en un libro al efecto.
5.-Se hace circular entre los asistentes
un saquito donde depositan sus proposiciones escritas y sus limosnas para los
pobres de la población.
6.-Por último, se tratan temas
administrativos y después de tres o cuatro horas, se dan gracias a los
espíritus y se levanta la sesión.
Adhesión del centro espiritista de
Granada a Las Dominicales:
“Granada, marzo, 1885// Sr. Director de Las
Dominicales. Nuestros queridos hh. Y correligionarios: Vivimos en el último
tercio del siglo XIX, durante el cual tan gran revolución se opera en el mundo
civilizado. España parece que va saliendo de su ignorancia, y constesta con voz
más fuerte cada día a las ideas de Libertad y Progreso. Bien claro se apercibe,
al leer las contínuas adhesiones que recibís hasta de pequeñas poblaciones, en
donde sin duda han comprendido ya las innumerables ventajas que proporcionan
las ideas liberales en toda su extensión.
Pero
es vergonzoso que aún permanezca en escandaloso silencio que deshonra, esta
bella ciudad que nos guarda entre sus muros. Ha sido necesario que en una
capital como Granada, una generación que cuenta veinte años, alce el grito de
libertad del pensamiento y la conciencia para que despierte en sus paisanos el
entusiasmo que yacía sujeto en el estrecho círculo en que se veía obligado a
jugar su libertad de acción.
Hoy
ya podemos hacer constar públicamente nuestras ideas, enviando nuestra adhesión
más fiel y desinteresada, obreciéndoles al par los servicios de este centro
espiritista <<Luz de Verdad>>.
A
más, nuestra felicitación a doña Rosario de Acuña por sus Ateos, y nuestra
enhorabuena a cuantos defienden la libertad del pensamiento, siendo verdaderos
libre-pensadores. ¡Viva el Libre-pensamiento! ¡Eterna y sagrada para todos la
memoria sus mártires! ¡Vivan Las Dominicales!
Adios hh; recibid el triple abrazo de
los que lo son vuestros.
El presidente, Hiram. gr. 18. -El
vice-presidente Kant. gr. 18; Paz gr 18; Rómulo gr. 3. Remo gr. 3; J.C.G.
Massoni. Gr 2. Francisco Mérida, Diógenes gr 1. Copérnico; José Huertas, Allan
Kardec gr 1; Simón Cantón, Dimas gr 2; Emilio Cabelludo gr. 2; Fenando Montes
Silex. José Nebot Nogales gr 1; Juan Velarde; Ángela Rico; María Capilla
Nogales; Dolores Montes; Josefa Sánchez; Julia del Rio; Dolores Cañizares;
María Jesús Ruiz; Faustina Briones; Aurelia; Vicenta Puche y Roldán. El
Secretario, Juan Huertas, gr 1.” La carta se publicó en
las Dominicales el 12 de abril de 1885.
José Huertas nos relata cómo en Loja se
celebró la sesión que los espiritistas llaman Magana. El grupo espiritista de
Loja se llamaba Centro Espiritista del Siglo. (Las Dominicales del libre pensamiento domingo 6 de abril de 1884).
Este tipo de sesión comenzaba con la preparación la noche anterior y se
alargaba durante todo el día; a dicho encuentro asistieron de Loja y de pueblos
como Frailes, de Jaén, más de 120 personas.
Para Huertas todas las ramas del
librepensamiento tenían un único nexo: el ataque constante y sistemático a lo
católico; él mismo se pregunta:
“En
resumen: el libre pensamiento en España no es más que el eco de la voz del gran
imbécil que se llamó Gambetta, que dice <<El clericalismo: he ahí el
enemigo>>
Preguntadles
por qué son enemigos de la Iglesia, y no os sabrán responder y cuando más,
repetirán alguna frase hecha muchos años ha, quizá siglos, por este o aquel
sectario o hereje de reconocido ingenio y que, tras no ser por lo mismo
original, la expresan defectuosamente.
Tratan de sofocar la
Iglesia, de ahogar la voz del Sacerdocio, de destruir la religión sea como sea…ya
en abril de 1886 se constituyó definitivamente la sociedad librepensadora
anticlerical en Loja”.
En
el relato de José Huertas, éste se presenta como un San Pablo del ateísmo,
presenta todo el territorio de Granada, Jaén, Córdoba y Málaga como su campo de
operaciones. Este apóstol que, como Pablo, primero será un perseguidor de la
Iglesia y más tarde un defensor del cristianismo, afirma sobre los
librepensadores:
“En la gran agrupación librepensadora caben
los secuaces más o menos ilustrados de todos los sistemas filosóficos; es la
Babilonia de los desesperados y de los ambiciosos, el gran bazar de las
conciencias anchas…
¿Cómo
se hace un librepensador? Un carácter frívolo; algo de lectura y escritura
arropado con el conocimiento de que ha existido la Inquisición, y de que en el
siglo pasado tuvo lugar la Revolución Francesa; vestigios de republicanismo, y
que bajo el dominio de la República se
han llevado a efecto mil bárbaros desmanes contra la Iglesia y Órdenes
religiosas; un poco de cinismo recogido al leer en cualquier libro una cita de
Voltaire; mucho odio al culto y al clero, y cuanto más, alguna carta de Chíes,
Nakens o F. Lozano, obtenida después de muchas impertinencias…; nada más. ¿O
extraña el boceto? Pues quizás haya dicho algo que también les falte; con todo,
se tienen por sabios y llaman a boca llena ignorantes a cuantos no piensan como
ellos…
…!Oh, siglo XIX! ¡Has recogido los despojos
insolentes de la sabiduría de tu antecesor, y los has vestido con ropas de
Carnaval! ¡Qué vergüenza!”.
Masonería
en Granada
José Huertas ingresó en la Masonería el
24 de febrero de 1885.
“Teníamos constituida una tertulia
varios espiritistas en el Café Suizo en Granada, y entre ellos había varios
masones. Indiqué alguna vez en general mi deseo de ser uno de tantos…. A mi
vuelta del viaje que emprendí cuando los terremotos del 84, venía decidido a
hacerme masón, y lo manifesté a mis amigos; me contestaron con alguna vaguedad,
y así permaneció todo algún tiempo, por estar yo embebido casi enteramente en
el estudio del Espiritismo.
Cierto día que paseaba con alguno de
ellos me entregó un papel impreso, advirtiéndome que lo leyese despacio y que
por la noche le diese cuenta del juicio formado de tal lectura; así lo hice, y
me pareció muy bien; se trataba de la promesa que todo el que se inicia
subscribe con su nombre cuando está en la Cámara de reflexiones”.... Continuará
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